[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Diarios de Destino | Condado de Ripper
[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
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La escarcha cubrió la sala del trono, atrapando en su gélido abrazo todo lo que se encontraba en su imparable camino. Pronto, todo el Palacio del Soberano estuvo encerrado para siempre en un cristal de hielo suspendido en el aire, eterno, inmortal.
Nada ni nadie había escapado al gélido abrazo del hielo, nadie excepto uno, aquél que lo había provocado todo, aquél que dominaba la ancestral magia arcana que le permitía doblegar los elementos a su antojo. Levitaba frente al castillo, con el rostro turbado por la locura y la ira, habían acabado con sus juguetes y habían puesto en peligro el mundo, eran incapaces de ver que sin él, todo se vendría abajo, tenía que ser el Protector del Recuerdo, o vendría.
Observó una vez más su Palacio, enjaulado en la trampa de hielo, y murmuró unas palabras que doblegaron la mismísima gravedad, y entonces el Palacio de hielo empezó a caer y cuando chocó contra el suelo, empezó a colapsarse sobre sí mismo, hasta convertirse en un amasijo de hielo, piedra y vidas arruinadas contra la tierra.
El lugar donde impactó empezó a cristalizarse y se propagó, congelándolo todo en su imparable avance. Pronto la Tierra no sería más que un mundo de cristal donde solo quedaba él, siempre recordando.
Mientras tanto, en otro lugar y otro tiempo, los Campeones empezaron a retornar a su tiempo.
– [b][i][color=#383A72]Hiiijo de…-[/SIZE][/i][/b] maldijo el aesir Dominic Williams mientras se levantaba sobresaltado, con las manos en el cuello, sintiendo el tremendo dolor de una herida que no estaba ahí.
– [b][i][color=#CC858A]Has tardado poco después de que tu novia muriese[/color][/i][/b].- replicó su novia, Rebecca, al verle despertar.
– [b][i][color=#383A72] ¿Qué? -[/color][/i][/b] preguntó él, desorientado, mirando alrededor. Diana era la única soñadora que se había despertado, tras la muerte de Alex. – [b][i][color=#383A72] No es lo que parece.-[/color][/i][/b] trató de aclarar el aesir, mientras se incorporaba lentamente, teniendo que ser consciente de que su cabeza estaba donde debía estar.
– [b][i][color=#843181]En mi defensa diré que no controlaba lo salida que estaba…ella[/color][/i][/b].- aclaró la hechicera pelirroja, mientras trataba de esconder el malestar que aún sentía tras su despertar.
– [b][i][color=#383A72] El la mía diré que no paso nada, a pesar de lo que parecia sentir, nunca le dijo nada.-[/color][/i][/b] replicó Dominic, cuya consciencia se había hospedado en Henry. Rebecca le dirigió una mirada con el ceño fruncido, pero una que Dominic sabía que no significaba nada peligroso.
Apenas hubo tiempo a réplicas o a ponerse al día, porque, tal y como había acontecido en el futuro, el siguiente en despertar fue Edward MacLay, el huésped de su hijo, Ethan MacLay.
– [b][i][color=#266EAC]¡Quema! -[/color][/i][/b] exclamó tratando de apagar unas llamas que solo existían en su cabeza.
– [b][i][color=#EE5159]¿Estás…bien?[/color][/i][/b]- preguntó la vampiresa, Illya, tratando de distraerse tras haberse concentrado para escuchar los latidos de Dominic y comprobar si eran estables.
– [b][i][color=#266EAC]S-si…[/color][/i][/b] – titubeó el hechicero mientras comprobaba una vez más que no se estaba quemando, aunque todavía sintiese el calor residual.
– [b][i][color=#843181]¿Cómo estás después de todo lo que has visto? La vida de Ethan era peor que la tuya[/color][/i][/b].- trató de bromear la hechicera, aunque la emoción subyacente en sus palabras era preocupación por su amigo, después de que viese como su propio hijo moría.
– [b][i][color=#266EAC] Parece ser cosa familia. Aunque al menos se tenían entre ellos.-[/color][/i][/b] respondió el hechicero guardándose sus sentimientos. De tal palo, tal astilla, rezaba el dicho, y con los MacLay no se equivocaba.
Antes de que alguien captase los pensamientos ocultos de Edward y tratase de ayudarle, Sarah se despertó boqueando, con la frente perlada de sudor y llevándose una mano al corazón, que se mantuvo ahí, crispada, como una garra. – [b][i][color=#BB609C]Edward…[/color][/i][/b]- murmuró con los ojos cristalinos por las lágrimas que se agolpaban tras ellos, pero que el shock no dejaba salir. Acababa de ver morir a su hijo, Edward Arkkan, y lo había acompañado hasta que exhaló su último suspiro.
– [b][i][color=#266EAC] ¿Si? -[/color][/i][/b] preguntó Edward MacLay, sin estar acostumbrado a compartir el nombre con alguien, mientras se pasaba una mano por la nuca. – [b][i][color=#266EAC]Oh… -[/color][/i][/b] añadió al darse cuenta de a quién se refería Sarah.
– [b][i][color=#843181]Si vemos que la cosa se pone jodida. empezaré a repartir condones aunque no me los pidáis[/color][/i][/b].- anunció Diana. Tras su disimulada sonrisa se encontraba la madre que había dejado a su hija, en el futuro, agonizante tras el ataque de su marido.
– [b][i][color=#C2A765]¿Vuestra prole ha…? ¿No lo han conseguido?[/color][/i][/b] – preguntó el demonio algo conmocionado. Él, que había visto morir a miles de los suyos y reservaba en su corazón el anhelo de una familia, podía imaginarse el dolor que sentían, aunque era consciente que era distinto imaginar a sentir.
– [b][i][color=#843181]No, pero lo sorprendente es que Ed consiguiera algo con Kaylee[/color][/i][/b].- comentó Diana distraídamente, o al menos tratando de aparentarlo, porque a esas alturas la mayoría de ellos sabían ya cómo era.
– [b][i][color=#BB609C]Diana, no te inventes cosas, que tú has muerto dos horas antes[/color][/i][/b].- le reprendió su hermana, la Cazadora, tratando de centrarse en algo que la distrajese del dolor.- [b][i][color=#BB609C]De momento no sabemos nada, pero…[/color][/i][/b]. – añadió. Para ella el desenlace estaba claro, pero aun así le costaba decirlo en voz alta, admitirlo. Había estado junto a su hijo, ella, que era una Cazadora que no creía que fuese a vivir ni dos años más, y lo había perdido.
En ese momento Daniel empezó a sacudirse y se despertó tratando desesperadamente de respirar mientras se abrazaba el cuerpo, que temblaba de frío. – [b][i][color=#4F5360]T-tenemos que pararlo.[/color][/i][/b] – dijo mientras le castañeteaban los dientes, en contraste al vengativo y oscuro fuego que se veía en sus ojos.
Casi al instante, Christopher McLeod dejó de temblar y se despertó tan súbitamente como el resto. – [b][i][color=#457238]¿Lo habéis conseguido?[/color][/i][/b] – preguntó tratando de incorporarse. Sus movimientos dejaban ver que le dolía el pecho, allí donde su propio yo del futuro había herido a su hija, allí donde él mismo tenía la cicatriz que le había cambiado la vida. Al ver el rostro de los demás se quedó unos segundos en silencio. – [b][i][color=#457238]¿Y Nicholas?[/color][/i][/b] – preguntó mirando a Diana.
– [b][i][color=#843181]A mí no me mires, yo iba detrás de Dom[/color][/i][/b].- explicó mirando a Rebecca.- [b][i][color=#843181]Pero sin tocamientos[/color][/i][/b]. – aclaró.
– [b][i][color=#4F5360]Yo estaba en Drizz.[/color][/i][/b] – explicó el aesir Daniel Arkkan. Cuando los demás desviaron la vista hacia Daniel, el rostro de Diana reflejó el extremo cansancio y dolor que sentía. – [b][i][color=#4F5360]A Nicholas lo lanzaron al foso, debió despertar antes de Edward.[/color][/i][/b] – comentó tratando de que los que habían despertado antes que él le diesen una respuesta.
– [b][i][color=#266EAC]Nadie se ha despertado aterrado siendo comido por un dragon. Tal vez nadie veía a traves de él. O tal vez… -[/color][/i][/b] teorizó mirando hacia Diana, la autora del ritual que les había llevado allí. – [b][i][color=#266EAC] ¿Ha podido afectar el hechizo a algún otro Campeón?[/color][/i][/b] – preguntó. Daakka y Cara no se habían transferido al futuro pero eso podía deberse a muchos factores, que no se encontraban cerca – excepto Illya -, que había otros que necesitaban más ver lo que deparaba el futuro o que tenían un papel distinto que desempeñar.
La hechicera no supo qué responder, porque en su mente había demasiadas cosas, el dolor de lo que había visto, la frustración de que el conjuro no hubiese salido bien y la presión de disimular ante los demás. Además, no se encontraba demasiado bien, sentía los brazos y las piernas débiles y la cabeza embotada, pero lo atribuyó a acabar de «morir».
– [b][i][color=#457238]Es posible. [/color][/i][/b] – teorizó el Vigilante, tratando de ayudar a la mujer de la que estaba enamorado. – [b][i][color=#457238]Éramos seis aquí, cinco puntas rodeando a Diana en el centro, pero quizá no eran cinco puntas, quizá se formó una esfera.[/color][/i][/b] – comentó pensativo, muchos rituales utilizaban las cinco puntas y el balance central, pero para transferirse a través del tiempo podía haber falta algo más. – [b][i][color=#457238]Ha podido ser Bill, Hiroshi, incluso Logan, o el que no conocemos.[/color][/i][/b] – meditó. Todos sentían que había alguien conocido en Nicholas, al igual que los que la habían conocido lo habían sentido en Elle, así que al menos había dos más.
– [b][i][color=#EE5159]Al menos…espero que os haya servido para algo[/color][/i][/b].- comentó la vampiresa sin alterar el rostro, aunque en su cabeza le daba vueltas a qué habrían podido conseguir viendo todo aquello.
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– [b][i][color=#383A72] ¿Ha ocurrido algo al final? -[/SIZE][/i][/b] preguntó Dominic a Daniel, que había sido el último en despertar, exceptuando a Christopher, que había estado inconsciente dentro de una moribunda Amy.
– [b][i][color=#4F5360]Cara se sacrificó para clavarle algo al Soberano y lo dejó temporalmente sin magia, pero se recuperó y congeló todo el Palacio, no sé si también el mundo.[/color][/i][/b] – dijo llevándose una mano a la cabeza, que tenía dolorida. Después miró a su hermana, sintiendo una punzada en el pecho al recordarlo, y a continuación a Sarah sintiendo como el dolor crecía, tanto por ella como por su hijo. No era la primera vez que perdía a toda la gente que quería, lo había revivido en el mundo del miedo, pero nunca se volvía más fácil. – [b][i][color=#4F5360]Al final, Drizz pensaba que quizá todo había sido para motivar a alguien que nos estuviese viendo, creo que sentían que estaban acompañados.[/color][/i][/b] – comentó dejando ver sus impresiones. Todo un mundo podía haber muerto para que todos ellos encontrasen una razón de peso para dejar atrás las dudas y lanzarse a proteger el mundo de ese monstruo.
– [b][i][color=#266EAC] Creo que incluso «él» mismo era capaz de vernos a través de sus ojos. La manera en la que nos tenía a todos, era como si estuviese burlando de nosotros.-[/color][/i][/b] el silencio imperó, pero solo en el ambiente, pues en sus corazones lo que imperaba era la duda, la inseguridad y el miedo. Se enfrentaban a un enemigo muy poderoso, demasiado poderoso, pero había mucho en juego, aún más de lo que había antes.
– [b][i][color=#EE5159]Hay…alguien ahí fuera[/color][/i][/b].- aclaró la vampiresa rompiendo el silencio sepulcral.
– [b][i][color=#C2A765]¿Otro durmiente? ¿El desconocido?[/color][/i][/b] – preguntó el demonio Rakkthathor, que había permanecido callado escuchando, evaluando.
– [b][i][color=#383A72] O alguien que se ha quedado con ganas de diversión.-[/color][/i][/b] propuso Dominic sombrío. Todos se tensaron, pendientes por si era el Doctor que había llegado para rematar el trabajo, o peor aún, esclavizarles.
En ese instante, con todos tensos, llamaron a la puerta, que se escuchó solo gracias al silencio que reinaba, porque les separaba la sala de recepción.
Daakka hizo una seña para que los demás esperasen y se adelantó. El demonio estaba plenamente descansado, no como el resto tras despertarse de su letargo, y era el más adecuado en caso de que fuese un enemigo. Pasó un rato en el que no se escuchó nada, salvo el eco lejano de la puerta al cerrarse. Al poco apareció junto a Kaylee, la tercera hermana Echolls.
– [b][i][color=#F56828]No estabais en casa y he pensado que estaríais aquí[/color][/i][/b].- aseguró desconcertada al verles a todos reunidos, por no mencionar las caras de susto y el pentagrama del suelo. Se hizo una pausa incómoda, aunque breve. – [b][i][color=#F56828]Hola[/color][/i][/b]. – saludó.
– [b][i][color=#266EAC] Eh, Hola.- [/color][/i][/b] respondió Edward MacLay acercándose hasta ella para darle un abrazo que se cortó rápidamente, no eran de ir mostrando su amor en público. -[b][i][color=#266EAC] ¿Ocurre algo?-[/color][/i][/b] preguntó el hechicero, sorprendido al verla.
– [b][i][color=#F56828]Q-quería darte una sorpresa[/color][/i][/b].- replicó ella con timidez. La sorpresa se le habría truncado con la que los propios Moondies le habían dado a ella.
– [b][i][color=#266EAC] Bueno, lo has conseguido.-[/color][/i][/b] admitió Edward con una amplia sonrisa.
– [b][i][color=#F56828]¿Ha pasado algo? Estás raro[/color][/i][/b].- aseguró. Lo cierto era que todos se habían quedado sorprendidos al verla allí, tras haberla visto hacía poco tiempo con bastantes años más y un hijo.
– [b][i][color=#266EAC] Nada que quieras saber, créeme.-[/color][/i][/b] replicó Ed tratando de resultar creíble, aunque sus ojos decían lo contrario, quizá por eso evitaba su mirada.
Pero a Kaylee no se le escapó, y se apartó un poco.- [b][i][color=#F56828]¿Ahora me guardas secretos?[/color][/i][/b]- preguntó sonriente, aunque preocupada en el fondo. Ed no supo que responder y volvieron a permanecer todos en silencio. – [b][i][color=#F56828]Vaya[/color][/i][/b].- exclamó agachando la cabeza ligeramente Agacha un poco la cabeza.
– [b][i][color=#383A72]Esto, Kaylee. ¿Has tendido algún sueño raro recientemente?-[/color][/i][/b] se atrevió a preguntar Dominic, antes de que el silencio volviese a devorarlos a todos.
– [b][i][color=#F56828]¿Esa pregunta no es un poco rara?[/color][/i][/b]- preguntó totalmente extrañada por la pregunta que acababa de hacerle el aesir. – [b][i][color=#F56828]No, creo que son bastante normales, para ser sueños, claro[/color][/i][/b]. – aclaró ella, aún perdida.
– [b][i][color=#383A72] Así que nada de dragones, hombres locos como regaderas o apocalipsis. Vale.-[/color][/i][/b] sentenció él.
– [b][i][color=#F56828]Estoy empezando a plantearme lo del hombre loco como una regadera[/color][/i][/b].- comentó ella riendo.
– [b][i][color=#BB609C]¿Qué hacéis aquí?[/color][/i][/b].- susurró Sarah en voz baja a Daakka y Cara, para evitar que su hermana se enterase de su pequeña aventura por el futuro.
– [b][i][color=#C2A765]Selardi tiene algo que contar.[/color][/i][/b] – susurró también el demonio, aunque su ronca voz reverberó lo suficiente como para que los demás se girasen para mirar a Cara.
– [b][i][color=#7E6368]Cara sabe…sabe dónde está…sabe adónde tenéis que ir[/color][/i][/b].- dijo temblando de la cabeza a los pies, pese a su fuerza habitual.
– [b][i][color=#4F5360]Cara…[/color][/i][/b] – exclamó su hermano, Daniel, con orgullo. Los miedos conforman el enemigo más terrible al que cualquiera puede enfrentarse, es por eso que sin miedo que afrontar no hay valentía, sin miedo no hay héroes ni heroínas. De eso trata este capítulo del Diario de Destino, de Campeones que afrontan sus miedos.
– [b][i][color=#457238]Tenemos que prepararnos.[/color][/i][/b] – aseguró el Vigilante.
– [b][i][color=#F56828]¿Eso era lo que no me iba a gustar?[/color][/i][/b]- intervino Kaylee mirando fijamente a Ed.
– [b][i][color=#266EAC] Parte de ello.-[/color][/i][/b] respondió el hechicero. Parecía incómodo guardándole secretos, pero trataba de protegerla de lo que había visto y aún no había tenido tiempo de digerir. Para él, que había visto morir a todos sus amigos y aún podía recordarlo aunque recordase también una vida junto a todos ellos, ver morir también a su hijo y a los de los demás reabría una vieja herida.
– [b][i][color=#BB609C]Gracias, Cara. Ahora solo falta que aparezca el último Campeón[/color][/i][/b].- recordó la Cazadora sin mostrar la presión que sentía encima y que parecía a punto de asfixiarla. Daniel Arkkan lo había visto en su mirada, pero, por suerte para ella, que lo ocultaba al igual que su hermana, su teléfono silbó como un sinsajo impidiendo una conversación que ella no quería tener, no en ese momento al menos, no sin poder asimilarlo. – [b][i][color=#BB609C]Un correo: ¡Qué oportuno![/color][/i][/b]- se quejó en apariencia. Lo abrió con un par de toques y sus ojos se movieron por la pantalla durante una décima de segundo, después se quedó callada.
– [b][i][color=#843181]¿QUÉ PONE?[/color][/i][/b]- le preguntó su hermana pelirroja, nerviosa e impaciente.
– [b][i][color=#266EAC] Cotilla…[/color][/i][/b] – le dijo su amigo, el hechicero. – [b][i][color=#266EAC]¿Qué pone?[/color][/i][/b] – preguntó al instante, también impaciente.
– [b][i][color=#BB609C]»Estaré allí»[/color][/i][/b].- citó. No podía ser otro que el Campeón en las sombras, que aún permanecía en ellas porque el emisor era una dirección de correo temporal, como descubrirían más tarde.
Y más tarde lo debatirían también, porque en ese momento, surgió algo más importante. Diana cayó a plomo contra el suelo, con los ojos totalmente abiertos, pero cubiertos de un negro oscuro como la noche. Todos se giraron hacia ella, asustados. Christopher la llamó, uniendo su voz a la de Sarah, que aferraba la mano de su hermana desesperada, y a la de Ed que permanecía a su lado, sin saber que hacer, al igual que todos, excepto Illya, que se abrió paso hasta ella para ayudarla, aunque ni siquiera ella sabía cómo.
De los ojos de Diana empezaron a brotar lágrimas, negras al igual que sus ojos, que comenzaron a volver a su color original al salir éstas.
Cuando las lágrimas cayeron al suelo, dejaron una mancha oscura y profundamente negra en la madera, una marca que recordar.
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