[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Kaylee Echolls | Louna
[color=#FE642E]Mediodia[/SIZE][/color][/font][/b]
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Era casi la hora de comer y aunque todavía me quedaban cosas por hacer, informes que redactar y llamadas que atender, descolgué el teléfono, cogí el bolso y eché a andar en dirección al parque más cercano para sentarme a comer tranquila. Cuando estaban cerrándose las puertas del ascensor, escuché a alguna de mis compañeras decirme que por qué no iba a la cafetería, como hacían todas, por lo que me inventé una excusa y fui hasta el parque lo más rápido posible. No quería parecer antipática, porque eran una corte de arpías y necesitaba el dinero, pero también necesitaba mi espacio y sobre todo, necesitaba a alguien.
Cuando salí a la calle, dejé que el sol me reconfortase. Pese a estar todavía en invierno, en Louna brillaba un sol radiante, así que cuando me senté en el banco y saqué la fiambrera con una ensalada de pasta del bolso, noté cómo el agobio de estar encerrada en la oficina se iba quedando en un segundo plano: ¿Qué me estaba pasando? ¿Dónde había quedado la Kaylee salía todas las noches a tomar “unas cañas” con sus compañeros en Barcelona? ¿Por qué ahora lo único que hacía era contar los días que faltaban para volver a Moondale?
Di un trago a la botella de agua y comí con desgana, hasta que se me ocurrió coger el teléfono entre la manos para llamar a Ed. Busqué su número en la guía y pulsé el botón verde antes de que tuviese tiempo de arrepentirme. Ya sólo me quedaba esperar. Un tono, dos, tres. Cuando descolgó, escuché un montón de voces conocidas hablando a la vez, como si tuvieran mucho que contarse.- [b] [i] [color=#F56828] ¿Llamo en mal momento…?[/SIZE] [/i] [/b]- Pregunté, arrepintiéndome por haber llamado.
– [b] [i] [color=#266EAC] No… no. Sólo estamos aquí charlando. Hola[/color] [/i] [/b]- Me respondió alejándose un poco de las voces, que eran, evidentemente, las de McLeod, Sarah, Diana, Illya, Dom, Rebecca y Daniel.
– [b] [i] [color=#F56828] ¿Q-qué tal? Jo, ya me has puesto nerviosa[/color] [/i] [/b].- Dejé escapar una risa nerviosa.- [b] [i] [color=#F56828] Y ahora he dicho «jo», como si tuviera quince años…[/color] [/i] [/b]- Murmuré con el corazón acelerado, sintiéndome ridícula.
– [b] [i] [color=#266EAC] Bien, bien. Hasta arriba de trabajos. ¿Y por allí qué tal? ¿Te han ascendido ya?[/color] [/i] [/b]- Era inevitable darse cuenta de que odiaba hablar por teléfono.
– [b] [i] [color=#F56828] No…[/color] [/i] [/b]- Suspiré, mirando las espirales que me quedaban en la fiambrera y escuché algunas palabras sueltas de los que estaban con él.- [b] [i] [color=#F56828] ¿Qué está pasando ahí?[/color] [/i] [/b]- Inquirí finalmente, al ver que se morían de risa hablando de un Dominic vampiro. La risa de ellos se me contagió, aunque no tenía ni idea de por qué.
– [b] [i] [color=#266EAC] Estamos hablando de futuros variables… ya sabes, qué hubiese pasado si hubiese tomado este camino en lugar de otro… como puedes comprobar cuando no estudiamos nos aburrimos – [/color] [/i] [/b] Dejó escapar un suspiro y se quedó callado, aunque seguía escuchando la conversación de fondo.- [b] [i] [color=#266EAC] T-te echo de menos[/color] [/i] [/b].- Soltó de pronto, haciendo que el corazón me latiera con fuerza. Tanto, que temí que se oyera al otro lado del teléfono.
– [b] [i] [color=#F56828] Y-y yo a ti[/color] [/i] [/b].- Admití con sinceridad y rápidamente, cambié de tema. No quería que se sintiese incómodo delante de los demás.- [b] [i] [color=#F56828] ¿Futuros variables? ¿Habrá uno en el que no tenga este trabajo?[/color] [/i] [/b]- Bajé la voz para que la gente que pasaba por el parque no pensara que estaba loca y me reí.
– [b] [i] [color=#266EAC] Posiblemente[/color] [/i] [/b].- Él también se reía, aunque lo que había dicho no tenía tanta gracia.
– [b] [i] [color=#F56828] He llamado para darte una buena noticia, más o menos[/color] [/i] [/b].-Comenté de pasada, con voz temblorosa.- [b] [i] [color=#F56828] Dentro de poco estaré por ahí de visita[/color] [/i] [/b].- Me ahorré comentarle el hecho de que mi contrato estaba a punto de expirar y no sabía si me renovarían.
– [b] [i] [color=#266EAC] Es una buenísima noticia[/color] [/i] [/b]- No hacía falta conocerle mucho para saber que estaba más contento. Sólo esperaba que Diana no se hubiese enterado o estaría molestándole todo lo que quedaba de día.
Al saber que estaba contento, sonreí.- [b] [i] [color=#F56828] Ahora pareces más alegre[/color] [/i] [/b].- Miré el reloj y me di cuenta de que mi tiempo de descanso estaba llegando a su fin, pero no me apetecía colgar.
– [b] [i] [color=#266EAC] Cómo no iba a estarlo, voy… vamos a vernos de nuevo dentro de poco[/color] [/i] [/b].- Me recordó, haciendo que sonriese como una tonta.
Durante esos segundos de silencio, pude escuchar perfectamente un estruendo al otro lado de la línea y cómo, las voces que antes bromeaban, demostraban su nerviosismo. Ed debió apartar el teléfono de su oreja y ponerlo en el bolsillo del pantalón, porque escuchaba peor.- [b] [color=#110D8B]¿Sabéis? He sido un irresponsable. [/color] [/b] – Habló una voz que me resultaba desconocida. – [b] [color=#110D8B]Irme de vacaciones y descuidar mis obligaciones… [/color] [/b] – Añadió con teatralidad. – [b] [color=#110D8B]Pero estoy a tiempo de enmendar mi error, así que he vuelto con ganas de trabajar y recuperar el tiempo perdido. [/color] [/b] – Hizo una pausa. –
[b] [color=#110D8B]Nada de caras largas, vamos a tomárnoslo…en serie. [/color] [/b] – Se echó a reír como un loco y murmuró unas palabras que desconocía.
– [b] [i] [color=#F56828] ¿Ed, estás bien? ¿Y los demás?[/color] [/i] [/b]- Grité al teléfono, esperando que me oyese. Esta vez, los nervios, aunque tenían algo que ver con él, no eran por lo de siempre.
– [b] [i] [color=#266EAC] Sí, sí…[/color] [/i] [/b]- Mintió.- [b] [i] [color=#266EAC]Tengo que colgar. Nos vemos pronto…[/color] [/i] [/b] – Quise decirle que tuviera cuidado, pero si alguien podía protegerse, era él mismo. No lo necesitaba.
– [b] [i] [color=#F56828] P-pero…[/color] [/i] [/b]- Protesté. Quería que me dijera qué estaba pasando, aunque no pudiese hacer nada para ayudarles. De nuevo, se escuchó otro estruendo. Más voces, más gritos y cada vez más sentía más impotente.
– [b] [i] [color=#266EAC] Te… te quiero[/color] [/i] [/b].- Me dijo de pronto. Noté cómo toda la sangre se me iba a un punto indeterminado entre mi cara y mi cerebro. No podía pensar, no podía respirar. Por un lado, estaba preocupada, pero por otro, tenía ganas de dar saltos de alegría.
– [b] [i] [color=#F56828] Yo…yo…[/color] [/i] [/b]- Empecé a decir, guardando la fiambrera en el bolso: Ya no tenía hambre.
Pero al otro lado de línea sólo se escuchaba silencio.
Intenté llamar nuevamente, pero el teléfono estaba apagado.
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