[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Christopher McLeod | La Iniciativa, subterraneo dos
[color=#E3B94A]Mediodia[/SIZE][/color][/font][/b]
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El camino hasta el subterráneo dos se hizo más rápido de lo que esperaba, porque lo que todos deseábamos por encima de cualquier cosa, era salir de allí cuanto antes.
La condición que el tipo vestido de negro, Shadow, impuso para sacarnos de allí junto a él, implicaba profundizar más en la Iniciativa, poniendo más muros de tierra, metal y carne entre nosotros y la salida, pero no teníamos más opción, y las posibilidades que se nos presentaban de eliminar la información que habían ido recogiendo sobre los demás, eran demasiado tentadoras.
En otro momento nos habríamos parado a pensar si el riesgo compensaba o no, pero esta vez no había alternativa, era eso, o los soldados, y esperaba que con la distracción que supondrían Logan y Brooke tratando de salir por la puerta principal, los niveles inferiores estuviesen menos vigilados, aunque también nos quedábamos a merced de lo que tuviesen allí, todo tipo de seres, sobrenaturales y artificiales, que habíamos tenido la desgracia de comprobar, la primera vez que salimos, que no eran tan amigables como nosotros.
Los nervios y la impaciencia por salir de allí hicieron que casi nadie, incluso Diana, hablase. Ya habría tiempo de hacerlo cuando saliésemos de ese lugar infernal.
La Doctora Saunders nos guiaba. Por el momento se le estaba ofreciendo la oportunidad de enmendarse, pero no estábamos en el lugar adecuado para tomar riesgos, así que iba vigilada por Bill, que recordaba cada hueco por el que había pasado y podía alertarnos si trataba de guiarnos hacia otro lugar.
El pasillo circular del subterráneo dos era tal y como lo recordaba de nuestra huida, incluso pude reconocer la puerta que daba a las escaleras, la misma que había debido utilizar Liad cuando salió de su tanque y se topó con nosotros. Era curioso pensar lo indefenso que parecía ese chiquillo, la pena que nos invadió cuando Wolfram se lo llevó y la verdad que nos habían descubierto los Búhos cuando fuimos a pedírles ayuda. Me hubiese gustado guardar buen recuerdo de él, pero lo que nos habían desvelado solo había hecho surgir la verdad que habíamos tratado de ocultar, porque al fin y al cabo sólo era un crío, o eso parecía.
Continuamos avanzando, hasta llegar a una de las puertas en la que Saunders se detuvo. A primera vista parecía una puerta común, tras las que siempre había supuesto que habría laboratorios, pero al fijarse bien, eran unas puertas dobles, con un lector de huellas a un lado, y uno de retina un poco más arriba. Lo que se guardaba tras esas puertas debía ser importante, y quizá si era importante para ellos, debíamos considerar el destruirlo.
Las puertas se abrieron y dejamos a Saunders entrar primero, seguida del resto. Caminamos por un pasillo tan blanco como todos los anteriores y volvimos a pasar una puerta que tenía toda la seguridad de la anterior, pero además una contraseña y reconocimiento de voz.
Avanzamos hasta la siguiente sala y en cuanto pasé mis ojos se abrieron de par en par ante la inmensidad del lugar en el que nos encontrábamos.
Lo primero que me asaltó a los ojos era un camino de baldosas de color gris claro, que llevaban desde la puerta por la que habíamos entrado hasta un lugar que no alcanzaba a ver porque a lo lejos el camino giraba hacia la derecha haciendo un codo. Las baldosas del camino bien podrían haber sido amarillas, porque lo que se encontraba a ambos lados del camino era digno del mundo de Oz, incluso para nosotros que estábamos más acostumbrados a este tipo de cosas.
Había estantes de un color entre blanco y beige, con aspecto de robustos, a ambos lados. Entre cada tramo de estantes, que debían ocupar al menos dos metros cada tramo, había huecos, a veces vacíos, pero otras veces ocupados por expositores con una cobertura de cristal, seguramente reforzado. Lo más espeluznante era cuando esos huecos estaban ocupados por cámaras, aparentemente criogénicas, o de éxtasis, o al menos eso podía intuir por su similitud con las de la ciencia ficción, ocupadas por cierto tipo de seres, algunos podían estar vivos y otros quizá no tanto.
Comenzamos a caminar, siguiendo los pasos de Saunders, mientras miraba a todos lados intentando captar todo lo que se encontraba allí y que me había abrumado en primera instancia. Miré a los demás y al parecer todos estaban igual.
La razón de nuestro interés, era que lo que se encontraba en las estanterias y en los expositores, eran todo tipo de objetos, algunos considerados perdidos, muchos de ellos demasiado peligrosos para ser encontrados, y otros sólo dignos de leyendas. Era fácil entender la seguridad que habían mostrado alrededor, era una especie de almacén de todo tipo de objetos, tanto mágicos, como de tecnología avanzada.
En el primer vistazo mis ojos captaron un libro, abierto de par en par en un expositor cubierto por una mampara de cristal. No necesité leer el cartel identificativo, que se encontraba bajo cada objeto, para saber lo que era, el Manuscrito Voynich, un misterioso libro ilustrado escrito por un autor anónimo, en un alfabeto no identificado, que había sido objeto de estudio, sin éxito, de numerosos profesionales y aficionados de la criptografía, un misterio de la humanidad que podría descifrar con una simple lectura.
Al lado, en otro expositor, descansaba un libro que no reconocí al principio, pero cuando leí el cartel que rezaba [i]De occulta philosophia libri tres[/i], lo identifiqué al momento, era la obra principal de Agrippa, en la que recogía todo su conocimiento sobre magia, astrología, alquimia, medicina y filosofía natural. Fue el respaldo teórico de toda la información que recopiló lo que le ganó la censura, todos los ejemplares originales se creían perdidos, y ahí tenían uno de ellos. Tenían un templo del saber en sus manos y simplemente lo dejaban ahí, guardado, por si decidían estudiarlo para mejorar a la raza humana. Mi vena de bibliotecario hizo un pacto con mi parte de licántropo para hacer que me hirviese la sangre. El saber que se encontraba en esos libros, el bien que podía hacer para todos, en buenas manos.
En mi enfado, mis ojos se detuvieron ante un libro pequeño, con aspecto de diario, que reposaba en una estantería, leí el cartelito que había debajo y mi enfado se convirtió en desprecio, era el diario de Josef Mengele, el Ángel de la Muerte de los campos de concentración nazis, famoso por experimentar con los prisioneros sin ningún escrúpulo ni preocupación por lo que les ocurriese y ejerciendo todos los métodos que se le ocurriesen, desde la tortura hasta ejecución, pasando por cosas tan horribles que no merecían ser sabidas por nadie, porque turbarían sus sueños de por vida.
– [b] [i] [color=#457238]Hay cosas demasiado peligrosas como para estar en manos de la Iniciativa y muchas de ellas vienen de fuentes…cuanto menos cuestionables.[/SIZE][/i][/b] – repliqué enfadado, sabía que Saunders no representaba a toda la Iniciativa, pero a alguien se lo tenía que hacer saber. Ella asintió, con un ligero gesto de desprecio al pasar la mirada por encima del libro.
– [b] [color=#AB8730]Se sorprendería si supiera de dónde viene cada objeto[/color][/b].- respondió. No sabía muy bien si había entendido bien lo que me acababa de decir, pero parecía referirse a que el propio Gobierno les había proporcionado algunos de estos objetos. Era la prueba definitiva para saber que el sistema no funcionaba. Secretos y poder, el poder corrompe, y siempre te hace ansiar más poder, ese era el mal que afectaba a nuestros gobernantes, por desgracia el mundo parecía carecer de la fuerza necesaria para plantarle cara, porque la desinformación hace flaquear sus fuerzas. Por una parte me habría alegrado poder plantarle cara al Gobierno, pero por otra, si nuestra vida, si nuestra lucha, nos obligaba a volvernos contra él públicamente, estaríamos enfrentándonos a un enemigo que quizá no podríamos manejar.
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– [b] [i] [color=#457238]¿Es quien creo que es?[/SIZE] [/i] [/b] – pregunté acercándome a una cámara de éxtasis. Reposando con los ojos cerrados en un líquido de color azul transparente, se encontraba un cuerpo formado por una mezcla de partes humanas, demoníacas y metálicas, con un agujero en el centro del pecho.
– [b] [i] [color=#BB609C]¿Adam?[/color] [/i] [/b] – reconoció Sarah rápidamente, demostrando que había aprovechado muy bien las clases de historia.
– [b] [color=#AB8730]En efecto[/color] [/b].- confirmó la Doctora. Cerró los ojos y volvió a abrirlos, perdidos en el horizonte.- [b] [color=#AB8730]Adam, demonoide biomecánico creado por la científica de la Iniciativa Maggie Walsh como parte del Programa Super Soldado.[/color] [/b]. – explicó de forma completamente mecánica. Si era verdad lo que había dicho, que incluso ella podía ser un activo, algo bastante plausible en ese lugar, esa capacidad de memorización podía venir derivada de las improntas. Me ponía los pelos de punta pensar que podían haber priado a una persona de su personalidad, sus recuerdos y sus emociones para ocupar ese lugar con datos. – [b] [color=#AB8730]Se encuentra suspendido en Perfluorocarbono Oxigenado.[/color] [/b] – añadió. – [b] [color=#AB8730]Un líquido respirable.[/color] [/b] – explicó tras ver que desconocíamos el término anterior. – [b] [color=#AB8730]Y sometido a éxtasis para evitar la degeneración celular.[/color] [/b] – finalizó. En el estante más cercano a la cámara de éxtasis vi un recipiente de color verde brillante, con marcas de una mano alrededor de su carcasa metálica, en el estante rezaba «Núcleo de Uranio 235 – Adam», por lo que deduje que debía ser el núcleo de energía que Buffy le había extraído mediante el ritual de la Unión. Era preocupante pensar que un ser tan poderoso, y tan profundamente desequilibrado, podría volver de un momento a otro de la mano de la Iniciativa.
– [b] [i] [color=#457238]No difiere mucho de lo que pretendéis hacer aquí, crear super soldados…¿y después? Si no hay guerra dónde usarlos habrá que buscarse una.[/color] [/i] [/b] – protesté, como si los cabecillas de esta operación pudiesen escucharme. Los super soldados no se crean para la paz, si no para la guerra.
Continuamos caminando, asombrados por los objetos que allí se guardaban y de los que solo vi una pequeña parte por el camino. Objetos como el Draconian Katra, un antiguo artefacto utilizado para cambiar cuerpos que Faith había utilizado una vez, en su época más oscura, para cambiarse de cuerpo con Buffy; un cuerno Tak, de la raza de demonios Kungai, que permitía absorber la vida y el poder de aquél en el que lo clavases; la Cruz de Du Lac, cuyo poder era el mismo que el que yo poseía de nacimiento; una máscara de Ovu Mobani, capaz de tomar a la gente bajo su control para crear un ejército de zombies; las Orbes de Nezzla’Khan capaces de dotar a una persona de fuerza sobrehumana e invulnerabilidad; los talismanes Ra-Tet, capaces de crear un eclipse continuo, como el propio Mason había hecho; una Caja de Gavrok, capaz de contener millones de demonios aracnoides que debían consumirse para realizar la Ascensión, igual que la que el Alcalde había utilizado en Sunnydale para Ascender y convertirse en el demonio puro Olvikan; los planos de una especie de prototipo de aeronave, denominado clase Firefly; otro aparato con aspecto de lanzacohetes que estaba etiquetado como «Rayo Congelador»; un fragmento de una Urna de Osiris, utilizada para un ritual de resurrección, cuyo último ejemplar se suponía que había sido el que Willow Rosenberg utilizó para resucitar a Buffy Summers, y que fue destruido en la pelea; incluso el Guante Sagrado, capaz de matar a cualquier ser oscuro, incluso los propios Socios Fundadores de Wolfram&Hart, y por tanto virtualmente cualquier ser oscuro.
Era una colección impresionante, pero también preocupante por las manos en las que se encontraba. Debatí que hacer respecto a todos esos objetos, pero antes de consultarlo con los demás llegué a la conclusión de que era inútil incluso pensar una solución porque sencillamente no podíamos cargar con todos esos objetos, al igual que tampoco podíamos destruir la mayoría por lo poderosos que eran, y porque corríamos el riesgo de quedar sepultados. Estábamos en un callejón sin salida.
– [b] [i] [color=#BB609C]¿Ése es el cuchillo de…Faith Lehane?[/color] [/i] [/b]- escuché preguntar a Sarah, con cierto tono de precaución en su voz, como si se encontrase frente a algo que le impusiese respeto. Miré hacia el lugar hacia el que señalaba y lo confirmé asintiendo, la forma era inconfundible.
– [b] [color=#AB8730]Proyecto 7698323-EX: Clonación controlada de metahumanos[/color] [/b].- explicó detalladamente Saunders. – [b] [color=#AB8730]Mediante la sangre obtenida de su cuchillo, se planea obtener una réplica de la fallecida Faith Lehane, con el propósito de investigar a las Cazadoras, raza en extinción[/color] [/b]. – la investigación con células madre estaba prohibida por las implicaciones que tenía respecto a la clonación, además de por el dilema con la Iglesia, pero sin embargo aquí estaban, tratando de clonar nada menos que a una Cazadora que dio la vida para salvarles sabiendo que ni siquiera una cuarta parte de ellos sabrían que habían estado a punto de morir, así se premiaba el heroísmo. La Iniciativa estaba jugando con fuerzas que no podían ni debían controlar.
Sarah tomó el cuchillo y se lo guardó en un bolsillo.- [b] [i] [color=#BB609C]Faith no se merece acabar así, no después de haber dado su vida para salvarnos[/color] [/i] [/b].- explicó. No podía estar más de acuerdo con ella, ni tampoco más orgulloso. Faith estaba a salvo de convertirse en una marioneta a manos de la Iniciativa, o de formar parte de un cóctel para la creación de supersoldados. Me resultó curioso pensar lo fácil que se confundía el término [i]Übermensch[/i], el superhombre (y supermujer Diana) de Nietzsche. Para él, el superhombre no era el ideal de supersoldados que tenían planificados aquí, ni los que ya en su momento habían planificado los nazis y seguramente en muchos sitios más, para Nietzsche el [i]Übermensch[/i] era superior respecto a que era capaz de generar su propio sistema de valores correctos sin dejarse manipular, aquél o aquella que se deja llevar por sus pasiones pero las domina. Los que me acompañaban, mi familia, eran [i]Übermensch[/i], no imitaciones como las que planeaban crear.
– [b] [i] [color=#843181]Estáis como un demonio de la gula en un buffet libre[/color] [/i] [/b].- intervino Diana sonriendo, tratando de animarnos después de todo lo que estábamos viendo.- [b] [i] [color=#843181]Como un grupo de marujas en el Black Friday…como…[/color] [/i] [/b]- vi como Sarah le dirigía una mirada para que parase, y así lo hizo. Al poco vi como Sarah le dirigía una sonrisa a su hermana que ésta correspondía, de nuevo la diferencia entre «liderazgo» según se suele entender y lo que Sarah realizaba, basado en la igualdad, la amistad, el respeto y sobretodo el cariño.
Continuamos avanzando y pasé cerca de un guante de aspecto lúgubre que no necesitaba presentación, era el [i]Guante de Myhnegon[/i], el artefacto por el que una «Vigilante» había engañado al grupo de Buffy. Poder, todo se resumía a poder, el poder corrompe, el ansia de poder corrompe y algunos humanos somos seres frágiles que pronto se dejan corromper. Aquella traición no había sido la única perpetrada por un Vigilante, la del Vigilante de Sarah que la dejó frente a los demonios fue considerada una negligencia y le costó su puesto, pero para mí siempre sería una traición a todo lo que significaba ser Vigilante. Y por supuesto estaba Margaret Cleaver, a la que nunca llamaría Vigilante pese a que había pretendido serlo, pero que había traicionado todo lo traicionable siendo una de las líderes de la Iniciativa y propiciando innumerables secuestros, experimentación con seres vivos y todo tipo de maldades.
– [b] [i] [color=#4F5360] ¿Adamantium?[/color] [/i] [/b] – preguntó Daniel. Me extrañó escuchar ese nombre, así que me giré y pude ver como Daniel estaba frente a un metal con un brillo plateado con un cartel que ponía indidablemente «Adamantium». A Daniel no era al único al que le extrañaba ver algo de los cómics llevado a nuestro mundo, siempre vemos cosas extrañas, habilidades dignas de cómics, pero esto añadía un nuevo nivel.
– [b] [color=#AB8730]Adamantium: Aleación metálica ultrarresistente encontrada el 24 de Julio de 1995 en el desierto de Nevada, su denominación proviene de una broma de uno de los científicos que la descubrieron[/color] [/b].- explicó perfectamente. De nuevo pensé en esa información, ocupando el hueco de sus recuerdos borrados.
– [b] [i] [color=#266EAC]Bromista y friki.[/color] [/i] [/b] – comentó Ed, no le faltaba la razón. Para mi gusto el término friki, al que a veces se le atribuían connotaciones negativas, no tenía nada de malo asociado, si alguien friki era alguien a quien le gustaba rolear, ver series o películas, los videojuegos, los libros o los cómics, sin duda más que algo negativo significaba que tenía un trasfondo cultural mucho más rico.
Un poco más adelante me detuve frente a un pequeño expositor en el que tardé en identificar el contenido. – [b] [i] [color=#457238]¿Una mosca?[/color] [/i] [/b] – pregunté intrigado. Después de todo lo que habíamos visto no me podía imaginar que podía hacer esa mosca, algo terrible seguro.
– [b] [color=#AB8730]Apocephalus borealis: Especie de mosca, proveniente de América del Norte de tipo decapitador parasitoide que parasita a los abejorros, abejas y avispas. Las moscas hembras depositan sus huevos en el abdomen de las abejas y luego, hasta un máximo de doce larvas se desarrollan atacando el cerebro de la abeja, causándole desorientación y provocando comportamientos inusuales como volar por la noche lejos de la colmena o volar en círculos.[/color] [/b].- comenzó a explicar, tomando después una pausa para respirar. El mero hecho de imaginarme a un…bicho, dejando sus huevos dentro de tu cuerpo para que crezcan dentro de ti me hacía sentir extraño, como si tuviese algo en mi interior pese a saber que no era así.- [b] [color=#AB8730]Estos comportamientos suelen desencadenar la muerte del huésped y aumentan la supervivencia y la propagación de las moscas decapitadoras que emergen de la cabeza y el tórax de la abeja muerta. Se ha señalado que la especie está implicada en el problema de colapso de colonias, lo que está ocasionando la reducción paulatina de la población de abejas[/color] [/b]. – por si el hecho de que los huevos se desarrollasen en su interior, además al salir decapitaban a las pobres abejas. Nunca había pensado que diría «pobre» refiriéndome a un insecto, pero desde luego lo que hacían estas moscas con ellos era terrible, espeluznante.
– [b] [i] [color=#843181]Es la Saunderspedia[/color] [/i] [/b].- comentó Diana impresionada. Menos mal que la tenía cerca para eliminarme todas esas sensaciones negativas y conseguir que estuviese cómodo en cualquier parte. Con ella estaba mi hogar, lo tenía claro. La miré sonriente, y ella me devolvió una mirada extrañada, con un «¿Qué?» dibujado en sus labios que me limité a responder con una sonrisa más.
– [b] [i] [color=#457238]Por eso desaparecían las abejas.[/color] [/i] [/b] – comenté pensativo. La desaparición paulatina de las abejas se había convertido en todo un misterio, muchas veces asociado a hechos sobrenaturales, cataclismos, calendarios maya…y al final resultaba que casi todas las papeletas las tenían unas moscas bastante cabronas. Pasé por delante de una caja con grabados que la identificaba como la que utilizaban los Gentlemen para contener las voces que robaban. Esa zona parecía estar destinada a objetos con la misma forma. – [b] [i] [color=#457238]Una caja Ethros, y una urna Resikhian. ¿Están…ocupadas?[/color] [/i] [/b] – pregunté. La Caja Ethros se utilizaba para contener a los demonios del mismo nombre, unos demonios poseedores de cuerpos, no quería ni imaginarme si uno se escapaba. Por su parte Urna Resikhian se utilizaba para contener demonios Granok, una raza de demonios que se había vuelto etérea después de la intervención de Mesektet, la «niña de la sala blanca» de Wolfram&Hart. Una urna como esa se había utilizado para contener a Sahjhan, conocido como el que engaña al tiempo, el demonio que trajo al cazador de demonios Holtz al futuro y terminó muriendo a manos de Connor.
Vi como la Doctora Saunders asentía, confirmando mis temores, solo esperaba que nadie tropezase y se rompiesen los recipientes.- [b] [color=#AB8730]Caja Ethros. Contenido: Demonio Ethros maduro. Raza de demonios parasitarios que poseen los cuerpos humanos como si fueran entes paranormales, por ejemplo, fantasmas[/color] [/b].- explicó. Ni yo mismo lo habría definido mejor.- [b] [color=#AB8730]Caja Resikhian. Contenido: Demonio Granok, denominado Kelhjhan, cuya característica principal es viajar en el tiempo[/color] [/b]. – no era un Granok cualquiera, si no otro que como Sahjhan había aprendido a viajar en el tiempo. Estaba bien en su urna, ojalá siguiese mucho tiempo en ella.
– [b] [i] [color=#457238]Como Sahjhan.[/color] [/i] [/b] – respondí pensativo. Vi como Sarah asentía, al haber pensado ella lo mismo antes, llevaba un grupo envidiable en cuanto a conocimientos sobrenaturales: Sarah había aprendido conmigo, pero pronto se había puesto a investigar también por su propia cuenta; Diana tenía muchos conocimientos de magia y estaba cansada de escucharme pensar en voz alta; Ed había pasado mucho tiempo con mi otro yo y siempre estaba dispuesto a investigar conmigo cuando lo necesitábamos; Daniel había aprendido de sus padres, tanto unos como los otros, de Zack y de mí, y además había aprendido por si mismo cuando estuvo solo; a Dominic le había enseñado Arthur y también había aprendido cosas por su cuenta estando solo; y Illya estaba empezando a saber más de biología demoníaca que cualquiera. A todo eso se le sumaban muchos ratos de investigación que habíamos pasado juntos y muchos seres sobrenaturales a los que nos habíamos enfrentado.
Nunca había pensado que en mi tarea de Vigilante de la Cazadora estaría tan bien acompañado, ni que conocería un grupo de gente formidable a la que consideraría familia, ni que recuperaría a un hermano al que hacía mucho que no veía, que tendría una Cazadora que sería como una hija para mí, además de amiga y cuñada, ni mucho menos que conocería al amor de mi vida, ni que sería la hermana de la Cazadora. La vida está llena de afortunadas coincidencias.
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– [b] [i] [color=#457238] Será mejor que sigamos avanzando.[/SIZE] [/i] [/b] – pedí mientras pasabamos por una zona en la que los huecos entre estantería y estantería estaban ocupados casi siempre con los tanques de éxtasis. No me apetecía demasiado ver a los ocupantes de los tanques, pero me paré cuando vi en uno unas formas que me llamaron la atención. – [b] [i] [color=#457238] ¿Olvikan? ¿Habéis experimentado con demonios puros?[/color] [/i] [/b] – pregunté deseando que la respuesta fuese un no, pero sólo me estaba engañando a mí mismo. Observé a la figura humanoide, con aspecto reptilineo y de unos dos metros y medio de altura, una pequeña réplica del demonio en el que el Alcalde de Sunnydale se había convertido, y que por suerte había sido detenido antes de sembrar el caos. Y ahora ellos estaban experimentando para reproducir sus habilidades, trayendo un mal al mundo que no podían imaginar.
Vi cómo los demás miraban otras cámaras alrededor. – [b] [i] [color=#4F5360]Lohesh…el Asesino de Almas Tetra Alado.[/color] [/i] [/b] – dijo Daniel reconociendo la figura de un imponente ser con cuatro alas plegadas a la espalda. El brujo que había ascendido antes del Alcalde se había transformado en Lohesh, diezmando a todo el Valle Kastka en los Urales.
– [b] [color=#AB8730]Proyecto OOR: Utilización del ADN obtenido de los denominados «Demonios Puros» para la creación de híbridos humano-demonio puro.[/color] [/b] – explicó.
– [b] [i] [color=#457238] ¿Dónde obtuvisteis las muestras?[/color] [/i] [/b] – pregunté, sin saber muy bien que hacer con la información que me diese.
– [b] [color=#AB8730]Las muestras provienen de diversas fuentes: restos recogidos en el instituto Sunnydale, el fósil de los Urales, que se conserva allí…[/color] [/b] – dijo señalando un punto en el que en lugar de estanterías había una puerta que conducía a una sala ligeramente visible gracias a un cristal. Tras él podía verse una forma enorme y demoníaca. – [b] [color=#AB8730]…el sarcófago de Illyria que se conserva también allí, y el resto provienen en su mayoría de muestras que una fuente tomó de sarcófagos del «Pozo Más Profundo».[/color] [/b] – finalizó. Eran demasiado peligrosos, demasiado.
– [b] [i] [color=#457238] ¿Cuántos y quienes?[/color] [/i] [/b] – pregunté tratando de buscar una forma de solucionar esta situación, evitando la opción de matarlos mientras estaban en reposo.
– [b] [color=#AB8730]Diez[/color] [/b] – suspiró. – [b] [color=#AB8730]Olvikan, Lohesh, Illyria, Sephrillian, Laibach del Abismo, el Engendro de la Boca del Infierno, Ky Laag, Azogg, Quor’Toth y Arsgomor.[/color] [/b] – añadió. No me encontraba cómodo dejando todas esas armas de destrucción masiva en manos de la Iniciativa, tanto los híbridos de demonios puros como el resto de artefactos, pero teníamos que seguir adelante, la vida de los demás era más importante.
– [b] [i] [color=#585F7D] Me suenan estos nombres.[/color] [/i] [/b] – pensó Bill en voz alta. Vi cómo Diana lo observaba sorprendida.
– [b] [i] [color=#843181] Cada vez me cuesta más recordar la realidad de Siobhan por culpa de los nuevos recuerdos, pero estos fueron los que nos patearon el culo cuando nos encerraron en la Iniciativa con los Gentlemen.[/color] [/i] [/b] .- comentó pensativa. La recordaba hablándome de eso, la Iniciativa, dirigida por Margaret Cleaver, les había capturado de la noche a la mañana y les había soltado en un recinto para probar algunos de sus experimentos, como unos Gentlemen a los que solo se podía destruir mediante el sacrificio de un niño creado para tal propósito, cuyo corazón, al ser ingerido por los demonios, les destruiría. Recordaba perfectamente a Diana apenada recordando como, pese a la negativa de Bill, ella y yo mismo, Lila Stroker había incitado a una demonio y una vampiresa que les acompañaban a entregar el niño, cuyo corazón devoraron y arrancaron, destruyéndose. La razón por la que un ser humano podía ser tan despreciable y rastrero como para hacer eso me resultaba incomprensible. – [b] [i] [color=#843181] Casi perdemos a Chris por culpa de una espada, allí no era yo la única chunga[/color] [/i] [/b] .- rió triste. Sabía que lo ocurrido allí le había afectado mucho, tanto por el niño como por mi posesión. Había sido una de sus últimas vivencias antes de que su mundo diera paso al nuestro. – [b] [i] [color=#843181] Sé que Bill estaba ahí, pero…[/color] [/i] [/b] – añadió negando con la cabeza, molesta por no recordarlo. El olvido era lógico después de que los Poderes les dejasen ver su verdadera infancia tanto a ella como a Sarah y Ed. Podía imaginar que los recuerdos de su vieja realidad se irían desvaneciendo poco a poco, excepto algunos más importantes, a medida que los nuevos, los verdaderos recuerdos de esta realidad, se afianzaban.
– [b] [i] [color=#585F7D] Recuerdo algo. Algunos de aquellos sí que podrían quedarse aquí encerrados para siempre.[/color] [/i] [/b] – escuché decir a Bill, con el ceño ligeramente fruncido, como si tratase de navegar entre unos recuerdos confusos. Bill tenía una capacidad sobrehumana que no compartía con el resto de su raza de demonios, similar a las que algunos de nosotros poseíamos. La suya en concreto le permitía recordar todo lo que una vez hubiera conocido, y al parecer, le había permitido recordar algo de aquella realidad, como si su memoria o al menos parte de ella, hubiera acompañado a su…»ser» cuando los Poderes recrearon este mundo fundiéndolo con los de Diana y Ed.
Avancé pensativo, observando el resto de objetos que mi mirada podía captar a la velocidad que íbamos. Después de lo visto anteriormente, no me sorprendió ver una Ventana de Orlon, que permitía viajar al pasado, ni la Esfera Dagon, que podía dañar a la entidad conocida como Gloryficus, ni el Bastón de Devosnyn que permitía dominar la voluntad de otro, ni siquiera una espada llamada «Espada de ébano» que se encontraba en un expositor y despedía un aura oscura y atrayente que preferí no mirar. Lo que si volvió a sorprenderme, y de nuevo para mal, fue ver allí «La Baliza», el artefacto creado por El Azote para destruir a todo aquello que tuviese una parte humana, como los propios humanos, o los demonios mixtos. Ese objeto le había costado la vida al medio demonio Doyle, que se había sacrificado valientemente para salvar a los demás. El mero hecho de exponer ese objeto era una ofensa, debía haber desaparecido.
Recordé al otro Doyle, al de la realidad alternativa destruida por el Doctor al que habíamos encontrado unos meses atrás, y al que prometimos ayudar a solucionar unos problemas de apuestas con unos demonios para que pudiera ayudarnos con el Doctor, pero que había desaparecido antes de poder ayudarle.
– [b] [i] [color=#BB609C] ¿Crees que podríamos con él?[/color] [/i] [/b] – escuché preguntar a Sarah, cerca de un enorme martillo que se presentaba por sí mismo, el martillo de Olaf el Trol, que solo Buffy la Cazavampiros había podido levantar. Me acerqué a ella, colocándome muy cerca de Diana, que observaba distraída un colgante que se encontraba a su lado, el colgante de Anyanka. Le pasé una mano por la cintura y cuando se giró, sonriente y dispuesta a bromear, le di un beso. Necesitaba sentirla junto a mí para olvidar la frustración de no poder llevarnos ni destruir todos esos objetos.
– [b] [i] [color=#4F5360]Déjame que lo intente.[/color] [/i] [/b] – dijo Daniel caminando hacia el martillo. Trato de levantarlo con una mano, y no lo consiguió, después lo intentó con ambas, con todas sus fuerzas, pero tampoco. Probó varias posturas y solo consiguió separarlo levantarlo un corto periodo de tiempo del pedestal antes de que cediera a la presión, logrando una amplia sonrisa de Sarah.
– [b] [i] [color=#383A72] Evidentemente si él no ha podido yo tampoco, pero…[/color] [/i] [/b] – dijo sin moverse de su posición, vi como centraba su mirada en el objeto y movía inconscientemente su mano derecha, signos claros de que intentaba utilizar su poder para mover el martillo. Vi como el martillo se elevó y el rostro de Dominic reflejaba la presión hasta que tuvo que dejarlo bajar.
– [b] [i] [color=#CC858A] Mmm…no sé si tenía que haber escogido a Cecil[/color] [/i] [/b] . – bromeó Rebecca desde la camilla, aún agotada por todo lo que le había ocurrido. Me alegraba verla sonreír, aunque fuese muy ligeramente, después de todo.
– [b] [i] [color=#383A72] A ese se le hubiesen caido los brazos intentándolo.[/color] [/i] [/b] – respondió. Eso suponiendo que hubiese reunido las agallas para llegar hasta allí, y eso con Cecil era mucho suponer. – [b] [i] [color=#383A72] Tenemos que ir más al gimnasio.[/color] [/i] [/b] – bromeó girándose hacia Daniel.
– [b] [i] [color=#4F5360]Sí, estamos en baja forma.[/color] [/i] [/b] – confirmó él sonriendo.
– [b] [i] [color=#843181] Pues que vaya McLeod con vosotros, que se le está poniendo cuerpo de viejo verde[/color] [/i] [/b] .- intervino Diana mirándome con una amplia sonrisa.
– [b] [i] [color=#457238] Eh…[/color] [/i] [/b] – me quejé frunciendo el ceño para continuar la broma, aunque era verdad que mi cuerpo no estaba como en los tiempos en los que había viajado por el mundo. Como si adivinase el complejo que se me estaba pasando por la cabeza, Diana sacó la lengua, y después tiró de mi para darme un beso corto. Diana podía bromear mucho sobre todo tipo de cosas, pero a la hora de la verdad era tan tímida cómo cualquiera respecto a las muestras de afecto públicas, aunque ligeramente menos que Sarah, claro.
– [b] [i] [color=#BB609C] Mejor no lo intento, seguro que es imposible[/color] [/i] [/b] .- dijo Sarah tratando de alejarse un poco del martillo, para protegerse de su propia decepción si no conseguía levantarlo, aunque si nunca lo intentaba nunca lo sabría.- [b] [i] [color=#BB609C] Buffy lo consiguió, pero yo estoy a años luz de ella[/color] [/i] [/b] .- replicó encogiéndose de hombros. En ese punto sí que se equivocaba y no podía darle la razón. Los «Scoobies» habían hecho muchísimo, pero lo que nuestro grupo había hecho tampoco se quedaba corto teniendo en cuenta el tiempo que llevábamos reunidos, y por eso mismo Buffy y Sarah, como representantes de los grupos, estaban equiparadas.
– [b] [i] [color=#4F5360]No te libras. No lo vas a hacer peor que nosotros.[/color] [/i] [/b] – la animó Daniel con una sonrisa de las que solo esbozaba con ella.
– [b] [i] [color=#383A72] Ella también tiene la misma complexión física que tú. Seguro que puedes.[/color] [/i] [/b] – la animó también Dom, ambos consiguieron que Sarah sonriese tímidamente y se lo pensase.
– [b] [i] [color=#BB609C] Está bien, pero voy a quedar en ridículo[/color] [/i] [/b] .- replicó sin estar demasiado convencida. Tardó un poco en atreverse a levantarlo, sin saber que si no lo conseguía levantar, eso no diría nada malo de ella. Al final se decidió y consiguió levantarlo, al principio con cara de esfuerzo, pero después pareció darse cuenta de que no le suponía tanto esfuerzo y comenzó a moverlo con agilidad.
– [b] [i] [color=#843181] Ésta es una prueba más de que en realidad, estamos en un loquero flipándolo todo[/color] [/i] [/b] .- respondió Diana asombrada.- [b] [i] [color=#843181] Porque ya me diréis vosotros en qué cabeza cabe que un Pin y Pon tenga esa fuerza[/color] [/i] [/b] . – bromeó. Pude ver como felicitaba a su hermana con un simple gesto que alguien que no las conociese no entendería.
-[b] [i] [color=#266EAC] Eso es que comía muchos pucheros de pequeña, y como a tí no te gustaban, pues no tienes su misma fuerza.[/color] [/i] [/b] – bromeó Ed haciendo que Sarah sonriese mientras juegueteaba con el martillo.
– [b] [i] [color=#843181] Que sepas que ya no eres mi mejor amigo, ahora mi mejor amigo es Daniel[/color] [/i] [/b] .- le replicó formando con una de sus manos unos cuernos que colocó detrás de la cabeza mientras le sacaba la lengua en una mueca burlona. En cosas como esa se notaba la confianza que había entre nosotros. Si Cecil me hubiera hecho eso lo habría mandado literalmente a tomar por el…
– [b] [i] [color=#266EAC] Pues me vuelvo a mi antigua realidad indignado.[/color] [/i] [/b] – protestó haciendo además de marcharse, pero sin moverse del sitio. Parecía haber recuperado un poco el color en el último rato, al no tener que vigilar constantemente a Rebecca, pero todavía tenía aspecto de cansado.
Diana corrió hacia él y le soltó una patada suave en el culo bromeando. Al ver a Ed hacerse el dolorido y a los tres reír junto a todos los demás, me los pude imaginar perfectamente en su infancia.
[SIZE=2]
Continuamos caminando, sin poder quitarme de la cabeza lo que habíamos dejado atrás. Me sentía como si hubiese pasado por delante de una bomba que podría destruir todo lo que conocía, pero al quedarle mucho tiempo al contador para llegar a cero, hubiese decidido dejarlo para otro momento en lugar de solucionarlo en ese mismo instante.
Los…»seres», que habíamos dejado atrás, esa mezcolanza genética de humanos y Demonios Puros, era una bomba de relojería a punto de estallar cuando menos nos lo esperásemos, y por si fuera poco se encontraba en las peores manos. No me resultaba sencillo dejar ese problema para otro momento.
Por otra parte la decisión resultaba complicada, incluso aunque tuviésemos tiempo para detenernos frente a las cámaras de éxtasis y acabar con ellos antes de que despertasen, no sería ético hacerlo, estaríamos acabando con vidas de…»seres» que en ese momento aún no habían hecho nada, y existía la remota posibilidad de que nunca fuesen una amenaza, incluso aunque tuviesen genes de antiguos y terribles gobernantes de la Tierra.
Mientras pensaba había recorrido varios metros sin observar lo que se encontraba a mi alrededor, así que decidí seguir concentrándome en los objetos que tenían allí, para no pasar por alto nada importante, aunque sabía que no sería capaz de verlo todo ni aunque tuviese días para recorrerlo pausadamente.
Ralenticé la velocidad al pasar al lado de una «estatua» de piedra que representaba un demonio, al reconocerla. La estatua llevaba una espada clavada en ella, así que no podía ser otra que la del demonio Acathla, al que Angelus había tratado de despertar para convertir el mundo en un infierno, siendo detenido por Buffy, que lo empaló contra la estatua con la espada, confinándolo en el infierno hasta que el Primero le liberó. Estaba claro que la vida los que luchábamos contra las fuerzas del mal nunca era fácil.
Me detuve un instante frente a un expositor pequeño, en el que solo se veía un triángulo rojo invertido, con una Z en el centro, colocado sobre un triángulo de color blanco. El tamaño, el tejido y la forma me llamaron la atención, pero no supe la razón en ese momento.
Miré la etiqueta que había en el expositor, en la que se leía «Marca del prisionero 003787961266.» y en la línea inmediatamente inferior «Campos de concentración: Dachau, Treblinka y finalmente Auschwitz. No había reconocido las marcas al principio, por culpa de que los conocimientos que había obtenido en la carrera de historia, se habían quedado relegados a un rincón por la falta de uso, pero ahora lo recordaba perfectamente eran marcas como las que utilizaban los nazis para los prisioneros.
Volví a analizar las marcas ahora que había recordado de qué las conocía. El color del triángulo invertido indicaba la categoría, en este caso, al ser rojo indicaba que era un preso político. Por otro lado, en el caso de ser judío, el triángulo invertido estaba superpuesto a un triángulo amarillo, indicando que además de sus «crímenes» había cometido el «delito» de ser judío. Pero en este caso el triángulo no era amarillo, si no blanco, y hasta dónde tenía constancia, en el código de colores de las marcas no se encontraba el blanco. Y también estaba la letra contenida en el triángulo invertido, que servía para indicar el origen del «prisionero», la Z nunca había sido usada. Todo eso, unido a que no tenía constancia tampoco de ningún prisionero que hubiese pasado por tres de los campos de concentración.
Había demasiadas cosas que me intrigaban de ese misterioso prisionero que se suponía que no existía, pero lo que más me preocupaba era que a la Iniciativa le interesase.
Cuando volví la mirada hacia el frente vi que el grupo se había detenido, observando a Saunders, que se encontraba frente a una cámara de éxtasis, observando lo que se encontraba en su interior. Me acerqué lo suficiente para observarlo y vi que se trataba de un demonio de piel color bronce, aparentemente joven.
– [b] [color=#AB8730]EX-65574413. Nombre: Daakkarakkthathornacle, que los científicos e investigadores creen que en su lengua natal significa «el último»[/SIZE] [/b].- concretamente significaba «El último de los nuestros». Por ese significado se podía imaginar que la raza se denominaba a sí misma «Rakkthathor», porque «nacle» era un sufijo que indicaba que era masculino, y Daakka significaba «Último», literalmente era «El último Rakkthathor».- [b] [color=#AB8730]Especímen creado a partir de las muestras obtenidas de una especie de demonios extinta hace más de 3000 años, siendo, por consiguiente, un fósil con vida[/color] [/b].- explicó. Observé detalladamente la estructura del demonio, que si bien parecía compartir rasgos con otras razas actuales, no encajaba en ninguna de ellas, al menos ninguna de las que hubiese conocido. Tres mil años, mi vena de historiador me hacía preguntarme cómo habría vivido su pueblo, y si serían hostiles.- [b] [color=#AB8730]Sus características físicas son: Resistencia y fuerza metahumana, además de curación acelerada, lo que le convierte en un ejemplar con vida prolongada que posee memoria genética, por lo que en su interior hay cientos de miles de años de sabiduría que, de no ser por el experimento, se habrían perdido[/color] [/b].- añadió. Por una parte parecía querer justificar la recreación del demonio por parte de la Iniciativa como si quisiera exculparse, pero por otra parte parecía apenada, cómo si lo que intentase dar era una excusa para su existencia, para dejar ver que merecía una vida. – [b] [color=#AB8730]Me gusta referirme a él como Daakka, porque sé que sigue siendo un ser vivo[/color] [/b]. – añadió confirmando mi teoría. No me imaginaba lo que podía ser saber que estás formando parte de algo tan corrupto como la Iniciativa, estar en desacuerdo con sus decisiones, y que haya algo que te retenga estar allí. Quizá ese algo fuera parte de su programación si era una activo, o quizá ese demonio que teníamos ante nosotros fuese parte de la razón.
– [b] [i] [color=#4F5360]No ha nacido para estar en un…contenedor.[/color] [/i] [/b] – reflexionó Daniel en voz alta. No podíamos precipitarnos, porque hasta que no estuviésemos fuera de la Iniciativa, consideraría que caminábamos por una cuerda floja y cuando hubiésemos salido pasaríamos a caminar por un campo minado.
– [b] [i] [color=#266EAC]¿Qué ocurriría si fuese liberado? ¿Sería una amenaza?[/color] [/i] [/b] – preguntó Ed tratando de sopesar también la situación. Podía imaginarme lo que Saunders iba a decir, que no podían saberlo hasta que no estuviese libre. El demonio podía resultar tanto un completo angelito como un auténtico…bueno, demonio, o cualquier punto entre esos dos extremos, pero sin riesgo no lo sabríamos, ni para bien ni para mal.
– [b] [color=#AB8730]Eso dependería del entorno en el que se desarrollase[/color] [/b].- respondió la Doctora mirando a Ed con un matiz que interpreté como una petición. – [b] [color=#AB8730]Los seres vivos no somos sólo producto de la herencia, sino que el ambiente es un factor determinante[/color] [/b].- Hasta el momento sus argumentos habían sido mecánicos, pero ahora parecía distinta, ahora estaba rebatiendo nuestras dudas para que nos llevásemos a…Daakka..- [b] [color=#AB8730]Nadie es, inicialmente, ni bueno, ni malo, todo depende de un cúmulo de factores que equilibran la balanza hacia un lado o hacia el otro[/color] [/b].- era nuestro entorno lo que moldeaba nuestro yo inicial hasta convertirnos en lo que éramos, en nuestro conjunto de creencias y valores. Quizá en alguna realidad alternativa hubiese un yo que fuese un orgulloso licántropo sediento de sangre.- [b] [color=#AB8730]Eso explica por qué ella no es como el resto de los de su especie[/color] [/b]. – añadió mirando a Illya. La resistencia de Illya era algo que casi nunca se había visto, las referencias más cercanas eran claramente Ángel y Spike, pero ellos tenían alma, a Illya lo que parecía dotarla de su fuerza de voluntad era su vocación por la medicina, su verdadero carácter, que siempre se potencia cuando te transformas, había potenciado esa vocación hasta límites insospechados, aunque por desgracia también había potenciado el desprecio hacia sí misma, algo que al menos habíamos conseguido paliar en parte demostrándole todos nuestra amistad, incluso mi hermano, que había conseguido sacarla de garaje para que hablase socializase con los demás.
– [b] [i] [color=#BB609C] Lo que Claire nos está intentando decir, es que tenemos que llevárnoslo, nadie se merece ser tratado de esa manera[/color] [/i] [/b] .- intervino Sarah. Esta vez, me mostré primero sorprendido, y más tarde orgulloso, Sarah, que era despistada por naturaleza en su vida cotidiana, no había pasado por alto el hecho de que su nombre completo estaba reflejado en su bata, y lo había aprovechado para darle algo de confianza, porque sabiendo que intentaba, o al menos estaba simulando, enmendar sus errores, podía resultar un activo muy valioso. Sabía que en su vida cotidiana seguiría siendo despistada, si no, no sería Sarah, pero que se concentrase así en «campo» hacía sentirse a uno tranquilo, capaz de dejar el testigo. – [b] [i] [color=#BB609C] Podríamos aprender muchísimas cosas de él[/color] [/i] [/b] . – añadió. Estaba completamente de acuerdo, si las cosas salían bien, podía enseñarnos mucho, e incluso podría convertirse en una barrera más contra la oscuridad, salvo que esa oscuridad le llamase, estuviese en su naturaleza, y no hubiese forma de razonar con él, en ese caso lo que habríamos liberado era un gran enemigo.
– [b] [i] [color=#457238] Estoy de acuerdo, tenemos que llevárnoslo.[/color] [/i] [/b] – añadí. Había llegado el momento de llegar a un consenso, porque si bien Sarah nos lideraba en batalla para que diesemos el cien por cien, a la hora de tomar decisiones no dejábamos de ser un grupo, y por tanto teníamos que estar de acuerdo en lo que íbamos a hacer, si actuasemos según decidiese uno, o una parte del grupo, solo estaríamos creando brechas entre nosotros.
– [b] [i] [color=#383A72] No me apasiona la idea de liberar a un demonio ancestral. Pero teneis razón en que seria más peligroso si lo dejáramos aquí para que experimentaran con él.[/color] [/i] [/b] – comentó Dominic, mostrándose también de acuerdo en que, de las pocas opciones que teníamos, llevárnoslo parecía lo mejor, el qué hacer después ya sería otra decisión más difícil.
– [b] [i] [color=#843181] Por mí bien, de todas formas ya tenemos a una vampiro a la que a veces se le va la olla y muerde a Ed porque está caliente, a una tía que si te toca te deja seco, a dos aesirs con pasado chungo, a una bruja mala, a un licántropo, a uno que dice venir de otra realidad y a una enana que es capaz de levantar el Coliseo[/color] [/i] [/b] .- comentó Diana encogiéndose de hombros. Por suerte conocíamos bien a Diana, uno de los valores más importantes de la comunicación es el contexto, cómo te lo dice una persona y cómo suele hablar esa persona, en boca de otra habría sonado desmoralizador, en boca de Diana, solo provocaba que nos riésemos de nosotros mismos y nos relajásemos, al menos ahora que nos estaba Cecil, que sí se lo habría tomado como algo personal.- [b] [i] [color=#843181] Total, si es una trampa de la Iniciativa como si no, ya hemos picado con Saunders, que seguro que acaba apuñalándonos a todos, ¿qué más da si el demonio nos remata?[/color] [/i] [/b] – Saunders la miró sin saber muy bien qué decir, por mucha información que supiese de Diana, desconocía su forma de expresarse. En el fondo, traducido del idioma Dianés, significaba que no teníamos que preocuparnos por todo, porque al fin y al cabo con todos los peligros que estábamos corriendo, qué más daba uno más.
– [b] [i] [color=#EE5159]Se merece la misma oportunidad…que…[/color] [/i] [/b] – trató de decir Illya, antes de quedarse callada, pero no hizo falta que terminase, todos sabíamos lo que quería decir, Daakka se merecía el mismo beneficio de la duda que le habíamos dado a ella y a Frank. Traté de evitar pensar en lo ocurrido con Frank, ya habría tiempo de meditarlo y llorarle más tarde, lo importante era salir de allí antes de que a nadie le ocurriese lo mismo.
Miré por último a Ed, que asintió al ver que tanto yo, como el resto, le mirábamos esperando confirmación. Le hicimos una señal a la Doctora Saunders, que asintió y se acerco hasta un teclado situado al lado derecho de la cámara de éxtasis. Tras marcar la combinación y pasar un escáner de huella, vimos cómo el líquido respirable empezaba a irse por unos sumideros que se habían abierto en la base de la cámara, hasta quedar vacía. Una vez estuvo vacía, el cristal se movió hacia un lateral. La doctora se acercó al demonio, soltó varias abrazaderas e hizo una seña a Sarah, que sujetó el cuerpo del demonio cuando la doctora terminó de soltarlo, y se lo cargó al hombro como a un saco de patatas.
Escuché un ruido cerca de nosotros y me giré, era Rebecca incorporándose en la camilla en la que llevaba un rato descansando.- [b] [i] [color=#CC858A] Él la necesita más que yo[/color] [/i] [/b] .- afirmó al dejarla libre. Saber que Preston era el padre biológico de Rebecca no cambiaba nada, en todo el tiempo que hacía que la conocía, nunca había visto a ese hombre aparecer, ni siquiera dar señales de su existencia cuando la madre y el padre adoptivo de Rebecca murieron, y estaba claro que ella, que se había levantado de la camilla pese a llevar un día horrible para dejar su sitio a un demonio del que no sabía nada, no se parecía en nada a su «padre», que había inyectado a su hija con un suero experimental que podría haberla matado, y que la hubiera convertido en un activo, despojándola de su personalidad y sus recuerdos, por el mero hecho de relacionarse con «no humanos», o «hostiles» como les había escuchado llamarnos la otra vez.
Vi como Sarah le sonreía agradecida mientras dejaba al demonio en la camilla y Rebecca le devolvía una sonrisa dolorida. Una de las preocupaciones de Daniel era que Sarah tuviese amigas, además de los amigos que ya tenía, por todo lo ocurrido con January y el resto de «decepciones», para que no pensara que era culpa suya, y era curioso pensar que Rebecca necesitaba también amigas de verdad, y las tenía en Sarah, Diana, Illya, Kaylee e incluso Cara, cuando aprendiese que no hacía falta saludar a las personas con besos en la boca, algo que había empezado a imitar después de ver un día a Daniel y a Sarah saludarse así, aunque por suerte todos nos habíamos librado de momento, salvo Ed, que pasó un buen rato rojo después de eso.
La intrusión en la Iniciativa, pese a todo lo evidentemente malo que nos había reportado, volvía a dejar patente lo unido que estaba el grupo, como una familia, algo que, por desgracia, solo se podía comprobar en situaciones como esta. Había muchas cosas que meditar, mucha información que analizar, muchas soluciones que buscar y una pérdida que llorar, pero teníamos que centrarnos en el camino que nos quedaba por recorrer.
Saunders señaló una puerta doble al frente, tras la que debía encontrarse el servidor central, ya estábamos a un pequeño paso de salir de allí, pero como siempre, las cosas no salen como uno se las espera, y eso quedó patente cuando las luces se apagaron y empezó a sonar una señal de alarma justo antes de que las luces de emergencia, de un color rojizo, se encendiesen. Lo peor vino cuando escuchamos un ruido unas secciones más atrás, acompañado de un rugido. Algo se había liberado, o lo habían liberado
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