Moondale

UN LARGO VIAJE

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Sarah Echolls | Estacion de tren

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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Era una estación de tren antigua, con máquinas de vapor y humo negro que ascendía hasta donde la vista alcanzaba. La gente, entre los que había humanos, demonios, vampiros y otros seres, caminaba a trompicones, empujándose unos a otros, con ropas de diferentes épocas y estilos, como si esto fuera una mezcla entre Harry Potter y Doctor Who. Yo estaba en mitad de la muchedumbre, sin poder moverme por culpa de los empujones.- [b][color=#340908]Señorita, ¿podría despejar el camino? Las estacas no se clavan solas[/SIZE][/b].- Anunció una mujer pálida y ceño vampírico que apartó a la multitud para chocarse contra la pared y clavarse una de las estacas que había colgadas a modo de macabra decoración. Un demonio Skilosh que pasaba por ahí, se sacudió el polvo y exclamó al aire.

– [b][color=#736043]¡Un poco de civismo, por favor. Se puede uno suicidar sin ensuciar la ropa de los demás, carajo![/color][/b]- Al ver que les estaba mirando, se dirigió a mí, provocando que todos se apartaran de mí.- [b][color=#736043]¿Y tú qué miras, asesina? ¿Te crees mejor que yo porque lo tuyo es una misión y lo de los demás, instinto? A lo mejor deberías plantearte que nosotros lo hacemos porque está en nuestra naturaleza y no porque nos creamos unos iluminados[/color][/b].- Dicho lo cual, se acercó y me escupió en la cara y yo, en lugar de defenderme, simplemente agaché la cabeza y me limpié.- [b][color=#736043]¿No vas a defenderte? ¿Sin tus amigos eres incapaz de hablar? Inútil[/color][/b].- Espetó a pocos metros de mí. Quise decirle algo, pero cuando fui a articular una palabra, me di cuenta de que no podía hablar, como si fuera muda. Intenté gritar con fuera, pero sólo provocaba que la garganta me doliese debido al infructuoso esfuerzo.- [b][color=#736043]¿Te ha comido la lengua el gato?[/color][/b]- Se jactó en mi cara e intenté empujarle para que me dejara en paz o simplemente, para que supiera que tenía mi límite aunque no lo pareciera, pero los brazos me pesaban, no era capaz de moverlos.- [b][color=#736043]¿Cuál es tu excusa, ahora? ¿Sin tu novio no eres capaz de pegar a nadie?[/color][/b].- Miré mis brazos y descubrí por qué no podía los brazos: Alguien me había atado a unos grilletes que habían aparecido de la nada y que estaban anclados al suelo. Volví a intentar gritar, pero mi voz me había abandonado, como si fuera La Sirenita y esto, la versión edulcorada del cuento. Intenté entonces utilizar mi fuerza de Cazadora para liberarme de ellos, pero no servía de nada. O los grilletes estaban forjados en algún material sobrenatural o había perdido mi fuerza.

La gente pasaba a nuestro alrededor sin pararse a mirarme, como si no existiera. Vi pasar a Daniel que iba muy ocupado con una caja en la mano y una katana en la otra, a una Ills que se reducía a cenizas una y otra vez para volver a recomponerse, como si se tratara de un ave fénix; a McLeod que apestaba a alcohol con un reloj de bolsillo de cuarenta y ocho horas sobresaliendo del traje de tweed, a un par de chicos que decían llamarse Ed y venir de otra realidad, a Dom paseando con Jaime y Silver, cada una de un brazo, mientras Rebecca le seguía en la distancia con una carpeta repleta de fotos suyas, como si de una estrella se tratase. También vi a Diana, primero rubia, morreando a un tipo que parecía Dom y luego a otros tres o cuatro, después era pelirroja, se parecía a mi madre e iba con dos niñas rubias a las que les acababa de comprar dos piruletas y lo más extraño, era que una de las niñas era transparente. Por último, vi a una Diana de pelo oscuro, cuyas ropas eran, en realidad, explosivos con una cuenta regresiva.

El demonio se quedó mirando, esperando a que hiciese algo, pero sólo tenía ganas de llorar. Me sentía frustrada e impotente, así que cerré los ojos para no darle el gusto. No pensaba llorar delante de un demonio que estaba en una estación de tren a plena luz del día, igual que los vampiros. Un momento, ¿vampiros a plena luz del día? Empecé a repetirme que eso no podía ser real, que no tenía ninguna lógica, porque los vampiros se calcinaban al sol y entonces empecé a recordar algo, algo que era muy importante, pero que se perdía entre mis pensamientos. Focalicé entonces mi mente en un lugar conocido y cuando abrí los ojos, empezó a construirse ante mis ojos.

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La estación de tren dio paso, poco a poco, a la nave, pero no a la nave como estaba ahora, sino a la nave del principio, cuando sólo eran cuatro paredes, un techo y unas cuantas cajas de herramientas. Y allí, en medio de todo aquel caos, había un hombre, pero no el que pensáis. Su figura se fue haciendo más nítida a medida que deseé que se acercara a mí para verle la cara y allí estaba, tenía las manos metidas en los bolsillos del pantalón blanco de lino y llevaba, además, una camisa del mismo color y género, como si fuera un ángel de la guarda engominado, con zapatos de más de doscientos dólares y colonia cara. Mi ángel de la guarda se parecí a Alexander Fenris, quién lo hubiera dicho.

– [b][i][color=#BB609C]Fenris, ¿eres tú?[/SIZE][/i][/b]- Le pregunté al ver que se acercaba hasta mí con una sonrisa en la cara.

– [b][color=#437356]Cuánto tiempo, pequeña.[/color][/b] – Saludó después de abrir un poco las fosas nasales, seguramente para asegurarse de que era yo, cosas de licántropos.

– [b][i][color=#BB609C]No creo que huela tan mal[/color][/i][/b].- Le devolví la sonrisa y reprimí las ganas de abrazare, aunque fuera un mundo onírico, no debía invadir su espacio personal.- [b][i][color=#BB609C]¿Qué tal estás…?[/color][/i][/b]- No era mi mejor frase, pero necesitaba saber cómo estaba, ahora que empezaba a recordar qué hacía aquí y seguramente, las razones por las que se había aparecido frente a mí.

– [b][color=#437356]Algo me dice que no muy bien.[/color][/b] – Intentó sonar despreocupado y casi lo consiguió. Casi. – [b][color=#437356]¿Y vosotros? ¿Cómo salió todo?[/color][/b] – Me quedé callada un momento, hacía demasiado tiempo que estaba…así.

– [b][i][color=#BB609C]Lo conseguimos, gracias a ti[/color][/i][/b].- Me acerqué a él un poco más, no tenía sentido hablar con alguien que ha dado tu vida por ti como si se tratara de alguien a quien odias.

– [b][color=#437356]Vosotros le pateasteis el culo a ese engendro, pero me alegra haber puesto un poco de mi parte.[/color][/b] – Dio un par de pasos con las manos en los bolsillos, recorriendo la nave en construcción, seguramente pensando cómo la mejoraría. – [b][color=#437356]¿Por qué nos estamos viendo?[/color][/b]

– [b][i][color=#BB609C]Porque…[/color][/i][/b]- Debía decirle la verdad, ese “porque estás en coma y seguramente, te quede poco de vida”, pero no quería hacerle daño.- [b][i][color=#BB609C]Espero que no pienses que suelo soñar contigo[/color][/i][/b].- Dejé escapar una carcajada nerviosa. Fenris no solía protagonizar mis sueños, aunque pudiera parecerlo, después de esto.

– [b][color=#437356]Eso sólo las que están solteras.[/color][/b] – Bromeó esbozando su sonrisa de anuncio de dentífrico.- [b][color=#437356]Las echo de menos…[/color][/b] – Fijó en el techo y negó con la cabeza. Cuando volvió a mirarme, estaba más serio. – [b][color=#437356]Sé que estoy en coma, John me lo dijo un par de días antes de que nos enfrentásemos a Mason.[/color][/b] – Me aseguró, lo que no entendía era por qué sabiéndolo se había arriesgado, no tenía sentido. – [b][color=#437356]Hasta ahora no era consciente de nada, pero al ver a McLeod me desperté y lo recordé.[/color][/b] – Me explicó.

– [b][i][color=#BB609C]Dime cómo puedo ayudarte a salir de aquí[/color][/i][/b].- Le pedí.

– [b][color=#437356]Creo que soy yo el que está aquí para ayudarte en algo.[/color][/b] – Hizo una seña con la mano, indicándome que no hacía falta. – [b][color=#437356]Eres fuerte, ‘kiddo’, pero no puedes curar un coma.[/color][/b]
Al escucharle llamarme así, tuve que reprimir el nudo que tenía en la garganta y que amenazaba con convertirse en sollozo.- [b][i][color=#BB609C]Pero…te lo debo, no tenía que haber dejado que te arriesgaras por nosotros, tenía que habértelo impedido, tenía..[/color][/i][/b]- El nudo no me dejaba hablar.

– [b][color=#437356]Tenía que ser como fue, John lo vio, sabía lo que tenía que hacer y no me importó con tal de que ese monstruo pagase.[/color][/b] – Se acercó hasta a mí y me puso una mano en el hombro. – [b][color=#437356]No te eches la culpa, no es el mejor sitio para hacerlo.[/color][/b]

Asentí con la cabeza, agradecida y él, retiró la mano.- [b][i][color=#BB609C]Antes de que me ayudes, creo que mereces saber que…Mars y la rectora están contigo…juntos, ya sabes, no juntos juntos, pero eh…[/color][/i][/b].- Hice una pausa, esto era ridículo, no sabía en qué momento me había parecido buena idea.- [b][i][color=#BB609C]Pensé que…te gustaría saberlo[/color][/i][/b].

– [b][color=#437356]Gracias.[/color][/b] – Respondió visiblemente agradecido. – [b][color=#437356]Bueno, parece que le estáis dando un buen cambio a esto.[/color][/b] – Cambió de tema con rapidez, debido a algo que no lograba entender, alguna rencilla del pasado que se escapaba a mi conocimiento y que prefería no saber.

– [b][i][color=#BB609C]De nuevo, gracias a ti[/color][/i][/b].- Las palabras se quedaban cortas, pero tenía que saber que era un héroe.- [b][i][color=#BB609C]Eres nuestro ángel plaboy de la guarda[/color][/i][/b].- Añadí para quitarle hierro al asunto.

– [b][color=#437356]Lo de playboy se echa de menos no te creas…aunque fuese una modelo la que me contagió la licantropía…creo que me perdí la lección en alguna parte.[/color][/b] – Parecía que hablaba más consigo mismo que conmigo y se quedó callado, observando cómo, a nuestro alrededor, se iban construyendo salas acristaladas, como las de la Iniciativa, en cuyo interior había gente conocida.- [b][color=#437356]Ése es Dominic…y una chica que no tengo el placer de conocer.[/color][/b] – Y efectivamente, ahí estaba Dominic, intentando levantar con su poder una pila enorme de objetos de diferentes tamaños, entre los que estaban su hermana, Arthur Smith, una mujer joven que no reconocí y Rebecca con sus guantes negros y su libro entre las manos.

– [b][i][color=#BB609C]Rebecca. Te gustaría, quizás demasiado[/color][/i][/b].- Apunté con mordacidad y me quedé callada, mordisqueándome el labio.- [b][i][color=#BB609C]Me da miedo lo que puedas ver[/color][/i][/b].

– [b][color=#437356]Puedo ir con los ojos vendados.[/color][/b] – Me guiñó un ojo. – [b][color=#437356]Parece que va bastante cargado. Creo que las cosas no han sido mucho más fáciles desde que ese vampiro se no está.[/color][/b]

– [b][i][color=#BB609C]Ahora tenemos al Doctor y que no te engañe su nombre, no cura nada[/color][/i][/b].- No quise entrar en detalles para que no se preocupase. Lo que menos necesitaba era que vertiese sobre él toda la mierda que tenía encima.

– [b][color=#437356]No soy un fan de los médicos.[/color][/b] – Pasó la vista por la sala de al lado, que acababa de construirse. – [b][color=#437356]Oh, mira un McLeod. Está todavía más ojeroso que de costumbre[/color][/b].– Llevaba un cuento entre las manos en el que, según mi cerebro, ponía “1001 formas de morir antes de los veinticinco”, que estuvo leyéndole a una niña rubia y desdentada que se quedó dormida antes de la mitad. Al salir de allí, fue hasta su cuenco sobre el que se derramaba una botella de whisky y bebió un poco, pero tuvo que parar para rascarse con las patas traseras y perseguirse el rabo (el de atrás).

Después, cogió diversos cuentos y se los leyó a otros niños y niñas, uno con el pelo rubio de punta y una katana en las manos, otro moreno y cabezón que dormía junto a una niña muy estudiosa, otro delgado y de ojos llorosos, también dos niños con la cara de los padres de McLeod y por último, una niña con la cara de mi madre. Junto a la puerta de esta habitación estaba esperando Diana, pero él nunca llegaba, no tenía tiempo.

Agaché la vista avergonzada y pasamos a la sala siguiente, en la que había un Fenris en coma con una estaca clavada en el corazón.- [b][color=#437356]Vaya, no tengo buena pinta, será mejor correr esa cortina.[/color][/b] – Y de la nada apareció una cortina que pudimos echar. – [b][color=#437356]No hiciste nada malo, al contrario.[/color][/b] – Me miró a los ojos para decirlo y fuimos a la habitación de al lado, en la que estaba Ed.- [b][color=#437356]Ed parece que está…colocando fotos.[/color][/b] – En un enorme mural colocaba fotos de él con Diana, Kaylee, Daniel, McLeod, Dom, pero ninguna conmigo, como si no existiese.

– [b][i][color=#BB609C]No sé qué decir…[/color][/i][/b]- Admití. A nadie le gusta que sus secretos queden expuestos- [b][i][color=#BB609C]No se lo cuentes a nadie[/color][/i][/b].- Susurré.

– [b][color=#437356]Soy una tumba…perdón.[/color][/b] – Al decir eso, su cuerpo parpadeó, como si empezase a desaparecer. – [b][color=#437356]Si desaparezco…es fácil perderse en los sueños, intenta concentrarte para llegar dónde debes llegar, tú puedes ‘kiddo’.[/color][/b] – Me recordó. – [b][color=#437356]A esta traslúcida chica no la conozco.[/color][/b] – Se refería a Kaylee, que era transparente y se acercaba al cristal para hablarme.- [b][i][color=#F56828]Soy un sueño, Sarah. Siempre lo he sido, ahora lo entiendo.[/color][/i][/b] – Repetía en bucle, como si fuera una cinta que se hubiese quedado pillada.

– [b][i][color=#BB609C]Es mi hermana mediana y me niego a entender lo que está queriendo decirme[/color][/i][/b].- Confesé.

– [b][color=#437356]No soy un gran Freud, y si lo fuera acertaría menos todavía.[/color][/b] – Dijo de forma críptica y no quise profundizar en sus palabras. Más adelante estaba Cara conectada a unos cables, igual que Daakka, a su alrededor estábamos los demás, que íbamos dándole a botones que aceleraban y deceleraban su crecimiento en función de lo que nos apeteciese ver en ese momento.- [b][color=#437356]Alguien nuevo…no me gusta lo que les está pasando.[/color][/b]

– [b][i][color=#BB609C]Son…la hermana de Daniel y Daakka[/color][/i][/b].- Siseé.

– [b][color=#437356]¿Hermana? Me he perdido mucho.[/color][/b] – Aseguró con pesar.

– [b][color=#437356]Aunque tiene pinta de haber muchas cosas…complicadas detrás, me alegro.[/color][/b]

– [b][i][color=#BB609C]Ojalá podamos sacarte pronto[/color][/i][/b].- Por mucho que lo dijese, no se iba a cumplir antes, pero quería que le quedase claro.

– [b][color=#437356]No os preocupéis por mí. Ya tenéis bastante.[/color][/b] – No parecía triste, sólo tranquilo. – [b][color=#437356]No es la mejor habitación…[/color][/b] – Le dijo al aire cuando pasamos junto a la zona en la que estaba Illya. Era una habitación de paredes y suelo blanco, en la que no dejaba de manar sangre por cada rincón e Illya, arrodillada en el suelo con un trapo en la mano, se afanaba por limpiarla, pero era incapaz de detener la hemorragia.

– [b][i][color=#BB609C]Ills…[/color][/i][/b]- Murmuré al verla, conmocionada. En la sala de más adelante estaba mi madre.- [b][color=#437356]Tu madre parece preocupada.[/color][/b] – Estaba sentada en el sofá de casa con el teléfono al lado, con ojeras y mala cara. Detrás de ella estaba Jaime, esperándole con un ramo de flores en la mano, pero era incapaz de verle.

– [b][i][color=#BB609C]Y todavía queda lo peor…[/color][/i][/b]- Los sueños que estaba teniendo últimamente no auguraban nada bueno.

– [b][color=#437356]Perturbador.[/color][/b] – Fue lo que dijo al ver una matroska rusa con la forma de mi hermana, la actual, de la cual salieron primero una rubia vestida con una minifalda rosa y un top negro que se miraba al espejo que tenía en la mano. Después, una pelirroja que no se parecía en nada a ella, porque además de tener otros rasgos miraba al mundo con el ceño fruncido y que debía ser Siobhan. La siguiente, tenía el pelo moreno y venas negras surcándole la cara. Por último, había una muy pequeña que quedaba en un segundo plano y era una Diana como la de siempre, pero que no dejaba de llorar.

– [b][i][color=#BB609C]Tuviste suerte de que Ed y McLeod se te adelantasen, las Echolls tenemos demasiadas cosas encima[/color][/i][/b].- Sentencié finalmente.

– [b][color=#437356]Soy un hombre sencillo.[/color][/b] – Bromeó y se quedó callado, mirando tras de mí.- [b][color=#437356]¿Te has dado cuenta de que hace rato que tienes una sombra?[/color][/b] – Al principio me asusté, pero luego me di cuenta de que faltaba alguien.

– [b][i][color=#BB609C]¿Daniel?[/color][/i][/b]- Me giré sonriendo y de entre las sombras, apareció Daniel. Llevaba una cajita pequeña en la mano.- [b][i][color=#BB609C]¿Qué tienes ahí?[/color][/i][/b]

– [b][i][color=#4F5360]Un tesoro[/color][/i][/b].- Respondió de forma enigmática.

– [b][i][color=#BB609C]¿Puedo cogerlo?[/color][/i][/b]- Le pedí al ver que la caja resplandecía como si en su interior hubiera algo muy valioso.

– [b][i][color=#4F5360]No, lo perderías[/color][/i][/b].- Fue su respuesta.

– [b][i][color=#BB609C]¿Me dejarías verlo?[/color][/i][/b]- Daniel se quedó pensativo, meditando la respuesta y al final, la abrió un poco. En su interior había un corazón de color rojo brillante, pero no era un corazón de verdad, sino uno como los de los dibujos.- [b][i][color=#4F5360]Así no te darán miedo las estacas[/color][/i][/b].- Y la cerró.

– [b][color=#437356]El chico sigue tan enamorado como siempre.[/color][/b] – Sonrió ampliamente y Daniel, desapareció.

– [b][i][color=#BB609C]Eh…no has visto nada[/color][/i][/b].- Le reñí.

– [b][color=#437356]Estos no son los androides que busco…[/color][/b] – Hizo un gesto con la mano y me di cuenta de que donde Daniel había aparecido era el gimnasio de la Universidad, que se extendía a nuestro alrededor.- [b][color=#437356]¿Por qué un gimnasio?[/color][/b]

– [b][i][color=#BB609C]No quieres saberlo[/color][/i][/b].- Dejé escapar una carcajada nerviosa. Lo que me faltaba, tener que contarle mi vida íntima.

– [b][color=#437356]Eh…no, no quiero saberlo…es como saber lo que hacen tu hermana pequeña y su novio. Eso sí, curioso sitio.[/color][/b] – Se rascó la barbilla, seguramente meditando cosas que no quería saber.

Le golpeé en el hombro.- [b][i][color=#BB609C]Déjalo ya o te daré tan fuerte que acabarás despertándote[/color][/i][/b].- Y sonreí.

– [b][color=#437356]Auch. Maltratando a un comatoso…debería darte vergüenza.[/color][/b] – Se quejó. – [b][color=#437356]Bueeeeno…¿y ahora qué?[/color][/b]
– [b][i][color=#BB609C]Ahora tengo que encontrar la salida, pero no quiero dejarte aquí otra vez…[/color][/i][/b]- Si me marchaba, Alexander volvería a estar en coma, no es que ahora no lo estuviese, pero sería distinto.

El gimnasio empezó a desvanecerse y [URL=http://www.youtube.com/watch?v=JRWox-i6aAk]una canción conocida[/URL] comenzó a sonar sin que hubiera altavoces que pudiera amplificarla. Mi mente intentaba decirme algo y yo no quería escucharla.- [b][color=#437356]Ve, yo me quedaré por si alguien más aparece.[/color][/b] – Fenris parpadeó y en su lugar apareció una mujer de piel negra, vestida con ropas que a mí me parecían poco más que un par de trapos. Si no me equivocaba, era Sineya, la primera cazadora.

– [b][color=#453629]Todo esto es culpa tuya[/color][/b].- Me dijo sólo mirándome, sin mover la boca y a nuestro alrededor, en las paredes de la nave aparecieron varios símbolos, que reconocí como una “z” y una “omega”. Sé que apareció algo más, pero no puedo recordarlo.

Fenris volvió a aparecer, el tiempo se le estaba agotando, así que decidí acercarme a él para despedirme como se merecía.- [b][i][color=#BB609C]Te echamos de menos[/color][/i][/b].- Pero cuando quise abrazarle, se esfumó.

– [b][i][color=#8F532C]Azul está a punto de llegar.[/color][/i][/b] – (N.d.T ‘Blue is coming’) Comentó Vincent Solo empujando un carro con pintura azul.

A su lado, lo que parecía una chica cubierta por completo por una sábana blanca con dos agujeros recortados a la altura de los ojos para poder ver, cogió la brocha y empezó a pintar el suelo.- [b][i][color=#27846D]Dile que tenéis que encontrarme primero[/color][/i][/b].

Me percaté entonces que estaban marcándome un camino de baldosas azules que debía seguir, así que dejé que me guiasen y cuando estuve frente a la enorme puerta azul supe que había llegado a mi destino.

[spoiler]Es la segunda vez que escribo este post completo, así que más me vale que os guste. Disfrutadlo y espero que se entienda bien 🙂 [/spoiler]

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