Moondale

UNA HISTORIA ESCRITA EN EL FIRMAMENTO

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | La Iniciativa

[color=#E3B94A]Mediodia[/SIZE][/color][/font][/b]

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Caminé en silencio al lado de Sarah, en dirección al subterráneo dos, lugar dónde se encontraba el laboratorio de investigación metahumana y en él, el servidor central dónde se almacenaba la base de datos de la aplicación que recogía toda nuestra información. Nos estábamos introduciendo en la boca del lobo, pero no teníamos muchas más opciones.

El tipo de negro, el miembro del equipo de Bill que se hacía llamar Shadow, era nuestra única forma segura de salir, porque el resto de opciones eran casi un suicidio tal y como estaba la Iniciativa, de poco servía manipular la luz cuando hay una bala directa hacia tu pecho, Dom podía pararlas, pero con una sola que se le escapase podríamos perder a alguien más, y a eso no estábamos dispuestos.

La condición de Shadow para sacarnos era que le ayudásemos a destruir la información que la Iniciativa guardaba sobre él, cuya localización nos facilitó Saunders, que al parecer habían recopilado porque había sido prisionero, igual que nosotros, y había sido el primero en fugarse, sin ayuda de nadie, gracias a esa habilidad que nos permitiría salir. Las opciones no eran muy variadas, así que no teníamos más remedio, pero además se nos ofrecía la posibilidad de destruir también la información que hubiesen recogido sobre nosotros, podríamos asestarles un golpe del que tardasen tiempo en recuperarse.

Bill se puso en contacto con los Búhos para informarles de la situación, y estuvieron de acuerdo en el golpe que supondría para la Iniciativa y sus planes. Así que tras confirmar Bill que se unirían a Shadow, el grupo se reunió para deliberar, pese a que los ánimos no eran los mejores, y decidimos que la mejor opción era acompañarles.

Así que avanzamos siguiendo las indicaciones de Bill, que conocía muy bien las instalaciones, mientras el silencio por la pérdida de Frank y la maldición que le habían impuesto a Rebecca, imperaba.

Todavía recordaba vívidamente la sensación de impotencia que me había invadido cuando sentí el rayo de luz y cuando me giré ya estaba demasiado cerca como para hacer algo. Lo primero que busqué con la mirada fue a Illya, porque sabía lo que el rayo le haría, y vi a cámara lenta como Sarah se abalanzaba sobre ella, ambas caían al suelo y Sarah la protegía con su cuerpo como podía, por la diferencia de tamaños. Vi el rayo pasar de largo sin rozar a nadie, y vi como chocaba contra el cuerpo de Frank, que empezó al instante a convertirse en cenizas bajo mi mirada. Quise gritar, pero era tarde para advertirle, quise sanarle, pero solo le haría más daño y quise haberme dado cuenta antes, pero era imposible.

No había intercambiado demasiadas palabras con Frank, porque ambos éramos callados, o lacónicos como decía Sarah, pero, pese a que había algo extraño en él, sus intenciones parecían buenas, y se había ofrecido a entrar aquí con nosotros para salvar a Rebecca, cuando podría haberse ido por el mismo sitio por el que había venido.

Me sentía de nuevo como cuando era pequeño, lleno de frustración, ira e impotencia mezcladas en un cóctel explosivo aderezado con pena y finalmente nervios, pero las cosas eran diferentes, esta vez no era tan sencillo como entregarme a mi oscuridad, había elegido otro camino, un camino paralelo al de Sarah, y el sendero de la luz siempre era más difícil.

Miré a Sarah, caminando con tristeza a mi lado y esperé a que me devolviese la mirada, cuando lo hizo, sonreí levemente y le pasé una mano por la espalda para hacerle saber que todo iría bien. Después cogió mi mano, la entrelazó con la suya y continuamos caminando agarrados de la mano. Pensé en la fuerza que me invadía solo por el hecho de estar en contacto con ella, como parecía que todos los males del mundo no podrían impedirme estar con ella, como las cargas se hacían más ligeras, y pensé en Dominic y Rebecca, y en como les habían privado de esa sensación. Pensar esa injusticia acrecentó la ira, pero traté de distraerme en algo en lo que pudiera ser útil, y lo encontré al fijarme en Rebecca, que tenía la cara llena de cortes y moratones. Pensar en que existiese un padre que pudiera permitir que le hiciesen algo así a su hija, que hubiese dado la orden para que la maldijesen de por vida, me hizo desear hacer arder ese lugar con Preston dentro, incapaz de huir, pero esa no era una posibilidad. Me recordó un poco al padre de mi padre, cómo había dejado que muriesen, cómo había desaparecido sin preguntar nunca por mí y sobre todo cómo le había robado la infancia a mi hermana, pero pensar en él sólo me enfadaba más, así que volví a centrarme en las heridas, iba a doler, pero a veces había que hacer las cosas por muy dolorosas que fuesen.

Le guiñé un ojo a Sarah, le señalé a Rebecca con la cabeza y levanté la mano que teníamos entrelazada para que supiese lo que quería decir. Me devolvió una mirada cargada de preocupación, y también de frustración por no poder hacerlo ella misma, pero le sonreí de nuevo y me dirigí hacia dónde estaban Dom y Rebecca.

– [b] [i] [color=#383A72] Esas heridas no tienen buena pinta. ¿Podrías…?[/SIZE] [/i] [/b] – empezó a explicar Dominic cuando me sintió acercarme. No terminó la pregunta, porque sabía lo que me estaba pidiendo, lo que no sabía es que ya había tomado la decisión, y no podía culparle por pedírmelo, yo mismo habría hecho lo mismo de estar en su situación.

– [b] [i] [color=#4F5360]Déjamelo a mí.[/color] [/i] [/b] – le dije poniendo una mano en su hombro mientras me acercaba a Rebecca, tanto para intentar tranquilizarle como para dejarle claro que no pasaba nada por lo que iba a hacer. Separé mi mano de la de Sarah, que se resistía inconscientemente, me giré hacia ella y nuestros ojos se encontraron, los suyos estaban llenos de miedo, por mí, por lo que iba a pasarme. Tenía que hacerle ver que no pasaba nada, y solo se me ocurrió darle un suave beso, después dejé nuestras frentes pegadas y la miré a fijamente, con la mejor sonrisa que pude esbozar dadas las circunstancias. Ella suspiró, todavía asustada. – [b] [i] [color=#4F5360]Estaré bien.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#CC858A]No hace falta que lo hagas Daniel, ya me curaré[/color] [/i] [/b].- escuché decir a Rebecca detrás de mí, con dificultad por la combinación de hematomas que tenía en la cara. Alguna vez me habían dicho que tenía complejo de héroe, pues bien, no se podía ser un héroe y no hacer frente a lo que tienes que hacer, por duro que sea.

– [b] [i] [color=#4F5360]No podemos correr riesgos, si estuviese en la posición de Dom, me gustaría que alguien hiciese eso por Sarah.[/color] [/i] [/b] – le respondí, tanto para ella como para que Dom y Sarah estuviesen tranquilos, algo que no conseguiría por el momento, pero en cuanto Rebecca estuviese curada y todo hubiese terminado, ya no habría más miedo.

– [b] [i] [color=#CC858A]Ya, pero…[/color] [/i] [/b]- protestó con el cansancio reflejado en su voz.

– [b] [i] [color=#383A72] No seas cabezota, será solo un momento y estarás mejor.[/color] [/i] [/b] – le replicó sin separarse de su lado. A veces pensaba en las cosas en las que Dom y yo nos parecíamos, y siempre estaba la broma de que los aesir éramos así, pero después de conocer a Logan estaba claro que no era por eso.

Sin dejar tiempo a que Rebecca replicase, iluminé mis manos con el fulgor blanco característico de cuando iba a sanar. Acerqué mi mano hacia una herida que parecía bastante profunda y me detuve un momento para coger fuerzas antes de hacer contacto con su piel. Inspiré y solté el aire con calma, como en la postura del «Látigo Simple» y acerqué mi mano iluminada a su herida. En cuanto mi piel contactó con la suya sentí como si cada poro de mi piel fuese perforado por una aguja, empezando por la mano y extendiéndose por todo el cuerpo. Es difícil recordar los dolores con el paso del tiempo, su intensidad, pero me quedaba muy corto diciendo que era como si me perforasen con agujas cada poro, era mucho peor, tanto que caí de rodillas cuando el umbral del dolor me sobrepasó sin dejarme opción a resistir, era mucho más doloroso de lo que había pensado.

– [b] [i] [color=#CC858A]Déjalo…[/color] [/i] [/b]- me pidió conteniéndose las lágrimas, como cuando aquel crío le tiró un globo de agua encima de una chaqueta que le había hecho su madre, al salir de clase. Todavía recordaba a Christopher, que había venido a recogernos ese día, decirle unas cuantas palabras, hasta que le pidió perdón a Rebecca.

El dolor había sido tan intenso que sentía todo mi cuerpo palpitar, y no conseguía ponerme en pie. Sentir la mano de Sarah en mi brazo fue una inyección de fuerzas, levanté la vista para mirarle los ojos y recordé de nuevo la impotencia al verla echada en aquella camilla en mitad del recinto, con un muro de cristal entre nosotros y los «doctores» inyectándole sustancias experimentales que podía haberle hecho lo mismo que a Rebecca. Vi como pese a su miedo por mí me estaba apoyando y reuní las fuerzas suficientes para levantarme y volver a intentarlo.

Alcé de nuevo la mano hacia Rebecca, sintiendo la de Sarah contra mi brazo, y viendo por el rabillo del ojo como Dominic se acercaba más a Rebecca y la cogía de la mano, en un intento de que su poder dividiera el daño entre los dos, pero seguramente nos haría el mismo daño. Agradecí el apoyo, y le hice un gesto para que lo dejase, no quería que tuviese que sufrir también, pero si me vio, no me hizo caso, porque siguió sosteniendo la mano de Rebecca con los dientes apretados mientras yo recorría con una mano guiada amablemente por Illya, porque el dolor me hacía entrecerrar los ojos, las heridas de Rebecca. El dolor seguía siendo terrible, pero por alguna razón, sentir la mano de Sarah hacía que el dolor pareciese más leve, más fácil de llevar.

– [b] [i] [color=#CC858A]Gracias, no tenías por qué hacerlo[/color] [/i] [/b].- me respondió compungida. De nuevo vi una expresión familiar en ella, que me evocaba el mismo día, era la expresión que había puesto cuando al irnos del colegio, Christopher nos llevó a tomar un helado para que se animase. Ése era agradecimiento suficiente, mi hermano siempre había sido mi héroe, una figura a seguir, y conseguir en alguien el mismo efecto que él había conseguido era todo un halago que no merecía.

– [b] [i] [color=#4F5360]Claro que sí, tenemos que cuidar de la familia.[/color] [/i] [/b] – respondí, tratando de esbozar una sonrisa que no supe muy bien cómo quedó. En ese momento, si Sarah no me hubiese estado sosteniendo con su fuerza, habría acabado en el suelo, incapaz de mover ni un músculo.

– [b] [i] [color=#CC858A]¿Y ahora qué?[/color] [/i] [/b]- preguntó con un suspiro cansado. Se refería a su poder y a ella misma, la verdad es que mi cabeza trataba de darle vueltas a las posibles soluciones, pero el dolor no me dejaba concentrarme con facilidad, tendría que dejarles el trabajo a Chris y a Sarah.

– [b] [i] [color=#457238]Encontraremos algo, contamos con la magia y con la tecnología de los Búhos.[/color] [/i] [/b] – escuché decir a Christopher en tono tranquilizador. – [b] [i] [color=#457238]Y con ella.[/color] [/i] [/b] – añadió. No pude ver a quién señalaba, porque mi capacidad de reacción en ese momento estaba adormecida, pero me imaginé que se refería a Saunders, me negaba a llamarla Doctora, Illya era una Doctora, los de la Iniciativa no.

– [b] [color=#AB8730]Haré todo lo posible por ayudar…[/color] [/b] – se ofreció ella. Percibí miedo y quizá arrepentimiento en su tono de voz, pero me forcé a recordar nuestro tiempo encerrados allí dentro para no confiar a ciegas en ella, tendría que ganarse mi confianza, y no lo tendría fácil con lo que había hecho.

– [b] [i] [color=#CC858A]Lo siento[/color] [/i] [/b].- escuché decir a Rebecca. Era agradable tener un grupo de personas a las que consideras familia en todo el término de la palabra, o al menos lo que significaba para mí la palabra, que no se limitaba solo al parentesco sanguíneo, porque puedes rendirte al cansancio con tranquilidad sabiendo que alguien reconfortaría a Rebecca.

– [b] [i] [color=#BB609C] No tienes la culpa, aunque tu padre sea Preston[/color] [/i] [/b].- le respondió Sarah con cariño. Me animaba verla con amigas de verdad, como Illya o Rebecca, amigas del tipo que yo consideraba familia cómo la definí anteriormente, después de los chascos que se había llevado, especialmente con January.

– [b] [i] [color=#843181]Anda que el suegro que te ha tocado, Dom…es de la rama dura[/color] [/i] [/b].- bromeó Diana con una de sus sonrisas capaces de animar a un muerto. Giré la vista hasta Dominic y le vi sonreír, algo más animado, pero aún dolido, tanto físicamente por haber intentado ayudarme, como mentalmente por lo que le habían hecho a Rebecca. Aun así, la oscuridad parecía más lejana en él, había vuelto a encontrar su centro.

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En los siguientes minutos de caminata a través de los pasillos de la Iniciativa, hasta llegar al subterráneo dos, me fui recuperando poco a poco, al igual que Dominic, gracias al resto del grupo que se iba librando de los pocos soldados que aparecían, ya que la mayoría debían tener una distracción bastante más llamativa con Logan y/o Brooke.

Caminaba pegado a la camilla, a la que me había estado agarrando hasta hacía poco, y al lado de Sarah, en la que también me había apoyado y con la que ahora tenía la mano derecha entrelazada. Aprovechando que estaba terminando de recuperarme, me dediqué a observar al resto del grupo.

Illya caminaba detrás de nosotros, con un rostro más triste del que nunca le había visto, cuando captó mi mirada, le dirigí una tenue sonrisa para hacerle ver que estábamos allí para ella, me respondió con una sonrisa triste, más triste que nunca, pero al menos pude ver que seguía adelante, era una chica fuerte, me chocaba imaginármela con mi hermano Zack, pero pensándolo bien hacían hasta buena pareja…aunque sí, chocaba.

Cerca de Illya estaba Vincent, que asintió al ver que le estaba mirando y volvió a su tarea de vigilar la retaguardia y a Abigail. Y al otro lado de Illya caminaba Ed, que tenía menos aspecto de cansado que antes, pero aun así se notaba que seguía utilizando su poder y que cuando no lo estaba haciendo, no se permitía ni un descanso, para no dejar de vigilar. El uso del poder iba ahora exclusivamente para cuidar de Kaylee, y quizá también para darse fuerzas a sí mismo viéndola, pero también porque recordaba al Ed recién llegado de su mundo, después de habernos perdido a todos, un Ed que permaneció nervioso y vigilante hasta que conseguimos salir, porque ya allí habíamos empezado a perder amigos, en ese caso, Dominic. Imaginé que el hecho de volver aquí reabría viejas heridas y traía al frente el mismo miedo que tuvo en ese momento. Ma pareció curioso pensar que en la otra realidad no hubiese terminado convertido en Vigilante, tenía madera, aunque nunca era tarde, tenía que acordarme y comentárselo a mi hermano, o a Arthur…a mi padre.

Dominic continuaba caminando al otro lado de la camilla, junto a Rebecca, mirándola continuamente como si tuviese miedo de perderla de nuevo, un miedo que comprendía porque muchas noches me despertaba tras una pesadilla, buscando a Sarah a mi lado, por eso la mitad del tiempo no conseguía dormir en mi habitación de la residencia y me escaqueaba para dormir con Sarah. Asentí y le dediqué una sonrisa para desearle ánimo, encontraríamos una solución. Vi como me devolvía la sonrisa y asentía.

En la vanguardia caminaba Bill, guiando al grupo y vigilando cada esquina, era todo un soldado, aunque no era de extrañar, no muchos podrían haber aguantado allí dentro y habían vivido para contarlo. Cerca de él iba Christopher, que de vez en cuando miraba hacia atrás para ver si todos estaban bien, cuando no se quedaba mirando a Diana durante un rato. Por su rostro sabía de sobra que estaba preocupado por lo que había ocurrido con Frank y Rebecca, además de la pena que todos compartíamos. Conociéndolo como lo conocía, en ese momento estaría dando vueltas a una forma de desactivar el poder, o de evitarlo, algún ritual, algún conjuro…estaría contemplando todas las posibilidades, sin dejar de vigilar a los demás y, por suerte, sin dejar de disfrutar también de la compañía de Diana, una lección de la vida que agradecía que hubiese aprendido, era mucho más Christopher McLeod con ella, como no lo había sido desde hacía años, y en algunos sentidos, más.

Al lado de Christopher, pero retrasándose a veces para caminar cerca de Sarah, iba Diana. Cuando la miré, captó mi mirada y se me quedó mirando, antes de esbozar una sonrisa y contener una broma que se le habria pasado por la cabeza. Fuego era totalmente su símbolo, era chispa y era vida, era la risa que nos revitalizaba cuando flaqueábamos, y era una cuñada y una amiga como no había otra.

Y por último a mi lado iba Sarah, con un debate emocional que iba desde la frustración hasta el cariño expresado en la forma en la que acariciaba distraídamente mi dedo índice con los suyos, pasando por pena, dolor, determinación y una pizca de alivio por haber encontrado a Rebecca. La observé durante unos minutos, pero estaba tan distraída que no se dio cuenta, y cuando lo hizo, me miró con los ojos muy abiertos, como si preguntase por qué la había estado mirando, como si no fuese obvio que para mí ella lo era todo.

Después miré a Saunders, que caminaba cerca de nosotros, con la cabeza gacha. – [b] [color=#AB8730]Sé que no tengo derecho, pero…lo único que os pido es una oportunidad de hacer las cosas bien[/SIZE] [/b].- explicó. Se notaba el pesar en su voz, un pesar que te envolvía, deseando decirle que no pasaba nada, que todo el mundo cometía errores, pero los suyos habían supuesto experimentar con Rebecca, con Sarah…

– [b] [i] [color=#4F5360]Es difícil dar una oportunidad cuando has visto como experimentan con la persona que más te importa.[/color] [/i] [/b] – le dije con sinceridad. Una parte de mí me pedía a gritos justicia, que sintiera una mínima parte del daño que había causado, pero la otra, la que Sarah había hecho crecer, me pedía concederle una oportunidad.

– [b] [color=#AB8730]Hay muchas posibilidades de que yo misma sea una doll[/color] [/b].- replicó mirándome fijamente. Vi las cicatrices que recorrían su cara y pensé en lo horrible que resultaba la idea de los activos, ser privado de tus recuerdos, prisionero de tu propio cuerpo sin conciencia… Mi mente tuvo un breve recuerdo de la habitación acolchada, y el hombre de las gafas redondas diciéndome que todo esto era una alucinación de mi mente enferma. No, sabía muy bien lo que era real, fuesen una locura o no muchas cosas que viviésemos, eran reales. – [b] [color=#AB8730]El Gobierno le ha dado carta blanca a Preston para que haga lo que sea, con tal de conseguir resultados. Y lo que sea para evitar…que salga a la luz la verdad[/color] [/b]. – añadió. Nos estaba dando información de la Iniciativa sin pedírsela, pero aun así mantuve la cautela, podía ser un cebo.

– [b] [i] [color=#4F5360]Lo único que quieren es beneficios sin importarles lo que ocurra con la gente…la misma a la que han jurado proteger…[/color] [/i] [/b] – respondí, teniendo que plasmar en voz alta el desprecio que tenía por ese «proyecto» y por el gobierno que solo se preocupaba de sí mismo, no eran más que parásitos, y luego los monstruos éramos nosotros por ser diferentes. – [b] [i] [color=#4F5360]¿Qué es lo que quieres? ¿Qué avergiuemos si eres una activo y los Búhos te borren…que te pongan otra personalidad?[/color] [/i] [/b] – pregunté, intentando indagar en sus motivaciones.

– [b] [color=#AB8730]Borrarme…[/color] [/b]- repitió mirando a lo lejos, para al poco negar con la cabeza.- [b] [color=#AB8730]Si me borran y me improntan con una personalidad nueva, los errores que he cometido…quedarán impunes[/color] [/b].- explicó con un tono de lo que me pareció determinación en su voz. Aún no terminaba de confiar, de hecho aunque le ofreciese una oportunidad, tardaría mucho tiempo en confiar en ella, y quizá nunca lo hiciese del todo, pero si era cierta la determinación que había tomado, era admirable.

– [b] [i] [color=#4F5360]¿Quieres enmendar lo que has hecho? ¿Seguir adelante con quien eres ahora?[/color] [/i] [/b] – pregunté para asegurarme. Acaricié la mano de Sarah, aún entrelazada con la mía, y pensé que quizá debiese ofrecerle una oportunidad, al fin y al cabo yo mismo había tenido un pasado oscuro, no era nadie para juzgar quién merecía una oportunidad y quién no, a mí me la había dado la vida encontrando a Sarah, y aunque no soportase el recuerdo de la Iniciativa porque podría habérmela arrrebatado, es lo que Sarah haría.

– [b] [i] [color=#4F5360]Entenderás que no nos podemos fiar así como así, ni Dom, ni Sarah, ni yo, ni nadie por el momento, nos habéis hecho pasar por mucho.[/color] [/i] [/b] – le dejé claro. Una cosa era dar una oportunidad para expiar los pecados y otra confiar en alguien así como así, la confianza se gana. – [b] [i] [color=#4F5360]Las oportunidades hay que ganárselas.[/color] [/i] [/b] – añadí, alineándome con mis pensamientos.

– [b] [color=#AB8730]Lo entiendo[/color] [/b].- respondió ella algo entristecida.

– [b] [i] [color=#4F5360]Puedes ser una gran ayuda en el lugar al que vamos. Ahí tienes tu oportunidad.[/color] [/i] [/b] – le ofrecí sin mirarla directamente. Hacer lo correcto era casi siempre el camino más difícil, o el que tardaba más en mostrar los resultados, pero a la larga, el mejor.

Ella asintió, con una ligera sonrisa de alivio. – [b] [color=#AB8730]Trato de dar lo mejor de mí misma…[/color] [/b]- respondió, tal cual habría hecho un activo. Era espeluznante pensar que todo lo que conoces de ti mismo puede ser mentira.

– [b] [i] [color=#BB609C] Esperamos que, con el tiempo, nos cuentes todo lo que sabes[/color] [/i] [/b].- intervino Sarah con una sonrisa. Cualquiera podría pensar que estábamos jugando al poli bueno – poli malo, pero la realidad es que Sarah tenía una bondad que no cabía en ese cuerpo tan pequeño, y a la vez tan bien hecho.- [b] [i] [color=#BB609C] Eres nuestro mejor as bajo la manga[/color] [/i] [/b]. – añadió. La información que Saunders tenía en su poder era un bien muy valioso, tanto para nosotros como sobretodo para los Búhos, con ella podrían ralentizar mucho el avance de la Iniciativa, especialmente si conseguíamos lo que nos disponíamos a hacer.

– [b] [color=#AB8730]Zoë Cooper es una agente de la Iniciativa, cuya misión consistía en acercarse a los Búhos y a la Universidad[/color] [/b].- explicó de forma casi automática, como si estuviese narrando un informe que ya había dado muchas veces. Lo de Zöe no era de extrañar, esa mujer me había dado mala sensación desde el principio, y nunca olvidaría que había sido ella la que había apretado el émbolo de la jeringuilla, inyectando un compuesto en Sarah que podría haberla matado.- [b] [color=#AB8730]Además había un doll infiltrado en vuestro grupo, de impronta inestable por su condición[/color] [/b]. – añadió. La observé atento, analizando palabra por palabra lo que había dicho, «había», uno de los que se habían ido, pero quién, podía ser prácticamente cualquiera. Vi como Christopher y Diana se acercaban al oírlo, giré la cabeza y vi como Ed, Illya y Vincent se acercaban también más.

– [b] [i] [color=#843181]Cecil, Cecil, Cecil…[/color] [/i] [/b]- le cortó Diana, cruzando los dedos. Era el más obvio, eso estaba claro, él y Liad, que al fin y al cabo había salido de la Iniciativa. Parándose a pensar en Cecil…se suponía que venía de una antigua familia muy rica, a la que nunca habíamos visto ni en foto, vivía en un piso, que tampoco habíamos visto nunca, se suponía rico, pero la Xbox que había comprado había resultado ser de fabricación china, y se estropeó al poco y Sarah, Diana, Kay, Elizabeth, Delly, mi madre, y la tía Charisma habían reunido fondos para comprarme una de verdad en mi último cumpleaños, junto a otras cosas. La verdad es que si empezabas a indagar, cada vez surgían más sospechas.

– [b] [color=#AB8730]Su nombre completo es January Theodora Allard y su misión, vigilar a la Cazadora e informar de sus movimientos[/color] [/b].- añadió como si nos estuviese entregando un informe. Eso sí que me sorprendió, porque siempre había achacado la huída de Jan a su falta de consistencia, tanto para las amistades como para todo lo demás, pero ahora resultaba que todo ese tiempo había sido una activo de la Iniciativa. Cuando Saunders habló de que su condición la hacía inestable, debía referirse a la licantropía, que les impedía controlarla adecuadamente. Ahora encajaban las desapariciones y reapariciones de pronto, siempre había sido una activo preparada para acercarse a Sarah. Lo sentía por la pobre dueña original de ese cuerpo, pero la revelación me pareció en parte alentadora, así Sarah sabría que January, en realidad, nunca había existido, era una máscara, un papel y aún así uno no muy bien interpretado porque esos cambios de humor repentinos, y esa aparente forma de ser cambiante según con quién estuviese, debían deberse a la naturaleza inestable de su impronta.

Apreté la mano de Sarah y le di un beso en la mejilla para dejarle ver que todo estaba bien, que no pasaba nada, que todo saldría bien de ese momento en adelante. Y así, con sorprendentes revelaciones, y todo un subterráneo lleno de muchas más, continuamos con nuestro camino, uno al que todavía le quedaba mucho por recorrer. Lo que tenía claro era una cosa, quería recorrer mi camino al lado de Sarah, siempre, y así lo haría, estaba seguro, algo en mi interior, en mi corazón, me hacía estar seguro, como si nuestra historia estuviese escrita en el firmamento, como lo que Stefy nos había mostrado…y por supuesto, también al lado de ellos (y ellas Diana…no cotillees).

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