[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Dominic Williams | Casa de la infancia
[color=#E16C13]Tarde[/SIZE][/color][/font][/b]
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Había aplazado demasiado el regreso a la que fuera mi casa de la infancia cuando los Grandes Poderes me dijeron que allí encontraría algo. Cuando estaba en Moondale me decía a mi mismo que estaba demasiado ocupado como para coger un avión y ponerme a buscar. Ahora que estábamos en Escocia y en un viaje de carretera no podía seguir aplazándolo.
Durante el trayecto pensé en más de una ocasión en decirles que mejor volvíamos a casa de los McLeods y ya iría yo solo en algún otro momento, pero no me atreví. También estaba la opción de que pinchásemos y se nos hiciera demasiado tarde, a lo que no pondría ninguna pega en no ir. Pero salvo por el intento de Ed de matarnos involuntariamente el viaje fue tranquilo y rápido, quizás demasiado rápido.
Bajamos todos del coche y nos pusimos en un corrillo para no quedarnos helados, no estaba lloviendo pero si cayendo esas mininillas molestas que no llegan a ser nieve.
– [b] [i] [color=#843181]Está mejor que la de la señora…[/SIZE] [/i] [/b]- Dijo Diana por lo bajo. Di un resoplido y levante la cabeza que hasta ese momento había permanecido mirando al suelo para echar un vistazo. Para tener sus décadas estaba bastante decente, tenía varios desconchones, pero era algo que se podía solucionar con grandes cantidades de pintura.
-[b] [i] [color=#383A72] Gracias por el viaje, no me entretendré mucho.-[/color] [/i] [/b] Esta noche era Luna llena y aun así McLeod no puso ninguna pega en desviarnos del camino. Era algo que le agradecía profundamente aunque no se lo hubiese dicho, por lo que la mejor manera de demostrárselo era no demorándome demasiado.
– [b] [i] [color=#457238]Te dejamos solo entonces[/color] [/i] [/b].- Dijo él dándome una palmadita en la espalda de estas típicas de los padres.- [b] [i] [color=#457238]Suerte.[/color] [/i] [/b]
Di un par de pasos y me detuve en seco. No sabía muy bien porque, tenía una extraña sensación de temor. Era absurdo, no había tenido miedo en mi vida y ahora lo encontraba en cualquier parte, miedo a perder a Rebecca y mis amigos, incluso en una viaja casa de la infancia de la que solo guardaba dolor.
-[b] [i] [color=#383A72] Si alguien quiere entrar no le voy a decir que no. Se que estas deseando olismear.-[/color] [/i] [/b] Les dije girándome, en especial a Diana, Sabía que ella en especial no seria capaz de resistirse.
– [b] [i] [color=#843181]¡Bieeen![/color] [/i] [/b]- Aplaudió ella contenta.- [b] [i] [color=#843181]Es broma, esta vez me voy a comportar como la adulta que en teoría soy[/color] [/i] [/b].- Añadió asintiendo muy formal.
– [b] [i] [color=#457238]Nos quedaremos en una esquina cuando entremos para no estorbarte demasiado y por si necesita ayuda.[/color] [/i] [/b] – Añadió McLeod. – [b] [i] [color=#457238]No te habían dicho dónde buscar ¿no?[/color] [/i] [/b]
-[b] [i] [color=#383A72] No, pero tengo una idea de por donde empezar.-[/color] [/i] [/b] Dije mientras íbamos todos hasta el pequeño porche delantero para refugiarnos de la lluvia que había empezado a caer con más fuerza.
– [b] [color=#CC858A]Yo te ayudo[/color] [/b].- Note a Rebecca darme la mano con fuerza y me invadió una sensación de calidez. No me hubiese importado que se quedara apartada con el resto mientras buscaba, pero al ofrecerse a ayudarme no hacia más que conseguir que la quisiera más. Ella se pesaba que había domado a un mujeriego pero no sabía lo afortunado que yo era por tenerla a mi lado – [b] [color=#CC858A]Si quieres, podemos empezar por el salón e ir subiendo[/color] [/b].
-[b] [i] [color=#383A72] Me parece buen plan.-[/color] [/i] [/b] Saque la llave que le había pedido a Arthur y al abrir la puerta esta pego un chirrido típico de las casas abandonadas, a la mano de pintura habría que añadirle engrasar la puerta. Rebecca no se sobresalto pero sabía que se había asustado porque me apretón la mano con fuerza por un instante.
Di un último resoplido y entre en la casa, lo primero que me encontré fue el salón, todos los muebles estaban cubiertos por sabanas pero podía intuir todo lo que había debajo de cada una. Un sofá, un sillón, una tele de la época, recuerdo que había que levantarse para cambiarla, a la derecha una mesa con sus correspondientes sillas, un mueble con libros y otro en el que estaba la vajilla. A la izquierda del salón estaba la cocina que se conectaba con una barra americana y al fondo del salón las escaleras al segundo piso.
-[b] [i] [color=#383A72] No os quedéis en la puerta, entrad y sentaos donde podáis.-[/color] [/i] [/b] Les dije a los demás. No era plan de que se quedaran en el porche con el frío que hacia.
– [b] [i] [color=#BB609C]Gracias[/color] [/i] [/b].- Dijo Sarah hablando por todos. Se acercaron hasta la mesa y sacaron un par de sillas de debajo.
-[b] [color=#CC858A]¿Esta casa sigue siendo de tu familia?[/color] [/b] – Pregunto Rebbeca mientras quitábamos la sabana de los muebles y nos poníamos a buscar entre las repisas y algunos libros.
-[b] [i] [color=#383A72] Si. Arthur cogió lo que nos iba a hacer falta y dejo todo lo demás. Nunca la puso en venta.-[/color] [/i] [/b] En cierta forma entendía porque no lo había echo. No era difícil vender una casa en la que había fallecido alguien, se venden baratas y hay gente a la que no le importa su pasado, pero para Arthur era algo personal, no podía desprenderse de ella. En cierta forma le entendía, nunca había vuelto a ver hasta ahora pero no podía imaginar a nadie viviendo en ella salvo a mis padres.
– [b] [color=#CC858A]Me gusta.-[/color] [/b] Dijo ella asintiendo mirando alrededor y durante una fracción de segundo me imagine viviendo con ella aquí.
-[b] [i] [color=#383A72] Es… acogedora supongo.-[/color] [/i] [/b] No era un casa grande, más bien mediana tirando a pequeña, pero tenía su encanto.
– [b] [color=#CC858A]Es un poco como tú, parece fría, pero luego tiene su encanto[/color] [/b].- Añadió sonriendo y le devolví la sonrisa, simplemente me había leído la mente.
-[b] [i] [color=#383A72] Por aquí no hay nada.-[/color] [/i] [/b] Dije girándome a los demás. En el suelo había una mancha que no encajaba con el resto del suelo, era sangre reseca que no había desaparecido del todo. Me dio un escalofrío y me sacudí para recomponerme, Mire a los demás para comprobar que no habían notado mi reciente bajonazo -[b] [i] [color=#383A72] Voy a mirar arriba. Os ofrecería algo de comer, pero lo que quede dudo que pasara del 2000.-[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#843181]¿Soy la única que está deseando beberse algo caducado?[/color] [/i] [/b]- Pregunto Diana sonriendo para animar cosa que consiguió. Al lado vi a Daniel mirar hacia el techo.
– [b] [i] [color=#4F5360]Quizá haya algo en el desván…[/color] [/i] [/b] – Dijo con un ligero tono de pesar en la voz. En cierta forma sabía que él me entendía, habíamos pasado por lo mismo, ambos habíamos perdido a nuestros padres, pero el también había perdido una casa de recuerdos, yo tenía una a la que nunca había vuelto por ellos. Parecía una maldición de aesirs, solo de pensar en que podría acabar ocurriendo lo mismo otra vez y que en el proceso también muriera Rebecca me daba escalofríos. Seguro que Daniel también pensaba en ello.
-[b] [i] [color=#383A72] Esa es una buena idea.-[/color] [/i] [/b] El desván era el sitio que tenía en mente desde un principio pero con lo que viví allí me daba miedo volver a el.
Subí las escaleras y tras de mí iba Rebecca. Las cuatro puertas que daban a los cuartos y el baño estaban cerradas. Tras de mi podía escuchar el susurro de algunos hablando abajo y en el aire podía olerse la humedad de tantos años cerrado todo.
Me acerque hasta la anilla que daba al desván y tire de ella quedándomela en la mano. Hubiese sido perfecto para dejarlo y marcharme ya, pero me resigne y use mi poder para hacer baja la escalera.
– [b] [i] [color=#383A72]Quizás quieras esperar aquí, puede haber ratas.[/color] [/i] [/b] Por un lado quería que me acompañase, pero por otro no quería que le pasara nada arriba.
– [b] [color=#CC858A]¿Te acuerdas de Cecil? Pues eso[/color] [/b].- Dijo con cara de asco consiguiendo sacarme una sonrisa.
Subí primero y después le di la mano para ayudarle de que no se resbalara. Nos pusimos manos a la obra buscando en las numerosas cajas que allí había. Tras unos 5 o 10 minutos me iba a dar por vencido hasta que choque con lo que parecía ser un baúl. Le quite la sabana de encima y lo abrí. Quite un par de mantas viajes de dentro y encontré otro baúl más pequeño dentro.
Al abrirla encontré numerosas cartas dirigidas a mi madre firmadas con un “tu querida hermana” y una foto en la que salían ambas en lo que parecía ser el porche de casa. En el suelo a los pies de ambas había dos niños de un par de años jugando con unas piezas de rompecabezas.
– [b] [color=#CC858A]¿Quién es?[/color] [/b]- Pregunto Rebecca echándole un vistazo a la foto.
-[b] [i] [color=#383A72] Es mi madre y su hermana.-[/color] [/i] [/b] Le respondí. Era sorprendente lo que Jess se parecía a mama.
– [b] [color=#CC858A]Tenías cara de bueno[/color] [/b].- Dijo ella con cariño pasando un dedo por la cara del bebe que debía ser yo y luego, señala al otro niño.- [b] [color=#CC858A]Siento parecer estúpida, pero tampoco sabía que tuvieras un primo… asiático.[/color] [/b].
-[b] [i] [color=#383A72] Yo tampoco lo sabia.-[/color] [/i] [/b] Dije sorprendido. Los Grandes Poderes me habían llevado hasta otro familiar, y tenía la extraña sensación de que él ya me había encontrado.
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