Moondale

UNA PESADILLA RECURRENTE SE VUELVE REAL

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | La Iniciativa

[color=#81BEF7]MaÑana[/SIZE][/color][/font][/b]

danielojomorao

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Volver a la Iniciativa era como entrar a formar parte de una pesadilla que te ha perseguido mucho tiempo, salvo que esta había sido real. Ese lugar despertaba todo tipo de recuerdos y ninguno agradable, salvo la huida.

La frenética vida que llevábamos no dejaba a veces el tiempo suficiente para procesar las cosas por las que habíamos pasado todos, pero eran suficientes como para hacer a cualquiera refugiarse en la puerta de la locura. No hablábamos muy a menudo entre nosotros de lo que había supuesto pasar casi un mes encerrados en el complejo de la Iniciativa, tratados como cobayas humanas hasta que Nathan, Diana, Christopher, Bill y Ed nos habían ayudado a salir, pero sin duda era algo normal, cuando nos reuníamos, ya fuera por ocio o para salvar al mundo, siempre teníamos cosas mejores que hacer que recordar los malos tiempos.

No habían sido una ni dos las noches que había soñado con el momento en el que sacaron a Sarah de su celda y le inyectaron aquella sustancia que la dotó de una especie de poderes, que sabíamos que eran temporales porque Leonard había insistido en que Sarah no poseía el poder que le habíamos visto usar, pero que podría haberla matado de la misma forma. Cada una de esas noches me despertaba sobresaltado, con el pijama empapado de sudor y las manos tensas, tal y como las tenía mientras golpeaba el cristal con todas mis fuerzas, llegando a abrirme grietas en ellas de la presión que había ejercido, desesperado, contra el inamovible cristal.

Por eso mis sentidos estaban al máximo en ese momento, dudando continuamente de si tendría la suficiente capacidad de reacción en caso de que sucediese algo, vigilando cada esquina, cada pequeño sonido…para no dejar al azar que ese infierno sin vida me arrebatase a cualquiera de ellos, porque si ocurría, tenía claro que haría que ese lugar se convirtiese en un infierno en el pleno sentido de la palabra.

– [b] [i] [color=#BB609C]¿Estás bien? [/SIZE] [/i] [/b]- escuché tras sentir que alguien me tiraba de la sudadera con suavidad. Era Sarah. Solo con el hecho de ver sus ojos me sentí de nuevo en la tierra, pero aún así el miedo siguió ahí. Estaba aterrorizado por la idea de perderla, por volver a sentir la impotencia que sentí en mi celda. Si nos encerraban, esta vez no habría Nathan que anulase el sistema eléctrico, ni Christopher ni Diana ni Ed que nos ayudasen a salir, y Bill no sabría dónde estábamos porque nadie sabía a dónde habíamos ido. Ese había sido uno de nuestros errores, me di cuenta de que en el futuro tendríamos que tener cuidado con estas cosas, y dejar atrás a alguien que supiese dónde estábamos, aunque pensándolo mejor, habíamos hecho bien, si alguien viniese a rescatarnos quedaría también atrapado aquí dentro.

– [b] [i] [color=#4F5360]Más o menos. [/color] [/i] [/b] – respondí incapaz de mentirle, mientras la miraba fijamente a los ojos. La última vez que habíamos estado aquí aún no estábamos juntos, aunque ya por entonces era incapaz de separarme de ella.

– [b] [i] [color=#BB609C]A mí también me da escalofríos este sitio, pero procuro no pensar en ello por Rebecca…y por Dom [/color] [/i] [/b].- me respondió en voz baja. La miré una vez más, siendo consciente de que estaba observando a alguien que era mucho más importante, para el mundo, para su familia y para mí de lo que ella misma se creía. Era la Elegida, ni más ni menos, y nadie le impediría ayudar a sus amigos, por mucho que me hubiese preferido que ella estuviese en un lugar más seguro, nunca me habría dejado convencerla de algo así. Me quedé parado pensando en lo mucho que había crecido, en la gran líder que se había convertido y también en lo mucho que todos habíamos cambiado desde que salimos de este lugar.

Parecía que habían pasado años desde nuestra huida, pero en realidad había sido muy poco tiempo, aunque habían pasado muchas cosas, demasiadas. Muchos de los que habían salido con nosotros hacía tiempo ya que nos habían dejado. Al principio, lo que pasamos en este lugar nos mantuvo unidos, pero el efecto no podía durar para siempre y solo algunos continuamos juntos, unidos por algo más que un trauma, por una amistad en el pleno sentido de la palabra que nos hacía familia. Sus caras fueron deslizándose por mi mente una a una: Jamie había desaparecido, desvaneciéndose en la nada para no afrontar lo que ocurría; Silver se había volcado a su vocación y ahora era presentadora; Fenris estaba en coma desde la lucha contra Mason y John Doe desaparecido de la faz de la tierra; a Ann le había pasado algo muy parecido a lo de Jamie y Silver y había tratado de aislarse del mundo sobrenatural, sin asumir que siempre formarían parte de él, y olvidándose de los que una vez les ayudaron, excepto Silver que se comunicaba con Sarah y Diana por correo y Twitter; Liad por otra parte nunca encajó, simplemente estaba en otro mundo, y tenía una especie de idolatría por alguna gente mientras que a otros los trataba fatal, sentía lo que le había pasado, pero últimamente estaba convirtiéndose en un tirano en potencia, especialmente cuando los demás se daban cuenta de que las cosas que creía que se le daban mejor que a nadie, no eran en realidad así; y por último Cecil, que había resultado un enemigo interno que aún daba problemas pese a haberlo dejado atrás, su complejo de inferioridad, su inestabilidad y su ego dieron fin a una relación condenada desde el principio, quizá debí dejar claro mi «bad yuyu» hacia él desde el principio en vez de darle una oportunidad, nunca se sabía si las cosas habrían sido mejores.

Solo esperaba que al salir de aquí de nuevo, las cosas no cambiasen a peor ahora que habíamos encontrado nuestro equilibrio.

– [b] [i] [color=#4F5360]Por eso mismo no me opuse a que vinieras…pero me preocupa verte de nuevo aquí dentro. Todavía recuerdo verte a través del cristal de la celda. [/color] [/i] [/b] – admití después de quedarme un rato en silencio. Volver aquí dentro, y que Sarah volviese también, era algo que solo haría por cualquiera de ellos, pero por nadie más. La necesitábamos, y además no permitiría quedarse en casa de brazos cruzados mientras su amiga corría peligro, sería algo de lo que se habría culpado toda la vida, pese a no tener la culpa en absoluto.

A ratos volvía a sentir la impotencia que sentía cuando era pequeño, mientras abandonaba mi hogar en el coche de Arthur dejando atrás a mis padres enfrentándose a ese monstruo para defenderme. Si fuese más fuerte los demás no tendrían que estar aquí, podría encargarme de todo sin que corriesen riesgos.

– [b] [i] [color=#BB609C]A mí me da miedo…estar encerrada… [/color] [/i] [/b]- me confesó. Uno de los mayores miedos de Sarah era obviamente la muerte, la ansiedad no deja de ser un reflejo la muerte, que a cada uno se le manifiesta en base a lo que cree que más puede acercarle a esa ella. En el caso de Sarah, su ansiedad venía dada por la falta de aire, y estar a varios metros bajo tierra no ayudaba.

– [b] [i] [color=#4F5360]Saldremos todos de aquí. [/color] [/i] [/b] – le prometí para tranquilizarla. Me había forzado a pensar que las cosas no se complicarían, que no saldrían de otra forma, me negaba a pensar que podrían salir mal, porque no iba a permitirlo. Éramos más fuertes que la primera vez que habíamos estado allí, e íbamos más preparados, pero ahora también conocían nuestros poderes y podían haber diseñado medidas para neutralizarnos.

– [b] [i] [color=#BB609C]Sólo espero que no le hayan hecho nada [/color] [/i] [/b].- respondió pensativa. Sabía perfectamente que se refería a Rebecca. A mí también me preocupaba como se encontraría en ese momento, pero trataba de permanecer positivo, negándome a creer que la chica que conocía desde que era pequeño y que ahora era la novia de uno de mis mejores amigos, fuese a morir en un lugar como ese.

– [b] [i] [color=#4F5360]Ed parece más preocupado desde hace un rato, como si estuviera usando el poder más a menudo, probablemente haya pasado algo, pero no lo más grave, si no, nos lo habría dicho. [/color] [/i] [/b] – expliqué con detalle. Llevaba observando a Ed un buen rato, se le notaba el cansancio en la cara, y a veces caminaba automáticamente, como si su mente estuviese en otra parte. Me fijé también en como Christopher le vigilaba y supe que estaban monitorizando la situación. Si hubiera ocurrido lo peor, Ed se lo habría dicho a Christopher, aunque no me quería poner en su piel en caso de que tuviera que decírnoslo a todos, no quería imaginarme el dolor y la impotencia de Dominic, la ira que yo mismo había sentido muchas veces. Volví a mirar a Ed en ese instante, caminaba distraído así que su mente debía estar dónde estuviera Rebecca, me fijé en su piel, que tenía un tono algo más pálido de lo habitual y empecé a preocuparme de que se estuviese esforzando demasiado, el riesgo no compensaba, no podíamos perderle por algo así después de todo lo que había pasado. Me prometí hablar con él de ello en cuanto tuviésemos un minuto libre, aunque a juzgar por cómo mi hermano no le quitaba ojo, no debía ser el único que estaba pendiente.

– [b] [i] [color=#BB609C]No sé… [/color] [/i] [/b]- respondió dubitativa, por si Ed no quería preocuparnos con lo que ocurriese. Sarah era muy fuerte, tanto física como mentalmente, pero era humana, como todos, y a todos nos flaquean las fuerzas de vez en cuando, pero para eso estaba yo allí, para animarla y apoyarla cuando lo necesitase, al fin y al cabo ella animaba cada uno de mis días, y cuidaba de todos los miembros de nuestra peculiar familia. Alguna vez me había parado a pensar en qué clase de madre sería Sarah, y siempre llegaba a la conclusión de que sería una madre estupenda, y por mucho que pensase que no llegaría a tener hijos porque su legado acabaría enterrándola antes, pelearía hasta con mi último aliento para que la niña que vi en aquél mundo de pesadilla, tanto en el que nos introdujo el Demonio del Miedo fuese real, la misma niña que también estaba en el futuro distópico que nos habían mostrado, y me encargaría de que Sarah viviese para ver también a sus nietos, aunque tuviese que descender a los mismísimos infiernos como Orfeo.

– [b] [i] [color=#4F5360]Se le habría notado, está preocupado, pero si sigue mirando es porque Rebecca sigue viva. [/color] [/i] [/b] – dije pasando una mano por su cintura para acercarla a mí. Sentir su cuerpo contra el mío me dio una sensación reconfortante y difícil de explicar. Una vez había escuchado contar a Gabrielle en Xena la historia de los orígenes, en los que todos éramos dos personas unidas, que un día se separaron y cada parte pasaría su vida buscando a la otra mitad. Había algo en mi interior que me decía que mi otra mitad era Sarah, y cuando estaba cerca de ella me aseguraba aún más.

– [b] [i] [color=#BB609C]Eso espero [/color] [/i] [/b].- respondió con tristeza. La conexión que teníamos me hacía sentirme triste cuando la veía así, pero tenía que sacar fuerzas de la flaqueza para conseguir que ella se animase, era como si al conseguirlo, el mundo pudiese seguir girando, pasase lo que pasase. Pensé en Diana en ese momento, en como intentaba siempre hacer sonreír a los demás pasase lo que pasase, y la entendí perfectamente.

Me agaché un poco y la besé en la frente, sintiendo su suave piel contra mis labios mientras volvía a prometerme que todo saldría bien, que saldríamos todos sanos y salvos y que Dominic recuperaría a Rebecca, pero aunque la recuperase, sabía que siempre tendría otras preocupaciones. – [b] [i] [color=#4F5360]Me preocupa Dom, aparte de Rebecca obviamente. [/color] [/i] [/b] – compartí con ella.

– [b] [i] [color=#BB609C]Ya… [/color] [/i] [/b]- respondió pasándose una mano por el flequillo, gesto que solía hacer cuando estaba preocupada. Miré a Dominic, a la cabecera de la comitiva que Sarah y yo cerrábamos y mi mente me trajo viejos recuerdos, de un Daniel que ya no era, pero que podría volver a ser de un instante a otro si algo le pasase a Sarah.- [b] [i] [color=#BB609C]Si esto sale mal…no sé [/color] [/i] [/b].- suspiró con preocupación.

– [b] [i] [color=#4F5360]Confío en que la salvaremos, lo que me preocupa es… [/color] [/i] [/b] – empecé a explicar. No me gustaba hablar de mi pasado, de mis viejos sentimientos, me avergonzaba de ello, y siempre temía que Sarah me viese de verdad, con lo que era ahora pero también lo que había sido, y decidiese que no era lo suficiente para ella. – [b] [i] [color=#4F5360]Cuando te llevaron al recinto central para experimentar…hice todo lo posible por romper el cristal…todo… [/color] [/i] [/b] – empecé a explicar. [i]Sangre en las manos. El chasquido de una falange del pie al romperse. Una silla en el suelo. Un cristal inamovible. Una aguja atravesando el brazo de Sarah. Y la oscuridad tiñendo mi interior.[/i] – [b] [i] [color=#4F5360]Si hubiera podido salir creo que les hubiera matado a todos. [/color] [/i] [/b] – solté al final. Durante esos escasos minutos vi la escena una y otra vez, salía de la celda, le partía el cuello a los guardias y cogía las armas para matar a los que protegían a los médicos. Después llegaba hasta ellos y acababa con la vida de todos los que siguiesen allí.

Sarah se quedó callada y temí que hubiese dejado ver algo de mí demasiado oscuro, temí que viese a un Daniel al que no conocía, al que no quería.- [b] [i] [color=#BB609C]Por suerte, no hiciste nada de lo que ahora puedas arrepentirte [/color] [/i] [/b].- respondió. Intenté deshojar esa frase, junto con sus gestos, para saber qué opinión tendría de mí ahora, pero mis propios nervios me impedían esta vez adivinar lo que debía estar pensando. Mi mente solo pensaba si ella seguiría pensando igual de mí, si me creería capaz de hacerlo, de matar a alguien.

– [b] [i] [color=#4F5360]Me preocupa el sentimiento. [/color] [/i] [/b] – expliqué mirando de nuevo hacia Dominic, que en ese momento estaba lanzando contra el soporte de un extintor a un guardia que se había cruzado en nuestro camino. – [b] [i] [color=#4F5360]Lo conozco demasiado bien como para querer que Dom pase por lo mismo. [/color] [/i] [/b] – añadí. Dominic y yo habíamos pasado por cosas parecidas, y por eso me resultaba fácil entrar en su mente. Si hubiese sido a Sarah a la que se hubiesen llevado, sería yo el que estaría al frente del grupo, o quizá solo, llevándose por delante todo lo que se interpusiese entre los dos.

– [b] [i] [color=#BB609C]Saldremos de ésta y la semana que viene esto sólo será una anécdota [/color] [/i] [/b].- respondió tratando de sonar convincente. Las tornas habían cambiado y ahora era ella la que intentaba animarme a mí.

Negué ligeramente con la cabeza. – [b] [i] [color=#4F5360]Sé lo que Dom está pensando, aunque salgamos, Preston seguirá estando ahí. [/color] [/i] [/b] – expliqué. Si se había llevado a Rebecca una vez, podría volver a hacerlo mientras su sombra siguiese ahí, amenazando nuestras vidas. La única forma de impedirlo era una que no quería ni pensar, pero que no dejaba de dar vueltas en mi cabeza.

– [b] [i] [color=#BB609C]No somos lo bastante fuertes para destruir la Iniciativa [/color] [/i] [/b].- dijo Sarah con sinceridad después de pasar un rato en silencio, pensando.- [b] [i] [color=#BB609C]Primero tenemos que acabar con el Doctor y prepararnos para…esto [/color] [/i] [/b]. – añadió. Incluso la idea de derrotar al Doctor parecía lejana e inalcanzable.

– [b] [i] [color=#4F5360]Yo tampoco puedo prometerte qué haré llegado el momento, Preston también es una amenaza para ti. [/color] [/i] [/b] – reconocí sintiendo como mi cuerpo se tensaba.

– [b] [i] [color=#BB609C]Es una amenaza para todos, pero no estamos preparados para ello [/color] [/i] [/b].- dijo deteniéndose y cogiendo mi cara con ambas manos, para que la mirase.- [b] [i] [color=#BB609C]Tienes que prometerme que no… [/color] [/i] [/b] – que no me inmolaría, que no cometería una locura para salvarla. Era tan difícil como decirme que dejase de existir. Me tomé un momento para saber qué decirle.

– [b] [i] [color=#4F5360]No puedo permitir que tengas que volver alguna vez a este sitio…nunca. [/color] [/i] [/b] – dije al fin. La vi de nuevo en esa camilla mientras me veía a mí mismo observándola tras el cristal, vi a Ed y a Diana conectados a una máquina para monitorizar todo lo que viesen, a mi hermano tratado como a un perro, a Illya sometida a tentaciones para ver qué era lo que hacía que no quisiese alimentarse de humanos, a Dominic convertido en un autómata a sus órdenes, separado para siempre de Rebecca…no podía permitir que eso ocurriese.

– [b] [i] [color=#BB609C]No volveré [/color] [/i] [/b].- me respondió completamente convencida.- [b] [i] [color=#BB609C]Pero no te arriesgues en vano [/color] [/i] [/b]. – me pidió. Nunca me arriesgaría en vano, siempre buscaría la forma de sobrevivir para estar con ella, pero si no había ninguna otra forma…

– [b] [i] [color=#4F5360]Te quiero, ¿vale? [/color] [/i] [/b] – dije aún mirándola a los ojos. Después volvimos a caminar para que los demás no se extrañasen al vernos rezagados. – [b] [i] [color=#4F5360]No me gustaría tener que matar a ninguna persona…es otra línea más… [/color] [/i] [/b] – solté pensativo. Necesitaba desahogarme con alguien y Sarah era la única que podía animarme en ese momento, por un lado no quería permitir que esa amenaza se cerniese siempre sobre nuestras vidas, pero por otro, quitar una vida era una línea que no me gustaría traspasar, me convertiría en una persona muy distinta. Tenía miedo de perder a Sarah allí dentro, o de perderme a mí mismo en el proceso, o a alguno de ellos.

Me pasé un momento pensando en la diferencia entre la línea que ya había cruzado al quitar la vida a muchos demonios y vampiros y lo que significaría quitársela a un ser humano igual de malvado que ellos. En realidad, no había ninguna, para mí, quizá en parte gracias a la influencia de mi familia, los seres humanos y los sobrenaturales siempre habían sido iguales, todos merecedores del respeto, pero no ponía reparos en acabar con la vida de un demonio malvado. Recordé el tiempo que pasé solo, como buscaba nuevos enfrentamientos…nuevas víctimas por decirlo de alguna forma y acababa con los que suponían una amenaza. Nunca había acabado con la vida de ninguno inocente, ni de ningún licántropo, pero la diferencia entre ambas líneas era demasiado tenue. En ese momento me habría gustado poder tomar la decisión de no matar a nadie más, ni ser humano, ni demonio, pero no podía, Sarah estaba obligada a ello, y yo siempre la acompañaría, tenía que confiar en que no había otra forma de proteger al mundo.

– [b] [i] [color=#BB609C]Yo también te quiero y por eso, sé que es una línea que nunca traspasarás [/color] [/i] [/b].- dijo con una ligera sonrisa, devolviéndome al presente, a un mundo con esperanzas de futuro. – [b] [i] [color=#BB609C]Confío en ti [/color] [/i] [/b].- añadió, cogiendo mi mano con la suya y apretando. Si Sarah confiaba en mí eso significaba que quizá, por ella, pudiese mantener el control y hacerlo lo mejor posible, y Dominic podría hacer lo mismo por Rebecca. No podía dejar de terminar con la vida de los demonios más malvados, ni con la de los vampiros sedientos de sangre, porque todos eran una amenaza incontrolable de cualquier forma, pero podía prometerme a mí mismo que no terminaría con la vida de ninguna persona si podía evitarlo, salvo que no hubiese ninguna otra forma.

Me acerqué a Sarah y le di un suave beso en los labios, no era el mejor momento, pero necesitaba dejarle ver lo que sentía. En ese momento sentí como uno de los bolsillo de mi pantalón vaquero vibraba.- [b] [i] [color=#BB609C]¿Llevas un vibrador en el bolsillo? [/color] [/i] [/b]- bromeó Sarah, dejando claro de quién era hermana. No pude evitar sonreírle con picardía, llevado ligeramente por recuerdos de otros momentos más agradables. Cogí el teléfono y vi que era Delia, mi madre. – [b] [i] [color=#4F5360]Es Delly. [/color] [/i] [/b] – descolgué y miré alrededor para comprobar que no había nadie cerca a quien alertar. – [b] [i] [color=#4F5360]Mamá, nos coges en mal momento. [/color] [/i] [/b] – le expliqué a toda velocidad.

– [b] [color=#7411AD] Lo siento hijo, es que…ha mordido a Buffy.[/color] [/b] – me respondió. La voz le flaqueaba por los nervios. Sentí una punzada en el estómago y no pude evitar preguntarle, pese al lugar en el que estábamos, siempre hay que cuidar a la familia, y la mía abarcaba tanto a los que estaban allí dentro conmigo, como a los que estaban tranquilamente en casa de Sarah, peleándose por un baño, como a los que estaban a miles de kilómetros, sin olvidarme nunca de los que ya no estaban.

– [b] [i] [color=#4F5360]¿Está bien? [/color] [/i] [/b] – pregunté preocupado. Todavía recordaba la sonrisa de satisfacción de Sarah al haberle encontrado una compañía a Stephanie para cuando nos fuésemos. Diana, Ed, Dom, Christopher, incluso Illya habían sonreído cuando Stephanie dijo que iba a llamarla Buffy, porque era la única Cazadora que aceptaba después de Sarah, y como no podía llamar Sarah a la perra, dijo que se conformaba. Si a la perra le había pasado algo, no quería ni imaginarme como podría estar Stephanie ni cómo de triste se pondría Sarah.

– [b] [color=#7411AD] Era una perra grande, y le hizo una herida muy profunda…[/color] [/b] – explicó mi madre. Empecé a temerme lo peor y los nervios me recorrieron el cuerpo. Una perra tan pequeña…A mis padres, los que ya no estaban, les encantaban los animales, y fui a parar a un hogar dónde sucedía lo mismo, aunque Delia había sido reticente al principio, si ahora se llevaban a cualquiera de las dos perras, la matarían de un disgusto. Era por todo eso por lo que imaginarme a la perra herida me creaba un nudo en la garganta, pese a todo lo que había visto a lo largo de mi vida. – [b] [color=#7411AD] Se ha curado.[/color] [/b] – añadió al poco, sorprendida.

– [b] [i] [color=#4F5360]¿Qué? [/color] [/i] [/b] – pregunté sin asimilarlo. Sarah me miró, como preguntando qué ocurría. Tapé un segundo el teléfono y se lo expliqué rápidamente, después le dije que se acercase y escuchase también.

– [b] [color=#7411AD] Que se ha curado…la herida se ha cerrado en un santiamén delante de nuestros ojos…cómo…como lo que tú haces…pero ella sola…[/color] [/b] – explicó como pudo, superada por la mezcla de susto y alivio.

– [b] [i] [color=#4F5360]¿Las perras se regeneran? [/color] [/i] [/b] – pregunté en voz alta, asombrado.

– [b] [i] [color=#843181] Algunas sí, mira la Stroker que parecía que tenía siete vidas [/color] [/i] [/b].- respondió Diana, que debía haber tenido «la antena puesta» como diría Delia, todo ese rato. Pese a lo poco que había conocido a Lila Stroker, sabía que su forma de meterse con ella estaba justificada, y cuando nos explicó lo que le había hecho en su realidad…dejaba claro que era simplemente despreciable.

– [b] [color=#7411AD] Sí…queríamos avisaros y que vigiláseis a ver si le pasa también a las vuestras.[/color] [/b] – explicó mi madre. No sabía si alegrarme, porque podían vivir muchísimo tiempo, o preocuparme por si ese poder tenía alguna complicación o era el efecto secundario de algo peor, por el momento prefería quedarme con la parte positiva hasta que no viese lo contrario.

– [b] [i] [color=#4F5360]Estamos en una misión, así que en cuanto terminemos os llamamos…un saludo de todos. [/color] [/i] [/b] – me despedí a prisa, sintiendo dejarles así, pero corríamos peligro. Quise añadir que les quería, por si no volvía a verles, pero no conseguía que las palabras saliesen de mi boca.

– [b] [color=#7411AD] Vale hijo, tened cuidado.[/color] [/b] – respondió ella, ahora preocupada por nosotros. Después colgó, dejándome con la sensación de que no me había despedido lo suficiente.

– [b] [i] [color=#BB609C]¿Vamos? [/color] [/i] [/b]- preguntó Sarah sonriéndome, como si hubiese presentido que había vuelto a preocuparme, esta vez por algo distinto. Asentí sonriéndole y vi como Diana nos miraba de reojo y alzaba las cejas, bromeando como siempre, así que para devolverle la broma, me acerqué a Sarah, cogí su cara con ambas manos y la besé con pasión, primero por sorpresa y al poco sintiendo como me devolvía el beso.

– [b] [i] [color=#843181] ¡Buscaos una habitación! ¿Es que no respetais ni las misiones de infiltración? [/color] [/i] [/b]- dijo acercándose a nosotros mientras me tiraba de la manga para apartarme. Al ver a alguno sonreír, entendí porque Diana utilizaba ese método, era mucho más reconfortante ver a los demás sonreír como si los problemas no existiesen mientras tú te los tragas.

Sarah se separó y le soltó un suave manotazo a Diana para que nos soltase. – [b] [i] [color=#BB609C]¿Seguimos? [/color] [/i] [/b]- preguntó. Por un momento la miré con los ojos abiertos.- [b] [i] [color=#BB609C]La misión de rescate [/color] [/i] [/b].- aclaró con rapidez. Asentí y nos dirigimos a lo que quiera que nos deparase ese lugar, pero con una certeza, como mínimo saldríamos con uno más de los que habíamos entrado, no iba a permitir que fuese de otra forma. Con voluntad el futuro parecía más moldeable, incluso capaz de mover montañas. Si teníamos que tirar abajo la Iniciativa al completo, lo haríamos, aunque alguien parecía estar adelantándose, pero encontraríamos a Rebecca y saldríamos todos sanos salvos. Y la siguiente parada sería el Doctor.

[/color]

[spoiler]Espero que os guste, yo no voy del todo convencido xD. Por cierto, Daniel no tiene el ojo morao pero la oscuridad de esa imagen le venía de perlas.[/spoiler]

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