[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Caernaforn, Gales
[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
La búsqueda de Christopher había sido larga y dura, espero que Diana tarde en leer este diario porque en cuanto lea lo de «larga y dura» escucharemos sus risas desde cualquier parte, y como consecuencia sus bromas. El caso es que la búsqueda había sido…difícil, pero al final nos había guiado hasta mi hermana y habíamos recuperado a Christopher, con perspectivas de que dejase de envenenarse con matalobos.
Observándola después, descubrí muchos rasgos en ella de mis padres, rasgos que al principio me habían pasado desapercibidos, si no hubiese sido porque reconocí al instante la canción que tarareaba, una canción que traía ecos de mi pasado
Había pasado mucho tiempo con la preocupación constante de la búsqueda de mi hermana después de que los Grandes Poderes me descubriesen que seguía viva. Su búsqueda había sido mi principal objetivo durante estos días, y ahora que la habíamos encontrado no sabía qué hacer, ni siquiera por dónde empezar.
– [b] [i] [color=#4F5360]¿Pero que le digo?[/SIZE] [/i] [/b] – le pregunté a Sarah intentando esquivar la situación y que fuese ella quien hablase con mi hermana. – [b] [i] [color=#4F5360]Nunca me ha visto, ni a mis padres y aunque lo hubiese hecho parece que no se acuerda de nada, ni de cómo llegó aquí.[/color] [/i] [/b] – añadí, completamente perdido. No sabía qué podía decirle para que confiase en nosotros, ni siquiera sabía si llegaría a entendernos porque parecía encontrarse en un estado feral.
– [b] [i] [color=#BB609C] Dile la verdad[/color] [/i] [/b].- respondió encogiéndose de hombros. Cuando dudaba, especialmente cuando dudaba de mí mismo, tenía a Sarah para apoyarme, pero en este caso ninguno de los dos estaba seguro de qué había que hacer, aún así, le agradecí estar siempre a mi lado, me tranquilizaba.
Me quedé unos minutos en silencio pensando diferentes formas de enfocarlo, pero no encontraba ninguna buena. Me recordaba a las mil formas que me había imaginado de acercarme a Sarah de nuevo después de conocernos en persona. Había imaginado mil escenas, cada una más romántica que la anterior, pero desde luego no me había imaginado confundiendo su voz cantando con un grito, subirme a un árbol para ver que pasaba, verla cambiándose y caerme del árbol haciendo que me viese e invitándome a subir, para después quedarnos en silencio sentados en el sofá de su habitación sin saber qué decir. La vida es algo muy difícil de planear.
– [b] [i] [color=#4F5360]Pero no tengo nada que la haga confiar en mí.[/color] [/i] [/b] – le dije conteniendo la sonrisilla que me había producido recordar aquél momento.
– [b] [i] [color=#BB609C] Voy a venir si Diana nos puede ayudar, aunque no creo que esté muy centrada esta noche…[/color] [/i] [/b]- sugirió. Era muy buena idea, Diana había descubierto que se le daba bien aconsejar a las personas, así que quizá pudiera echarnos una mano con mi hermana, aunque con lo de Christopher no la culparía si no pudiese centrarse. Sarah se despidió dándome un abrazo que deseé que durase para siempre. Con el frío que habíamos pasado fuera, sentir el calor de su cuerpo me hacía salir un poco del letargo.
– [b] [i] [color=#4F5360]Vale, intentaré hablar con ella, pero a tí se te daría mejor.[/color] [/i] [/b] – repliqué a modo de queja, porque sabía que era yo quien tenía que hacerlo. Sarah me miró entornando las cejas de una forma que decía claramente «Más te vale hacerlo», le puse cara de pena, vigilando por el rabillo del ojo para que nadie me viese poner caras, y conseguí una sonrisa, era una buena recompensa.
Fijé la mirada en mi bastante crecida hermana. Parecía tener al menos un par de años más que yo, la verdad es que siempre que pensaba en encontrarla la recordaba tal y como estaba en la realidad alternativa que visitamos, pero había pensado que aquí la encontraría más joven. No pude evitar pensar en todo lo que mi «abuelo» le había robado y sentí como la ira provocada por la frustración me invadía, pero me contuve, los animales son bastante hábiles detectando las emociones, y viendo como ella no se separaba de la camada podía significar que ahora mismo se movía por los mismos instintos primigenios, como si lo que le pasó entre que huyó del Kurgan y apareció aquí la hubiese sumido en un estado feral. Recordé las puertas de la mente ante el dolor, ella había pasado seguro por la puerta del olvido, pero esperaba que no lo hubiese hecho por la de la locura.
Me agaché para acariciar a uno de los cachorros que se había acercado para saludarme, todas eran una mezcla de perros de caza bastante afortunada, con el pelaje blanco y manchas marrón anaranjado en algunas y marrón rojizo en otras, pero la que se acercó a mí tenía una mirada especial. Le acerqué la mano para que me identificase y cuando agachó la cabeza le rasqué detrás de las orejas haciendo que girase el cuello y cogiese una postura extraña mientras movía el rabo a toda velocidad.
Volví a observar a mi hermana mientras acariciaba a la perra y vi que evitaba mi mirada. Esbocé una sonrisa para que viese que todo iba bien y ella me observó con una mezcla entre extrañeza, incomodidad y curiosidad. Al poco esbozó una especie de mueca sonriente, enseñando todos los dientes pero sin acompañar a la risa con los ojos ni el resto de músculos de la cara. Me recordó a Teal’c en el capítulo en el que conocen a unos seres que no saben hablar, el equipo sonríe, ellos les imitan y le dicen a Teal’c que sonría, poniendo la misma mueca que ella.
– [b] [i] [color=#4F5360]La mujer nos ha dicho que te encontró en la nieve…[/color] [/i] [/b] – empecé diciendo obviedades para tantear el terreno. No tenía ni idea de por dónde empezar. Ella cogió un cachorro en brazos y pareció obviarme. Sentí una pata rascarme la mano y al mirar hacia abajo vi que la perra me rascaba el brazo que tenía apoyado en la rodilla, me acordé de Freya y llevé los brazos hacia ella, que se quedó quieta para que la cogiese y no se movió de mis brazos.
– [b] [i] [color=#4F5360]¿No me conoces verdad?[/color] [/i] [/b] – pregunté, estaba claro que no podría coocerme, pero fue lo único que se me ocurrió preguntar. Ella negó con la cabeza sin mirarme, ni siquiera podía saber si había entendido lo que le había dicho.
– [b] [i] [color=#4F5360]Soy tu hermano.[/color] [/i] [/b] – le dije. Resultaba casi más fácil hablarle sabiendo que no me entendía. – [b] [i] [color=#4F5360]Sé que es imposible que te acuerdes de eso, pero teníamos un cachorro, se llamaba Heimdall, le habrías gustado mucho.[/color] [/i] [/b] – añadí. Heimdall era maravilloso, por suerte teníamos a Freya que me recordaba día a día a él. Acaricié a la pequeña que tenía en brazos, a Freya no le vendría mal una compañera, pero no podía ser yo quien tomase esa decisión, era en casa de Elizabeth dónde viviría y además estaba dando por hecho que la señora querría desprenderse de alguna.
Mientras divagaba pensativo, mi hermana levantó la vista hacia mí con los ojos muy abiertos y dijo: – [b] [i] [color=#7E6368]¿Hermano?[/color] [/i] [/b]
Me lo tomé como una luz al final del túnel e intenté seguir por esa dirección.
– [b] [i] [color=#4F5360]Eh..sí, nuestros padres eran…eh…los mismos….como estos cachorros.[/color] [/i] [/b] – dije señalando a los cachorros y a su madre, después levanté un poco la que tenía en brazo y señalé la suya antes de repetir. – [b] [i] [color=#4F5360]Hermanos[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#7E6368]No[/color] [/i] [/b]. – dijo convencida, dudé de que conociese el significado de la palabra. No sabía si era porque estaba concentrado en la conversación o porque Sarah se había vuelto increíblemente silenciosa, probablemente las dos, pero no me enteré de que había llegado.
– [b] [i] [color=#BB609C] ¡Hola![/color] [/i] [/b]- saludó pegándome un susto que intenté disimular. Vi como la saludaba con la mano mientras mi hermana la observaba atentamente y la imitaba al poco, había escuchado a Elizabeth hablar alguna vez de eso, se llamaba aprendizaje por imitación pero tenía un nombre más técnico…recordé la asociación que había hecho en ese momento con becario y me vine a la mente el nombre, aprendizaje vicario, Elizabeth podría ayudarla a aprender si no conseguía recordar. Noté como se me erizaba el vello del cuello cuando escuché la voz de Sarah en mi oido. – [b] [i] [color=#BB609C] Canta…[/color] [/i] [/b] – me dijo. Me quedé un rato pensando en qué era a lo que se refería y al final me di cuenta, la canción que mi hermana había tarareado, la que me había permitido reconocerla, quizá le permitiese reconocerme a mí.
Suspiré por el hecho de tener que cantar delante de los demás, me gustaba cantar, pero para Sarah, cuando nadie nos veía, y alguna vez en las fiestas pero siempre acompañado de Ed para que la atención no se centrase en mí. No llevaba demasiado bien ser el centro de atención y me daba especial pánico que me escuchasen cantar por si desafinaba como un loco o tenía tan poco ritmo como…algo que no tiene ritmo. Pero no me quedaba más remedio, así que repasé mentalmente la canción, más por nervios que por no recordarla. La conocía de memoria, porque mi padre siempre la había cantado, y junto a él algunas veces mi madre, que aunque solía desafinar le añadía una segunda voz de fondo que le sentaba muy bien a la canción. Nunca le pregunté a mi padre de dónde venía la canción, pero al escuchar a mi hermana tararearla me imaginé que debía cantarla el «abuelo».
Mi miedo al ridículo era bastante grande, así que mandé una orden directa a la parte irreflexiva del cerebro, cerré los ojos y me lancé a cantar, aislándome por completo de los sonidos que me rodeaban para no ver ni escuchar las risas si hacía el ridículo.
[align=center][i]Please, please forgive me,
But I won’t be home again.
Maybe someday you’ll look up,
And, barely conscious, you’ll say to no one:
«Why isn’t he here with me?»
Don’t cry for my absence,
You said you’ll never forget me.
Am I that important…?
Am I so significant…?
«Isn’t something missing?
Why is someone missing me?»[/i][/align]
Abrí los ojos ligeramente y vi a mi hermana con los suyos completamente fijos en mí. Decidí continuar y cuando empecé a cantar la siguiente estrofa sentí que su voz se sumaba a la mía.
[align=center][i]Even though I’m the sacrifice,
You mustn’t look for me, not now.
Though I’d die knowing you love me,
I’m all alone.
Why is someone missing me?
Please, please forgive me,
But I won’t be home again.
I know what you do to yourself,
I breathe deep and cry out,
«Isn’t something missing?
Why is someone missing me?»
And if I bleed, I’ll bleed,
Knowing you do care.
And if I sleep just to dream of you
I’ll wake without you there,
Isn’t something missing?
Isn’t something…[/i][/align]
Cuando terminamos de cantar abrí los ojos y miré primero a Sarah, que parecía haberse emocionado un poco y me sonrió al mirarla, después miré a mi hermana y asentí.
– [b] [i] [color=#7E6368]¿Hermano?[/color] [/i] [/b]- dijo frunciendo un poco el ceño, tratando de procesar esa información.
– [b] [i] [color=#4F5360]Hermano.[/color] [/i] [/b] – respondí asintiendo.
– [b] [i] [color=#4F5360]Me llamo Daniel…Daniel[/color] [/i] [/b] – dije señalándome, recordando perfectamente la escena de Tarzán, la de Disney, que había vuelto a ver recientemente junto a Sarah porque le encantaba. – [b] [i] [color=#4F5360]Sarah.[/color] [/i] [/b] – añadí señalando a Sarah.
– [b] [i] [color=#7E6368]Me llamo Daniel…Sarah[/color] [/i] [/b].- respondió ella señalándonos primero a uno y luego al otro.
– [b] [i] [color=#4F5360]No, Daniel[/color] [/i] [/b] – rectifiqué señalándome y después haciéndole un gesto a Sarah para que hiciese lo mismo.
– [b] [i] [color=#BB609C] Sarah[/color] [/i] [/b].- dijo Sarah señalándose.
– [b] [i] [color=#7E6368]No, Daniel[/color] [/i] [/b].- me imitó poniéndose la mano en el pecho, después señaló a Sarah y dijo:- [b] [i] [color=#7E6368]Sarah[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#4F5360]Daniel[/color] [/i] [/b] – insistí probando suerte, no conseguía explicarme como sería su ruta de aprendizaje para saber como hacerlo mejor, pero no perdíamos nada por intentarlo.
– [b] [i] [color=#BB609C] Sarah[/color] [/i] [/b] – me siguió Sarah. Vi a mi hermana asentir para a continuación señalarse.
– [b] [i] [color=#7E6368]Niña[/color] [/i] [/b]. – dijo, imitando de nuevo la sonrisa de antes.
– [b] [i] [color=#4F5360]¿Qué hacemos?[/color] [/i] [/b] – le pregunté a Sarah en voz baja. Necesitaba un nombre, al menos hasta que recordase el suyo, no podía llamarse «Niña» toda la vida.
– [b] [i] [color=#BB609C] Habrá que ponerle algún nombre, no puede ir por el mundo llamándose «Niña»[/color] [/i] [/b].- dijo dejando escapar una risilla, la verdad es que la situación era cómica a más no poder. Después se quedó pensativa. – [b] [i] [color=#BB609C] ¿Cómo se llamaba en aquella realidad que visitamos? Esa en la que había sido novia de Dom…[/color] [/i] [/b]- esbocé una mueca al imaginármelos juntos, pero recordé el nombre al momento, de hecho tenía que contenerme cada vez que me refería a ella para no llamarla por ese nombre.
– [b] [i] [color=#4F5360]Cara[/color] [/i] [/b] – dije acariciando distraídamente el pelaje de la perra. – [b] [i] [color=#4F5360]Daniel, Sarah, Cara[/color] [/i] [/b] – añadí señalándonos a todos por orden.
– [b] [i] [color=#7E6368]¿Cara?[/color] [/i] [/b]- asintió señalándose, esta vez esbozó una especie de sonrisa muy leve, no sabría si calificarlo como sonrisa, pero el caso es que parecía contenta.- [b] [i] [color=#7E6368]Cara…[/color] [/i] [/b]- repitió como si paladease el nombre. – [b] [i] [color=#7E6368]Cara Cara Cara Cara Cara…[/color] [/i] [/b]- repitió como si fuese una cancioncilla. La pobre mujer me recordó en ese momento a una escena de Gollum, una de esas escenas en las que Sarah lo adoraba porque parecía una mascota, una un poco fea, pero adorable…más o menos.
– [b] [i] [color=#4F5360]Ven…[/color] [/i] [/b] – dije dejando a la perra en el suelo, que soltó un quejido y rascó a Sarah para que la cogiese, y tendiendo la mano y dejándola ahí sin moverla para que confiase en mí, como se hace con los perros para que te identifiquen y no se asusten.
Cara pareció dudar un instante, pero después cogió mi mano y se levantó. Era hora de ir presentándole a los demás ahora que sabía diferenciar los nombres. Miré a Sarah con una sonrisa, me encantaba la idea de poder recordar en el futuro el momento en el que conocí a mi hermana y que ella hubiera estado a mi lado. Era una historia que podríamos contarles a nuestros hijos, aunque seguramente ella la narraría mejor que yo.
Repasé mentalmente la distribución del grupo: Sarah y yo habíamos estado junto a Cara desde que entramos; Dominic y Rebecca estaban sentados en la mesa, cerca de dónde estabamos nosotros, picoteando de la comida que la señora estaba sacando encima de la mesa; Diana había querido quedarse fuera, con Christopher, refugiada en un saliente para no quedarse empapada, y Ed había ido a hacerle compañía moral hasta que estuviese la cena y tuviesemos que meter a Diana a rastras para que comiese algo; y por último Kaylee entraba y salía, algo superada por el hecho de estar junto a un licántropo cuando estaba fuera pero aún así tratando de prestar un poco de apoyo moral a su hermana. La primera parada eran Dom y Rebecca, así podría aprovechar para coger alguna cosilla, porque el estómago empezaba a protestarme.
– [b] [i] [color=#4F5360]Dominic…Rebecca.[/color] [/i] [/b] – dije señalándoles.
– [b] [i] [color=#7E6368]Do…minic…Rebecca[/color] [/i] [/b].- repitió ella con algo más de dificultad. Asintió y después se señaló a si misma.- [b] [i] [color=#7E6368]Cara[/color] [/i] [/b].- se la volvía a ver contenta, cada cosa nueva que aprendía parecía alegrarla.
– [b] [i] [color=#CC858A]Encantada de conocerte[/color] [/i] [/b].- respondió Rebecca tendiéndole la mano, más rápido de lo que el estado semiferal de Cara podía permitir, así que se asustó un poco y retrocedió.- [b] [i] [color=#CC858A]Perdón[/color] [/i] [/b].- se disculpó algo incómoda por haber metido la pata.
Ahí volví a darme cuenta de la infinita suerte que tenía de contar con alguien como Sarah, que se acercó a ella con extrema calma y la acercó hasta Rebecca, les juntó las manos y esperó. Cara no entendía demasiado bien como iba aquello, porque empezó a acariciarle la mano como haría con la pata de uno de los cachorros. A Rebecca se le veía algo incómoda, pero se aguantó. Como Cara no me veía, y tenía miedo de que si me viese interpretase mal algo, le hice un gesto de agradecimiento a Rebecca. Por suerte Cara no tardó en separarse.
– [b] [i] [color=#383A72] Dominic.[/color] [/i] [/b] – repitió él señalándose. Le acercó la mano con cautela y consiguió estrechársela, Cara se quedó mirando la mano con curiosidad y después le devolvió el apretón, aparentemente con bastante fuerza a juzgar por la cara de sorpresa de Dom. Cuando se soltaron Dom se acercó a Rebecca, hacía bien en vigilar que no se sintiese apartada, porque al ser la única «normal» parecía sentirse fuera de lugar muchas veces. – [b] [i] [color=#383A72] No has hecho nada malo, simplemente no parece estar familiarizada con las jergas humanas.[/color] [/i] [/b] – le explicó.
Les dejamos en la mesa y salimos al exterior, sintiendo un choque de frío que no esperaba. Me había acostumbrado al calor que había dentro del granero-comedor y la diferencia era increíble. Teníamos que convencer a Diana para que entrase un rato, en cuanto oscureciese más iba a ser imposible estar ahí fuera sin morir congelado.
– [b] [i] [color=#266EAC] Edward.[/color] [/i] [/b] – se presentó Ed cuando nos acercamos.
– [b] [i] [color=#843181] Cullen[/color] [/i] [/b].- matizó Diana sonriendo. No podía dejar escapar esa oportunidad de bromear con Ed, pero aún así se le notaba cansada. Eché un vistazo por el rabillo del ojo al licántropo, que estaba enrrollado en el suelo, seguramente consciente ya de que no podría salir y dispuesto a protegerse del frio. Me dio pena que no estuviese aquí con nosotros.
– [b] [i] [color=#7E6368]Edward Cullen…[/color] [/i] [/b]- asintió ella. Ya veía a Cara llamándolo toda la vida así, pobre Ed. – [b] [i] [color=#7E6368]Cara[/color] [/i] [/b]. – añadió.
– [b] [i] [color=#843181] Bella Swan[/color] [/i] [/b]- intervino Diana señalando a Kaylee.- [b] [i] [color=#843181] Diana[/color] [/i] [/b].- dijo señalándose a si misma junto cuando Kaylee le soltaba un manotazo que esperaba que Cara no entendiese como parte de una presentación, porque tendríamos muchas disculpas que pedir.- [b] [i] [color=#843181] Encima de emo, maltratadora[/color] [/i] [/b]. – le replicó Diana.
– [b] [i] [color=#F56828]Ed y Kaylee[/color] [/i] [/b].- corrigó Kaylee señalándose por orden.
– [b] [i] [color=#843181] También puedes llamarlos Edaylee porque no se separan ni para mear…[/color] [/i] [/b]- murmuró Diana. Cara asintió como si la entendiese.
– [b] [i] [color=#7E6368]Ed, Kaylee y Diana[/color] [/i] [/b].- asintió contenta. Parecía estar disfrutándolo.
Cuando nos separamos para volver dentro Cara se acercó a nosotros como había hecho antes Sarah conmigo y nos murmuró.[b] [i] [color=#7E6368]Bella Swan y Edward Cullen…[/color] [/i] [/b]- sonriendo un poco. Ni Sarah ni yo pudimos evitar reírnos, y Cara nos evitó soltando un Ja Ja Ja literal.
Caminamos juntos hasta volver dentro y una vez de vuelta al calor decidí ir a la parte difícil, tanto por si no lo entendía como por si lo entendía y no quería hacerlo.
– [b] [i] [color=#4F5360]¿Quieres venir con nosotros? A casa…[/color] [/i] [/b] – dije sin saber como explicarle lo que era «casa».
– [b] [i] [color=#7E6368]No[/color] [/i] [/b].- respondió muy seria. No me quedaba duda de que esa era su palabra favorita, al menos nos servía como recurso si alguien nos pedía dinero.
– [b] [i] [color=#4F5360]El «no», lo domina.[/color] [/i] [/b] – le dije a Sarah, que en ese momento estaba estrujando, aunque evidentemente sin mucha fuerza, a la perra, que se dejaba y parecía encantada, una especie de grito de auxilio.
– [b] [i] [color=#BB609C] Cara, ¿te quieres venir con nosotros?[/color] [/i] [/b]- preguntó de nuevo Sarah gestualizando al máximo posible. Cara dudó, como si se hubiese dado cuenta de que la otra vez no lo había entendido y el «no» no era una buena respuesta.
En ese momento se me ocurrió una idea absurda y fui a por mi chaqueta, que estaba colgada cerca de la chimenea, junto a las demás, para que se secase. Busqué en los bolsillos hasta dar con la cámara de fotos y volví con ellas mientras buscaba una foto adecuada. Encontré una que habíamos sacado el día anterior dónde salíamos todos reunidos en el salón, tanto los que estabamos aquí como Arthur, Delia, Zack, el otro Arthur, Jessica, la tía Charisma…Pensé en la suerte que tenía de poder volver a llamar a alguien padre o madre, como podía hacer con Arthur y Delia, e incluso tener alguien más que se preocupase por mí como si fuera un hijo, como hacia la señora Echolls, y deseé eso mismo para Cara. Diana, si estás leyendo esto, no veo a Sarah como mi hermana.
– [b] [i] [color=#4F5360]Casa…[/color] [/i] [/b] – dije señalando la foto. Después nos señalé a Sarah y a mí, a ella, y a Dom y a Rebecca que eran los que estaban dentro.
Ella asintió, aparentemente convencida de lo que significaba la palabra. – [b] [i] [color=#7E6368]¿Hay…comida…mucha?[/color] [/i] [/b]- preguntó. Tenía claras sus prioridades. Miré a Sarah mientras se me escapaba una risa, le correspondía a ella responderle, al fin y al cabo era su madre quien cuidaría un tiempo de ella. Me daba apuro pensar en meterle a alguien más en casa, la mujer había tenido suficiente con aguantar a Liad y además tenernos a Ed y a mí medio adoptados como para ahora ponerla en el compromiso de tener a mi hermana allí. Quizá debiese buscar otro sitio, la cabaña se la había cedido a Nathan y Abigail y la nave todavía estaba en obras salvo el piso de Ills…no sabía muy bien qué hacer para no darles problemas, no había parado a pensar en nada de esto.
– [b] [i] [color=#BB609C] Sí…muchísima[/color] [/i] [/b].- respondió Sarah sonriente gestualizando con las manos. Solo con la sonrisa que vi en su cara, y la respuesta después en la Cara de mi hermana me hicieron darme cuenta de que me habría preocupado a lo tonto, eran mi familia y podía confiar en que me ayudarían.- [b] [i] [color=#BB609C] ¿Vienes?[/color] [/i] [/b] – le preguntó. Volví a pensar en la suerte que tenía de estar junto a Sarah, y me entraron ganas de acercarme y besarla, estuve a punto de hacerlo, pero después recordé el aprendizaje vicario de mi hermana y decidí que por el bien de todos, no lo haría mientras nos viese, en lugar de eso la miré hasta que ella se dio cuenta, y le susurré un «te quiero» que nunca sería más que una mínima parte de la realidad de lo que sentía por ella.
Cara sonrió ampliamente, no podía pedir un regalo de Navidad mejor que seguir estando con la gente que me rodeaba.
Mientras pensaba en lo afortunado que era, recibí un destello, una especie de flash, como si mi mente se hubiese desconectado y vuelto a conectar. Lo achaqué al cansancio y al sueño, que al haberme relajado me habían afectado más, pero no conseguí quitarme la sensación que me había dejado esa especie de visión, soledad, soledad infinita. Sentí como el vello de los brazos se me erizaba provocándome un escalofrío, pero cuando Sarah me preguntó le dije que era por el frío para no preocuparla. Seguramente no sería nada, solamente la sensación de que algo malo va a pasar que siempre está presente cuando acabas de quitarte algún problema de encima.
Pasase lo que pasase, no era Cara la única que había aprendido cosas nuevas ese día, al enseñarle lo que era «casa» me di cuenta claramente de que el hogar está dónde estuviesen las personas que quieres.
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