Moondale

HACER LAS PACES CON EL MUNDO

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Apartamento en Moondale

[color=#black]Noche perpetua[/SIZE][/color][/font][/b]

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Salí de la reunión de la Tregua lo más rápido que pude, y me dirigí a casa pensativo. Había permanecido en silencio la mayor parte de la reunión, escuchando y observando, y lo que había visto y oído no me había gustado nada. Por una parte las hostilidades hacia los licántropos, hechiceros, brujos y evidentemente humanos estaban claras, aunque en el caso de los humanos, tenían una representación meramente informativa, y habían elegido a un espécimen bastante despreciable para ello, alguien al que no le importaba en absoluto la defensa de los seres humanos si no la posibilidad de transformarse y cambiar de bando.

La razón de las hostilidades crecientes hacia esos grupos específicos estaban claras, eran los que más parte humana tenían, y nos despreciaban por ello, pero los vampiros no deberían descuidarse, ellos serían los siguientes. Aun así, dejé que el brujo interviniese y pelease con los otros representantes en una burocracia sin fin mientras yo permanecía observando.

Pero no era el único que no estaba metido en la conversación, había alguien más y era en ella en quien estaba fijando mi atención. Era Diana, la Cazadora, que había tenido aspecto de aburrirse desde el principio, pero en la última parte de la reunión había visto un cambio en su forma de actuar, parecía ansiosa por irse pero por otros motivos. La había visto llevarse una mano a la cabeza mientras miraba hacia la mesa justo antes de empezar a mostrarse ansiosa, lo que me hacía temer la posibilidad de que hubiese recibido una visión y que esa visión estuviese relacionada con lo que estábamos planeando.

Así que recorrí el camino al apartamento a toda velocidad por el camino habitual. A mitad de camino me detuve en una cabina de periódicos, introduje una moneda y cogí con cuidado el periódico de más abajo. Lo coloqué bajo mi brazo y seguí el camino hacia el apartamento. En cuanto llegué desdoblé el periódico y me fui a las páginas del final, hasta que pegado en una de ellas me encontré con una nota, Christopher se había puesto en contacto.

Leí la nota detalladamente, Christopher había decidido adelantar el plan para la siguiente reunión, que sería al día siguiente. Me pregunté la razón por la que habría decidido cambiar la fecha de forma tan prematura, pero confié en que tendría sus razones. En la nota explicaba también que contábamos con la ayuda del nigromante, el tal Ed, que tendría que encargarse de la guardia de la entrada para que él y todos los que consiguiese reclutar entrasen al lugar de la reunión, dónde yo estaría esperando para lanzar a la manada contra los demás y pillarlos por sorpresa. La parte que más me preocupaba era el poco apoyo que tendría Christopher al entrar, pero al parecer contaría con la ayuda de una poderosa hechicera que le haría las cosas más fáciles. Eso me dejaba claro que a los primeros que tendría que inutilizar sería a los brujos anuladores, a poder ser antes de que ellos entrasen. No sabía muy bien como lo haría, pero tenía que encontrar una forma.

La nota terminaba con Christopher diciendo que no mantendríamos más contacto hasta el momento de la refriega, salvo que algo cambiase, con un suerte y un cuidado. Resultaba curioso que en mundo como en el que vivíamos todavía había personas que se preocupaban por otros, quizá incluso más que lo hacían antes. En los peores momentos es cuando sacamos lo mejor de nosotros mismos, o lo peor.

Cogí un mechero del destartalado escritorio y quemé la nota para no dejar pruebas. En ese momento alguien llamó a la puerta y me coloqué en posición defensiva. Si era Diana sin duda significaba que sabía lo que iba a pasar e iba a por mí, pero no se lo pondría fácil.

En lugar de eso al abrir la puerta me encontré con Mara.

– [b] [i] [color=#EE5159]Daniel…hola [/SIZE] [/i] [/b].- saludó con timidez, algo sorprendida por mi pose agresiva. Al ver que era ella me relajé y le indiqué que pasara.

– [b] [i] [color=#4F5360]Hola Mara, ¿qué tal todo? [/color] [/i] [/b] – pregunté. La respuesta era obvia, no demasiado bien. Mara trabajaba como doctora en el Hospital Central de Moondale y pese a que, gracias a su ahínco, conseguía salvar muchas vidas, la muerte les rodeaba a diario más de lo que solía hacerlo en un Hospital.

– [b] [i] [color=#EE5159]Te he traído analgésicos para paliar el dolor… [/color] [/i] [/b]- dijo evitando responder a mi pregunta. Tenía aspecto de cansada, aunque no me extrañaba, además de servir en el Hospital era miembro de la resistencia, y desde que la conocí gracias a Christopher, se había encargado de llevarme analgésicos e intentar todo tipo de técnicas para paliar el dolor crónico que sentía.

Fui hacia el escritorio y cogí el bote de pastillas, lo abrí y vi que quedaban dos, así que me las tomé a la vez.

– [b] [i] [color=#4F5360]Gracias. Con esto se me habían terminado. [/color] [/i] [/b] – respondí después de tragar.

– [b] [i] [color=#EE5159]No deberías abusar…porque generan dependencia [/color] [/i] [/b].- dijo evitando mirarme. Poco podrían hacerme ya, estaba desarrollando tolerancia a los analgésicos con demasiada rapidez.

– [b] [i] [color=#4F5360]No creo que viva tanto como para eso. [/color] [/i] [/b] – comenté quitándole importancia, cuando conocer tu destino de forma tan clara, terminas por acostumbrarte. En ese momento levantó la vista y pude mirarla fijamente a los ojos durante el instante que tardó en apartar la mirada.

– [b] [i] [color=#EE5159]No…no me mires así, me pones nerviosa [/color] [/i] [/b].- admitió algo cortada. Alguien con unos ojos tan preciosos como los suyos, uno verde y uno marrón, debería dejar que se viesen más a menudo.

– [b] [i] [color=#4F5360]Perdona, a veces no consigo conciliar el lado salvaje con la educación. [/color] [/i] [/b] – me disculpé. Mantener el equilibrio entre tus dos partes cuando sumergirte en una de ellas es lo que te hace evitar el dolor resulta difícil, pero era un ser humano y el líder de la manada, no un loco inestable que se entrega completamente al licántropo y se convierte en un animal rabioso al que hay que sacrificar.

– [b] [i] [color=#EE5159]Tranquilo, es…no estoy acostumbrada a que…me miren así [/color] [/i] [/b].- me aseguró.

– [b] [i] [color=#4F5360]Vivimos en un mundo extraño. [/color] [/i] [/b]- comenté pensativo, muchas cosas no eran como deberían ser. Para un licántropo, la naturaleza es una pequeña extensión de uno mismo, eres capaz de sentir todo un mundo que como ser humano ignorabas. El vampiro Mason había herido mortalmente a la naturaleza y ahora el mundo estaba desequilibrado, sin balance. – [b] [i] [color=#4F5360]He recibido el aviso. [/color] [/i] [/b] – dije en voz baja, de forma críptica. Sería fácil explicar que tenía un acuerdo con una joven doctora para proporcionarme analgésicos si alguien escuchaba, pero no sería tan fácil explicar que tramabamos la caída de la Tregua.

Mara mantuvo el silencio, así que me lo tomé como una invitación para seguir hablando. – [b] [i] [color=#4F5360]Será en la próxima reunión. Dile a Christopher que estaremos listos. [/color] [/i] [/b] – le pedí. Me encontraba en una situación complicada, por un lado me preocupaba que los planes hubiesen quedado comprometidos por una visión de la Cazadora, pero si alguien me veía ir a la biblioteca de la Universidad o a su casa a hablar con él, podría echar los planes abajo. La mejor opción era Mara, si algo ocurría se pondría en contacto conmigo.

– [b] [i] [color=#EE5159]¿Por qué…juegas a dos bandas? [/color] [/i] [/b]- preguntó algo confusa. Que pensaran que jugaba a dos bandas era un riesgo que había tenido que correr por el bien común.

– [b] [i] [color=#4F5360]Hacia falta alguien dentro y yo ya estaba maldito de todas formas. [/color] [/i] [/b] – Cuando los demonios y vampiros comenzaron a tratar la tregua, los licántropos tuvimos que tomar una decisión, ya que si seguíamos luchando nos enfrentábamos a la diezma. El alfa de la manada quería seguir luchando sin importarle lo que ocurriese a todos los suyos, que habían crecido exponencialmente durante la guerra al necesitar activos, así que me enfrenté a él en combate y lo maté, convirtiéndome en alfa. Tras hablar con Christopher decidimos que lo mejor sería retirarse y firmar la tregua. Firmé, me convertí en representante de los licántropos en la Tregua y con eso me granjeé el odio de humanos, vampiros y demonios por igual, era un pequeño precio a pagar por la libertad. – [b] [i] [color=#4F5360]Pronto acabará. Los licántropos están conmigo, excepto alguno del que nosotros nos encargaremos. [/color] [/i] [/b] – algunos seguidores del anterior alfa, pero eran minoría, no nos quedaba más remedio que reducirlos y encerrarlos antes del ataque hasta que pudiéramos tratar con ellos.

– [b] [i] [color=#EE5159]Me asusta…lo que te pueda pasar [/color] [/i] [/b].- dijo sincerándose, era demasiado buena médico y se negaba a perder a nadie, incluso a mí.

– [b] [i] [color=#4F5360]Voy a morir de todas formas, mejor morir de pie que de rodillas. [/color] [/i] [/b] – respondí con sinceridad, había pasado más tiempo del que esperábamos, la supervivencia nos había distraído de lo que había que hacer, pero ahora llegaba el momento al fin y no se me ocurría mejor forma para morir, sería un descanso.

Mara bajó la vista, apesadumbrada. – [b] [i] [color=#4F5360]Prepárate para salvar vidas, pronto mucha gente te necesitará. [/color] [/i] [/b] – dije tratando de animarla. Ella tendría que encargarse de curar a los heridos, si es que alguien participaba en el ataque.

– [b] [i] [color=#EE5159]También tendría que salvar la tuya…y la del resto… [/color] [/i] [/b]- argumentó refiriéndose a la resistencia y a todos los inocentes. En la nota McLeod decía que su mujer avisaría a los estudiantes y se iría con ellos aprovechando la distracción que nosotros crearíamos, pero si alguno decidía unirse a nosotros, necesitaría alguien que le curase en caso de sobrevivir.

– [b] [i] [color=#4F5360]Somos la chispa del cambio, y la chispa debe arder. [/color] [/i] [/b] – comenté observándola. – [b] [i] [color=#4F5360]Preocúpate por los demás. [/color] [/i] [/b] – añadí, yo no tenía remedio, mejor utilizar sus habilidades para alguien que lo necesitase.

Ella permaneció en silencio.- [b] [i] [color=#EE5159]No puedo… [/color] [/i] [/b] – dijo al final.

– [b] [i] [color=#4F5360]Claro que puedes, olvida a los condenados, no tenemos salvación, pero lucharemos para que otros la tengan. [/color] [/i] [/b] – repliqué. Era lo mejor que podíamos hacer con lo que quedaba de nuestra vida, conseguir un mundo para que otros viviesen. – [b] [i] [color=#4F5360]La manada luchará con todas sus fuerzas. Echan de menos el mundo, la luz. [/color] [/i] [/b] – la naturaleza nos pedía a gritos que intentásemos sanarla.

La escuché suspirar, rendida por alguna razón que desconocía con exactitud.- [b] [i] [color=#EE5159]Haré…lo que pueda [/color] [/i] [/b]. – concedió.

– [b] [i] [color=#4F5360]Dile eso a Christopher si vas a verle. [/color] [/i] [/b] – le dije una vez más. – [b] [i] [color=#4F5360]Y mantente alejada en la batalla. [/color] [/i] [/b] – pedí, preocupado. Mara no tendría oportunidades contra la batalla que se desataría.

– [b] [i] [color=#EE5159]Ten cuidado… [/color] [/i] [/b]- dijo casi en un susurro mientras salía por la puerta. No tuve tiempo a responderle, pero de haberlo tenido no sabía que podría haberle dicho, porque sabía que no volvería con vida, sería mi última batalla, tenía que hacer las paces con el mundo.

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