Moondale

LA SOLEDAD HACE QUE LA GENTE BUENA DEJE DE SERLO

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Sarah Echolls | Casa de las Echolls

[color=#black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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Todos los días, cuando volvía a las ruinas de mi casa después de vagar sin rumbo fijo, me preguntaba si valía la pena seguir viviendo, si valía la pena seguir luchando. No era lo bastante valiente para formar parte de la Resistencia, ni tampoco, podía permitir que un vampiro me mordiera, porque dejaría de ser yo y mi cuerpo acabaría ocupado por un monstruo. Así que me limitaba a subsistir y a esconder la cabeza debajo de la tierra, como hacen los avestruces, cuando las cosas se ponían feas. La bruja de la familia con talento siempre había sido mi madre y ahora, estaba muerta. Ella era la que había luchado en la Resistencia, junto a Mara, Dominic, McLeod y otros más, que ya sólo eran cadáveres en la fosa común. La valentía en este mundo se pagaba cara.

Me esforzaba cada día por ser mejor bruja, pero casi todos los libros de magia habían sido quemados en enormes hogueras “por el bien de La Tregua” habían dicho y no tenía nadie de quién aprender, porque mi hermana había desaparecido hacía mucho y Ed nos había abandonado en cuanto perdió a Amber. No podía juzgarle, ojalá hubiese tenido yo alguna vez lo que ellos tenían, era como si estuviesen hechos el uno para el otro, como si fuesen las dos partes de una misma alma.

Recordaba noches en vela esperando a que mi madre volviese, porque estaba en una misión. Recordaba tener el corazón en un puño, creyendo que no volvería, pero siempre volvía. Hasta que un día, no lo hizo. McLeod no tenía la culpa de que mi madre fuese mejor que nosotras o de que Diana se hubiese fijado en él y por querer impresionarle, hubiese acabado en la Resistencia, lo que le llevó a morir prematuramente. Tampoco tenía la culpa de que Amber hubiese muerto en los brazos de Ed o de que yo supiera eso no por haberlo visto, sino porque me lo habían contado. Si era una cobarde y les había perdido a todos, no era culpa suya, sino mía.

Eso fue lo que me empujó a dejar de intentar encender una chimenea en ruinas y a salir de mi casa, pese a que ya debía ser por la noche, aunque cualquiera sabía. Recogí mi bicicleta y pedaleé en dirección a la Universidad lo más rápido que pude. Por primera vez en mi vida, tenía que actuar como una adulta.

Supongo que era porque no me apetecía llegar (una cosa es querer hacer las cosas bien y otra, llevarlo a cabo), porque el trayecto se me pasó volando y cuando me quise dar cuenta, caminaba por los pasillos de la Universidad.

Me encaminé a la biblioteca, observando cómo ya no quedaba ni un alma, ni siquiera la rectora. Lo que no me esperaba, era escuchar a dos voces conocidas.

– [b] [i] [color=#266EAC] ¿Diana…? [/SIZE] [/i] [/b] Preguntó Ed extrañado. Al oírle, el corazón empezó a latirme a toda velocidad.

[b] [i] [color=#843181] La misma: ¿No me ves? [/color] [/i] [/b].- Decidí acercarme un poco más, pero antes, murmuré el las palabras del hechizo de invisibilidad temporal para poder acercarme lo suficiente sin que me vieran. No era tan tonta como para estar a su lado, pero sí a unos metros de distancia, resguardada por una columna.

– [b] [i] [color=#266EAC] No, no eres la misma. Has cambiado [/color] [/i] [/b].- Ed puso una mueca de desagrado. Ya casi no quedaba nada del Ed que había sido mi amigo. Estaba pálido y ojeroso, parecía un cadáver.

– [b] [i] [color=#843181] Para mejor, no hay más que verme [/color] [/i] [/b].- Diana se señaló. Al contrario que Ed, ella parecía más viva que nunca. Lo que era, cuanto menos, irónico.- [b] [i] [color=#843181] Cuando quieras, te cambio encantada [/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#266EAC] No gracias, no me apasiona la idea de la vida eterna [/color] [/i] [/b].- Espetó con desprecio.

– [b] [i] [color=#843181] Una pena, en otro tiempo te habrías dejado morder encantado [/color] [/i] [/b].- Diana se le acercó hasta rebasar los límites del espacio personal. Llevaba una minifalda de cuero, una chaqueta del mismo material y una camisa blanca que no se veía, porque la tapaba la chaqueta. Desde luego, la muerte la estaba tratando mejor que a los demás la vida.

– [b] [i] [color=#266EAC] Lo dudo. [/color] [/i] [/b] – Ed se echó hacia atrás, esquivándola.

– [b] [i] [color=#843181] Mientes [/color] [/i] [/b].- Mi hermana volvió a acercarse, casi tanto que su cuerpo rozaba el de Ed.

-[b] [i] [color=#266EAC] Como ya sabes, o sabías. Mentir no es algo que se me diese especialmente bien. [/color] [/i] [/b]- Matizó dando un par de pasos atrás.

– [b] [i] [color=#843181] ¿Sabes qué? Me abuuuuurres [/color] [/i] [/b].- Canturreó.- [b] [i] [color=#843181] La próxima vez, si quiero algo, lo tendré y no podrás detenerme [/color] [/i] [/b].- Se acercó nuevamente y esta vez, fue más rápida que Ed y su boca casi rozó su cuello, pero se detuvo antes de hacerlo, como si quisiera ponerle nervioso.

– [b] [i] [color=#266EAC] Lo que tu digas. Ahora si me disculpas, he quedado con un viejo amigo [/color] [/i] [/b].- Ed intentó que se apartara.

– [b] [i] [color=#843181] Si yo fuera tú, no entraría ahí: Es un consejo [/color] [/i] [/b].- El corazón me dio un vuelco al escucharle decir eso, pero no tuve tiempo de procesarlo, porque las botas de tacón de aguja se clavaron en el suelo, como si intentara aplastar a Ed.- [b] [i] [color=#843181] Y vigila esa aorta desbocada, porque la próxima vez no te lo pediré por las buenas [/color] [/i] [/b].- Y se marchó guiándole un ojo.

Ed se encogió de hombros, como si le importara más bien poco lo que Diana acababa de decir y ésta, siguió avanzando hasta casi chocar contra mí. Por suerte, mis reflejos no daban tanta pena como pensaba y me pegué todo lo que pude a la columna, pero aún así, nuestros brazos casi se rozaron cuando pasó por mi lado. Esto provocó que se diera la vuelta, husmeando como un animal que busca su presa, pero al ver que no había nadie, siguió taconeando en dirección a la puerta.

Vi que Ed avanzaba los pasos que le quedaban para llegar a la puerta de la biblioteca y como no estaba mirando y Diana ya se había perdido por los pasillos, deshice el hechizo y avancé a toda velocidad hasta su posición.- [b] [i] [color=#BB609C]¿Ed?[/color] [/i] [/b]- Pregunté recobrando el aliento. El deporte no era lo mío.

– [b] [i] [color=#266EAC] ¿Sarah? ¿Te encuentras bien? [/color] [/i] [/b] – Se quedó mirándome de hito en hito y no era para menos, porque debía estar pálida.

– [b] [i] [color=#BB609C]No…estoy muy acostumbrada a correr[/color] [/i] [/b].- Le expliqué como pude.- [b] [i] [color=#BB609C]¿Qué haces aquí?[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#266EAC] He quedado con Christopher.- [/color] [/i] [/b] Pausa.- [b] [i] [color=#266EAC]¿A ti también te ha convencido para participar? [/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#BB609C]No lo sé, vengo a disculparme por algo.[/color] [/i] [/b].- No quería darle muchos detalles. Un Ed al que no le importaba lo que pudiera pasarle a McLeod no era digno de mi confianza.- [b] [i] [color=#BB609C]¿Cómo lo…eh llevas?[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#266EAC] Todo lo bien que podría estar dadas las circunstancias [/color] [/i] [/b].- Comentó de pasada, sin disimular que le molestaba estar conmigo perdiendo el tiempo.

– [b] [i] [color=#BB609C]Ya…[/color] [/i] [/b]- Me encogí de hombros. ¿Por qué le estaba dando la charla en vez de entrar a ver cómo estaba Christopher? A veces, el miedo nos llevaba a hacer cosas estúpidas.- [b] [i] [color=#BB609C]A veces pienso que podíamos haber hecho las cosas de otra forma, que en vez de separarnos, tendríamos que haber permanecido juntos, como un grupo…[/color] [/i] [/b]- Solté en voz alta.

– [b] [i] [color=#266EAC] Quizás al separarnos nos fue mejor, de haber permanecido juntos todos habríamos muerto, aunque a veces me pregunto si eso hubiese sido mejor. [/color] [/i] [/b]- Meditó.

– [b] [i] [color=#BB609C]La soledad no es la mejor consejera, hace que la gente buena…deje de serlo[/color] [/i] [/b].- Miré a Ed. En el cuello tenía restos del pintalabios de Diana, no eran restos de besos, sino marcas dejadas ahí para algo: ¿Quién podría asegurarme que Diana no había recibido una visión advirtiéndole de que venía y ambos habían preparado esta escena? Hasta donde sabía, él coqueteaba con la magia negra y ella…bueno, no era mi hermana, ya lo había dicho Christopher.

En este mundo no podía confiar en nadie y menos, en gente como ellos.

– [b] [i] [color=#266EAC] La gente buena no sobrevive en este mundo [/color] [/i] [/b].- Puntualizó mirándome de medio lado.

– [b] [i] [color=#BB609C]No eres el mismo[/color] [/i] [/b].- Me eché hacia atrás, invadida por un miedo extraño que no sabía explicar: ¿Y si intentaba matarme?

-[b] [i] [color=#266EAC] No debes tenerme miedo, si te asustas de mí: ¿Qué vas a hacer contra Mason? [/color] [/i] [/b]- En su voz noté algo que me pareció una burla.

– [b] [i] [color=#BB609C]Mason no era mi amigo[/color] [/i] [/b].- Solté de pronto, apretando los puños. No iba a dejar que se riera de mí. Ni él, ni nadie.- [b] [i] [color=#BB609C]No me asusta lo que eres, sino en lo que has convertido al Ed que conocía[/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#266EAC] En el fondo sigo siendo yo. Si me disculpas, llego tarde [/color] [/i] [/b].- Me apartó con el brazo y se dispuso a abrir la puerta de la biblioteca.

– [b] [i] [color=#BB609C]Tan en el fondo que no se ve[/color] [/i] [/b].-A lo mejor tenía razón y siempre había sido un mentiroso. A lo mejor éste era el verdadero Ed y no el que había conocido.

[i]Estás sola[/i].- Retumbó en mi cabeza. Eso fue lo último que pensé antes de ver el cuerpo inerte de McLeod, tirado en el centro de la biblioteca con un mensaje escrito en el suelo con su propia sangre que rezaba:

[align=center][i]¡Sorpresa![/i][/align]

Al verlo, ahogué un grito y Ed, permaneció impasible.

[spoiler]Es cobarde y está un poco loca. Sarah se revuelve en su interior xD Espero que os guste ^^U[/spoiler]

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