Moondale

LAS COSTILLAS HECHAS POLVO Y EL CORAZÓN AÚN MÁS

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Logan Villiers| Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba del Caos

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]

achlys

Tenía que concederles un par de puntos a esos tales Grandes Poderes, o como demonios se llamasen. Había dudado al principio por todo eso de que estaría aquí sí o sí, lo quisiese o no, pero aunque antes me hubiese tocado con el cabezón, también me había tocado con la Cazadora buenorra, y ahora tenía frente a mí a Novak, mojada de pies a cabeza. Como las cosas siguieran así terminaría siendo un beato.

Pero las cosas no tardaron en torcerse. Mara apartó rápidamente la mirada y fue derecha a colocar el colgante en la puerta. Cabreado, me negué también a decirle nada y crucé en unos cuantos pasos el camino hasta la puerta, mirando brevemente los huesos tallados, antes de meter el maldito colgante en el puñetero agujero.

En cuanto lo hice sentí un escalofrío que me recorrió todo el brazo, una sensación a la que estaba perfectamente acostumbrado, que sentía cada vez que me metía en una pelea, cada vez que estaba a punto de morir, cada vez que superaba y destrozaba a un enemigo. Esta vez era mi turno, esa sensación era mía, no de Novak. Esa adrenalina me levantó los ánimos y crucé la puerta recién abierta dispuesto a desquitarme con lo que sea que esperase tras ella.

La sala era oscura, pero habría podido verse bien si no fuese por la niebla que lo cubría todo. En cuanto empecé a caminar, sentí algo crugir bajo mis pies. Miré y vi que había huesos, pero no solo a mis pies, por todas partes había huesos en el suelo, algunos parecían humanos, otros, aunque no era ningún genio en anatomía, no tanto.

Novak caminaba detrás de mí, observando los huesos, seguramente analizando en esa pequeña cabecita a qué partes del cuerpo correspondían, y de que seres. Aprovechando eso, la oscuridad y la niebla, me tomé un tiempo para mirarla. El pelo mojado le caía por los hombros, pero aun así estaba preciosa, especialmente cuando miraba algo concentrada.

Por desgracia me odiaba, la vida era así de desagradecida. Ya me había acostumbrado, pero seguía cabreándome, y cuando me cabreaba, no me gustaba callarme las cosas. – [b][i][color=#232627]¿Ni siquiera ahora merezco que me dirijas la palabra?[/SIZE][/i][/b] – dije saliendo de entre las sombras para señalar los huesos esparcidos por todo el suelo. No creía que fuese lo que fuese ese guardián pudiese conmigo, pero aun así era una cosa tan buena como cualquier otra para empezar.

Ella suspiró. – [b][i][color=#EE5159]…Solo estoy aquí porque….tengo que hacerlo[/color][/i][/b]. – verla así de fría fue como una puñalada, pero sabía que las cosas serían así, ya me había dicho que me odiaba, así que no me esperaba nada nuevo, la gente no solía adorarme, quizá el viejo tenía razón y no era más que un monstruo. Pero lo fuera o no, no me iba a ir de allí sin respuestas, o al menos, decir lo que tenía que decir.

– [b][i][color=#232627]Fue él quién te convirtió, ¿en serio no eres capaz de hablarme por eso?[/color][/i][/b] – repliqué con frustración. Había dudado de mí, sin permitir que me defendiese, de un instante a otro, por un vampiro al que había conocido hacía unos meses y que era ni más ni menos que el puñetero bastardo que la había matado.

Su mirada se me clavó en el corazón.- [b][i][color=#EE5159]No…eran…el mismo ser[/color][/i][/b].- empezó a explicar. Me pregunté si de haber sido de otra forma, me habría defendido a mí así, pero sabía que no, prefería no engañarme a mí mismo.- [b][i][color=#EE5159]Frank…me entendía como nadie lo había hecho y tú…[/color][/i][/b]- añadió, cortando la frase a la mitad.

– [b][i][color=#232627]Y yo ¿qué?[/color][/i][/b] – le pregunté sintiendo cómo me hervía la sangre, después de todo lo que había hecho ese hijo de puta, y de nuevo volvía a ser yo el malo de esta historia, pues bien, si ya lo era, no tenía sentido callarse. – [b][i][color=#232627]¿Quieres saber la verdad? Le habían cambiado para eso, querían experimentar contigo, por cómo eres, por tu control.[/color][/i][/b] – solté. La Iniciativa y sus soldaditos habían cogido al muy cabrón y le habían hecho una especie de lavado de cerebro, o no sé qué, el caso es que le habían dirigido a por ella, porque habían visto sus recuerdos y sabían que la había transformado, que la atraería. La temperatura a mi alrededor se elevó varios grados al pensar en eso último.

Ella me miró y se quedó en silencio.- [b][i][color=#EE5159]Dirías…cualquier cosa…[/color][/i][/b]- añadió. Cada palabra fue resonando como un martillazo, una tras otra, desvelando todos los miedos de lo que pensase de mí. Quizá no merecía que nadie confiase en mí. Pues bien, no lo necesitaba.- [b][i][color=#EE5159]¿Cómo sé…que no me mientes?[/color][/i][/b] – preguntó justo después. Una parte de mí quería decirle que si ella no lo sabía entonces yo no tendría por qué decírselo, pero entonces me acordé de la Cazadora buenorra y el aesir cabezón, y, aunque escocía un poco, decidí darles una oportunidad.

– [b][i][color=#232627]¿Miento en algo? ¿Incluso en lo que pienso de la gente?[/color][/i][/b] – dije sintiendo la tensión en mis músculos, pero controlándola. Que me juzgara si quería, pero al menos tenía que dejar claro que ese tipo era escoria. – [b][i][color=#232627]El guardia al que me llevé lo soltó, y no quise contenerme. No me arrepiento.[/color][/i][/b] – dije totalmente seguro. Las mentiras no iban conmigo, lo que había es lo que se veía, no pensaba ocultar nada para llevarme bien con la gente.

Vi a Novak detenerse y apoyarse contra lo primero que encontró. Se quedó callada, parecía que la verdad de ese tipo le había afectado en serio. Me sentí algo culpable, pero envié ese sentimiento a un oscuro rincón donde estaban todos sus compañeros. Aun así, no me gustaba verla pasarlo mal.

– [b][i][color=#232627]Solo quería protegerte….[/color][/i][/b] – empecé a decir, pero un temblor en el suelo, seguido de un aliento pestilente, me distrajeron. Me giré justo a tiempo para recibir de lleno una bocanada de fuego de color oscuro. La temperatura era muy alta, pero mi cuerpo consiguió absorber la energía. Cuando abrí los ojos y el fuego se disipó, vi dos enormes cabezas situadas a por lo menos cuatro metros de altura, y cada cabeza era más grande que nosotros dos.

Novak se puso en pie para mirarme durante un instante en el que se cruzaron nuestras miradas.- [b][i][color=#EE5159]La…prueba. Ya…hablaremos[/color][/i][/b]. – sentenció. Iba a acabar con ese puto demonio por cortar nuestra conversación. Después de varios meses soportando esa mierda, tenía que aparecer y joderlo todo.

– [b][i][color=#232627]¿Crees que es fácil saber que me odias?[/color][/i][/b] – dije mientras concentraba en mi cuerpo la energía recién absorbida. Ni Guardianes, ni demonios gigantes, ni nada me iban a impedir que terminase esa maldita conversación.

– [b][color=#000000]Ah, la dulce melodía del caos, el sufrimiento y la desesperación.[/color] [/b] – dijo con voz grave una de las dos cabezas, la fea. – [b][color=#000000]Hace mucho que no nos damos un festín.[/color] [/b] – dijo la otra cabeza, la más fea. En realidad el bicho entero era feo como un demonio, quizá por eso.

– [b][i][color=#EE5159]No…te odio. Me gustaría, pero Mara…no me deja[/color][/i][/b].- dijo pausamente mientras se acercaba a mí. No pude evitar que mi poder me hiciese sentir el calor de su cuerpo, que pese a ser una vampiresa era muy llamativo, era una suerte que en la realidad no fuesen una especie de zombies de mármol.

Iba a responder cuando el demonio avanzó acompañado del sonido de los huesos de sus víctimas rompiéndose bajo su peso. De las bocas de sus dos cabezas salía un humo denso y oscuro. Sentí la adrenalina en el cuerpo, tenía ganas de matarlo.

– [b][i][color=#232627]Eso dices, que no me odias…[/color][/i][/b] – dije pasando del demonio. Quería saber si no sentía nada por mí, escuchárselo decir.

La cabeza fea número dos soltó otra bola de fuego negruzco que me dio directamente. Me dispuse a absorberlo una vez más para unirlo a la energía que ya tenía, pero el fuego parecía no tener fin, como si se extendiese, como si utilizase mi propia energía para alimentarse.

– [b][i][color=#EE5159]A Mara…le gustabas…no sé por qué, pero…le gustabas. No…me deja odiarte[/color][/i][/b].- concedió, como si cada palabra le costase un esfuerzo. – [b][i][color=#EE5159]Es…cierto[/color][/i][/b]. – añadió. A «Mara» le gustaba, pero ahora se hacía llamar Illya, hablaba en pasado, no le dejaba odiarme, pero no decía nada de quererme.

– [b][i][color=#232627]¿Entonces por qué me alejas?[/color][/i][/b] – pregunté mientras trataba de absorber todo el fuego, algo que conseguí al final. No entendía como esta llamarada había sido mucho más fuerte que la de antes. Pero quedó claro que el bicho aumentaba en poder porque soltó una nueva llamarada que parecía agotarme, pero me negué a rendirme contra ella.

– [b][i][color=#EE5159]Porque…no soy Mara. Ni tú…eres el mismo[/color][/i][/b].- añadió con aparente pesar mientras me observaba, como si esperase instrucciones de qué hacer. Si tuviera algo que pedirle que hiciera, seria que me quisiera, pero no puedes obligar a nadie a eso, quizá por eso estaba solo.

Todo parecían excusas para no estar conmigo, si no me quería, no hacía falta que me diese excusas, solo tenía que decirlo, qué más daba alguien más. Que importaba ya. Salvo que sí lo hacía, sí importaba.

– [b][i][color=#232627]Soy Logan Villiers, igual que siempre. Pero hago lo que hay que hacer para sobrevivir.[/color][/i][/b] – le aseguré. Yo no había escogido la vida que me había tocado vivir, pero no pensaba rendirme a la que me tocase vivir. Me giré hacia el monstruo y sentí el reflejo de toda la mierda que había tenido que aguantar. – [b][i][color=#232627]Escucha bicéfalo, a esta vampiresa no la vas a probar.[/color][/i][/b] – le avisé un instante antes de concentrar toda la energía que me había estado echando en una onda de energía calorífica que le impactó en una de las cabezas.

Mientras le dirigía otra onda de calor, vi por el rabillo del ojo como Novak cogía uno de los huesos del suelo y lo agitaba delante de la cabeza que estaba libre, como si fuera un perro. Pese a ser una vampiresa no estaba hecha para luchar, la había conocido como sanadora y eso seguía siendo. – [b][i][color=#EE5159]Logan…no soy humana, no podemos estar juntos…yo…no siento eso por ti[/color][/i][/b]. – soltó a continuación. Sentí una punzada en el estómago de nuevo y me sentí abatido. Odié sentirme así, odié sentirme débil, como me sentí cuando mi madre me miró con miedo.

No quería sentirme débil, así que recurrí a mi mejor aliado, la ira, el odio y la violencia, y tenía al bicho perfecto delante.

Aproveché la energía para propulsarme y darle un golpe de la que pasaba. Conseguí subirme a su cabeza y le propiné uno tras otro varios golpes cargados de energía.

La otra cabeza se movió con rapidez y perdí el equilibrio, cayendo de espaldas desde esos cuatro metros de altura.

Desde el suelo vi a la otra cabeza serpentear y arrancar el hueso de las manos de Novak y engullirlo con la misma facilidad que la habría engullido a ella. Tenía que acabar con ese engendro de la naturaleza. – [b][color=#000000]Desamor, decepción…el mejor festín.[/color] [/b] – dijo la cabeza que acababa de devorar el hueso, porque la otra seguía atontada por los golpes.

– [b][i][color=#232627]Cierra la boca, hijo de perra.[/color][/i][/b] – dije poniéndome en pie y lanzándole varias ondas de calor. Ni siquiera Novak había sido capaz de ver algo bueno dentro de mí, ni siquiera ella había sido capaz de quererme. Si solo había oscuridad en mí la utilizaría para acabar con monstruos como ése, monstruos como yo, en eso sí era bueno. – [b][i][color=#232627]Tampoco yo soy humano.[/color][/i][/b] – dije sin querer dejarle la última palabra.

Vi a Novak plantarse frente a la cabeza que acababa de devorar el hueso de su mano, como si no le tuviese miedo. Los tenía bien puestos, eso me había gustado de ella, eso, y su inocencia. – [b][i][color=#EE5159]Se…está alimentando de todo lo malo que…tenemos dentro[/color][/i][/b].- dijo en voz alta después de unos segundos. Vino hasta mí y me puso una mano en el hombro. Era cierto que el demonio se había hecho cada vez más fuerte, cuanto más oscuros eran mis pensamientos, cuanto más caos, sufrimiento y desesperación había en nosotros.

– [b][i][color=#232627]¿Y los huesos y los dientes?[/color][/i][/b] – le respondí. Para alimentarse de caos, sufrimiento y desesperación, dejaba los huesos bien limpios de carne. – [b][i][color=#232627]Ojalá pudiese viajar en el tiempo y matar a ese bastardo mucho antes.[/color][/i][/b] – me sinceré al acordarme de la raíz de nuestra discusión. Se merecía la muerte, incluso sin recordar el monstruo que había sido.

– [b][i][color=#EE5159]Deja…de arrepentirte[/color][/i][/b].- me reprendió ella. El demonio gruñó y su sonido reverberó por toda la estancia. Sentí la mano férrea de Novak obligarme a girar la cabeza para mirarla. – [b][i][color=#EE5159]Busca algo…bueno dentro de ti[/color][/i][/b]. – dijo mirándome con esos ojos, uno verde y uno marrón, Mara e Illya. No me costó encontrar algo bueno, lo que sentía por ella.

– [b][i][color=#232627]¿Sientes algo por mí?[/color][/i][/b] – le pregunté. Si lo único bueno que sentía era una simple ilusión entonces no había ningún camino para mí.

Novak tardó más de lo que me hubiera gustado y cada instante que pasaba me costaba más retener las ganas de lanzarme a rematar la cabeza atontada de ese bicho. A veces parecía que no se entendía a sí misma, así que traté de darle tiempo. – [b][i][color=#EE5159]¿Por qué…es tan importante para ti?[/color][/i][/b] – preguntó al final.

– [b][i][color=#232627]Esa respuesta es suficiente.[/color][/i][/b] – dije decepcionado. Me había dicho lo que sabía en el fondo, que no merecía que nadie me quisiera. – [b][i][color=#232627]No, no hay nada bueno.[/color][/i][/b] – dije antes de lanzarme de nuevo hacia la cabeza que acababa de despertar. Con cada golpe, con cada gota de sangre oscura que se desprendía de la cabeza, sentía mis problemas aligerarse, calmarse.

Vi a Novak moverse con más velocidad de lo que la había visto moverse nunca, parecía ir a detenerme, pero la cabeza libre del demonio le lanzó una dentellada en el brazo. Lancé un golpe de calor a la cabeza más alejada, pero la que tenía atontada empezó a moverse tratando de librarse de mí y fallé. Mientras me agarraba vi como la otra cabeza cogía a Novak entre sus enormes dientes, de la mitad de la altura de la vampiresa.

– [b][i][color=#EE5159]Mara…sentía algo por ti. ¿No es suficiente? Yo…no puedo sentir nada[/color][/i][/b].- dijo como si el dolor no fuese nada, como si explicarme eso fuera más importante. Por un instante me sentí así, importante.

– [b][i][color=#232627]Suéltala.[/color][/i][/b] – grité poniéndome en pie. La cabeza me hizo caso y la soltó, pero en cuanto tocó el suelo la aprisionó con su pata derecha. Temí que la aplastara.

– [b][color=#000000]Se recuperará con el caos que mana de vosotros.[/color] [/b] – dijo la voz gutural de la cabeza que acababa de agarrar y soltar a Novak. En el eco del lugar distinguí que no hablaba en nuestro idioma, si no en algo que sonaba a antiguo, a aniguo y a corrupto. Supe que hablaba de la cabeza a la que yo tenía a punto para rematar. – [b][color=#000000]Tienes la oportunidad de matarle, o salvarla, pero no puedes estar en dos sitios a la vez.[/color] [/b] – aseguró a continuación. Podía rematar una de las cabezas, pero entonces la otra aplastaría a Novak, y si la salvaba a ella, se recuperaría.

– [b][i][color=#EE5159]Ojalá…pudieras…entenderlo[/color][/i][/b].- dijo ella con dificultad entre los dedos de la pata del demonio. Hablaba de sí misma, del debate que tenía en su interior y con el que debía luchar continuamente. Se parecía a la que había conocido antes, pero era cierto que también era distinta, no lograba entenderse. Pero se equivocaba en pensar que yo no lo entendía, mi corazón también estaba en guerra, y solo unas pocas personas habían despertado la esperanza en el mundo. Ella era una de ellas.

No tenía muchas oportunidades ni mucho tiempo para pensar, tenía que actuar impulsivamente y no pensar en las consecuencias, por suerte, eso era mi especialidad. Sin pensarlo, me lancé a toda velocidad, propulsado con toda la energía que tenía, hasta impactar contra la pata del monstruo, que del golpe se tambaleó y cayó de lado.

Pero no fue el único, reboté al pegar contra la pata y choqué contra la pared opuesta, sintiendo la piedra agrietarse con el golpe. Caí sin poder hacer nada y me quedé allí donde había caído.

– [b][i][color=#EE5159]¿Estás bien?[/color][/i][/b]- preguntó una voz que se notaba acelerada y preocupada. Abrí los ojos y vi a la chica que tantas veces me había curado, que había parecido preocuparse por mí cuando nadie lo hacía.

– [b][i][color=#232627]¿Y tú?[/color][/i][/b] – pregunté con dificultad para hablar. Novak asintió en un agradecimiento mudo y tocó en varios puntos y salté cuando presionó en varios de ellos. Se detuvo en mi frente, a juzgar por el dolor lacerante, en una herida abierta.

– [b][i][color=#232627]Con eso me basta.[/color][/i][/b] – respondí. Novak merecía el esfuerzo, merecía dejar de apalizar a una cabeza demoníaca para salvarle la vida. – [b][i][color=#232627]Ya ves que no soy un monstruo tan grande…solo un poco.[/color][/i][/b] – dije con dificultad llevándome una mano al costado. Debía tener alguna costilla rota, pero ya se curaría, al menos había vuelto a mirarme con esos ojos.

– [b][i][color=#EE5159]Nunca has sido un monstruo[/color][/i][/b].- para otro quizá esa frase no hubiese significado tanto, pero para mí, Logan Villiers, aesir asesino de inocentes, sí.

– [b][color=#000000]Un bocado demasiado apetitoso…[/color] [/b] – dijo el demonio, ya en pie, acercándose hacia nosotros, hacia ella. Traté de incorporarme apoyándome en la pared. – [b][color=#000000]Pero habéis pasado la prueba, por desgracia, y me obligan a dejaros ir.[/color] [/b] – se lamentó el demonio, ahora con las dos cabezas despiertas de nuevo.

En ese instante sentí de nuevo el reconfortante poder de la oscuridad, del caos. A veces es poder lo que necesitamos para proteger a otros. Hacen falta monstruos para defender al mundo de los verdaderos monstruos.

El demonio se dio la vuelta, al parecer pensándoselo un par de veces, y de los huesos se formo una puerta. Novak me ayudó a incorporarme y me sacó de allí, no parecía fiarse del «Guardián». Una vez fuera, me desplomé contra la pared. Ella me desabrochó la camisa, que ya tenía un agujero en el centro, y la hizo a un lado, para mirar el enorme moratón de mi costado. Igual era más de un par de costillas.

– [b][i][color=#EE5159]¿Hemos…?[/color][/i][/b]- me preguntó mientras me observaba. Durante varios minutos no sabía de qué me estaba hablando, después me di cuenta de que el demonio había dicho que habíamos pasado la prueba, en plural.

– [b][i][color=#232627]Si no hubieses sido tú, habría ido a por la cabeza.[/color][/i][/b] – le aseguré. No tenía problema en admitirlo, si Mara no hubiese sido la que hubiese estado atrapada bajo las garras de ese monstruo, dudaba que me hubiese detenido.

Novak se quedó callada y siguió aplicando cosas que sacaba de su mochila. Sentí el suave tacto de sus manos en el pecho. – [b][i][color=#EE5159]Tienes un par…de costillas rotas[/color][/i][/b].- dijo con precisión médica.- [b][i][color=#EE5159]Tengo que ponerte algo ahí[/color][/i][/b] – dijo mientras sacaba un vendaje de la mochila y empezaba a cubrirme el torso.

– [b][i][color=#232627]Dos cuerpos desnudos arreglaban eso ¿no? ¿O era otra cosa?[/color][/i][/b] – bromeé, aunque en el fondo no me habría importado que Novak llevase algo menos de ropa, o nada.

Ella negó con la cabeza y respiró profundamente un par de veces, tratando de mantener algo a raya. Por mí podía dejarlo libre, no tenía miedo, al contrario.- [b][i][color=#EE5159]Estoy pensando…en qué puedo utilizar para que no te duela[/color][/i][/b]. – comentó buscando en su mochila.

– [b][i][color=#232627]No te preocupes, estoy bien. Solo me paré a disfrutar las vistas.[/color][/i][/b] – dije restándole importancia. Necesitaba un poco de luz solar para recargar las pilas, eso era todo. Además el dolor hacía recordar que estabas vivo.

– [b][i][color=#EE5159]¿Seguro…?[/color][/i][/b]- preguntó sin estar segura. Me estaba mirando a los ojos, y resultaba difícil mentir a ese par de preciosidades. Me refería a lo ojos…aunque también.

– [b][i][color=#232627]Seguro. Déjame disfrutarlas un poco más.[/color][/i][/b] – añadí. Me dolía todo, pero lo último que iba a hacer era quejarme. Mi decisión me había abierto una oportunidad con ella, había dejado ver lo que no podía haber dicho de otra forma.

Sin escucharme, terminó de vendar, sujetó bien la venda y me ayudó a colocarme la camisa.- [b][i][color=#EE5159]Ya está[/color][/i][/b].- dijo al terminar.

– [b][i][color=#232627]Gracias.[/color][/i][/b] – respondí. Novak estaba muy cerca, tanto que podía ver en el aire el calor que despedía su aliento, el que emanaba su cuerpo, y no pude resistirme. Me moví hacia delante, con un severo pinchazo en las costillas, pero haciendo caso omiso, la besé en los labios, y mereció la pena. – [b][i][color=#232627]En mi pueblo damos las gracias así.[/color][/i][/b] – dije al separarnos, algo que lamenté.

Durante un instante sonreí, parecía que Novak podría sentir algo por mí, que podría llegar a perdonarme, aunque no había hecho nada malo al acabar con ese engendro, pero como todas las esperanzas, se desvaneció. Ella se echó hacia atrás y se dio la vuelta.- [b][i][color=#EE5159]Lo siento[/color][/i][/b].- dijo antes de comenzar a caminar.

Me quedé unos instantes allí, con las costillas hechas polvo y el corazón aún más, pero al final me levanté. No pensaba autocompadecerme porque no quisiera estar conmigo. Fui tras ella, y me interné en la oscuridad, a donde pertenecía.
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