Moondale

DESEANDO SER MAS VALIENTE

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Sarah Echolls | Casa de las Echolls

[color=#black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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La llovizna, apenas perceptible por la vista, me estaba calando hasta los huesos y si a eso le unías el viento helado que soplaba con la fuerza de mil demonios, lo que obtenías era un día frío a más no poder. Los zapatos negros con la puntera despegada y vuelta a pegar tantas veces o la vieja chaqueta que una vez perteneció a mi madre, no eran, lo que se dice, el atuendo más adecuado para un día de frío, pero si unos años atrás la única preocupación que tenía en mi vida era “no tener nada que ponerme” cuando abría las puertas de mi armario, ahora una de las muchas preocupaciones era un “no tengo nada que ponerme, pero nada de nada”. La ropa y el calzado eran bienes preciados, pues la mayoría de las fábricas habían perecido cuando sus obreros lo habían hecho y las que no, estaban sujetas a las injustas leyes del comercio internacional impuestas por sus respectivas Treguas, por lo que sólo las clases más pudientes podían presumir de tener, por ejemplo, unas botas con las que proteger los pies de la lluvia.

Continué avanzando como una autómata bajo la lluvia, incapaz de asumir la muerte de McLeod, sin atreverme a recoger la bicicleta para volver a casa, una casa en ruinas llena de fantasmas y de recuerdos de la vida que una vez tuve.

Al ver que empezaba a llover con más fuerza, me abotoné la chaqueta y apuré el paso, hasta que me pareció ver a alguien acercarse. Lo primero que pensé fue en esconderme, pero ningún lugar parecía lo bastante bueno, así que me quedé quieta, como una estatua, como si intentase fundirme con el paisaje.- [b] [i] [color=#BB609C]¿Q-quién anda…ahí?[/SIZE] [/i] [/b]- Tartamudeé, cuando lo que quería era parecer valiente.

Quien quiera que fuese, no respondió, sino que siguió avanzando en mi dirección hasta que se desplomó a pocos pasos de distancia.- [b] [i] [color=#BB609C]¿E-estás…bien? ¿Quieres que llame a…? A nadie, porque las ambulancias funcionan bajo mínimos[/color] [/i] [/b].- Pensé en voz alta al observar, con la tenue luz de la farola, que era un chico.

– [b] [i] [color=#4F5360]McLeod..¿está…?[/color] [/i] [/b] – Me preguntó con dificultad, parecía herido, pero no conseguía ver dónde, además parecía conocer a Christopher, pero ¿de qué?

– [b] [i] [color=#BB609C]Sí…[/color] [/i] [/b]- Murmuré con un hilo de voz, agachándome hasta donde estaba para visualizar su herida.

– [b] [i] [color=#4F5360]Ayúdame…[/color] [/i] [/b] – Me pidió, colocando su mano sobre la mía para dejar caer una aguja y una bobina de hilo negro.- [b] [i] [color=#4F5360]Por favor[/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#BB609C]¿Yo? P-pero si no sé, sólo soy…yo no…[/color] [/i] [/b]- Noté cómo empezaba a temblar violentamente e intenté rechazar la aguja y el hilo, dispuesta a irme corriendo, pero el chico no se amedrentó y se rasgó la camisa para mostrarme una herida que tenía en el costado. – [b] [i] [color=#4F5360]No hay tiempo…he perdido demasiada sangre.[/color] [/i] [/b]

Me quedé en silencio unos segundos, observando cómo no cesaba de manar sangre de la herida. No sabía qué debía hacer, ni entendía por qué debía ayudarle: ¿Y si todo era una trampa? Pero al final, al verle temblar de frío y cómo sus ojos se clavaban en los míos, haciéndome más daño del que nunca sentiría, accedí. Tomé la aguja con los dedos de la mano izquierda y con la derecha conjuré una llama de fuego diminuta para esterilizarla. Una vez estuvo esterilizada, utilicé la mano libre para conjurar un pequeño haz de luz curativa, de muy baja intensidad, porque no estaba muy habituada a ese tipo de hechizos.- [b] [i] [color=#BB609C]Ojalá supiera algún…hechizo analgésico[/color] [/i] [/b].- Me lamenté en cuanto tuve el hilo dentro de la aguja. El chico asintió quitándole importancia y rompió la manga de la camisa para hacer una bola que se introdujo en la boca para morderla.

– [b] [i] [color=#BB609C]Quizás…sería mejor que te dejaras ir si tu cuerpo…considera que debe desmayarse[/color] [/i] [/b].- Le comenté dando la primera puntada. A lo mejor era buen momento para decirle que no sabía coser.

Él, negó con la cabeza al escucharme y se sacó el trapo de la boca.- [b] [i] [color=#4F5360]Estoy acostumbrado al dolor.[/color] [/i] [/b] – Volvió a metérselo y esbozó una sonrisa que intentaba ocultar el dolor que sentía, pero la pose no le duró mucho y llevó su mano a la mía.

– [b] [i] [color=#BB609C]N-no me aprietes mucho, que no tengo fuerza[/color] [/i] [/b].- Al verle sonreír con el trapo en la boca, no pude evitar reírme, un poco avergonzada porque mi relación con los chicos se había limitado a Ed, que nunca se había percatado de mi existencia.

Se quedó mirándome a los ojos y desvié la vista en dirección a la herida. – [b] [i] [color=#4F5360]…cias…[/color] [/i] [/b]  – Farfulló con el trapo dentro de la boca.

– [b] [i] [color=#BB609C]…De nada[/color] [/i] [/b].- Le respondí cohibida: ¿Todos los chicos miraban así o sólo era éste?

– [b] [i] [color=#4F5360]Tu…nombre.[/color] [/i] [/b] – Me señaló intentando explicarse.

– [b] [i] [color=#BB609C]Sarah, ¿y tú…?[/color] [/i] [/b]- No quise mirarle para no ponerme nerviosa y acabar cosiendo lo que no era.

– [b] [i] [color=#4F5360]Daniel. Christopher y yo…nos conocemos hace tiempo…[/color] [/i] [/b] – Al escuchar otra vez el nombre de McLeod, noté cómo me rompía por dentro, pero aguanté. Hacía mucho que no lloraba.- [b] [i] [color=#BB609C]Te está quedando una cicatriz de esas que les gustan a las chicas de las películas[/color] [/i] [/b].- Cambié de tema.

– [b] [i] [color=#4F5360]Prefiero las reales.[/color] [/i] [/b] – Noté cómo volvía a mirarme cuando corté el hilo con la boca. Desde luego, no era la mejor posición para mantener una conversación seria. – [b] [i] [color=#4F5360]Siento pedírtelo, pero necesito tu ayuda para caminar.[/color] [/i] [/b]

Asentí con la cabeza y le ayudé a incorporarse, guardando la aguja y el hilo en el bolsillo de la chaqueta.- [b] [i] [color=#BB609C]T-te…llevaré a mi casa, si te parece bien[/color] [/i] [/b].- Hice una pausa, sin saber de dónde me venía esa valentía sin explicación.- [b] [i] [color=#BB609C]Está…más cerca, n-no pienses que quiero ligar contigo ni nada por el estilo[/color] [/i] [/b].- Esperé a que se apoyara en mí.

– [b] [i] [color=#4F5360]Desventajas de conocernos en el fin del mundo.[/color] [/i] [/b] – Me sonrió y noté cómo se apoyaba en mi hombro.

– [b] [i] [color=#BB609C]A lo mejor…en otra realidad, ¿quién sabe?[/color] [/i] [/b]- Respiré con dificultad, porque pesaba más de lo que estaba acostumbrada a cargar.

– [b] [i] [color=#4F5360]Es posible, hay algo en ti que me resulta familiar…y tranquilizador.[/color] [/i] [/b] – Meditó mirándome nuevamente y arqueé una ceja, tal como habría hecho Diana.- [b] [i] [color=#BB609C]¡Ese truco es muy viejo![/color] [/i] [/b].- Dejé escapar una carcajada, la primera desde hacía…mucho tiempo.

– [b] [i] [color=#4F5360]Tengo un alma vieja.[/color] [/i] [/b] – Reconoció y puso una mueca de dolor que me hizo pensar que le había cosido muy mal.- [b] [i] [color=#4F5360]No es la mejor forma de presentarse, pero…me estoy muriendo.[/color] [/i] [/b] – Al escucharle decir eso, noté cómo el corazón se me aceleraba. – [b] [i] [color=#4F5360]No soy del todo humano, soy aesir, llevo sangre de Cazadora. Un licántropo me mordió y ahora mi cuerpo esta en lucha constante, deteriorándome.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#BB609C]Te…te vas a poner bien, ya lo verás. Guarda las fuerzas[/color] [/i] [/b].- Intenté reconfortarle en silencio.

Continuamos caminando hasta que llegamos a mi casa. El camino fue largo, sobre todo porque tuvimos que atravesar por muchas callejuelas para evitar las calles más conflictivas, pero al final llegamos.- [b] [i] [color=#4F5360]Eres mi ángel de la guarda.[/color] [/i] [/b] – Comentó echando un vistazo a las ruinas de la casa de mi familia.

Negué con la cabeza incapaz de decir algo, abrí la puerta y entramos en la pequeña estancia que hacía de salón, dormitorio y lo que hiciese falta. La casa había quedado prácticamente inutilizada y sólo quedaban los restos del salón, la cocina y el baño de la planta baja.-[b] [i] [color=#4F5360]Estaba a punto de desangrarme en un aparcamiento vacío en una ciudad infestada de vampiros y demonios…no creo en las coincidencias.[/color] [/i] [/b] – Me dijo mientras le ayudaba a sentarse en el sofá.- [b] [i] [color=#4F5360]Y me has conseguido un tiempo que pienso aprovechar, el plan no morirá con Christopher.[/color] [/i] [/b]

Me quedé en silencio un par de minutos. Si quería dejar de ser una cobarde, tenía que empezar haciendo algo.- [b] [i] [color=#BB609C]Te ayudaré[/color] [/i] [/b].- Hablé en voz baja, porque las paredes tenía oídos.- [b] [i] [color=#BB609C]Se lo debo[/color] [/i] [/b].- Volví a callarme, intentando encontrar las palabras adecuadas.- [b] [i] [color=#BB609C]Mara y Oliver…nos ayudarán. He quedado con ellos en ocho horas.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#4F5360]Necesito un grupo de ataque para que nosotros entremos en acción.[/color] [/i] [/b] – Y añadió. – [b] [i] [color=#4F5360]Atacando desde dentro podremos desequilibrarlos.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#BB609C]Espero que tengas razón y…consigamos algo[/color] [/i] [/b].- Me senté a su lado.

– [b] [i] [color=#4F5360]No tenemos nada, no perdemos nada.[/color] [/i] [/b] – Me recordó. – [b] [i] [color=#4F5360]McLeod me habló de un nigromante en su último mensaje. Sería la distracción y nuestra señal para atacar.[/color] [/i] [/b] – Comentó de pasada. – [b] [i] [color=#4F5360]También habló de una hechicera que llevaría la carga principal del ataque.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#BB609C]Ed…y ¿y-yo?[/color] [/i] [/b]- Le miré de hito en hito.- [b] [i] [color=#BB609C]Ed mejor que no…no…no está muy estable, ha sufrido mucho y…la nigromancia no…[/color] [/i] [/b]- Aunque hubiésemos hablado, no podía poner la mano en el fuego por él, por mucho que hubiese sido mi mejor amigo.

– [b] [i] [color=#4F5360]Va a atacar a los culpables de su sufrimiento, eso le mantendrá centrado.[/color] [/i] [/b] – Argumentó y se quedó callado, mirándome.- [b] [i] [color=#4F5360]Te llevaría conmigo, pero atacaré desde dentro. Tienen un brujo que notaría que no eres licántropa si intento pasarte.[/color] [/i] [/b]

La palabra “licántropa” se quedó flotando en el aire, resonando en mi cabeza como un eco: ¿Y si…?- [b] [i] [color=#BB609C]Podría ser licántropa, si tú…[/color] [/i] [/b]- Por alguna extraña razón, Daniel me transmitía la fuerza de la que carecía.

– [b] [i] [color=#4F5360]No sabes lo que estás pidiendo.[/color] [/i] [/b] – Me miró con preocupación, frunciendo levemente el ceño, ya de por sí fruncido. – [b] [i] [color=#4F5360]Una vez hecho hay vuelta atrás. Aprovecha la vida.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#BB609C]¿Qué vida?[/color] [/i] [/b]- Le pregunté casi gritando.- [b] [i] [color=#BB609C]¿Una vida en la que mi madre está muerta, mi hermana es un vampiro y no tengo a nadie?[/color] [/i] [/b]- Lo había dicho en voz alta.

– [b] [i] [color=#4F5360]El dolor es insoportable. Imagina partirte cada hueso mientras la piel y las encías se te abren.[/color] [/i] [/b]- Al escucharle, tuve que contener una mueca de desagrado y el temblor de mis manos.- [b] [i] [color=#BB609C]Hay cosas peores que el dolor físico y ya he pasado por todas[/color] [/i] [/b].- Le mentí. No quería que supiera que estaba ante una cobarde que había perdido a todos los que conocía.

– [b] [i] [color=#4F5360]No es algo que debas pensar en caliente, no es fácil perder el control.[/color] [/i] [/b] – Al oírle, negué con la cabeza un par de veces.

– [b] [i] [color=#BB609C]Ya no tengo miedo[/color] [/i] [/b].- Mentí una vez más. Tenía miedo de todo.

– [b] [i] [color=#4F5360]La manada te acogería, incluso aunque yo no esté… Pero…es duro y lo de esta noche será peligroso. Estarías más segura con los demás.[/color] [/i] [/b]- Intentaba convencerme, pero no servía de nada. Si esa era la mejor forma de ayudar a los demás y de pedirle perdón a McLeod, no me quedaba más remedio que acogerme a ella.

– [b] [i] [color=#BB609C]Estoy segura[/color] [/i] [/b].- Le miré a los ojos para decirlo y Daniel suspiró, como si se estuviera debatiendo consigo mismo.- [b] [i] [color=#4F5360]Está bien.[/color] [/i] [/b] – Me apartó un mechón de pelo de la cara y noté cómo empezaba a temblar. Todavía estaba empapada, pero no era por eso.

– [b] [i] [color=#4F5360]Tu hermana te reconocería, así que tendrás que llevar máscara, diré que te mordieron en la cara al convertirte y no quieres que se te vea.[/color] [/i] [/b] – Me susurró. – [b] [i] [color=#4F5360]Lo mejor será que te muerda ahí también para que no sospechen al ver la cicatriz en otro sitio.[/color] [/i] [/b]- Por un momento, me imaginé con la cara completamente desfigurada y me asusté, pero Daniel me tranquilizó.-[b] [i] [color=#4F5360]Cierra los ojos. Tranquila.[/color] [/i] [/b] – Se acercó hasta mí y yo cerré los ojos. Noté cómo sus manos, fuertes y ásperas me acariciaban la cara unos segundos y después, me besó, primero con suavidad y luego más intensamente, hasta que me tumbó sobre el sofá y..me mordió.

– [b] [i] [color=#BB609C]Au…[/color] [/i] [/b]- Me incorporé de golpe, llevándome la mano al labio que me sangraba un poco y me resquemaba como si estuviese a punto de estallar en llamas.

– [b] [i] [color=#4F5360]Lo siento. Lo tendrás dolorido un tiempo.[/color] [/i] [/b] – Aseguró echándose hacia atrás. – [b] [i] [color=#4F5360]Tendrás que ser mi contacto con los demás. A mí me vigilan y si me vieran hablando con ellos el plan se vendría abajo.[/color] [/i] [/b]- Asentí para que viese que lo había entendido.- [b] [i] [color=#4F5360]Te esperaré para ir juntos a la reunión.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#BB609C]Sí, pero ahora descansa[/color] [/i] [/b].- Hice una pausa y me puse en pie, con el labio dolorido y bastante nerviosa.- [b] [i] [color=#BB609C]¿Q-quieres…comer algo? No es que haya nada muy consistente, pero…[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#4F5360]Ya que no puedo comer Sarah…cualquier cosa que tengas por ahí.[/color] [/i] [/b] – Esbozó un sonrisa y cerró los ojos, echando la cabeza hacia atrás para apoyarse en el respaldo del sofá.

Y al verle ahí, con los ojos cerrados, la primera persona que se había sentado conmigo en el sofá desde hacía años, deseé no estar en mitad del Apocalipsis y ser más valiente, pero ninguna de las dos cosas era posible.

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