Moondale

UNA INVERSIÓN

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Diarios [s]de Destino[/s] del Doctor | Condado de Ripper

[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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La blancura más inmaculada recorría toda la estancia incapaz de ser medida, era sencillamente, infinita, una antítesis de la Nada, el Todo.

El brujo conocedor de la magia más primordial y también más poderosa y peligrosa, observaba su reflejo en el espejo formado por el agua inmóvil de una fuente situada allí mismo, rompiendo la monotonía del blanco. Pero él parecía ver más allá de su reflejo, algo que nadie aparte de él podía ver, que nadie que no conociese las antiguas palabras podía comprender.

De haber sido capaces, lo que habrían visto en esa superficie era a una sucesión de personas observándose a sí mismas en un espejo, pero viendo otro rostro, mientras observaban como sus propios apellidos se dibujaban en el aire y se transformaban en el aire y daban lugar a algo muy distinto, un símbolo de aquello de lo que formaban parte, un Compendio.

– [b][i][color=#17173E]Se acerca el momento, ya están viniendo.[/SIZE][/i][/b] – murmuró para sí mismo, mientras con un gesto de la mano la superficie cristalina retomó el reflejo habitual, incluso para ojos expertos, dejando atrás a la mujer pelirroja cuyo apellido, GREENVOIS, se había transformado en SOVEREIGN (‘SOBERANO’).

Dio la espalda a la fuente y con un nuevo gesto de su mano apareció un grupo de personas frente a él. Un grupo totalmente variopinto, pensó el Doctor, muchos tenían unas capacidades bastante limitadas, en todos los sentidos, pero poseían algo común, a ninguno le importaban los medios para conseguir lo que querían, pisarían, traicionarían, herirían y algunos lo disfrutarían. Él les había ofrecido el más jugoso premio, su vida, así que harían de todo para conseguirlo. Además, se habían cruzado anteriormente en el camino de los Campeones, y habían sido rechazados por los propios Grandes Poderes y elegidos por los Viejos Poderes, los corruptos. Sabía que toparse con ellos reabriría viejas heridas en los Campeones, y para cuando se dieran cuenta, esperaba que ya fuese tarde.

– [b][i][color=#17173E]Mientras tanto, es hora de prepararos, mis ‘Campeones Oscuros’.[/color][/i][/b] – sonrió, siendo lo único que consiguió hacer para contener una risa.

– [b][color=#83311D]¿Cómo se supone que vamos a pararles? No tengo dinero, ni criados…[/color][/b] – protestó la vampiresa a la que se conocía como Kaliyah. Al Maestro le resultó bastante cómico el hecho de ver a una criatura sobrenatural comportarse como una niña mimada, como un gato casero al que le han cortado las uñas y limado los dientes.

– [b][color=#54138A]Yo podría con ellos si no me hubiesen robado la magia.[/color][/b] – el Soberano volvió a sentir un ataque de risa, mezclado con desprecio. Había vivido con una magia prestada, vanagloriándose de ser una auténtica hechicera, y cuando la fuente de su magia se había ido, se limitaba a decir que se la habían robado.

Ese grupo era sencillamente detestable, y era cierto que el podría haber borrado a los Campeones de la faz de la Tierra, pero estaban bajo la protección de los Grandes Poderes, y no se fiaba de su política de no intervención. Además, así era más divertido, y el final estaba determinado, había plantado las suficientes semillas como para que fuesen capaces de llegar hasta el final. Lo peor es que uno de los Campeones permanecía oculto para él, había visto sus miedos, sí, pero no sabía quien era, los Grandes Poderes se lo estaban ocultando, y ese cabo suelto le ponía ligeramente nervioso.

– [b][i][color=#17173E]Vamos a poneros a punto.[/color][/i][/b] – dijo interviniendo. Si él no los controlaba podrían estar hablando y quejándose durante horas.

Se acercó al humano, Mario Santos, que le observaba con ligero desconcierto. – [b][i][color=#17173E]Algunos de los Grandes Poderes que estaban antes te enviaban visiones…pero ya no están. Así que aquí estoy yo para darte algo mejor.[/color][/i][/b] – comentó. En el cisma entre los Viejos Poderes, también conocidos como los Corruptos, y los Grandes Poderes, cada bando eligió sus Campeones y también un portavoz al que guiar mediante visiones. Los Grandes Poderes eligieron a Diana, los Corruptos a Mario Santos, pero no tuvieron tiempo a enviarle demasiadas visiones porque los Grandes Poderes derrotaron a los Corruptos. Se perdieron varios mundos y uniendo dos de ellos se creo este, la mácula de los Corruptos se fue purgando, pero ahí estaba el Doctor para obrar milagros. Alguien habría pensado que el Doctor sabía demasiado para haber llegado hace poco a ese mundo, pero cuando dominas la naturaleza de las cosas y sabes dónde buscar, encuentras respuestas.

Murmuró unas cuantas palabras que ninguno recordó en cuanto terminó, pero que en su interior sabían qué significaba. Después, le indicó que tocase a la que tenía más cerca, Lila Stroker. Ella le dirigió una mirada asqueada pero no tuvo tiempo a apartarse y en cuanto él tuvo contacto con su piel, se desplomó ante ella.

– [b][color=#6A6869]¿Tu madre te pilló con un…vibrador mientras te mirabas en el espejo?[/color][/b] – dijo en cuanto se recuperó. La hechicera pelirroja podía ver el futuro, pero el pasado era igual de poderoso si lo que pretendes es desestabilizar a un enemigo. No hay nada más poderoso que el pasado, es la fuente de todos nuestros miedos, nuestras dudas…

– [b][i][color=#17173E]El pasado es todo tuyo.[/color][/i][/b] – dijo el Doctor mientras se dirigía a otro de ellos, la gatita con los dientes limados. – [b][i][color=#17173E]Kaliyah, tu habilidad…tendremos que retocarla.[/color][/i][/b] – aseguró mientras pensaba que lo que necesitaba era cambiarla totalmente. De nada le servía una vampiresa acomodada que era capaz de calentarte los calcetines o enfriarte una taza de café. – [b][i][color=#17173E]Pero tu cabeza es interesante.[/color][/i][/b] – añadió. Llevaba un tiempo observándolo mientras permanecían en su mundo, además de lo que sabía de la historia de cada uno. La vampiresa tenía además un trastorno de personalidad y en su cuerpo convivían dos personas diferentes. El Arcano habló en palabras de poder y la magia no tardó en surtir efecto, la vampiresa se dividió en dos, la humana y el demonio, por separado. Tras unos segundos, volvió a unirse. – [b][i][color=#17173E]Esto le da un nuevo aire al Trastorno de Personalidad Múltiple.[/color][/i][/b] – al menos serviría para desconcertar a alguno.

Se apartó de la vampiresa bipolar y pasó al siguiente, el hechicero rico con pinta de modelo acostumbrado a triunfar…suerte que la magia le permitía ver más allá de las mentiras que incluso uno se contaba a sí mismo.

– [b][i][color=#17173E]Cecil Anwalt…¿tú veías…auras?[/color][/i][/b] – preguntó, murmurando seguidamente la palabra antigua para la verdad.

– [b][color=#618925] Sí, aunqe todas me parecían igual.-[/color][/b] aseguró quedándose callado al darse cuenta de lo que había admitido.

– [b][i][color=#17173E]Era de imaginar. Necesitaremos algo mejor… Ya sé.[/color][/i][/b] – replicó volviendo a hablar en el lenguaje arcano. – [b][i][color=#17173E]Adelante, ya lo sientes, úsalo.[/color][/i][/b] – le invitó.

El ‘hechicero’ se giró hacia un tipo rubio, joven y le miró con aparente concentración, sus ojos relucieron en un verde intenso.

– [b][color=#83491D] Soy patético. Ojalá fuese como los otros demonios…. EH.-[/color][/b] se lamentó momentáneamente. Aún le faltaba práctica, pero el demonio de los ojos verdes era fuerte en él, la envidia estaba en su interior.

En realidad, no les estaba concediendo poderes como los de los Campeones, que habían nacido con ellos, estos eran poderes asociados a la magia, creados por sus palabras de poder, y en el fondo, lo único que hacía la magia en la que los envolvía era darle forma al carácter de cada uno, no era él quien controlaba el poder que les daba.

– [b][i][color=#17173E]Sé que lo adoras.[/color][/i][/b] – aseguró el Maestro. Estaba en su interior, en lo más profundo de su ser, afianzado a quién era, envidiaba a las personas y deseaba que las personas le envidiasen, por eso las palabras de poder le habían otorgado ese don.

– [b][color=#618925] Qué raro. ¿Porque no sentís envidia de mí?- [/color][/b] se lamentó, envidiando incluso el hecho de que alguien fuese envidiado.

– [b][color=#6A6869] Porque eres un mindundi.-[/color][/b] respondió uno de los otros mientras el Doctor se acercaba al siguiente.

– [b][i][color=#17173E]Benjamin…tu poder estaría bien si alguna vez lo hubieses usado, necesitas algo más tuyo.[/color][/i][/b] – comentó aparentemente pensativo, después, murmuró las palabras de poder de nuevo. – [b][i][color=#17173E]Mentiras, mentiras…ahora serás capaz de plantarlas en la mente de tus enemigos, hacer que las crean, hacerles dudar y aplastarlos.[/color][/i][/b] – explicó.

– [b][color=#051718]Soy el aesir más poderoso de todos los tiempos.[/color][/b] – dijo uno de los «Gemelos Aesir», Tyler se llamaba, tras recibir el impacto del nuevo poder de Benjamin McBeth.

– [b][i][color=#17173E]No era muy difícil… pero vas bien, te haría crecer unos cuantos centímetros pero supongo que ya vale.[/color][/i][/b] – bromeó viendo como el rostro del demonio se agriaba, aunque, bien pensado, nunca había dejado de tener el rostro agriado.

– [b][i][color=#17173E]La «gran» hechicera cuya magia era prestada.[/color][/i][/b] – comentó el Soberano con una amplia sonrisa al llegar frente a Lila Stroker. Esa mujer le parecía uno de los ejemplares más despreciables de lo que allí había, y eso era decir mucho. Entregaría a cualquiera para salvarse o conseguir algo que quería, y después diría que había sido una heroína. No hay nada peor que alguien malvado que dice ser un campeón de la justicia. Como siempre, ella iba a replicar, pero antes de que abriese la boca lo suficiente como para que se le viese el colmillo que le faltaba, el Maestro la cortó, era algo que le producía bastante placer. – [b][i][color=#17173E]Tengo algo perfecto para ti.[/color][/i][/b] – a continuación murmuró las mismas palabras antiguas, olvidadas por muchos, si no por todos.

– [b][color=#54138A]Me siento…hambrienta.[/color][/b] – replicó ella cuando la magia de las palabras de poder la tocó. Se llevó las manos a la cabeza y se apartó el pelo hacia atrás, para a a continuación dirigir una mirada de deseo a Cecil Anwalt. Se acercó a él y le cogió del brazo. Fue entonces cuando su nueva condición se hizo patente, la magia emanó tenuemente del hechicero y pasó hacia ella. Después, le soltó y conjuró una pequeña bolita de fuego. – [b][color=#54138A]Qué flojo.[/color][/b] – comentó decepcionada.

– [b][i][color=#17173E]Y voilá, la magia ha vuelto, pero debes robarla primero, elige bien a quién.[/color][/i][/b] – ahora era nada más y nada menos que una sanguijuela de magia. La que absorbía le duraría un tiempo, pero después se desvanecería y debería volver a absorber. Siempre le quedaba la opción de llevarse a alguien con poder y mantenerlo encerrado para absorber magia cada vez que pasase el efecto.

– [b][color=#618925] Floja tú perra.-[/color][/b] comentó el otro con los ojos centelleando de color verde. Se miró las manos y creo una pequeña bolita de fuego, para comprobar que no le había dejado sin magia, aunque la que poseía era anecdótica.

– [b][i][color=#17173E]Los Gemelos «Aesir»[/color][/i][/b] – comentó al plantarse frente a los siguientes. El Doctor era consciente de que los problemas mentales de ese dúo estaban demasiado arraigados y su percepción de la realidad totalmente distorsionada, pero esa distorsión servía para sus propósitos. Hijos de un aesir obsesionado con tener hijos aesir, hasta llegar al punto de la endogamia, y que desprecio a sus hijos por no serlo hasta el punto de que ellos se autoconvencieron de ser aesir, incluso pese a ser imposible la existencia de una aesir mujer, en todo caso, disir, pero ambos eran humanos y ese destino les marcó para siempre. – [b][i][color=#17173E]En fin, vosotros tenéis un problemilla, bueno, varios, pero uno en concreto que parece salido de ‘Juego de Tronos’.[/color][/i][/b] – aseguró. Observarles bastaba para saberlo, pero las palabras de poder lo desvelarían, así que las murmuró. – [b][i][color=#17173E]Adelante, si lo estáis deseando.[/color][/i][/b] – les invitó cuando la magia se asentó.

Los hermanos Tyler y Ashley se miraron entre sí y se fundieron en un beso. En cuanto sus labios se tocaron, en el suelo se formó un vórtice del que salió una criatura de aspecto demoníaco que se plantó ante ellos para servirles.

– [b][color=#618925] Asqueroso.[/color][/b] – murmuró Cecil por lo bajo mientras miraba de reojo al cyborg Cryad.

– [b][color=#54138A]Envidiosa.[/color][/b] – le espetó la bruja parasitaria.

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Dejándoles a todos por imposibles, pero al menos útiles para su propósito, continuó. Le hacían gracia, pero resultaban cargantes.

– [b][i][color=#17173E]Sin poderes.[/SIZE][/i][/b] – dijo mirando a la chica rubia que observaba el suelo como si careciese de vida o de personalidad. – [b][i][color=#17173E]Ahora los tendrás.[/color][/i][/b] – aseguró volviendo a murmurar las ya conocidas palabras. – [b][i][color=#17173E]Álzate sobre ríos de lágrimas.[/color][/i][/b] – la invitó alzando los brazos con teatralidad. Ella comenzó a llorar y todos a su alrededor comenzaron a llorar, unos con más intensidad que otros.

– [b][color=#6E4B35]¿Por qué estoy también triste?[/color][/b] – preguntó aún llorando.

– [b][i][color=#17173E]Efectos secundarios.[/color][/i][/b] – aseguró el Doctor. Cuando dejaron de moquear, continuó, hasta llegar al cyborg venido de otra realidad.

– [b][i][color=#17173E]Tú estás hecho un fiasco, ese cuerpo se cae a pedazos y eres poco más que un animal, pero tienes una capacidad interesante.[/color][/i][/b] – meditó el Soberano. Con un gesto de su mano y unas palabras susurradas, apareció un objeto cubierto con una lona. Cuando la apartó, dejó ver una especie de cámara de éstasis en la que un chico rubio de la misma apariencia que el cyborg, dormía. – [b][i][color=#17173E]Un nuevo cuerpo y una nueva mente.[/color][/i][/b] – comentó. Cryad se acercó tanteando el dispositivo y dio con los controles para abrirlo. El cyborg introdujo su mano en lo más profundo de su estómago y sacó una especie de tubo de cristal con una sustancia colorida en su interior y varios dispositivos electrónicos en los extremos, después se arrancó una placa de metal del brazo y rajó el estómago del otro Cryad para introducir en él el dispositivo. Cuando lo hizo, se tambaleó, pero tuvo tiempo suficiente como para rajarse la nuca y sacar un chip de su interior. Antes de desplomarse, hizo lo propio con el que descansaba en el tubo.

Al cabo de unos minutos, el Cryad de esta realidad abrió los ojos y se levantó. – [b][color=#5D4C20]Libre.[/color][/b] – dijo observándose.

– [b][i][color=#17173E]Casi, sigue practicando eso de hablar. Siguiente.[/color][/i][/b] – sentenció dejándole descubrir sus nuevas capacidades y sus mentes unidas. La mentalidad del Cryad alternativo haría despertar la tiránica personalidad original del de esta realidad antes de que le borrasen y lo dejasen en éstasis, donde habría seguido de no ser por los Campeones. Era interesante como cambiaban el curso de los acontecimientos.

Avanzó hasta una inestable forma oscura y decrépita que parecía un cuerpo momificado y quemado. – [b][i][color=#17173E]Un interesante experimento de un tipo interesante al que no pude conocer…pero también un poco defectuoso, no le importaba que vivieses mucho.[/color][/i][/b] – el ser conocido como El Segador se removió. El Arcano murmuró las palabras y el cuerpo del ser empezó a moldearse y tomar una forma igual de oscura y putrefacta, pero distinta a ojos aguzados. – [b][i][color=#17173E]Absorberás el alma de aquellos a los que poseas, su fuerza será la tuya, y su apariencia también. Pero tu cuerpo sigue siendo débil, tendrás que seguir saltando de cuerpo en cuerpo para sobrevivir.[/color][/i][/b] – seguía siendo un parásito, pero al menos ahora se haría más fuerte con cada salto, y poseería más apariencias.

– [b][color=#2A2B0F]M-maestro.[/color][/b] – dijo la decrépita forma. Continuó hacia la siguiente, hacia la mujer de cuarenta y tantos con la mirada brillante por la codicia y el ansia de poder.

– [b][color=#46490F]Soy toda suya, deme poder, seré la general de su nuevo mundo.[/color][/b] – dijo la antigua directora de la Iniciativa y supuesta Vigilante. Era todo un ejemplo de lo que necesitaba, alguien a quien no le importasen los medios para conseguir lo que quería.

– [b][i][color=#17173E]Qué entusiasmo. Bueno, veamos…lo de experimentar en ti misma creo que no fue buena idea, y lo de encontrarte con el vampiro menos.[/color][/i][/b] – aseguró el Maestro. Se había puesto al día de todo lo ocurrido, esa mujer había terminado por experimentar consigo misma y había obtenido la capacidad de cambiar de forma, pero se cruzó en el camino del vampiro y acabó…bueno, destripada. El Vigilante Christopher McLeod la encontró y sus mentiras y traiciones salieron al aire, al igual que sus intestinos. Si vives de forma mezquina tu final suele serlo también. – [b][i][color=#17173E]Odias lo sobrenatural, pero quieres su poder, poder por cualquier medio, bien.[/color][/i][/b] – murmuró las palabras y vio la magia rodearla y meterse en su interior. – [b][i][color=#17173E]Imita.[/color][/i][/b] – le pidió. Margaret Cleaver observó a la vampiresa con personalidad múltiple y de pronto su rostro se transformó, surgió en ella el ceño vampírico.

– [b][color=#46490F]Qué poder, todo mío.[/color][/b] – exclamó sintiendo su fuerza. Ahora era capaz de imitar las capacidades sobrenaturales de otro ser, pero no los poderes, esos dependían de cada persona, ella imitaba sus razas.

– [b][i][color=#17173E]Sigamos, están a punto de llegar.[/color][/i][/b] – dijo impacientándose. Se colocó frente a un chico pálido y pelirrojo que no dijo ni una palabra. – [b][i][color=#17173E]Qué silente, ni siquiera sabes que tenías una habilidad, supongo que te las arreglarás mejor cuando te de unos ligeros cambios.[/color][/i][/b] – comentó pensativo. Cuando las palabras de poder se asentaron, el Soberano murmuró otra que evocaba la Luna. El muchacho comenzó a transformarse y gritar de dolor, pero sus gritos reverberaron con fuerza y su dolor empezó a transmitirse a los demás que se removían sorprendidos por el tremendo dolor, uno para el que no estaban preparados. – [b][i][color=#17173E]Lo llamo Grito de Dolor.[/color][/i][/b] – aseguró contento. Volvió a usar el verdadero nombre de la Luna y el muchacho volvió a la normalidad.

– [b][color=#7A4137]¿Estoy haciendo lo correcto?[/color][/b] – se preguntó el muchacho a sí mismo y a todos, esperando que alguien le diese respuestas para no pensarlo por sí mismo.

– [b][color=#54138A]Sobrevivir es lo correcto.[/color][/b] – le indicó Lila Stroker. El muchacho le asintió y le sonrió, aparentemente ya tenía quien pensase por él, quien le dijese qué era lo correcto y qué no.

– [b][i][color=#17173E]Sama’el.[/color][/i][/b] – dijo mirando cara a cara a la siguiente. Ella le observó en silencio, como retándole, y el Soberano no pudo más que reir.

– [b][color=#382B05]No pienso servirte, en cuanto esto acabe, desapareceré.[/color][/b] – comentó con seriedad, como si ella estableciese las reglas, como si no estuviese a su entera disposición si vivía o moría.

El Maestro rió de nuevo, era glorioso volver a divertirse, a reír, después de tanto tiempo en ese lugar carente de todo, carente de magia, de diversión…Susurró las palabras arcanas y la demonio se fundió con el entorno, como si se hubiese vuelto invisible. – [b][i][color=#17173E]Tu deseo se ha hecho realidad.[/color][/i][/b] – la vio reaparecer pero se dirigió al siguiente, el Compendio se acercaba, los sentía.

Se colocó frente al demonio Berith y murmuró sus palabras. Berith se centró en Mario Santos, que empezó a sentirse más y más agotado, hasta que cayó en el suelo, extenuado. – [b][i][color=#17173E]Eres agotador, hay que reconocerlo.[/color][/i][/b]

– [b][color=#5B635C]Osito, contigo no podrán ganar, podremos irnos a vivir donde nadie nos moleste.[/color][/b] – dijo la vampiresa rubia. El sonrió resplandeciente, era demasiado joven.

– [b][i][color=#17173E]Todavía quedas tú, cierto.[/color][/i][/b] – dijo acercándose a ella. Murmuró las palabras y dejó como siempre que actuasen por sí mismas. Cuando la magia se asentó le señaló a Cecil Anwalt.

– [b][color=#618925]¿Dónde estoy? Ese chico rubio…qué porte, me suena.[/color][/b] – comentó desorientado. Ahora era capaz de desorientar y confundir a otros.

– [b][i][color=#17173E]Y por último, Helena.[/color][/i][/b] – comentó observándola, desafiante, pero sin una pizca de…gracia. Al Maestro no le gustaba que le mirasen con gesto de superioridad y tampoco le gustaba la gente sosa, pero le servía para su propósito, luego seguramente la mataría, por el bien del mundo.

– [b][color=#4A2604]Si tuviera mi lanza no te reirías. Absorbería la mitad de tu poder y deflectaría…[/color][/b] – respondió bravucona. Al Soberano le brillaron los ojos, conocía el poder que tenía la demonio, y no era ni mucho menos el que ella misma se adjudicaba. De poco le había servido la lanza cuando se topó de verdad con el vampiro Mason, que la partió en dos y la empaló en ella dejándola para desangrarse. Había que reconocer que el tipo sabía como divertirse.

– [b][i][color=#17173E]Absorberías la mitad de mi poder mágico y explotarías. No le hiciste cosquillas al vampiro cuando no tenía todo su poder, no me hagas reír.[/color][/i][/b] – le espetó. Murmuró las mismas palabras que con el resto y vio como el rostro de la demonio se deformaba para dejar ver su apariencia demoníaca. – [b][i][color=#17173E]Podrás hacer que la gente se vea a sí misma tal y como tú eres en realidad.[/color][/i][/b] – la vampiresa Kaliyah gritó al verse desprovista de su ‘belleza’, sus manos podridas, su carne negra, descompuesta y corroída por los gusanos, al igual que la de la demonio cruzada.

– [b][i][color=#17173E]Practicad los unos con los otros, no es como si no estuvierais ya muertos.[/color][/i][/b] – sentenció antes de enviarlos a otra punta de su territorio, le habían cansado, y sentía el Compendio llegar y no le defraudaron, en unos segundos estaban frente a él, completamente quietos, observándole. Todos eran uno solo, parte de él y no podían resistirse a ello.

– [b][i][color=#17173E]Al fin llegáis.[/color][/i][/b] – dijo orgulloso. El Compendio había tejido sus hilos alrededor de los Campeones de formas que ellos mismos no habían percibido, había sido su enemigo, su aliado e incluso alguien neutral, influyendo en su vida en múltiples aspectos. – [b][i][color=#17173E]Maestro.[/color][/i][/b] – nombró al observar a la chica rubia que protagonizaba la famosa serie basada en la vida de los Campeones. Ella misma había sido también la que había producido la historia que un guionista mediocre había escrito a raíz de lo que Cecil Anwalt le había contado. Ella era su ímpetu, su ilusión. – [b][i][color=#17173E]Doctor.[/color][/i][/b] – añadió observando al Detective obsesionado con llegar al fondo de las cosas extrañas que ocurrían, su justicia. – [b][i][color=#17173E]Arcano.[/color][/i][/b] – continuó observando a su parte disciplinada, Maggie Craane, doctora en el Hospital de Moondale. – [b][i][color=#17173E]Y Soberano.[/color][/i][/b] – añadió observando su parte con más carácter, la secretaria de Construcciones Fenris, curiosamente, también pelirroja.

El Compendio, el de los múltiples nombres, sonrió mientras los cuatro que tenía frente a él empezaban a desvanecerse y ser absorbidos por su propia mente, ahora completa. La culpa había sido de Ella, ella había afectado a su mente y al llegar a este nuevo mundo su mente quebrada se dividió, pero su diversión había sanado parte de lo que quedaba de él, lo suficiente para encontrarlos y reunirse, aunque la locura…esa nunca se desvanecería.

Tras completarse volvió hacia la fuente y susurró unas palabras. El agua se removió y observó a una serie de desconocidos en un futuro distópico, en uno en el que él mismo gobernaba. Como siempre, a sus ojos expertos no se le escapó un detalle, había alguien más en cada uno de esos muchachos, había alguien más que veía tras los ojos de cada uno, esencias su pasado, del presente del Doctor. Los Campeones observaban a través de los ojos de algunos de sus descendientes lo que ocurriría si no le detenían a él. Observaban, mientras su ser se encontraba en un limbo, hasta que el conjuro se cortase.

– [b][i][color=#17173E]Espero que os guste el futuro que estáis viendo. Sin mí, ni siquiera existiría ese futuro, no habría, NADA.[/color][/i][/b]

[spoiler]Un poco largo pero espero que os guste, necesitaba resolver lo del Compendio y hacer lógico que el Doctor eligiese a estos tipejos para enfrentarse a los nuestros.

Gracias a Alph por el roleo y las ideas para los poderes de alguno.[/spoiler]

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