[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Rebecca Lee | La Iniciativa, subterraneo dos

[color=#E16C13]Tarde[/SIZE][/color][/font][/b]

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Me quedé paralizada unos segundos después de la aparición del demonio verde. Mi primera reacción, fue buscar a Dominic con la mirada e intentar darle la mano, pero tuve que recordarme a mí misma que pasaría mucho tiempo hasta que hiciésemos algo así, si es que alguna podíamos volver a hacerlo antes de que se buscase a otra.

No podríamos tocarnos, ni besarnos, ni acariciarnos. Ni tan siquiera podríamos dormir en la misma cama por miedo a que, a media noche, Dominic me tocase la cara sin querer y se despertase gritando de dolor. Mi padre me había convertido en un monstruo para que no pudiese relacionarme con los que él consideraba como tal. Si eso tenía alguna lógica, que viniesen a explicármela, porque yo todavía no había entendido la moraleja de esta historia.

Me incorporé como pude, dolorida más psicológica que físicamente, por absurdo que pudiera parecer y eché un vistazo a mi alrededor que estaba tan destrozado como interior. Al fondo, donde estaban los cadáveres de los demonios antiguos, al resto del grupo que parecían tan hechos polvos como yo y al recién llegado, que permanecía a una distancia prudencial, como intentando decirnos que si quisiera matarnos, ya lo habría hecho.

Claire Saunders, que hasta ese momento había permanecido alejada del grupo cuidando de Abigail que seguía mirando al mundo como un bebé que da sus primeros pasos, se acercó a todo correr y se plantó frente al demonio. – [b] [color=#AB8730]¿Daakka?[/SIZE] [/b]- Le preguntó visiblemente afectada.

– [b] [i] [color=#843181]Yo diría que tiene un nombre un poco más largo[/color] [/i] [/b].- Apuntó Diana levantándose con ayuda de McLeod. Los dos parecían derrotados, pero aún así se sonreían como si les doliera menos al verse.

– [b] [i] [color=#c2a765]Naa cre kal[/color] [/i] [/b] – Bufó el demonio mirándola fijamente.

– [b] [i] [color=#457238]Dice que tenía que hacerlo.[/color] [/i] [/b] – Tradujo Christopher de forma instantánea. Todavía me costaba asimilar que Christopher McLeod, el mismo que nos defendía a Daniel y a mí, que nos compraba helados y que nos llevaba al cine de verano del pueblo para ver películas de dibujos. El mismo del que con ocho años decía estar locamente enamorada (qué sabría yo de amor), era el que estaba traduciendo de manera instantánea a un demonio milenario.

– [b] [i] [color=#383A72] Id con cuidado, no sabemos cómo puede reaccionar.[/color] [/i] [/b]- Dom se acercó hasta mí en un acto deliberadamente protector y me miró con cariño, pero no de la misma forma que siempre. Le correspondí con una sonrisa extraña, que más bien quedó como una mueca desganada, porque sabía que bajo toda esa apariencia, estaba conteniéndose para no ir a partirle la boca a mi padre y no le juzgaba por ello. Si le hubieran hecho lo mismo a él, no sé que habría sido de mí.

– [b] [i] [color=#c2a765]Naa cre kal[/color] [/i] [/b] – Esta vez, Daakka nos miró a todos.

– [b] [i] [color=#457238]Dice que tenía que hacerlo.[/color] [/i] [/b] – Volvió a explicarnos Chris.

– [b] [i] [color=#266EAC] ¿Desde cuándo hablas Rakkthathor antiguo?[/color] [/i] [/b] – Le preguntó Ed mirándole de soslayo.

– [b] [i] [color=#843181]¿Y no podía haberlo hecho antes? Se lo agradezco, pero casi no salimos de ésta[/color] [/i] [/b]- Al decirlo, Diana se llevó una mano al corte de la cara, que seguía sangrándole y que no tenía muy buena pinta, por lo que Illya, pese a estar tan destrozada como el resto, se acercó hasta ella para examinarlo.

– [b] [i] [color=#266EAC] Si algún día dejas de ser bibliotecario, como traductor no tienes desperdicio.[/color] [/i] [/b]
Bromeó Ed haciendo que todos sonriéramos.

– [b] [i] [color=#457238]Desde luego, estaría mejor pagado y con menos riesgos, pero no se conocen amigos así.[/color] [/i] [/b] – Hizo un gesto con la mano para referirse a nosotros y casi todos, asentimos agradecidos.

– [b] [i] [color=#c2a765]Kraz cre kal[/color] [/i] [/b] – Apostilló Daakka ante la atenta mirada de Saunders, que de no haber sido la doctora de la muerte, le habría estado mirando de forma casi maternal.

– [b] [i] [color=#457238]Tenemos que salir.[/color] [/i] [/b] – Tradujo McLeod nuevamente – [b] [i] [color=#457238]Por el camino tienes que explicarnos cómo ha hecho eso.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#BB609C]¿Estáis todos bien o alguien necesitará ayuda?[/color] [/i] [/b]- Intervino Sarah poniéndose en pie de un salto, a la par que le tendía la mano a Daniel, que intentaba levantarse con dificultad, porque debía dolerle el costado.

– [b] [i] [color=#CC858A]Ya estoy bien…más o menos y aunque no lo estuviera, nadie puede ayudarme[/color] [/i] [/b].- Murmuré un poco triste y vi que Dom se quedó mirándome apenado, sin saber qué decir.

[b] [i] [color=#266EAC] Todo bien por aquí.[/color] [/i] [/b] – Comentó quitándole importancia a los magullones que tenía en los brazos y que Illya estaba revisando con sumo cuidado, evitando tocarle, supongo que para evitar tentaciones innecesarias dado su historial.

– [b] [i] [color=#843181]Mentiroso…si vas que no puedes andar[/color] [/i] [/b].- Diana se acercó hasta él y le tocó uno de los magullones con el dedo, a lo que Ed respondió dándole un manotazo.- [b] [i] [color=#843181]Yo estoy estupenda, como siempre, sólo me duele un poco el culo…y ahora el brazo[/color] [/i] [/b]. – Señaló a Ed con el dedo.

– [b] [i] [color=#457238]Me duele el orgullo, pero bien[/color] [/i] [/b].- Apuntó Christopher, que seguramente se sentía mayor para este grupo, cosa que no era cierta.

Bajé la vista y me miré las manos, todavía con marcas de las vías que me habían puesto para sedarme y me sentí confusa. Durante mucho tiempo, me había sentido como un estorbo para el grupo, alguien a quien evidentemente aguantaban porque era la “novia de”, pero ahora, que tenía la opción de hacer algo si me enseñaban cómo, lo más probable es que acabase sola porque Dominic se cansaría de tener una relación con una maldita.

En esas estaba yo, mirando al suelo, completamente distraída, evaluando las posibilidades que tenía de tener una vida medianamente normal, cuando noté cómo alguien me cogía de la cintura y de las piernas y me elevaba. El estómago me dio un vuelco y cuando percibí su olor, noté que era él. La ropa que llevaba puesta le impedía morirse de dolor y por alguna razón, me había cogido en volandas.

– [b] [i] [color=#CC858A]¿Qué haces?[/color] [/i] [/b]- Le pregunté mirándole directamente a los ojos mientras le pasaba los brazos por detrás de la nuca, evitando tocarle el cuello, con el ceño ligeramente fruncido porque me daba vergüenza que nos vieran así.

– [b] [i] [color=#383A72] Que no pueda tocarte no significa que no pueda ayudarte.[/color] [/i] [/b] – El corazón me latió con fuerza al oírle decir eso, pero intenté que no se me notase, porque mi vena parcialmente británica era demasiado moderada, así que esbocé una sonrisa sincera, lo más parecido que tenía a un beso.

[b] [i] [color=#843181]Eso me pasa por buscarme a un abuelo, si McLeod me coge en brazos, seguro que se rompe la cadera[/color] [/i] [/b].- Protestó Diana, provocando que Christopher le mirase mal, a lo que ella la respondió con un beso. Aparté la vista de ellos, no porque me molestase que lo hicieran, sino porque me dolía no poder hacerlo.

[b] [i] [color=#BB609C]¿Vamos?[/color] [/i] [/b]- Preguntó Sarah cuando se aseguró de que todos estábamos bien como para caminar, especialmente Daniel, al que miraba con preocupación.

Y cuando todos asentimos, nos pusimos en marcha. Cada vez estábamos más cerca de la libertad, pero éramos conscientes de que el camino no sería sencillo. Supongo que por eso, miré a Dom nuevamente y murmuré las palabras mágicas, esas que no le había dicho nunca a nadie y que tanta vergüenza me daba pronunciarlas en voz alta. Él me respondió también en un susurro, apoyé la cabeza en sus hombros y cerré los ojos.

No pensaba dormirme, pero necesitaba que su calor me reconfortase después de un día tan largo, porque era la única persona que me quería a pesar de todo.

A pesar de ser una borde.
A pesar de no tener sentido del humor.
A pesar de estar maldita.