Diarios de Destino | Moondale
noche
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La noche en el cielo de Moondale era tranquila y serena, una muestra clara de la primavera que ya les bendecía con algunos días soleados.
Pero las nubes todavía poblaban el cielo de vez en cuando, y había una en concreto que nunca se había ido. Era una nube oscura, desde el suelo, de haberla visto, habría parecido un nubarrón que presagiaba tormenta, aunque a algunos habitantes de Moondale les habría recordado también a aquél día en el que el cielo se cubrió por completo de nubes negras.
Los últimos estarían más acertados, porque observándola más de cerca, esa nube era más oscura que un nubarrón cualquiera, y tenía mucho más poder, un poder oscuro y terrible, un poder capaz de matar a una persona en su sueño.
La nube era el último vestigio de la entidad conocida como ‘Demonio del Miedo’, con mayúsculas porque, si bien había otra serie de demonios menores que podían categorizarse como demonios del miedo, él era el ‘Demonio del Miedo’, el resto solo eran descendientes menos hábiles, evolucionados según lo hacía el mundo.
Pero el ‘Demonio del Miedo’ había perdido gran parte de su poder. El vampiro de oscuridad Mason le había absorbido completamente y había utilizado su poder, él, un ser impuro como todos los vampiros. Cuando acabaron con el vampiro, una pequeña parte de la propia esencia del ‘Demonio del Miedo’ había escapado, y se había mantenido a duras penas sobre la ciudad, alimentándose de los miedos de niños y no tan niños, como un simple eco de su poder, que había quedado recluído en el colgante que utilizaba el vampiro.
El demonio sintió una presencia cerca de él. Era un tipo vestido con ropas humanas, pero flotaba a su lado mientras lo miraba divertido. Deseaba sumirlo en una pesadilla eterna, pero carecía de ese poder.
– [b] [color=#110D8B]Mírate, el antiguo y todopoderoso demonio del miedo.[/SIZE] [/b] – dijo el hombrecillo observando al demonio. – [b] [color=#110D8B]Hubo un tiempo en el que hiciste temblar a cualquiera en su propia mente.[/color] [/b] – añadió. El demonio añoraba esos tiempos, pero algún día el colgante podría romperse o caer en manos de alguien que le liberase. Estaba acostumbrado a esperar, había estado siglos recluido en aquella vasija hasta que se rompió. – [b] [color=#110D8B]Y ahora…no eres más que un pequeño nubarrón oscuro.[/color] [/b] – el demonio captó a un niño soñando con un payaso diabólico y se ancló a ese miedo, haciéndolo crecer hasta crear un ser oscuro, con dientes afilados, que se alimentaba de niños. Eso le dio fuerzas. – [b] [color=#110D8B]Pero alegra esa nubosa cara, vamos a traer un poco de terror al mundo.[/color] [/b] – añadió el hombrecillo demasiado sonriente. Se alejó de la nube y mirando al cielo pronunció unas palabras. – [b] [color=#110D8B]ຄວາມຢ້ານກົວ, ເພີ່ມຂຶ້ນ[/color] [/b] – unas palabras que lo llenaron de júbilo. En alguna parte, de la oscura piedra Deorc, parte de su ser empezaba a desprenderse y volver hacia él. Pronto vio una formación oscura acercarse y darle poder.
No estaba completo, por alguna razón el hombrecillo solo le había devuelto parte de su poder, parte de su ser, pero con eso debía ser suficiente. Era hora de darse un festín y volver a ser el todopoderoso ‘Demonio del Miedo’, era el momento de las pesadillas.
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