Moondale

DISFRUTANDO AL MAXIMO

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Kaylee Echolls | Casa de los McLeod, Nochebuena| Parte III

[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

kaylee13

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Las bromas sobre nuestro pasado me hicieron relajarme. – [b] [color=#F56828]No es verdad, siempre fue más de rubias[/SIZE] [/b]. – Me defendí.

– [b] [i] [color=#BB609C] Pues ahora es de rubios[/color] [/i] [/b].- Comentó Sarah sin poder aguantarse la risa. Matt había salido del armario hacía un par de años y ahora, subía fotos a Facebook en la que le enseñaba al mundo lo feliz que era.

– [b] [i] [color=#266EAC] Que sepáis que aquello me dolió, teniéndome a mí y os fuisteis a por otro.[/color] [/i] [/b] – Ed se llevó una mano al corazón sin poder evitar que se le escapase la risa. Esa risa que pocas veces mostraba, pero que era contagiosa y adorable.

– [b] [i] [color=#BB609C] Lo peor es que es verdad, el pobre Ed se ha pasado toda su vida a dos velas…[/color] [/i] [/b]- Murmuró Sarah sin poder evitar reírse.

– [b] [i] [color=#843181]Yo creo que es porque lo teníamos ahí y era como una niña que meaba de pie[/color] [/i] [/b].- Nos recordó Diana. La conocía lo suficiente como para saber que era el tipo de persona que primero decía las cosas y luego se paraba a pensarlas. La mayor parte de las veces, no lo hacía con maldad, simplemente era así. Intensa e impredecible. Vivir con Diana era como intentar contener un huracán.

No me dolía que fuese sincera, a veces en exceso, me dolía que hubiese dado a entender que le molestaba mi presencia, aunque sabía que no era verdad. Otra cuestión era lo de si existía o no. No era la primera vez que me lo decía y cuanto más lo repetía, más me costaba recomponerme, aplicarle lógica y decir, como Descartes, “pienso, luego existo. Pero en su mundo (que no en el mío), todo era posible, incluso que una chica ficticia llevase una vida real.

– [b] [i] [color=#266EAC] Nunca encontrareis un chico tan limpio como yo.[/color] [/i] [/b]- Argumentó Ed colocando las últimas copas en el armario.

– [b] [color=#F56828]De todas formas, eso que dices no es verdad[/color] [/b].- Alcé el dedo, acusando a Ed. – [b] [color=#F56828]En tu vida te has fijado en ninguna de nosotras, si acaso en Diana cuando tenías siete u ocho años, pero a las demás ni caso[/color] [/b].- Le dije con más reproche del que habría querido demostrar. Ed nunca se había fijado en mí, para él nunca había sido más que “la hermana de…” que no es tan simpática como Diana ni tan guapa como Sarah.

– [b] [i] [color=#266EAC] Eso es lo que tú puedes creer…[/color] [/i] [/b] – Repuso con rapidez y al darse cuenta de lo que estaba dando a entender, eso que estaba provocando que mis mejillas se encendiesen como si fuera Sarah, rectifico un poco.- [b] [i] [color=#266EAC]Quiero decir, eso fue pasajero, se puso una peluca roja y me dejó desconcertado.[/color] [/i] [/b]

– [b] [color=#F56828]Ya, claro…[/color] [/b]- Negué con la cabeza sin poder evitar sonreír.

[b] [i] [color=#843181]Oye, que mi pelo es así, nada de pelucas[/color] [/i] [/b].- Diana abrió el grifo y cogió la espuma que había quedado en el fregadero -ella era así de desastrosa- entre las manos, para echársela en la camisa.

– [b] [i] [color=#266EAC] Ese pelo sí. Pero tuviste tu época de probarte pelucas de colores para ver qué te quedaba bien.[/color] [/i] [/b]- Ed se quitó como pudo la espuma de la camisa y se la echó encima de la cabeza.

– [b] [i] [color=#843181]¿Y cuando te dio por dejarte el pelo largo? Eso fue mucho peor que mi etapa del pelo de colores[/color] [/i] [/b].- Abrió el grifo, puso el dedo y me salpicó.

– [b] [color=#F56828]Gracias[/color] [/b].- Murmuré con sorna. Mi camisa blanca era ahora un poco más transparente de lo que era en un principio y la puntilla del sujetador se veía con claridad. Diana tenía un claro problema con los sujetadores y la presencia de Ed, así que cogí el trapo y le arreé en el brazo.

– [b] [i] [color=#266EAC] Eso fue una fase, el rock hizo mucho daño por aquella época.[/color] [/i] [/b]- Intentó no mirarme, pero le costaba.

– [b] [i] [color=#BB609C] Parecías un teleñeco trasnochado[/color] [/i] [/b].- Sarah se reía, hasta que Diana puso el dedo en el grifo y acabó mojando su vestido rojo. Pero ella, en lugar de venirse abajo, cogió un vaso, lo llenó y se lo tiró por encima de la cabeza, fastidiando las horas de peluquería.

– [b] [i] [color=#266EAC] Vamos a coger un resfriado como sigamos así.[/color] [/i] [/b] – Nos recordó actuando como la voz de todas las madres del mundo. Lo achaqué a la pesadilla que había tenido antes de salir de viaje en la que decía tenía mucho frío.

– [b] [color=#F56828]Aburrido…[/color] [/b]- Me quejé y fui a coger el mismo vaso que Sarah, que llené con rapidez y le tiré encima de la camisa.

– [b] [i] [color=#266EAC] Sensato…[/color] [/i] [/b] – Sonrió ampliamente e hizo como Diana, puso el dedo en el grifo y al abrirlo, acabó salpicándome mi pobre camisa, que ahora parecía digna de Miss Camiseta Mojada.

– [b] [color=#F56828]Oye, que yo voy de blanco[/color] [/b].- Protesté intentando despegarla de mi cuerpo para dejar de dar pistas sobre mi anatomía.

– [b] [i] [color=#843181]¿Os dejo solos para que mojéis?[/color] [/i] [/b]- Nos preguntó Diana moviendo las cejas.

Miré a la cocina, cuyo suelo parecía el de una piscina y vi que Ed también se había dado cuenta.- [b] [i] [color=#266EAC] Perdona.[/color] [/i] [/b]- Dijo en voz alta y al ir a alejarse del grifo, se resbaló y cayó de espaldas al suelo.

Diana no puedo evitarlo y empezó a reírse a carcajadas, mientras que Sarah se tapaba la boca para que no se notase y yo iba a ayudarle.- [b] [i] [color=#266EAC] Estoy bien, estoy bien…[/color] [/i] [/b]

– [b] [color=#F56828]¿Te has hecho daño?[/color] [/b]- Intentaba no reírme, porque mis zapatos de tacón de aguja no era lo mejor para caminar por una cocina encharcada.

– [b] [i] [color=#266EAC] Me he hecho mas daño moralmente.[/color] [/i] [/b]- Suspiró, avergonzado.

– [b] [color=#F56828]¿Por qué?[/color] [/b]- Le pregunté nuevamente, intentando no caerme, pero mis piernas iban por su cuenta, en parte por culpa de la presencia de Ed.

– [b] [i] [color=#266EAC] Diana tendrá material para meterse conmigo meses.[/color] [/i] [/b]- Me comentó todavía avergonzado.

– [b] [color=#F56828]Yo sólo te he echado agua…[/color] [/b]- Me excusé y entonces, noté cómo dos manos me empujaban por la espalda haciendo que de bruces contra el suelo, a poca distancia de él.

– [b] [i] [color=#266EAC] Diana…[/color] [/i] [/b] – Le regañó e intentó ayudarme, pero acabó cayéndose encima mía, por suerte para él, su cabeza cayó encima de mi pecho y no se hizo daño. Noté cómo me ponía colorada y él, todavía más. Sólo esperaba que desde esa posición no notara cómo mi corazón latía desbocado o me moriría de vergüenza.

– [b] [i] [color=#BB609C] Parecéis sacados de una sitcom…[/color] [/i] [/b]- Sarah esbozó una amplia sonrisa y abandonó la cocina dejándonos allí.

– [b] [i] [color=#843181]Que os vaya bien intentando salir de aquí…[/color] [/i] [/b]- Diana sonrió de forma maliciosa y se fue intentando no caerse.

Y allí nos quedamos, el uno encima del otro, intentando salir de aquel barrizal en el que habíamos convertido la cocina de Delly.- [b] [color=#F56828]Cuando coja una neumonía y no pueda ir a trabajar, no me reiré tanto[/color] [/b].- Pensé mirando a Ed.

– [b] [i] [color=#266EAC] Si eso llegara a ocurrir, avísame. Te llevaré, aunque llegaría fría, mejor la hago allí.[/color] [/i] [/b]- Me propuso rodando sobre sí mismo para dejar mi pecho en paz.

– [b] [color=#F56828]¿Si te llevo a la oficina crees que el señor Scott lo notará?[/color] [/b]- Le sonreí girándome hasta donde estaba.

– [b] [i] [color=#266EAC] Lo dudo.[/color] [/i] [/b]- Me dijo con seguridad y yo asentí.

Quedaban menos de cuarenta y ocho horas para tener que volver a Louna y sólo tenía ganas de hacer como los niños/as pequeños y engancharme a una columna de casa de los McLeod llorando para no irme.- [b] [i] [color=#266EAC] Deberíamos secar esto.[/color] [/i] [/b]- Comentó sacándome de mis pensamientos.

-[b] [color=#F56828]La verdad es que sí…[/color] [/b]- Suspiré con tristeza.

– [b] [i] [color=#266EAC] Iré a verte. Y hablaremos por Skype todos los días.[/color] [/i] [/b]- Me recordó a la par que se levantaba agarrándose de la encima para no volver a caerse.

– [b] [color=#F56828]¿Lees mentes?[/color] [/b] – Pregunté sorprendida de lo mucho que me conocía.- [b] [color=#F56828]Ya, pero no es lo mismo. A veces, ni yo misma sé lo que quiero[/color] [/b].- Él extendió la mano y me ayudó a incorporarme.

– [b] [i] [color=#266EAC] Yo sí sé lo que quiero.[/color] [/i] [/b]- Se quedó mirándome fijamente y me besó con pasión durante unos cuantos minutos. Era el beso más largo que nos habíamos dado…jamás.

– [b] [i] [color=#266EAC] Perdona… no debería[/color] [/i] [/b].- Se dio la vuelta y fue a coger la fregona que estaba al lado del fregadero, al parecer Sarah nos había hecho un regalo antes de irse a cantar.

– [b] [color=#F56828]No seas tonto…[/color] [/b]- Le dije con un hilo de voz. Quería decirle muchas cosas, pero mi cabeza iba por su cuenta.

– [b] [i] [color=#266EAC] Vale, no lo siento.[/color] [/i] [/b]- Se giró, tiró de mi mano y me atrajo hasta él para volver a besarme. Esta vez con más pasión, demostrándome en cada beso lo que sentía. Estábamos a punto de dejarnos llevar, ignorando que al otro lado de la puerta estaban todas las personas que conocíamos y que podían entrar en cualquier momento, provocando la escena más incómoda de nuestras vidas, pero daba igual porque estábamos juntos y no volveríamos a estarlo hasta las próximas vacaciones. No quería volver a dormir sola, ni a hablar con él por Skype. Me di cuenta de cuánto le necesitaba, porque me recordaba que era real. Con él, la pesadilla en la que no veía nada, sólo oscuridad, no era más que una excusa para acurrucarme junto a su pecho.

Ed me llevó contra la nevera, que tembló violentamente haciendo que unos imanes cayeran al suelo y entrelazó sus dedos con mi pelo para atraerme más hasta él, haciéndome sentir lo que no había sentido nunca. Pero la puerta se abrió de pronto y nos quedamos quietos. -[Dom] Necesito un par de “tapers” para la…[/Dom] Dom entró con aire distraído a la cocina y al vernos, soltó -[Dom] …No he visto nada.[/Dom]- Murmuró cerrando la puerta tras de sí.

Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que estábamos a punto de cometer una locura que complicaría más las cosas. Aunque nos costó separarnos, Ed dio el paso y me dejó espacio para que pudiera volver a abotonarme la camisa, que con el ímpetu se había descolocado. No me atrevía a mirarle a la cara, porque sabía que estaría tan colorada como la mía, si no lo estaba más. El corazón me latía desbocado y sólo tenía ganas de volver a besarle, pero no lo hice, porque no era el momento ni el lugar.

Después, recogimos el agua de la cocina sin mediar palabra y nos reunimos con el resto, que ya estaban bailando “Los Pajaritos”. Diana me dedicó una mirada que me dejaba claro que sabía a qué nos habíamos dedicado, pero se ahorró las bromas. Y por suerte, Dom se comportó y nos guardó el secreto. Al fin y al cabo, era él el que salía cada mañana de la habitación de Rebecca sólo con los calzoncillos puestos.

Agarré a Ed del brazo, fuimos hasta el centro de aquel salón que hacía de pista de baile y empezamos a bailar junto a los demás. Me quedaba el consuelo de estar disfrutando al máximo de mis últimas horas de vacaciones, aunque lo que de verdad deseaba era quedarme…

…con él.[/color]
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[align=center][SIZE=6][b]CAPITULO CERRADO[/b][/SIZE][/align]

[spoiler]Espero que os guste y que Alph me perdone por haberle soltado la melena a Ed xDD[/spoiler]

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