[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3] Rebecca Lee | Hospital
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]Cuando sonó el teléfono, levanté la vista del libro que estaba leyendo (‘Divergente’, de Veronica Roth, la culpa era de Sarah) y alargué la mano hasta la mesa de café para mirar el mensaje que alguien acababa de enviarme. Arqueé una ceja, posé el libro sobre mis rodillas y me recosté hacia atrás negando con la cabeza, completamente convencida de que lo que venía a continuación era una foto de Dom en paños menores, porque para eso salía todos los días a hacer deporte. Lo que no esperaba, era que fuese Sarah para decirme, simplemente: Pon la tele.
Al leer eso, dejé escapar un bufido de desagrado y me dispuse a buscar el mando. Me costó un rato encontrarlo, porque normalmente no veíamos la televisión, aunque no por los mismos motivos que durante los primeros meses de relación.
Cuando por fin lo tuve entre mis manos, apreté el botón y comprendí por qué tenía tanto interés en que supiera lo que estaba pasando.
Estaba mirando la televisión, sin dar crédito a lo que estaba pasando, cuando Dominic atravesó la puerta sudoroso y alterado, provocando que yo gritase.-[b] [i] [color=#383A72] ¿Rebecca?[/SIZE] [/i] [/b]-Se quedó mirándome, [b] [i] [color=#383A72] Lo siento, pensaba que lo mismo tú también habías caído inconsciente.[/color] [/i] [/b]- El resto ocurrió a toda velocidad. Dom se duchó en poco más de dos segundos y después, me explicó con un par de frases que algunos de los del grupo se habían desmayado por culpa de aquella nube negra, igual que la mujer del telediario. Lo siguiente que recuerdo es estar en el hospital, corriendo a través de los pasillos, sujetando su mano con fuerza, pero sin poder tocar su piel.
Caminamos por los pasillos, en los que reinaba un caos propio de serie de hospitales, con camillas por los pasillos, médicos corriendo a toda pastilla, gritos, llantos y gente perdida, buscando a sus familiares. Decidí abstraerme, porque me traía muy malos recuerdos, hasta que llegamos a Urgencias y alguien tiró de nosotros para arrastrarnos a uno de los boxes, esos habitáculos rodeados de cortinas en los que, normalmente, se presta atención primaria a pacientes de relativa gravedad. Cuando miramos a ver quiénes eran los que nos habían arrastrado, sólo vimos a dos doctoras, una de ellas de unos treinta y tantos años, latina y de posaderas de grandes proporciones y a otra rubia de ojos claros, que debía rondar la misma edad. En la camilla, no había nadie todavía: ¿Por qué estaban ahí?
La de pelo oscuro le hizo una seña a la rubia, que esbozó una amplia sonrisa, murmuró unas palabras que no logré entender y de la nada, aparecieron, en el lugar de ellas, McLeod y Diana, que se reían.
– [b] [i] [color=#CC858A]¿Qué?[/color] [/i] [/b]- Les pregunté sin comprender nada. Todavía se me escapaban muchas cosas y la mitad de ellas, no podría saberlas nunca.
– [b] [i] [color=#843181]El glamour no es sólo cosa de las famosas[/color] [/i] [/b].- Respondió riéndose.
– [b] [i] [color=#CC858A]¿Qué?[/color] [/i] [/b]- Volví a repetir, esta vez frunciendo el ceño. No me gustaba que me tomasen el pelo.
– [b] [i] [color=#457238]Lo que Diana quiere decirte es que ha conjurado un hechizo llamado ‘Glamour’ para que no nos vean ni nos oigan mientras hablamos[/color] [/i] [/b].- Me explicó Christopher, recolocándose las gafas.
Asentí con la cabeza, como si me hubiera enterado de algo, porque no hay nada peor que te tengan por lista y quedar como una tonta, así que dejé que mi mente analítica intentase buscarle un sentido a lo que acababan de decir. – [b] [i] [color=#383A72] Menudo caos tienen montado. Si supieran que, en realidad, están simplemente dormidos…[/color] [/i] [/b]- Soltó Dominic de pronto, salvándome de mis propios pensamientos.
– [b] [i] [color=#CC858A]Vosotros habéis pasado por esto, ¿verdad?[/color] [/i] [/b]- Susurré. Una cosa era que me dijeran que el resto del mundo permanecía ajeno a lo que estábamos tramando y que si abrían la cortina se encontrarían a dos médicos afanados en su tarea de hacerle pruebas a una mujer de mediana edad y otra, que no me costase asimilarlo.
McLeod asintió. – [b] [i] [color=#457238]Su mente está ahora mismo en otro lugar, el lugar dónde sus peores miedos se hacen realidad.[/color] [/i] [/b] – Comentó de manera críptica y en el box de al lado, alguien entró en parada cardíaca. Mis peores miedos se estaban empezando a hacer realidad. Ese sonido me recordó al día en que perdí a mi madre y noté cómo un nudo se me atravesaba a la altura del pecho. Es un nudo similar al del llanto, pero mucho más profundo, es el de un llanto que sabes que no se acaba nunca.
– [b] [i] [color=#457238]Tenemos que sacarlos de aquí para intentar ayudarles[/color] [/i] [/b].- Escuché decir a McLeod mientras intentaba lidiar con el nudo de mi pecho, pero me costaba mucho. Estamos preparados para la muerte como algo abstracto, no para perder a un ser querido.
– [b] [i] [color=#843181]¿Cuándo empezamos a darles tortas?[/color] [/i] [/b]- Preguntó Diana sonriendo, mientras intentaba buscar mis ojos con la mirada. Diana era un radar para las emociones de los demás, por eso me daba tanto miedo verme superada por algo tan ridículo como estar en un hospital.
– [b] [i] [color=#457238]Hay una forma…es complicado…lo primero es sacarlos[/color] [/i] [/b].- Empezó Christopher, visiblemente nervioso porque el hechizo debía tener un tiempo limitado y más si teníamos en cuenta que de los brujos y brujas del grupo, sólo contábamos con una.
– [b] [i] [color=#383A72] Ahora es cuando dices que podemos meternos en sus mentes y ayudarlos… ¿podemos? [/color] [/i] [/b]- Dom parecía dispuesto.
Nos quedamos en silencio unos segundos y los miedos volvieron a asaltarme. Me sentía pequeña al lado de todos ellos, pequeña y llena de miedos. Si iban a entrar en alguna mente, no podría ser en la mía, no era lo bastante fuerte.- [b] [i] [color=#843181]El problema es que será un enlace de doble vía y también se verá toda la mierda que tenemos guardada[/color] [/i] [/b].- Murmuró Diana, que sabía más de hechizos que yo. Me estaba perdiendo y mareando. Necesitaba salir del hospital cuanto antes. No quería volver a tener miedo, no de cosas que ya creía superadas.
– [b] [i] [color=#457238]Su cuerpo está aquí, pero su mente y su alma están en otro lugar, un mundo diferente.[/color] [/i] [/b] – Añadí McLeod. – [b] [i] [color=#457238]Mirad, es algo así..[/color] [/i] [/b] – Rebuscó en un maletín de cuero típico de profesor y sacó un mapa.- [b] [i] [color=#457238]Es de un juego de rol famoso, lo que la gente no sabía es que el creador viajó de verdad entre mundos.[/color] [/i] [/b] – Hizo una pausa y luego esbozó una sonrisa. No sabía si hablaba en serio o se estaba quedando con nosotros, mi capacidad para entender las bromas ajenas estaba bastante limitada. – [b] [i] [color=#457238]Más o menos es algo así, pero hay cosas distintas, es difícil saberlo.[/color] [/i] [/b] – Parecía dudoso. – [b] [i] [color=#457238]El caso es que podemos hacer un puente entre el mundo de los sueños y el de las pesadillas…[/color] [/i] [/b]
Ni siquiera le di tiempo a terminar, levanté las manos, como si estuviesen armados y hablé.- [b] [i] [color=#CC858A]Yo me quedo fuera, alguien tiene que…cuidar del resto[/color] [/i] [/b].- Noté que la voz me temblaba. Prefería tener que esperar durante el tiempo que fuese antes que revivir mis miedos.
– [b] [i] [color=#383A72] Me parece bien[/color] [/i] [/b].- Dom me miró y aparté la vista. No quería preocuparle. – [b] [i] [color=#383A72] Si tuvieses algún problema, dame una descarga, seguro que consigues despertarme[/color] [/i] [/b].- Puse la mano cubierta con el guante negro sobre su cara. Era lo más parecido que teníamos a un beso.
– [b] [i] [color=#843181]¿Cómo se hacen los puentes entre mundos? Pregunta seria[/color] [/i] [/b].- Hizo un signo como de estar vomitando y no pude evitar sonreír. Pese a que siempre me habían caído mal los graciosillos, ella era distinta.
– [b] [i] [color=#457238]Al dormir, parte de nuestro espíritu atraviesa el éter y va a parar a una zona a la que voy a llamar mundo onírico, que no sale ahí pero pongamos que está por aquí.[/color] [/i] [/b]- Señaló un punto en el mapa.- [b] [i] [color=#457238]El de las pesadillas está al lado, por eso a veces un sueño se transforma en pesadilla, y viceversa.[/color] [/i] [/b]
Un escalofrío me recorrió el cuerpo.- [b] [i] [color=#383A72] Por lo que vamos a intentar convertir esas pesadillas en sueños, ¿no?[/color] [/i] [/b]
– [b] [i] [color=#843181]O nuestros sueños en pesadillas[/color] [/i] [/b].- Diana miró a Dom y después a mí.- [b] [i] [color=#843181]Mis McLeods en pelotas se transformarán en un ejército de asesinos vestidos, por ejemplo[/color] [/i] [/b].- Se quedó callada y se mordisqueó el labio, como haría Sarah.- [b] [i] [color=#843181]Siento aguaros la fiesta, pero al hechizo le queda un minuto como máximo, excepto que queráis que me convierta en la asesina psicópata adicta a la magia[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#457238]Ahora mismo acabamos[/color] [/i] [/b].- Hizo una seña.- [b] [i] [color=#457238]La verdad es que no sé cómo pasar de uno a otro, sólo sé que se puede…imagino que quedará un poco más claro cuando estemos allí…[/color] [/i] [/b] – El hechizo empezó a desvanecerse. Nosotros no habíamos cambiado nuestro aspecto a nuestros ojos, pero sí se notaba que una especie de halo invisible que nos envolvía, estaba empezando a desaparecer.
Diana nos indicó que la siguiéramos y salimos del box, justo cuando el hechizo se había desvanecido, simulando ser los amigos de alguien que estaba por allí, hasta que Dom se quedó mirando a uno de los cubículos que tenía las cortinas descorridas.- [b] [i] [color=#383A72] Ehm… chicos.-[/color] [/i] [/b] Se quedó mirando a un chico asiático bastante guapo.- [b] [i] [color=#383A72] Vamos a tener que llevarnos también a él[/color] [/i] [/b].
– [b] [i] [color=#843181]¿Coleccionas gente ahora?[/color] [/i] [/b]- Le preguntó Diana parpadeando con rapidez, mientras evitaba darle una colleja a una enfermera que casi nos arrolla.
– [b] [i] [color=#457238]Espero que lo conozcas, porque si no estamos a punto de averiguarlo todo sobre él…y él sobre nosotros[/color] [/i] [/b].- Puntualizó Christopher.
– [b] [i] [color=#383A72] Bien, porque necesito ver qué es lo que sabe de mí[/color] [/i] [/b].- Respondió de forma críptica.
A lo mejor no era el momento para decir que estaba asustada y que lo único que quería era irme a casa con él.
Pero tenía que aguantar. Tenía que ser fuerte. Alguien tenía que quedarse en la retaguardia, asegurándose de que todo saliese bien.
[spoiler]Espero que os guste, porque es el primer post que escribo desde que pasó lo de mi abuela y no tengo ni idea de cómo habrá salido :)[/spoiler]
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