[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Kaylee Echolls | Caernaforn, Gales
[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
Me di cuenta de que nos habíamos quedado sin escudo protector cuando volvimos a tenerlo. Entre lo de McLeod y que no podía dejar de mirarme la mano izquierda, estaba como ida. La notaba extraña, como si todavía quedasen restos del hormigueo que había sentido antes de conjurar la bola de fuego.
– [b] [color=#F56828]¿Has…has sido tú?[/SIZE] [/b]- Le pregunté a Ed, que iba cogido de mi otra mano, como si tuviéramos miedo de separarnos, pese a que ir de esa forma ralentizaba nuestro paso que ya de por sí no era especialmente rápido.
– [b] [i] [color=#266EAC] En cierta forma sí. Parte de mi magia pasó a ti, pero el conjuro lo hiciste tú[/color] [/i] [/b].- Me explicó .- [b] [i] [color=#266EAC]Lo siento, sé que no te gustan este tipo de cosas.-[/color] [/i] [/b] Se disculpó bajando la vista.
– [b] [color=#F56828]No te preocupes, estoy bien…[/color] [/b]- Volví a mirarme el brazo, rememorando la sensación de cómo la magia había fluido a través de mí.- [b] [color=#F56828]¿Cómo lo has hecho? N-no lo entiendo[/color] [/b].- Si había algo de lo que no tenía ni idea, era de magia, aunque viniera de una familia de brujas.
– [b] [i] [color=#266EAC] Digamos que al ir agarrados de la mano creamos una especie de… vínculo, al ver que estabas en peligro, algo en ti reaccionó y el resto es lo que ocurrió.[/color] [/i] [/b]- Se explicó tratando de tranquilizarme. Ed era consciente de mi aversión por todo lo sobrenatural, pero aquello era distinto, era…natural.
– [b] [color=#F56828]Es…increíble, en serio[/color] [/b].- Moví la mano como si no fuese mía, reviviendo la escena una y otra vez. El vampiro que estaba a punto de atacarnos, Ed apretando mi mano con fuerza, el cosquilleo en las yemas de los dedos cuando su magia empezó a atravesarme, el hormigueo en el brazo izquierdo y de pronto, surgida de la nada, una pequeña bola de fuego bailaba sobre mi mano. Extraña, pero a la vez maravillosa..- [b] [color=#F56828]He-he sentido un cosquilleo extraño y de pronto…[/color] [/b]- Hice una pausa y lo miré. No hacía falta conocerlo de toda la vida para darse cuenta de lo que estaba empezando a sentir, pero yo lo conocía, había visto caras similares alguna que otra vez, pero nunca habían sido por mí, era como si de pronto, se hubiese percatado de mi existencia.
Y eso, provocaba en mí una sensación rara, que me asustaba, porque era probable que nunca estuviera a la altura de sus sentimientos.- [b] [color=#F56828]Gracias por cuidar de mí[/color] [/b].
– [b] [i] [color=#266EAC] Gracias a ti por salvarme la vida.[/color] [/i] [/b] – Sonrió levemente.
– [b] [color=#F56828]Has sido tú, yo no sé ni lo que he hecho[/color] [/b].- Le expliqué. Él era el que me había dado su magia para que yo la utilizase. Y sabía por Diana que la magia no era algo que se compartía con cualquiera.
– [b] [i] [color=#266EAC] Que no sepas cómo lo has hecho no quiere decir que no sepas hacerlo, tú simplemente actuaste… perdona, sé que no te gustan este tipo de cosas.[/color] [/i] [/b] – Volvió a agachar la cabeza, apenado.
– [b] [color=#F56828]Como pidas perdón una vez más, me voy a enfadar contigo[/color] [/b].- Dejé escapar una carcajada que rápidamente se le contagió.- [b] [color=#F56828]No me gusta, pero es lo que soy. A veces…esto se activa solo[/color] [/b].- Levanté la mano que teníamos entrelazada y la miré. Después, lo miré a él.
– [b] [i] [color=#266EAC] La verdad es que eres increíble…[/color] [/i] [/b] – Comentó él en un murmullo casi inaudible y el corazón se me aceleró.
– [b] [i] [color=#843181]Ed tío, recógete la baba que mira cómo tienes el suelo[/color][/i][/b].- Espetó Diana entre gritos. Si había algo más en el bosque, nos encontraría.
– [b] [color=#F56828]¿Y…eso?[/color] [/b]- Lo normal hubiese sido decir “gracias”, pero mi boca actuó antes que mi cerebro.
– [b] [i] [color=#266EAC] Si practicaras llegarías a ser una gran maga.[/color] [/i] [/b] – Añadió con seguridad. Suspiré un poco decepcionada, esperaba algo distinto.
– [b] [color=#F56828]A lo mejor algún día, si tú me enseñas…[/color] [/b]- No pude evitar mirarle con cariño. Cada vez quedaba menos para mi partida y no quería marcharme. Era como si esa magia que me había pasado, me hubiese unido más a él. Como si hubiésemos compartido un vínculo más grande incluso que nosotros dos.
-[b] [i] [color=#266EAC] Me encantaría…[/color] [/i] [/b] – Respondió mirándome como había hecho antes de besarme, pero esta vez no lo hizo.
Por desgracia.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.