Moondale

UN REGALO INESPERADO

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Rebecca Lee | Residencia Universitaria ‘Fenris’

[color=#81BEF7]MaÑana[/SIZE][/color][/font][/b]

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Cuando el despertador sonó, ya llevaba media hora levantada, por lo que fui a toda velocidad a apagarlo antes de que Dominic lo lanzase por la ventana, pero llegué tarde, porque ya me estaba mirando con los ojos entrecerrados desde el otro lado de la cama, el que ahora era el suyo, que dividía la almohada que teníamos que poner en medio por su seguridad.

Tenía suerte de que mi compañera de habitación hubiese hecho como tantos otros y al ver que el índice de mortalidad de esta Universidad era muy superior al habitual, se hubiese marchado, cosa que Dominic y yo habíamos aprovechado para que, mientras que nadie se chivase, pudiésemos dormir juntos.

No pude evitar mirarle un par de veces mientras fregaba la taza en la que había tomado el té (con leche y sin azúcar), ni tampoco cuando cogí la ropa con la que iba a ir a la biblioteca para reunirme con Illya, que me había pedido que fuera lo antes posible, antes de meterme en la ducha. Es evidente que las apariencias engañan y que yo me había dedicado a juzgar a Dom por su aspecto, enfadándome porque no se había percatado de mi existencia, pero nunca dejaría de sorprenderme la entereza con la que había aceptado mi nueva condición, ni el cariño y la paciencia con que me trataba.

– [b] [i] [color=#383A72]Buenos días, guapísima[/SIZE] [/i] [/b].- Susurró una vez estuvo más o menos despierto.

– [b] [i] [color=#CC858A]Buenos días[/color] [/i] [/b].- Señalé el baño con la cabeza- [b] [i] [color=#CC858A]Voy a ducharme, ahora salgo[/color] [/i] [/b].- Una vez dije eso, me encaminé el dirección al baño, cerré la puerta, abrí el grifo, coloqué la ropa limpia sobre el mueble de las toallas y me metí en la ducha.

Al cabo de unos minutos, cuando terminé de ducharme y ya tenía la ropa puesta, volví a abrir la puerta para que saliese el vapor que se había quedado dentro debido al agua caliente.- [b] [i] [color=#383A72] ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe. [/color] [/i] [/b]- Me preguntó Dominic levantándose de la cama y acercándose.

– [b] [i] [color=#CC858A]Tengo que hacer una cosa[/color] [/i] [/b].- Le miré de medio lado mientras intentaba no meterme el lápiz de ojos en uno de los susodichos.

[b] [i] [color=#383A72] ¿Te has echado otro novio?[/color] [/i] [/b]- Bromeó con sorna.- [b] [i] [color=#383A72] Lo sabía.[/color] [/i] [/b]- Negó con la cabeza sonriendo.

– [b] [i] [color=#CC858A]Pues sí y la verdad, es que está mejor que tú[/color] [/i] [/b].- Dejé el lápiz junto a los demás y avancé hasta donde estaba.

– [b] [i] [color=#383A72] Nadie está mejor que yo.[/color] [/i] [/b]- Aprovechando que llevaba ropa, me atrajo hasta él rodeándome por la cintura.

– [b] [i] [color=#CC858A]Eso era antes[/color] [/i] [/b].- Espeté con seriedad frunciendo un poco el ceño.

– [b] [i] [color=#383A72] Y dime, ¿cómo es él?[/color] [/i] [/b]- Me susurró al oído, sin llegar a tocarme, pero tan cerca que le oía respirar.

– [b] [i] [color=#CC858A]Moreno[/color] [/i] [/b].- Conseguí decir. Para haber tenido tanto que esconder, como por ejemplo el asunto de mi padre, era una mentirosa patética.

– [b] [i] [color=#383A72] Y también será alto, de complexión atlética, barba de tres días…[/color] [/i] [/b]- Enumeró esbozando una sonrisa pícara.

– [b] [i] [color=#CC858A]Creo que sí[/color] [/i] [/b].- Asentí, devolviéndole la sonrisa.

– [b] [i] [color=#383A72] Me has cambiado por una versión casposa de mí mismo.[/color] [/i] [/b] – Compuso una mueca que más bien era un intento de darme pena.- [b] [i] [color=#383A72] Me está matando el no poder besarte[/color] [/i] [/b].- Confesó besándome en el hombro, que estaba cubierto por un jersey, varias veces. Al sentir el roce de sus labios contra mi cuerpo, me estremecí: Le echaba de menos.

– [b] [i] [color=#CC858A]Lo siento…[/color] [/i] [/b]- Suspiré profundamente y llevé las manos, cubiertas por unos guantes negros, hasta su cara.

– [b] [i] [color=#383A72] Tú no tienes culpa de nada.[/color] [/i] [/b]- Soltó mi cintura y llevando mis manos hasta su boca, les dio un beso.

– [b] [i] [color=#CC858A]Podía haber hecho las cosas de otra forma[/color] [/i] [/b].- Aunque me quejase, ya no había marcha atrás, así que sin pensármelo, le abracé y él, me rodeó con sus brazos. Tenía suerte de que Dominic fuese considerablemente más alto que yo, porque al llegarle a la altura del pecho, no corría peligro de retorcerse de dolor.

– [b] [i] [color=#383A72] Yo también, pero el Destino ha querido que así ocurra.[/color] [/i] [/b]- Me pasó la mano por la espalda, intentando que me sintiera mejor.

– [b] [i] [color=#CC858A]Bueno, creo que tengo que irme…[/color] [/i] [/b]- Desde la posición en la que estaba, pude ver el reloj de la mesita que marcaba que ya iba un poco tarde, por lo que me separé de él y nos quedamos así, mirándonos sin saber qué hacer. Para cualquier pareja, ese era el momento de darse un beso de despedida, pero nosotros no teníamos esa suerte.

– [b] [i] [color=#383A72] ¡Qué demonios…![/color] [/i] [/b] – Exclamó un segundo antes de agarrarme por la cintura para atraerme hasta él para besarme. Más que un beso, fue un roce de labios momentáneo, del que cualquiera de nuestros besos anteriores se habrían reído, pero que hizo que el corazón se me acelerase más que la primera vez.

Pero la magia, como casi todo en esta vida, duró un suspiro y Dominic cayó de rodillas al suelo, retorciéndose de dolor. – [b] [i] [color=#383A72] Tranquila… estoy bien… me recupero rápido.[/color] [/i] [/b]- Murmuró levantándose con mi ayuda.

– [b] [i] [color=#CC858A]Como si tuvieras cinco años…[/color] [/i] [/b]- Negué con la cabeza, llevándome la mano a la boca en un intento de retener el beso.- [b] [i] [color=#CC858A]Nos vemos luego[/color] [/i] [/b].- Me separé de él y cogí el bolso que estaba sobre el escritorio.

– [b] [i] [color=#383A72] Sí, …luego.[/color] [/i] [/b]- Se sentó en una silla, todavía dolorido.-[b] [i] [color=#383A72] Ten cuidado.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#CC858A]No me pasará nada[/color] [/i] [/b].- Abrí la puerta y le eché un último vistazo. Sentado en la silla, dolorido después de haberme besado. Él, que había estados con varias chicas a la vez pasando por una especie de castigo divino que le impedía tocarme.- [b] [i] [color=#CC858A]Te—me marcho[/color] [/i] [/b].- Y cerré la puerta tras de mí.

El camino hasta la biblioteca lo hice en una mezcla entre carreras y saltos de escalones de dos en dos, porque llegaba tarde y eso era algo que nunca le había perdonado a nadie, especialmente a mí misma. Por suerte, los pasillos de la Universidad y en concreto, la biblioteca, estaban casi desérticos, por lo que llegué casi sin contratiempos.

Atravesé la biblioteca como una exhalación y toqué a la puerta del despacho de Christopher con timidez.- [b] [i] [color=#CC858A]Buenos días, ya estoy por aquí[/color] [/i] [/b].- Saludé cuando él me abrió la puerta, tendiéndole la mano con excesiva formalidad.

– [b] [i] [color=#457238]No hace falta que estés tan seria mujer, te conozco desde que eras una cría.[/color] [/i] [/b] – Bromeó posándome una mano sobre el hombro, provocando que me sonrojase por seguir siendo tan seria.

– [b] [i] [color=#EE5159]Le he…dicho yo que…venga[/color] [/i] [/b].- Dijo Illya acercándose a nosotros sin dejar de empujar un carrito cargado de libros. Cuando lo dejó a un lado, se acercó a nosotros y se explicó.- [b] [i] [color=#EE5159]Bueno…últimamente tengo más trabajo en…el bar de Lorne y…había pensado, que si quieres, podría darte este…puesto[/color] [/i] [/b].

Me quedé callada un segundo o quizás algo más. No era hija de ningún millonario y mis padres, al morir, me habían dejado, en lugar de una herencia, un piso a medio pagar que se convirtió en una deuda que mi tío Jaime tuvo que vender para que no me pasase factura en el futuro, pero mi él tampoco era millonario, sólo un escritor de novelas de escaso éxito al que tener a una sobrina estudiando en Moondale (Universidad barata por su índice de mortalidad estudiantil), le descuadraba las cuentas por completo.

Hasta ese momento, me iba apañando con la pequeña asignación mensual que me mandaba (unas cincuenta libras), pero si algún mes, como éste era el caso, tenía que comprarme algún libro extra o hacer más fotocopias de la cuenta, no me llegaba y me negaba en redondo a pedirle más dinero a él o a Dominic.

Había intentando encontrar trabajo, pero mi carácter no era el más llevadero del mundo, por lo que no llegaba a pasar las pruebas de selección para los trabajos de cara al público, además, mi nueva condición, me impedía, por ejemplo, cuidar niños/as porque corría el riesgo de matarlos si accidentalmente me tocaban.- [b] [i] [color=#EE5159]Y…si a McLeod le parece bien, claro[/color] [/i] [/b].- Puntualizó Illya al ver que no le contestábamos.

Él sonrió ampliamente. – [b] [i] [color=#457238]Eres una ayudante increíble, pero sé que Rebecca también lo será.[/color] [/i] [/b] – Me miró. – [b] [i] [color=#457238]Me parece bien, si sigues viniendo de vez en cuando.[/color] [/i] [/b] – Señaló la montaña de libros y ella asintió.

– [b] [i] [color=#CC858A]No sé qué decir[/color] [/i] [/b].- Admití con sinceridad, sobrepasada por la emoción.

– [b] [i] [color=#457238]A mí no me mires, es ella la que ha buscado una excusa para hacerte un regalo.[/color] [/i] [/b] – Apuntó sonriendo nuevamente e Illya, agachó la cabeza.

Esperé a que volviese a levantar la vista y cuando su mirada se cruzó con la mía, hablé- [b] [i] [color=#CC858A]Gracias[/color] [/i] [/b].- Dije de corazón.

– [b] [i] [color=#EE5159]De…nada[/color] [/i] [/b].- Fijó la mirada en un punto indeterminado de la habitación.

– [b] [i] [color=#457238]Es un gran gesto de amistad Illya, muy humano, aunque hay humanos que no lo harían.[/color] [/i] [/b]- Le recordó Christopher.

– [b] [i] [color=#EE5159]Yo…no…sabía…lo…[/color] [/i] [/b]- Se quedó callada y en la habitación se hizo el silencio, pero no era un silencio incómodo, sino uno lleno de gratitud, más de la que nunca podría expresar.

– [b] [i] [color=#CC858A]¿Cuándo empiezo? Puedo quedarme ahora y que Illya me vaya explicando[/color] [/i] [/b].- Propuse con nerviosismo.

– [b] [i] [color=#457238]Si a ella le parece bien, por mí estupendo.[/color] [/i] [/b] – Nos animó. – [b] [i] [color=#457238]’Mi casa es tu casa'[/color] [/i] [/b] – Esto último, lo dijo en español y yo no entendí nada.- [b] [i] [color=#457238]Tenéis las puertas abiertas.[/color] [/i] [/b] – Aclaró. – [b] [i] [color=#457238]Creo que en un rato vendrán los demás.[/color] [/i] [/b] – Refiriéndose al resto de la Moondie Gang y con ellos, vendría Dominic.

– [b] [i] [color=#CC858A]Gracias de nuevo[/color] [/i] [/b].- Finalicé profundamente agradecida y estuve a punto de darles un abrazo, pero me contuve, porque seguía siendo excesivamente británica para algunas cosas.

[b] [i] [color=#EE5159]¿Vamos…?[/color] [/i] [/b]- Me invitó Illya a seguirle y yo, le ayudé a empujar el carrito, abriéndonos paso entre las estanterías repletas de libros que serían casi como mi nuevo hogar.

[spoiler]Espero que os guste <3[/spoiler]

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