[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Diarios de Destino | Sala blanca
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
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Los Moondies habían conseguido abandonar con éxito, aunque con un increíble agotamiento mental y físico y muchas cosas que explicar, el viaje a través de los mundos del Doctor. Después de innumerables series, películas, videojuegos, libros y todo tipo de «what if», consiguieron un momento de descanso, pensando que por el momento se habían librado, pero sabiendo que el poder del Doctor iba más allá de su imaginación.
Mientras ellos descansaban y se relajaban, juntos físicamente o juntos gracias a su amistad, en una sala, mundo, o como quisieran llamarlo, porque no tenía límite visible, aparecían una serie de figuras que contrastaron rápidamente con el blanco que poblaba todo.
– [b] [color=#AC58FA]¿Qué es todo esto? [/SIZE] [/b] – preguntó una de ellos enarcando ligeramente el labio a medida que lo observaba todo y a todos, como si siempre tuviese delante algo que le diese asco. Movió su mano un par de veces y en ella apareció un cigarrillo ya encendido y a mitad de consumir. La persona a la que le había desaparecido el cigarrillo seguramente estaría pensando que se le había caído bajo el sofá y pronto prendería fuego a la casa, pero lo que en realidad ocurría es que una chica de pelo oscuro y no muy buenos modales estaba poniendo sus labios sobre el mismo cigarrillo en el que él los había tenido posados, disfrutando cada calada totalmente ajena al lugar de dónde venían las cosas que «proyectaba».
– [b] [color=#8A3C3C]Es como el Kingdom Hearts ¿verdad? [/color] [/b] – preguntó lo que parecía un niño, rubio, pálido y con las pintas habituales de un adolescente que odia a sus padres porque no le comprenden. Ninguno le miró, cada uno estaba pendiente de sí mismo.
– [b] [color=#292A0A]Claramente esto es un mundo como el limbo. [/color] [/b] – aclaró una mujer de mediana edad con aspecto de estirada y que aparentemente creía tener el don de la verdad absoluta. Se escucharon unos pasos que cada vez se acercaban más, y la mujer se quitó los tacones para cogerlos en las manos, como si de un improvisado puñal se tratase.
Los pasos sonaban cada vez más cerca, pero no eran capaces de ver a nadie avanzando hacia ellos, hasta que apareció de pronto, como si siempre hubiese estado allí. ¡Ah!, pero es que lo estaba, porque consideraba que los Diarios de Destino eran demasiado aburridos y había decidido empezar a narrar los Diarios del Doctor, ese maravilloso personaje y narrador omnisciente de esta historia, con una gran riqueza interior.
– [b] [color=#110D8B]Esto es mi pequeña arca de Noé. [/color] [/b] – dijo el Maestro, el Doctor para los enemigos suficientemente divertidos, señalando el mundo que brillantemente había creado. – [b] [color=#110D8B]He tenido que crear todo esto para salvaros de vuestros diferentes destinos. [/color] [/b] – comenzó a explicar. Un par de los presentes hizo un intento de hablar, pero él les hizo una señal con el dedo. – [b] [color=#110D8B]Pero todo acto, por noble que sea, suele encontrar oposición. Y en este caso no me han prestado la ayuda que necesitaba para salvaros. [/color] [/b] – añadió terminando su presentación.
– [b][color=#2E2E83]¿Quién? ¿Por qué? Yo quiero vivir. [/color] [/b] – preguntó y afirmó confundido un muchacho joven y fuerte que aparentemente tenía origen hispano, aunque el omnipresente Maestro sabía que, por cómo vivía, parecía el típico paleto sureño.
– [b] [color=#110D8B]Será mejor que os lo enseñe. [/color] [/b] – sentenció silenciando las voces que pronto empezarían a alzarse, como si de una tertulia de televisión de la tarde se tratase. Murmuró algo ininteligible pero que a la vez tenía pleno sentido para todos, y en el horizonte se dibujo una imagen.
Todos los que estaban en la sala conocían al menos a uno de los que salían en la imagen, y la mayoría conocían a varios de ellos. Eran ni más ni menos que los Moondies, el grupo de la Cazadora, del que algunos habían intentado formar parte, mientras que otros habían intentado debilitarlos e incluso imitarlos y también estaban los que lo habían intentado todo.
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[QUOTE= Visión]
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– [b] [i] [color=#383A72] Cuidado. [/SIZE] [/i] [/b] – avisó el Dominic de la visión al resto de sus compañeros al ver al Doctor acercarse.
– [b] [color=#110D8B]He venido a pediros ayuda, estamos a punto de entrar en un universo que yo mismo he creado. [/color] [/b] – explicó el Doctor deteniéndose a medio camino con las manos en alto en señal de que solo iba a hablar. – [b] [color=#110D8B]Toda la gente de la que Mason se alimentó, vaga ahora en un colectivo por el éter, pero al estar formado de oscuridad no puede quedar en paz. [/color] [/b] – continuó explicando con absoluta claridad. Los que habían muerto al ver una parte de ellos absorbida por el milenario vampiro Mason habían pasado a formar parte de él gracias al colgante, pero cuando éste murió y el colgante se rompió, la oscuridad se liberó y las almas volvieron al éter, sólo que rodeadas de la oscuridad en la que se habían fundido. Pero el plan del Doctor iba mucho más allá, podía cambiar muchas cosas. – [b] [color=#110D8B]Con vuestra ayuda puedo sacarlos, solo necesito que los salvéis en cada mundo de los que vais a afrontar. [/color] [/b] – explicó tratando de dejar clara su intervención en ese mundo. – [b] [color=#110D8B]No importa lo mucho que me odiéis o lo que creáis que haya hecho, si me ayudáis, puedo salvarlos, devolverlos a la vida. [/color] [/b] – suplicó esperando que le escuchasen. No importaba los problemas que tuviesen entre sí, estaban hablando de vidas humanas y no humanas, él podría devolverlas a la vida si le ayudaban.
– [b] [i] [color=#457238] ¿Sabes de qué gente estás hablando? [/color] [/i] [/b] – preguntó el Vigilante juzgando lo que acababa de escuchar. Entre las personas que el Doctor planeaba recuperar había muchas que había muerto y habían liberado así al mundo de su amenaza: como el Segador, que en realidad era un simple Cosechador para el verdadero Segador, Mason; la demonio Hela que planeaba e intrigaba continuamente, amenazando al mundo, aunque nunca había llegado a hacer nada y muchos otros. Incluso aquellos que no habían muerto a manos de Mason, habían sido absorbidos por su piedra, como la vampiresa Kaliyah, Mario Santos, el demonio Beri…
– [b] [color=#110D8B]Hay algunos con moralidad cuestionable, sí, pero solo puedo sacarlos a todos a la vez. [/color] [/b] – aclaró, no tenía más remedio, era todos o nada.
– [b] [i] [color=#BB609C]Recuerdo pocas cosas de esa época [/color] [/i] [/b].- empezó a decir la sensata Cazadora.- [b] [i] [color=#BB609C]Sé que la novia de Lila intentaba ponerla celosa con Christopher y en parte por eso, le odiaba [/color] [/i] [/b].- meditó. Incluso a ella le costaba verles cosas buenas, pero él no había elegido buscar a alguien para salvar, simplemente se le había presentado la oportunidad.
– [b] [i] [color=#843181] Eran una corte de gilipollas. Paige, Lila y la puta madre que las parió a las dos que las escuché hablando con ella y era tan imbecil como su hija y la novia [/color] [/i] [/b].- sentenció la bruja pelirroja, bastante más visceral. Al Doctor le gustaba que fuesen sinceros, le encantaba. Le pareció muy divertido el gesto de la morena que fumaba cuando escuchó hablar a la pelirroja.
– [b] [i] [color=#7E6368] La gente es tonta, son mejores los animales [/color] [/i] [/b].- murmuró la joven de pelo rubio, Cara, evitando mirar al Doctor.
– [b] [i] [color=#4F5360]Ben jugó a dos bandas, intentó debilitarnos desde dentro. No merece otra oportunidad. [/color] [/i] [/b] – justificó Daniel. El demonio bajito puso gesto de enfado, o al menos eso parecía porque no conseguía transmitir muchas emociones.
– [b] [color=#110D8B]Estamos hablando de mucha gente, con vuestra voluntad podría liberar a todos esos y además traer de vuelta a Cecil, liberar a Liad del éxtasis, a January de su vida como activo, restaurar a Paige como una humana normal, sin ser oscuridad encarnada… [/color] [/b] – asegura. – [b] [color=#110D8B]Vosotros me daríais la fuerza para hacerlo. [/color] [/b]
– [b] [i] [color=#c2a765]Cambiar el pasado no sensato. Peligroso, demasiado. [/color] [/i] [/b] – aseguró el demonio verde y cobrizo, pese a no conocer a las personas a las que podían salvar.
– [b] [i] [color=#383A72] No pienso volver a aguantar a ese imbécil otra vez. [/color] [/i] [/b] – sentenció Dominic acercándose a Rebecca.
Después la imagen se tiñó de un negro absoluto.
[/QUOTE]
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– [b] [color=#110D8B]Después, decepcionado tras ver que no habían intentado salvaros en el universo de series, volví a acudir a ellos para que lo intentasen en los mundos que quedaban por delante. [/SIZE] [/b] – continuó explicando el Maestro mientras los Moondies volvían a aparecer en la imagen.
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[QUOTE= Visión]
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– [b] [i] [color=#383A72] Lo peor de ese mundo de series fue tener que verle la cara continuamente al payaso ese. [/SIZE] [/i] [/b] – aclaró Dominic dirigiéndose hacia el Doctor. – [b] [i] [color=#383A72] Tengo la mano entumecida, si no fuese porque hemos estado un buen rato sin movernos diria que es de las ostias que le he metido. [/color] [/i] [/b] – comentó después. Algunos asintieron, estaban cansados de esas personas, de lo que les habían hecho, y no parecían dispuestos a salvarles.
– [b] [i] [color=#266EAC] ¿La Lila que hemos visto era igual aquí? En mi antigua realidad era una mojigata, iba de super guay pero no tenía amigos… bueno, había un chico pelirrojo que salia con ella, pero era gay creo…. [/color] [/i] [/b] – aseguró el brujo.
– [b] [color=#110D8B]Todavía estáis a tiempo, quedan muchos mundos, aún se puede reunir la fuerza de voluntad suficiente. [/color] [/b] – les pidió de nuevo el Doctor. Les necesitaba para salvarles.
– [b] [i] [color=#457238] No podemos arriesgarnos a traer de vuelta esa oscuridad al mundo. Quizá no todos fuesen malos, pero tampoco fueron buenos como para equilibrar la balanza. [/color] [/i] [/b] – sentenció el Vigilante, al que los demás apoyaron. De nuevo la imagen se fundió en negro.
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[/QUOTE]
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– [b] [color=#110D8B]Los mundos continuaron y siguieron sin luchar por vosotros, en realidad lucharon contra vosotros. [/SIZE] [/b] – narró el espléndido narrador. – [b] [color=#110D8B]Traté de conseguir el apoyo de otros dos, que no estaban relacionados con ellos, pero se negaron, creían ser mejores que vosotros. [/color] [/b] – Logan Villiers no quería ser uno de ellos, ni tampoco uno de los otros, y el otro, Hiroshi, se había negado a ayudarle.
– [b] [color=#424242]¿Qué opción nos queda? Haré lo que sea para volver. [/color] [/b] – aseguró la vampiresa rubia mientras le miraba sin parpadear.
– [b] [color=#19070B]Si ella lo ve bien, yo también lo haré. [/color] [/b] – afirmó el supuesto demonio antiguo conocido como Beri. Llevaba el nombre de Berias, como su padre, y el padre de su padre, y así hasta remontarse a un antepasado que hizo famoso el nombre, y al que ahora emulaba su descendiente, que aún no había alcanzado la madurez de edad para un demonio de su raza.
– [b] [color=#2A0A1B]Tengo mucho dinero…es lo único que tengo… [/color] [/b] – añadió la otra vampiresa, la de pelo castaño oscuro, con una emotividad bastante neutra que impedía saber si le importaba o no.
– [b] [color=#110D8B]Los Moondies han decidido que soy un mal que debe erradicarse, y para ello buscan un lugar poderoso que puede eliminar mi presencia en el mundo, y devolveros al Limbo a la vez. [/color] [/b] – él los había traído de vuelta y ahora su existencia estaba ligada a la suya.
– [b] [color=#3B7B6E]Estoy acostumbrado a despertar esos sentimientos. [/color] [/b] – aseguró el chico pálido y escuálido al que ya había tenido que callar un par de veces. El Maestro no estaba seguro de a qué estaba acostumbrado, porque según él le había pasado algo parecido dónde había ganado, y también perdido, pero el Soberano no sabía de qué demonios hablaba, ese chico tenía dificultades para explicarse incluso en su mente.
Una chica bajita y menuda empezó a llorar, Cassie se llamaba, y era una Potencial. – [b] [color=#292A0A]Compórtese señorita. [/color] [/b] – intervino la mujer estirada, pariente de la que siempre tenía asco, ninguna de las dos, de hecho ninguna de su familia de brujas parasitarias que solo tenían ese poder porque un viejo brujo que se escondía de Mason se lo daba a cambio de protección, era de especial agrado para el Maestro, pero aún así había decidido salvar sus vidas.
– [b] [color=#AC58FA]¿Cómo puedo salvarme…digo…salvarnos? [/color] [/b] – preguntó la asqueada mientras fumaba un cigarrillo manchado de carmín, aunque ella no llevaba pintalabios. Había rectificado para intentar aprovechar al máximo la situación y no granjearse enemigos.
– [b] [color=#110D8B]Puedo traeros de vuelta de forma corpórea a costa de mi propio poder, pero eso me debilitará. [/color] [/b] – aseguró el Soberano sin darle demasiada importancia, su misericordia no tenía límite. – [b] [color=#110D8B]Si consiguen llegar a ese lugar desapareceré, y vosotros conmigo. Solo pido que me ayudéis mientras recupero fuerzas. [/color] [/b] –
– [b] [color=#000000]Este asunto parece importante. Debería visitar la tangencial y consultarlo con Loxias.[/color] [/b]
– [b] [color=#110D8B]No hay mucho que visitar cuando no existes. [/color] [/b] – se quedan O_O – [b] [color=#110D8B]Fuera de este mundo, no existís. [/color] [/b] – comenta. – [b] [color=#110D8B]Con sus energías, su voluntad al salvaros, os habría recuperado físicamente, pero ahora no sois más que éter, requerirá mucha energía traeros de vuelta. [/color] [/b] – explicó después.
– [b] Pero yo puedo tocar cosas, no las atravieso.[/b] – dijo un chico joven y bastante amanerado que no se separaba de una chica joven bastante parecida a él. Los dos eran pálidos y parecían la versión adulta de las gemelas de ‘El Resplandor’.
– [b] [color=#1C1C1C]Debe ser nuestra genética de aesir. [/color] [/b] – afirmó su hermana, convencida de que los dos eran aesirs y venían de un legado ancestral de aesirs, cuando en realidad eran demonios cruzados hijos de una humana avergonzada del demonio con el que se había acostado, que convenció a sus hijos de que eran miembros de una raza de la que había escuchado hablar a ese demonio, que era una especie de cazarrecompensas que buscaba a otro demonio conocido por estar obsesionado con el exterminio de esos aesirs, fuesen lo que fuesen.
– [b] [color=#110D8B]Mi mundo, mis reglas. [/color] [/b] – él luchaba valientemente contra el éter y los mantenía «enteros». – [b] [color=#110D8B]Si queréis salir, solo queda esa opción. Volveréis al mundo y juntos impediremos que activen el mecanismo, para que tanto vosotros, como yo, podamos vivir tranquilos. [/color] [/b] – sentenció.
– [b] [color=#AC58FA]Acepto, pero si me tomas el pelo…puedo deflectar tus hechizos. [/color] [/b] – amenazó la fumadora asqueada en vano. El Maestro la observó, pensando si era consciente de que era una mosca, pero hasta las moscas tienen su utilidad.
– [b] [color=#3B240B]Absorberé sus poderes con mi lanza y volveré a tiempo para reunirme con los señores demonios. [/color] [/b] – comentó la demonia que cargaba una lanza como si fuese lo más normal del mundo. Se hacía llamar Hela, cuando si la muerte se mostrase a sus puertas caería de rodillas, y se creía que el grupo de demonios del que formaba parte era importante, pero eran poco más que un grupo de ancianos demoníacos que observaban el mundo mortal tratando de hacer maldades igual que los ancianos humanos observan las obras.
– [b] [color=#3B7B6E]¡Esperad! No digáis nada más, queda más épico así. [/color] [/b] – durante un par de minutos reinó el silencio.
Después uno a uno todos fueron aceptando, siempre pensando en ellos mismos, eso era algo con lo que el Doctor contaba. La lista completa de los que iba a salvar ascendía a catorce, un número muy concreto para un fin muy concreto. Sin ningún orden en especial, aunque el Maestro podría haberlos ordenado fácilmente por egos, el «grupo» lo formaban: Lila Stroker, con una magia muy pobre que le había quedado de forma residual tras la muerte del brujo del que parasitaba ella y su familia, además de su poder de telerrobo; Margaret Cleaver y su capacidad para cambiar de forma y manipular; los hermanos que se creían aesirs, con su genética de demonios cruzados; la demonio Hela con su palo acabado en punta; la vampiresa pija Kaliyah, que podía templarte un plato de comida si lo necesitabas, o enfriarte la sopa para que no te quemases; la vampiresa Ebony, que era un cigarrillo con patas; su pagafantas el demonio adolescente Beri, que podía lanzar bolas de fuego; Mario Santos…y su abuela zombie; Cecil Anwalt, que podía soplarte en la oreja y estaba acostumbrado a situaciones en las que la gente dejaba de hablarle por ser demasiado poderoso, así que no tendría problema de poder, y que tenía el poder de ver las auras para diferenciar a los seres pero no sabía cómo usarlo, así que cómo el que tiene un primo en Canadá; Liad y sus mejoras genéticas que aún no significaban mucho, salvo el poder de resultar pesado, pero pronto significarían más gracias a su plan; Sama’el la demonia tangencial; la Potencial Cassie…que tenía….brazos; y por último el Cosechador, que no se había mostrado muy locuaz pero eso era algo que él podía solucionar, aunque la verdad es que todos estaban mejor callados, menos Lila Stroker, ni hablando ni callada se quitaba esa mueca de asco.
Ese era mi equipo, mis Campeones, los Campeones del petróleo, la ceniza, la arena, el azufre, la sombra y el destello, y para mantener el balance, la sangre y el hueso. Pensándolo mejor, esos nombres eran demasiado serios, tenía que pensar unos mejores: la charca, el matorral, la flatulencia, el moco…
– [b] [color=#110D8B]Entonces tenemos un trato. [/color] [/b] – sentenció el Maestro sonriente. Un papel apareció en el aire y sus nombres comenzaron a dibujarse con tinta de color rojo oscuro, aunque se parecía demasiado a la sangre como para no serlo. – [b] [color=#110D8B]Os mantendré informados. Estad en contacto entre vosotros. [/color] [/b] – desaparecen. – [b] [color=#110D8B]El poder de la fuerza de voluntad…JAJAJAJA… [/color] [/b] – se alejó caminando mientras sus carcajadas reverberaban incluso en la nada.
Volvió a murmurar algo y una imagen volvió a dibujarse en el horizonte.
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[QUOTE= Visión]
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– [b] [i] [color=#4F5360]Blop blop blop…blop blop [/SIZE] [/i] [/b] – dijo el aesir Daniel Arkkan con la mirada perdida en el horizonte mientras hacía malabares con un par de cuchillos ardiendo.
– [b] [i] [color=#BB609C]Badubidubí bla [/color] [/i] [/b] – añadió la Cazadora bailando y haciendo volteretas mortales hacia atrás y el pino con una mano.
– [b] [i] [color=#266EAC]Mi amada… [/color] [/i] [/b] – dijo el brujo Edward MacLay con una nariz desmesurada y un sombrero con una pluma a una Kaylee Echolls vestida de damisela.
– [b] [i] [color=#383A72] ¡PAAATATAS! ¡TEEEENGO PATATAS HOYGAN! [/color] [/i] [/b] – aseguró el aesir Dominic arrastrando un carro mientras movía un mondadientes con su mano libre.
– [b] [i] [color=#457238]Tu pelo es taaaaaan rojo.[/color] [/i] [/b] – dijo el Vigilante mientras tocaba el pelo de la bruja pelirroja.
– [b] [i] [color=#843181] Soy un barco… [/color] [/i] [/b] – respondió ella convencida poniendo los brazos como si estuviese volando.
– [b] [i] [color=#c2a765]It’s not unusual to be loved by anyone, it’s not unusual to have fun with anyone, [/color] [/i] [/b] – cantó el demonio con voz de tenor, vestido con esmoquin y con un tupé de pelo negro.
– [b] [i] [color=#EE5159] El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura. [/color] [/i] [/b] – dijo la vampiresa Illya sin moverse de su sitio.
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[/QUOTE]
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Todos y cada uno se movían y hablaban bajo la mirada del Doctor, que los dirigía como un director de orquesta. Pero solo eran ilusiones, una mera mascarada, igual que toda la opereta que había orquestado ante los ojos de los ilusos que acababan de convertirse en sus ‘minions’. Los verdaderos estaban en otro lugar, disfrutando del descanso que creían tener.
Al Doctor pronto le cansó su juego de marionetas, era divertido mover ilusiones de ellos a su antojo, pero era aún más divertido tirar de hilos más sutiles y dejar que todos actuasen según planeaba.
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