Moondale

VISITAS INESPERADAS

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Sarah Echolls | Residencia Universitaria Fenris, Habitación de Sarah

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La pequeña cazadora, pero a la vez de gran destino, Sarah Echolls, estaba sentada tranquilamente en su habitación tomando su desayuno habitual de leche con cacao. Pese a que sus ojos seguían entrecerrados, el mundo estaba completamente despierto, y le deparaba sorpresas que no se podía imaginar.

Encendió la televisión para distraerse un poco, ya que aún no tenía una compañera de habitación asignada después de que Ann Sommerville pasase a ser la compañera de otra estudiante. Fue cambiando de canal hasta que se detuvo en uno en el que estaban echando «Smallville» y lo dejó puesto mientras terminaba de desayunar. Apenas llevaba unos minutos puesto cuando saltaron a publicidad, en ese momento desvió la mirada distraída a su taza hasta que escuchó un anuncio que le llamó la atención, uno de una nueva serie que escuchó de principio a fin, y cuando pasó, aún no había terminado de creérselo. Se levantó para llamar a los demás pero en ese momento llamaron a la puerta, pensó que quizá fuese Daniel y fue a abrir.

Al otro lado de la puerta se encontró a un chico con el pelo de un color pajizo, delgado, alto y un poco desgarbado, vestido con una chaqueta de motero.

– [b]Sarah, tú no me conoces, pero yo a ti sí. Te he estado observando y he cuidado de ti desde que fuiste llamada.[/b] – dijo de forma apresurada, sin dejar tiempo a la Elegida para reaccionar, aunque de haber podido tampoco lo habría conseguido, porque era demasiada la información que tenía que procesar en ese momento. – [b]Mi nombre es Gabriel, soy un aesir y estoy aquí porque ya no soportaba estar más tiempo alejado de ti.[/b]

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[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Diana Echolls | Universidad de Moondale, Despacho de Diana

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dianachanning

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Diana Echolls se encontraba en su oficina, tomándose un café mientras trataba de acostumbrarse a no tener que esperar a su Vigilante para tomarlo. Mientras se tomaba el café aprovechó para echar un vistazo por internet y así despejarse y estar lista para afrontar a los estudiantes a los que tendría que asesorar.

Como no había nadie aún y la Rectora no podría echarle la bronca, decidió quitar el silencio del ordenador y aprovechar para echar un calada, un vicio que había retomado desde lo que había pasado.

Fue en ese momento, totalmente sorprendidaa cuando el primer alumno apareció de forma anticipada, porque todavía quedaba por lo menos una hora para empezar el horario de atención, pero decidió no decirle nada, al menos se entretendría un rato, y después podría hacer una pausa para contarles a los demás lo que había visto.

El chico en cuestión parecía nervioso, quizá se sentía cohibido por tener una consejera tan guapa a juzgar por la forma en la que la miraba, como si estuviese observando un milagro. Nunca venía mal empezar las mañanas así.

– [b]¿Diana? ¿Eres tú de verdad?[/b] – preguntó casi con miedo mientras se acercaba más y más.

– [b] [i] [color=#843181] ¿Te conozco? ¿Habías venido antes?[/SIZE] [/i] [/b] – preguntó la bruja extrañada.

– [b]No, no creo que me conozcas, pero yo a ti si. Vengo de otra realidad dónde éramos mejores amigos.[/b] – añadió con los ojos ligeramente humedecidos.


[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Illya Novak | Nave Industrial, Apartamento de Illya

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El sol brillaba intensamente en el cielo, pero ahora Illya Novak podía volver a verlo como no lo hacía desde hacía mucho tiempo gracias a sus amigos y a construcciones

Fenris, que habían terminado hacía apenas un par de días de levantar las paredes que separarían su apartamento del resto de la nave industrial y de colocar unas ventanas con filtro solar, de forma que podía ver el sol pero este no le afectaba.

Aprovechó la luz del sol para hacer un poco de ejercicio mientras escuchaba la radio, ya tendría tiempo para dormir más adelante, ahora estaba disfrutando de las pequeñas cosas.

Estaba haciendo sus estiramientos y posiciones de yoga escuchando ‘Yellow’ de Coldplay en la radio cuando, al terminar la canción, un anuncio rompió el clímax de relajación y trajo nuevas preocupaciones a su vida, tenía que hablar con los demás de lo que acababa de escuchar.

En ese momento vio a una chica rubia y pequeña acercarse a una de las ventanas y hacer gestos, se acercó hasta ella extrañada y con cautela. Vio como sacaba una libreta del bolsillo y escribía:

[i]No te asustes, solo he venido a ayudarte. Soy la Cazadora, pero no vengo a matarte, me han dicho que eres buena y me gustaría hablar contigo.[/i]

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[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Dominic Williams | Calles de Moondale

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Esa mañana Dominic no tenía clase a primera hora, así que había decidido salir a dar un paseo fuera de la residencia Fenris y así aprovechar para comprar unas cosas que necesitaba.

Iba caminando por la calle, comiendo una bolsa de Doritos, cuando vio algo que le llamó la atención al pasar por delante de una tienda de televisores. Estaban echando Smallville, pero al irse a anuncios habían mostrado algo bastante más preocupante. Lo vio de principio a fin y se mantuvo todo ese rato con un Dorito en una mano, a punto de comérselo.

Sacó su teléfono móvil y empezó a marcar el número de Rebecca deseando contárselo a alguien, pero una persona se tropezó con él. Se desequilibró un momento pero se mantuvo en pie sin dejar que se le cayese el teléfono. La persona que había chocado con él, un hombre aparentemente de la treintena, vestido en un traje de tweed típicamente inglés, se recolocó las gafas y le pidió disculpas, pero después se le quedó mirando fijamente.

– [b]Espera, te conozco de algo…¿Tú eres el chico de Arthur Smith? Sí, debes ser tú. Vaya un aesir.[/b] – le dijo. Al ver que no contestaba continuó. – [b]Oh, perdona, siento no haberme presentado antes, soy Adam McKenzie, también soy Vigilante.[/b]

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[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Christopher McLeod | Biblioteca de la Universidad [/SIZE][/font][/b]

[SIZE=3][color=#81BEF7][b]MAÑANA[/b][/SIZE][/color]

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Cuando Christopher terminó de ordenar los últimos títulos que habían llegado a la biblioteca de la Universidad, dio un suspiro de alivio. “Vamos a ser la envidia de Harvard” pensó con sorna al ver que por fin, había podido enviar a la sección de ficción ‘La herejía de la evolución’, ‘Opus Dei: Guía para parejas castas’ y ‘Cómo llegar virgen al matrimonio en seis sencillos pasos’, todas adquisiciones de Margaret Cleaver, que haciendo honor al significado de su apellido, era más tonta que un hacha de carnicero.

Eligió uno de los libros al azar y resultó ser ‘Ana Karenina’, “muy poco varonil” masculló entre dientes, pero por no darse la vuelta se quedó con él. Tras eso, se fue a su despacho a tomarse una taza de café mientras leía…o lo intentaba, casi hubiese preferido una novela de Corín Tellado a ese tocho sobre las desventuras de dicha señorita.

Cuando tuvo la taza de café entre sus manos, se reclinó en el asiento que chirriaba como la puerta de la casa de Los Monster y decidió encender la vieja televisión que tanto había usado su predecesor, gesto nada propio de él que sólo había visto un par de series de la HBO antes de que se volviese un canal de porno duro. Por alguna extraña razón, el canal seleccionado era la CW y por tal de no andar trasteando con el mando, lo dejó ahí.

Se reclinó en su asiento y paladeó los sorbos de café como si le supiesen a gloria (si es que la gloria sabía a algo). Estaba disfrutando de su merecida media hora de descanso reglamentaria cuando una melena pelirroja irrumpió con tornado, haciendo que él se incorporase de golpe, tirándose un poco de café encima de la bragueta, lo que provocó un momento bastante incómodo en el que McLeod maldecía por lo bajo buscando un trapo obviando el hecho de que una chica le miraba atentamente.

Cuando se hubo limpiado, la miró. Si fuese un sábado por la noche, en una discoteca oscura y no llevase las gafas puestas, podría haber pasado por Diana, pero, obviamente no era ella.

– [b] [i] [color=#457238]¿Qué puedo hacer por ti?[/SIZE] [/i] [/b]- Le preguntó el bibliotecario con toda la normalidad que uno puede aparentar después de haberse quemado las partes íntimas con café hirviendo “esto lo van a declarar zona catastrófica” pensó irónicamente sin dejar de escudriñar a la chica con la mirada.

– [b]¿No me reconoces?[/b] – La chica avanzó hasta él, intentando acercarse más de lo que permitía la ley no escrita del espacio interpersonal. Al darse cuenta, McLeod se puso detrás de su escritorio. Su pelirroja podía no querer verle la cara, pero él era hombre de una sola mujer, incluso cuando esa mujer quería matarlo.

– [b] [i] [color=#457238]La verdad, es que no[/color] [/i] [/b].- Admitió el vigilante desconcertado.

– [b]Soy yo, tu…Miranda[/b]- A la chica se le empezaron a humedecer los ojos, pero se calmó un momento para añadir.- [b]Claro que no me conoces, Los Poderes me avisaron de que esto podría pasar[/b].- McLeod compuso una mueca y la chica siguió hablando.- [b]Esto que te voy a contar te va a parecer una locura, pero eres la única persona en el mundo en la que confío y a la única a la que podría contarle esto: Soy Miranda Echolls, la hermana mayor de Sarah. Los Poderes han reescrito mi vida, me han dado un cuerpo nuevo y me han avisado de que no me conocerías, pero soy yo. Por favor, créeme. Necesito tu ayuda[/b].

Al escuchar eso, McLeod se tuvo que volver a sentar en su silla.


[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Edward Maclay | Bar de Lorne

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Aquella mañana, excepcionalmente, Lorne le había pedido a Ed que se quedase en el ‘7th Heaven’ porque él no podía atender a los proveedores, ni limpiar, ya que tenía que ir a hacer unos recados.

Lorne, como había aprendido Ed cuando empezó a trabajar allí, no era un demonio corriente. Era un demonio verde con el pelo naranja, que olía a Brumel (peor, cuanto más cerca) y que hacía recados como las señoras. Ed movió la cabeza pensando en que, si aquello de “señoras que” no se hubiese pasado de moda hace siglos y él fuese persona de Facebook, habría iniciado un grupo llamado “Señoras que son verdes”. Eso, le parecía lo bastante gracioso como para comentarlo en voz alta, así que decidió guardárselo para más adelante, pero luego desechó la idea porque pese a haber pasado mucho tiempo en casa de las Echolls, lo de contar chistes no era lo suyo. Normalmente, cuando intentaba contar uno acababa tartamudeando y parecía el padre de Nemo. Aunque había un par de chistes que le salían realmente bien, pero no quería agotarlos demasiado pronto. Esos los estaba reservando para Kaylee.

De pronto, un berrido le sacó de sus pensamientos e hizo que se le cayera el vaso, que estaba “repasando”, al suelo. La culpa la tenía la radio, como pudo comprobar segundos después, en Ripper FM estaba sonando ‘This is love’ de uno de los ‘Black Eyed Peas’ y una tal Eva no me acuerdo. Al darse cuenta de lo que estaba escuchando, la cambió de sopetón y empezó a sonar ‘In the end’ de Linkin Park, que era una cosa bastante más normal que aquel esperpento de berridos y rapeos.

En esas estaba cuando la puerta del bar se abrió. Ed estuvo a punto de decir que estaba cerrado, pero luego recordó que podía ser un proveedor. Levantó la vista del vaso, colocó el trapo encima de la cafetera y una figura femenina la atravesó. Durante un momento de enajenación mental transitoria, pensó que podía ser Kaylee que había ido a verle, pero luego se dio cuenta de que la figura femenina (que estaba bastante buena, todo hay que decirlo), era morena. Quiso creer que sería Ills, pero Ills estaba más muerta que viva y normalmente, si era de día entraba por la puerta de atrás con una manta sobre la cabeza, porque decía que las alcantarillas olían a…eso.

– [b] [i] [color=#266EAC]Lo siento, está cerrado[/SIZE] [/i] [/b].- Anunció al darse cuenta de que no era una proveedora.

– [b]Sé que dije que no quería ver a nadie, pero…me sentía tan mal después de lo que te hizo mi otro yo, que he tenido que venir a verte[/b].- Dijo la desconocida a modo de saludo.

[b] [i] [color=#266EAC]¿Eh?[/color] [/i] [/b]- Preguntó el chico desconcertado.

– [b]Ya sabes, lo que te…hice. Eso que tienes en el cuello[/b].- Señaló en dirección a Ed que se llevó la mano instintivamente para taparse la marca de los dos incisivos que le había dejado Illya.- [b]Vamos Ed, déjame compensarte. Prometo que no volveré a morderte…a no ser que tú quieras[/b].- La chica, sonrió con malicia y volvió sobre sus pasos para atrancar la puerta con un taburete.


 

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Parque Bellamy

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Lo bueno de que el Parque Bellamy fuera lo más parecido a un bosque en medio de la ciudad, era que había rincones por los que no pasaban, ni siquiera, las parejas dispuestas a meterse mano. En uno de esos rincones, a la sombra de uno de los pocos especímenes de [i]ginko biloba[/i] con los que contaba el Condado de Ripper, se encontraba Daniel haciendo tai-chi. Como eran poco más de las siete de la mañana, casi no se oía ruido y podía concentrarse en su respiración sin dificultad.

Cuando pasó un rato, decidió parar y dar un paseo, hasta que se hiciese la hora de pasar a por un chocolate para Sarah, que se habría acostado hacía un par de horas y debía seguir zombie. Así estaba en el momento en el que el viento arrastró un periódico, de no sabía cuándo, hasta sus pies. Lo cogió y le echó un vistazo rápido a la portada, pero al poco, fue interrumpido.

– [b]No sabes cuánto me ha costado dar contigo[/b].- Dijo una voz masculina a sus espaldas.

– [b] [i] [color=#4F5360]No sé con quién crees que soy, pero estás confundido[/SIZE] [/i] [/b].- Anunció Daniel girándose sobre sus pies para ver a la persona que le hablaba. A primera vista, podría haber pasado por Dominic, pero no lo era ni de lejos. De hecho, no debía tener más de diecisiete años.

– [b]Eres Daniel Arkkan, mi mejor amigo de la infancia, uno de los últimos aesirs del mundo[/b].- Anunció el otro con petulancia.

– [b] [i] [color=#4F5360]¿Y tú quién eres?[/color] [/i] [/b]- Le preguntó el aesir.

– [b]Soy Dante Spencer, el último aesir[/b].- Y extendió la mano esperando a que Daniel hiciese lo mismo. [/color]

[spoiler]Espero que os guste mi pequeña aportación :heart:[/spoiler]

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