Moondale

LOS GUARDIANES DE LOS ELEMENTOS. PRIMERA PARTE

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Sarah Echolls | Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba de la Luz

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]

Ukko

 

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Sarah salió del agua y buscó a los demás a su alrededor, pero no encontró a nadie. Al pasar los minutos empezó a preocuparse por si algo les había atrapado, por si les había perdido ya. Estuvo a punto de volver atrás y sumergirse de nuevo en el agua cuando un ruido a su espalda le sobresaltó.

– [b][i][color=#232627]Vaya, supongo que no puedo quejarme.[/SIZE][/i][/b] – aseguró Logan Villiers, empapado de la cabeza a los pies y con una mueca en su rostro que demostraba lo mucho que le molestaba estarlo.

– [b][i][color=#BB609C]¿Has visto a los demás?[/color][/i][/b] – preguntó la Cazadora, siempre sintiéndose responsable de todos y cada uno de los suyos, por no mencionar el mundo en sí mismo.

– [b][i][color=#232627]No, y algo me dice que no vamos a ver a nadie más en un rato.[/color][/i][/b] – respondió él, señalando hacia el frente, hacia unas puertas dobles con grabados y aparentemente muy robustas. La Elegida se acercó un poco más a las puertas para ver a qué se refería el aesir y entonces se dio cuenta de que en las puertas había dos huecos con una forma que conocía muy bien. Los bordes de los huecos estaban formados de una especie de piedra preciosa de color negro como la misma noche.

Logan seguía apartado en la misma posición, igual que hacía unos minutos, excepto porque estaba empezando a humear y a secarse como si la temperatura a su alrededor hubiese subido de pronto. Sarah sacó su colgante y lo observó, ella tenía el de Oscuridad, como Logan, quizá por eso los demás no estaban a la vista. Se descolgó el colgante y lo colocó en la ranura de la puerta que emitió una especie de silbido que evocaba la magia, y la oscuridad. Sarah sintió un chispazo del poder primigenio en su interior, de la oscuridad que poseía pidiendo abrirse paso a través de ella.

Sin darse cuenta, Logan apareció a su lado y colocó su propio colgante. – [b][i][color=#232627]Acabemos con esto de una vez.[/color][/i][/b] – añadió mientras sentía también la oscuridad y las puertas empezaban a transformarse y abrirse.

Logan cogió el colgante y cruzó sin mirar atrás. Sarah hizo lo propio y lo siguió. En cuanto cruzaron, la puerta volvió a cambiar y cerrarse a sus espaldas, no había vuelta atrás.

La sala en la que se encontraban ahora era amplia, pero lo parecía aún más por el agujero que se formaba en el centro mismo del techo y que dejaba ver la noche y las estrellas, donde la Luna de un naranja rojizo intenso lo iluminaba todo, pero especialmente a una marca a sus pies cuya forma era una mezcla entre un trueno y una serpiente y que parecía una cicatriz en el mismo suelo.

En la otra punta de la «cicatriz», iluminada por la luz de la Luna Cantarina, se encontraba una figura, arrodillada, con una espada clavada en el suelo frente a ella. La figura parecía un antiguo caballero de leyenda, porque llevaba una armadura pesada forjada en un metal que parecía brillar con luz propia. Le cubría todo el cuerpo, como si estuviesen fundidos. Incluso el casco hacía difícil pensar que no fuese una simple armadura inanimada, ya que era totalmente hermética. En el cinto se distinguía un martillo con grabados, y en su espalda llevaba un hacha y un escudo.

Todo parecía indicar que era un simple estatua, pero entonces se movió. Empezó a levantarse hasta ponerse en pie, y con un ágil y rápido movimiento tomó la espada del suelo, la sacó y se la colocó a la espalda.

Podrían haber emitido un suspiro de alivio al verle envainar el arma, pero entonces tomó el hacha de su espalda y pasó a una postura de ataque

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[spoiler]Yo me encargaré de llevar al Guardián de la Luz.

Las normas generales de los enfrentamientos por pareja solo implican que el nombre que pongo en el título es el del que tendrá que vencer definitivamente al Guardián correspondiente con ayuda del otro.

Tenemos cuatro rondas así en las que cada personaje derrotará a un total de dos Guardianes, y acompañará a otros dos personajes para ayudarlos a derrotar a sus respectivos.

Y por último os dejo una pista, las Pruebas se supone que probarán que los Campeones lo son y merecen acceder al poder que se esconde en el fondo del ‘Axis Mundi’ (El Centro del Mundo). Ahora os pregunto: ¿Son los Campeones por fuerza y poder, o por otros motivos? [/spoiler]


[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Illya Novak | Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba del Caos

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]

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Illya Novak no necesitaba respirar, pero eso no implicaba que le resultase agradable ser arrastrada por una corriente submarina sin poder luchar contra la corriente, teniendo que dejarse llevar, mientras veía como la corriente dividía al grupo.

Cuando por fin salió a la superficie se sintió aliviada al liberarse por fin del yugo de la corriente. Mientras escurría un poco del agua de su pelo y de su ropa, alguien emergió del agua de nuevo, boqueando para coger aire.

Era Daniel, podía reconocerlo por la forma en la que latía su corazón. – [b][i][color=#EE5159]La corriente nos ha separado.[/SIZE][/i][/b] – dijo la vampiresa. El aesir miró a su alrededor y se quedó unos segundos observando el agua, pero nadie más emergió de ella.

– [b][i][color=#4F5360]Tenemos que encontrarlos.[/color][/i][/b] – dijo al poco. Ambos miraron a su alrededor y se quedaron observando las puertas dobles con intrincados grabados que se hallaban frente a ellos. Las puertas tenían dos huecos rodeados por un borde de piedra preciosa de color blanco cuya forma ambos reconocían. – [b][i][color=#4F5360]No nos han debido separar por casualidad.[/color][/i][/b] – razonó Daniel Arkkan. Illya sabía y sentía que estaba preocupado por el resto, especialmente por Sarah, pero no les quedaba más remedio que avanzar.

Ambos sacaron sus colgantes y los colocaron a la vez. La vampiresa sintió en su corazón un fogonazo de cálida luz, algo muy difícil de describir, que le evocaba calma absoluta. Entonces las puertas se abrieron de par en par y ambos recogieron sus colgantes y, tras mirarse, avanzaron.

En cuanto cruzaron el umbral, las puertas se cerraron tras ellos. La sala en la que se encontraban estaba desierta, al menos aparentemente. La única luz la arrojaban unas antorchas en las paredes de la sala, que no eran suficiente luz como para desterrar a todas las sombras de esa habitación.

Había una zona especialmente oscura, tanto que al mirar hacia ella uno podía sentirse alerta, como si algo fuese a salir de ella de un momento a otro. La oscuridad avanzó hacia el centro de la sala, creciendo sin detenerse, y cuando llegó a ese punto, comenzó a ascender, dejando claro que era algo más que una sombra. En el aire empezó a formarse una gran bola de esa oscuridad que siguió creciendo hasta que las sombras dejaron de avanzar y solo quedó la bola suspendida en el centro de la sala.

Durante unos minutos no pasó nada, pero en cuanto uno de ellos dio un paso al frente, la bola empezó a deformarse y a componer la forma de un cuerpo, el cuerpo de un demonio. Media algo más de dos metros y tenía un cuerpo fuerte, cubierto de una especie de escamas de color azul oscuro con pinta de ser muy resistentes, la piel que se veía bajo las escamas era morada. Su largos y retorcidos cuernos, como los de un carnero, manaban de su cráneo, en el que llamaban la atención sus ojos, uno con el iris azul y el otro rojo. Cuando extendió sus alas, una cubierta por plumas blancas y la otra negra y murcielaguil, pareció llenar la sala.

– [b][color=#736043]Soy Jaldabaoth, ‘El Caído’, ‘El Dios Negro’, ‘Libertador de los Cruzados’.[/color][/b] – habló con voz gutural mientras se dejaba caer hasta el suelo.
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[spoiler]Yo llevaré al Guardián del Caos.[/spoiler]


[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Edward MacLay | Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba del Calor

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]

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Cuando Edward abrió los ojos tras permanecer un minuto inconsciente, vio que no había nadie cerca. Recordaba haber salido boqueando del agua, y el choque del aire abriéndose paso a través de sus pulmones con tanta fuerza que había perdido brevemente el conocimiento. Tras ponerse en pie, vio que frente a él, había un par de puertas dobles abiertas.

En una de ellas distinguió rápidamente su colgante, rojo como el fuego y palpó para encontrarlo, pero no dio con él, sin duda ese era el suyo y alguien se lo había quitado y lo había colocado allí.

Se acercó hasta las puertas y lo cogió. Observó la ranura en la que había estado incrustado, y el borde de gema roja. En la otra puerta había otro hueco exactamente igual, salvo que el borde era de una piedra preciosa de color dorado. No recordaba que el colgante de ninguno de los demás tuviese una piedra de ese color, excepto del del Éter, el Campeón en las Sombras.

Cruzó las puertas y estas se cerraron detrás suyo. La sala a la que pasó no era tal, si no que pareció por un momento que volvía a estar en el camino que subía a la montaña, pero ahora mucho más arriba. Del Campeón en las Sombras no había rastro, pero seguramente lo encontraría al terminar de subir el camino.

Edward continuó caminando y empezó a sentir un calor sofocante que pronto le hizo estar casi seco. Pronto el camino pareció encaminarse hacia su final, hacia la cima de esa especie de montaña en la que encontraba, y que definitivamente no era el Pico Tantree, porque solo se veía noche y estrellas, mirases dónde mirases.

Al terminar de subir la última cuesta, vio a una figura cubierta por las sombras, esperando, observando algo que se situaba al frente. Por más que Edward se acercaba, no consiguió distinguir nada, la figura se desdibujaba en las sombras, completamente cubierta por ellas, claramente era el Campeón en las Sombras.

Edward se dispuso a hablar con él, pero lo que el otro observaba le dejó ido durante unos minutos. En la cima de la montaña descansaba una especie de gigante de piel rojiza cubierta de runas, en algunos puntos marrón, como si se formasen costras. Tenía los brazos echados en la espalda y lo que vio allí dio sentido al calor. El gigante portaba a sus espaldas el sol, o al menos, un sol en combustión continua.
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[spoiler]Yo me encargaré de llevar al Guardián del Calor y al Campeón en las Sombras lo llevaremos entre Stefy y yo por tema de mi examen del jueves.[/spoiler]


[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Christopher McLeod | Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba del Frío

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]

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Christopher McLeod tenía indudablemente una parte de lobo a la que no le gustaban nada los baños. Durante un instante, cuando la corriente lo arrastró, pensó que todo se acabaría pronto, que no conseguiría salir adelante, que no habría Amy, ni Diana, ni ningún futuro, pero entonces vio la superficie y consiguió salir.

Sintió algo rozarle la pierna y por suerte no reaccionó para defenderse, porque salió a flote a su lado, con su pelo castaño rojizo completamente mojado.

– [b][i][color=#457238]¡Diana![/SIZE][/i][/b] – exclamó al verla, ayudándola a salir primero.

Pasaron unos segundos sentados en el suelo, recuperando el aliento, y preguntándose dónde podrían estar los demás, pero el tiempo apremiaba y no pudieron descansar mucho más.

No tardaron en ver las puertas dobles ornamentadas y darse cuenta de que los huecos eran los que correspondían a sus colgantes, uno con borde de gema roja y el otro azul.

Se acercaron hasta las puertas y tras introducir los colgantes y sentir el fulgor de sus elementos en su interior, las puertas se abrieron, ellos cogieron sus colgantes, pasaron y se las puertas se volvieron a cerrar.

– [b][i][color=#457238]¿Más agua?[/color][/i][/b] – exclamó el Vigilante tras ver que la sala en la que se encontraban tenía un suelo de tablones de madera, pero debajo de él, como pudo observar por unos tablones rotos, había agua, cuya profundidad no se distinguía.

Mientras observaba el agua a través de los tablones rotos, empezó a sonar un canto mesmerizante que le atraía hacia el agua. Solo veía la posibilidad de sumergirse, nada más.
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[spoiler]Stefy y yo llevaremos a la Guardiana del Frío.[/spoiler


[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Daakka| Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba de la Naturaleza

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]

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Al demonio Rakkthathor no le hacía mucha gracia el agua, desde que descubrió que tratar de utilizar su poder estando empapado no era una buena idea, así que permaneció en pie, esperando para secarse antes de exponerse a algo en una posición tan vulnerable.

Sin embargo, para el otro demonio que tenía frente a él, el agua parecía ser su elemento, incluso parecía que le había costado trabajo salir de ella. Bill había sido el que le había guiado a través de las corrientes y sacado a la superficie.

Al cabo de un rato, Bill le hizo una seña indicándole unas puertas dobles. Allí introdujeron sus colgantes en sus sendas ranuras, una rodeada por una gema amarilla y la otra azul. Tras sentir el aire y el agua en su ser, las puertas se abrieron y ellos cruzaron hacia una sala que en realidad no era sala, si no un bosque que se perdía en el infinito.

La puerta había desaparecido, pero por suerte, si es que podía llamársele suerte, habían cogido sus colgantes.

Comenzaron a caminar por el frondoso bosque, pero no conseguían encontrar ningún camino, era como si no tuviese fin. Caminaron juntos durante varios minutos, sin encontrarse con nada excepto bosque y algún animal que huía de ellos, hasta que llegaron a un claro.

En el claro se alzaba un árbol de corteza blanca y hojas plateadas cuyas raíces formaban un entramado a su alrededor. Daakka se agachó para tocar una de ellas, y entonces se empezaron a mover, como si se abriesen para dejar paso a algo. De hecho, una forma comenzó a emerger de entre la tierra.

Al principio solo se distinguió un enorme par de astas entre las que podía verse un bosque de ensueño, como si de una pantalla se tratase. Después se vio un rostro de aspecto femenino y piel verdosa. Su pelo era largo y castaño y cuando terminó de mostrarse empezó a verse emerger el torso desnudo, hasta que la tuvieron en pie frente a ellos.

– [color=#599577][b][i]Lo siento.[/i][/b][/SIZE] – susurró con sus labios de color rosa intenso.

No les dio tiempo a preguntarle, porque las ramas del árbol empezaron a golpearles.
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[spoiler]Stefy nos llevará a la Guardiana de la Naturaleza.[/spoiler]


[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Dominic Williams| Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba del Viento

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]

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Una mano se introdujo en el agua y ayudó a Dominic a terminar de salir a la superficie. Por un momento, parecía que todo estaba perdido, que su vida acabaría con una muerte horrible, ahogado.

Tardó un par de minutos en recuperar el aliento, agradeciendo el suelo firme bajo sus pies. Cuando al fin alzó la vista, vio que Hiroshi era quien le había ayudado a salir.

– [b][i][color=#383A72]Gracias.[/SIZE][/i][/b] – dijo el aesir.

– [b][i][color=#DF7401]La corriente era fuerte. No he visto mucho, pero parece que nos ha dividido.[/color][/i][/b] – aseguró su primo.

– [b][i][color=#383A72]Tenemos que avanzar.[/color][/i][/b] – añadió Dominic poniéndose en pie mientras se alegraba de alejarse del agua.

Encontraron las puertas grabadas frente a ellos y, tras ver los huecos, colocaron sus colgantes, uno en el de borde de gema amarilla y otro en el de gema verde. Ambos sintieron verdaderamente sus respectivos elementos y las puertas se abrieron.

Hiroshi tomó el colgante antes de avanzar y su primo Dominic hizo lo propio. Cuando cruzaron el umbral, se sintieron desorientados. Al abrirse las puertas vieron una sala, pero al cruzar estaban en el exterior, y era de día.

Miraron hacia atrás y vieron las puertas cerrándose bajo su mirada. No les dio tiempo a llegar hasta ellas, pero sí a ver que al otro lado se veía la caverna y el agua en la que Dominic casi se había ahogado hacía unos minutos.

Observaron la zona y vieron que estaban en un terreno elevado, cerca de un acantilado con una caída que hacía encogerse el corazón con solo verla.

Mientras Hiroshi observaba el vacío, Dominic permanecía en una posición más resguardada. Fue entonces cuando les sacudió una fuerte ráfaga de viento que hizó a Hiroshi caer, salvándose de caer en el vacío al agarrarse al borde con una mano y a una rama con la otra.

Una risa se perdió en el aire, junto con la ráfaga de viento.
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[spoiler]Stefy llevará a la Guardiana del Viento, yo le daré instrucciones.[/spoiler]


[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Cara Arkkan| Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba de la Muerte

[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]

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Cara salió del agua casi a la vez que Vincent, y se puso a sacudirse en el suelo para quitarse el agua, como si de un perro se tratase.

Mientras tanto, Vincent se detuvo a observar el lugar en el que se encontraban, y se topó con las grandes puertas de intrincados grabados.

– [b][i][color=#8F532C]Cara, creo que nos han separado de dos en dos.[/SIZE][/i][/b] – dijo con su habitual sinceridad. – [b][i][color=#8F532C]Hay dos huecos, del tamaño de nuestros colgantes.[/color][/i][/b] – la chica se acercó, sacando el colgante y tomándolo entre sus manos. – [b][i][color=#8F532C]El morado debe ser el tuyo.[/color][/i][/b] – dijo señalando el hueco bordeado por piedra preciosa de color morado.

Ambos colocaron sus colgantes, pero mientras que Vincent sentía la seguridad de la tierra, Cara sintió la muerte, la destrucción.

Cuando las puertas se abrieron, ellos tomaron los colgantes y avanzaron, con Cara a la cabeza. Cuando las puertas se cerraron, quedaron casi completamente a oscuras, en una sala tenuemente iluminada por la luz de la luna que se filtraba por un hueco en el techo de la sala.

Empezaron a caminar por un suelo desnivelado, como cubierto por raíces o cables muy grandes, pero no pudieron distinguirlo por la oscuridad que reinaba.

Caminaron un par de pasos hasta que Cara tropezó con una de las «ramas» y cayó maldiciendo. Su voz retumbó por la sala, pero otra voz más oscura y más gutural le respondió. Fue entonces cuando supieron que no eran ramas, porque una de ellas agarró el pie de Cara, y a la luz de luna pudo ver que era un brazo. Todo el «suelo» estaba compuesto de brazos, salvo que no era suelo, si no una pierna del Guardián.
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[spoiler]Alph nos llevará al Guardián de la Muerte.[/spoiler]

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