[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Bill Parker| Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba de Virtud
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]
Aun tenía el olor al estomago de la criatura marina en la nariz, esperaba que fuera pasajero, o de lo contrario habría perdido para siempre el sentido del olfato.
Dominic andaba ligeramente de un lado a otro, probablemente a causa de lo que se había bebido, en cualquier otra parte le tendría que haber advertido, pero pensándolo bien, quizás debería de haber tomado algo también para ver si conseguía deshacerme de ese olor.
Las antorchas se apagaron nuevamente, empezaba a estar cansado, mas mentalmente que físicamente, no pensaba que encontrar ese arma que derrotaría al Doctor llevaría tanto tiempo. Esa era otra, había perdido por completo la percepción del tiempo, no sabía cuanto llevábamos allí ni la hora que era, el reloj había dejado de funcionar en cuanto llegamos aquí, era como si este lugar tuviese su propio espacio.
Algo que brillaba al final del camino me hizo acelerar el paso. Llegue hasta un pasillo diferente a los demás por los que ya había pasado, el brillo provenía de la pared, alguna clase de mineral que empezó a reflejarme numerosas veces en cuanto puse un pie en ese pasillo, mirase donde mirase me veía a mi mismo, era como esas carpas de feria con cientos de espejos.
Avance notando como la temperatura en ese pasillo comenzaba a subir drásticamente, intente avanzar ayudándome con la pared, pero esta se encontraba al rojo vivo al igual que el suelo. Me transforme en demonio para aguantar el calor. Pero eso no era lo único que estaba frenándome el avance, el fuego que apareció de la nada me dejo estático. Resultaba ridículo, un demonio con miedo al fuego, un regalo de infancia de mi padre.
Transformado el calor apenas era perceptible, así que el fuego apenas seria capaz de sentirlo tampoco. Proseguí evitando las llamas y mirando hacia la pared, según salía del pasillo mi reflejo me devolvió la mirada, mi rostro demoniaco me observo furioso, como si fuera otra persona.
Volví a mi estado humano notando el pulso aceleradamente, achaque aquel rostro al sobreesfuerzo de cruzar las llamas, no tenía porque temer mi legado, era una parte de mí, quizás lo que más temía era acabar como mi padre.
Eche un vistazo a mi alrededor, junto a la puerta que debía de llevar hasta otra prueba había una chica apoyada contra la pared, con los brazos cruzados y dando golpes contra el suelo con la punta del pie.- [b]Hey, guapo[/b].- No la reconocí por la voz pero cuando estuve lo suficientemente cerca de ella observe que se trataba de Sarah.
– [b][i][color=#585F7D] Esta bien, ¿Quien eres en realidad?.-[/SIZE][/i][/b] Le pregunte. La verdadera Sarah no tendría esa clase de confianza conmigo, sobre todo después de aquel encuentro en la cafetería, algo que estaba más que resuelto, pero que podía notar como ella se seguía culpando.
– [b]La Cazadora, chico[/b]- Respondió con una voz grave cual camionero. Resultaba evidente que fuera quién fuera, no tenía mucho trato a la hora de socializar con otra gente. ¿Quién responde con su condición?. Es como si yo le digo, el demonio azul.
– [b][i][color=#585F7D] ¿Chico? Seas quien seas en realidad debes de ser más vieja que yo para llamarme chico.-[/color][/i][/b] Estaba empezando a rozar los 40, vale que por ser medio demonio mi envejecimiento puede ralentizarse, pero de ahí a llamarme chico.
La chica soltó un bufido claramente fastidiada, y durante una milésima de segundo, su rostro cambio cuando parpadeo — [b]Hijo de… ese tangencial me la ha jugado pero bien[/b].- Protesto por lo bajo mientras yo intentaba recordar donde la había visto antes. Ella se recoloco el pelo y me miro fijamente – [b]¿Vamos a salvar el mundo o qué?[/b]- Pregunto con excesivo entusiasmo, como si estuviese mofándose de la verdadera Sarah.
– [b][i][color=#585F7D] Tú, te recuerdo. Mataste a aquel niño.- [/color][/i][/b] Finalmente recordé donde había visto ese rostro antes. Era difuso, como si hubiese sido en otra vida, probablemente así fue, el mundo parecía haberse reescrito numerosas veces. Nos encontrábamos en una especie de prisión, y esa mujer, por llamarla de alguna manera, mato al niño al que prometí que sacaría de allí. Por lo visto era la forma de salir de allí, pero ni siquiera contemplaron otras opciones. Creo que también hubo un beso, lo que me asqueo profundamente.
– [b]No, soy la Cazadora[/b].- Volvió a parpadear y su rostro quedo por completo al descubierto. – [b]¿Acaso no recuerdas nuestro encuentro en la cafetería?[/b]
– [b][i][color=#585F7D] Basta de juegos, estas mostrando tu verdadera cara.-[/color][/i][/b] Le recrimine enfadado, había intentado tomarme por un entupido, estaba ralentizándome impidiéndome seguir y me había echo recordar algo que me enfureció.
– [b]Esto no es un juego, porque no te voy a dejar pasar[/b].- Añadió creyéndose muy lista. Estaba claro que alguien la había mandado para detenerme, y podía hacerme una idea de quién se trataba.
– [b][i][color=#585F7D] Por fin dices algo con sentido. Tu vida termina aquí y ahora.-[/color][/i][/b] Ella hecho a correr hacia donde me encontraba, rápidamente me trasforme y estire el brazo agarrando la por el cuello.
– [b]Te crees muy fuerte, demonio, pero cuando consiga todo el poder de Loxias…volveré[/b].- Añadió con dificultad. No sabía quién o que era ese tal Loxias, lo único que entendí fueron balbuceos sin sentido.
– [b][i][color=#585F7D] Y yo estaré ahí para detenerte de nuevo.-[/color][/i][/b] Apreté con fuerza hasta escuchar un ligero crujido y deje caer el cuerpo inerte contra el suelo. Tal vez fuese un demonio, pero era uno que se dedicaba a eliminar otros que mataban personas inocentes.
Volví a mi aspecto humano mientras observaba la puerta, un único hueco en el que poner un colgante, y un nombre en la puerta, probablemente el del guardián. Tras entrar y bajar un par de escalones di a parar con una especie de pasillo amplio con fuentes a ambos lados, el agua caía a unos canales que recorrían toda la sala haciendo intrincados círculos.
A un lado vi lo que creía que era mi sombra, el problema es que yo estaba en mi aspecto humano y la sombra reflejaba el aspecto de mi forma como demonio. Intente golpearla, pero mi puño lo atravesó, o mejor dicho, entro dentro de mí.
No comprendía lo que estaba sucediendo, pero me notaba distinto, era como si no me importara nada más, solo vencer al Doctor. Escuche el tintinear de unas cadenas y como algo se arrastraba, fuese lo que fuese daba la sensación de ser pesado.
– [b][i][color=#585F7D] No tengo tiempo para juegos, así que seas quien seas, da la cara.-[/color][/i][/b] Añadí con dureza. Este juego de los guardianes me estaba cansando. Nadie respondió a mis amenazas, las cadenas tintinearon más fuerte y fuese lo que fuese que se arrastraba estaba cada vez más cerca. – [b][i][color=#585F7D] Habla…[/color][/i][/b]
– [b][i][color=#0f1b2d]Ese mal genio deberías controlarlo[/color][/i][/b].- Me reprendió aquel que debería ser el guardián aun oculto entre las sombras. Llegados hasta este punto no me esperaba a un cobarde para rematar la faena.
– [b][i][color=#585F7D] No he venido a que sermoneen mi actitud, sino a pasar tu prueba.-[/color][/i][/b]Esta perdida de tiempo me estaba molestando, tanta charla innecesaria, debería haberle vencido, o ayudado, porque ese parecía ser siempre el cometido, y salido de allí.
– [b][i][color=#0f1b2d]Mi prueba es un sermón, Mahonin[/color][/i][/b].- El guardián dio finalmente la cara, frente a mi apareció un hombre, o probablemente se tratara de un demonio, ya que tenía la cara completamente azul y ligeramente arrugada. Vestía una especie de habito de monje, en las manos llevaba unas cadenas y a su espalda un enorme caldero, probablemente ese fuera el ruido de antes.
– [b][i][color=#585F7D] Esta bien, pues adelante, sermonéeme.-[/color][/i][/b] Añadí cruzándome de brazos esperando a que me soltara todo lo que tuviera que soltarme y marcharme de allí.
– [b][i][color=#0f1b2d]¿Por qué debería hacerte caso, es que tú te preocupas por alguien? ¿Algo remueve tu interior?[/color][/i][/b]- Pregunto mirándome con dureza.
– [b][i][color=#585F7D] Estoy aquí para ayudar a los demás a derrotar a ese Doctor, así que si, ahí gente que me importa.- [/color][/i][/b] Tras esto note como algo se removía en mi interior, no sabía si se trataba de sentimientos, o algo más.
– [b][i][color=#0f1b2d]Demuéstramelo[/color][/i][/b]- El guardián volcó el caldero hacia mi empapándome por completo. El agua no cesaba y por alguna extraña razón caí de rodillas al suelo con un profundo pesar en mi interior. Por mi mente pasarón imagines de mi hija y mi mujer, la sensación de perdida cuando desaparecieron de mi lado y el alivio al recuperarlas en mi vida. Note como el agua caía por mi cara y no toda procedía del caldero. Recordé a Vincent, el cual se había convertido en un apoyo constante con el que siempre podía hablar. Y recordé a esos chicos, con los que estaba compartiendo esta aventura, ellos eran los verdaderos héroes de este mundo.
– [b][i][color=#585F7D] Mi hija y mi mujer son lo más importante para mi. Vincent es quizás el único buen amigo que echo en mi vida. Y esos chicos tienen mi más profundo respeto.-[/color][/i][/b] Añadí sincerándome, el agua ceso y me sentía más aliviado. A Mis pies por uno de los canales de agua una mancha negra comenzó a alejarse hasta desaparecer.
– [b][i][color=#0f1b2d]Las apariencias engañan, Mahonin[/color][/i][/b].- Del suelo comenzaron a surgir varias cadenas que fueron uniéndose hasta formar tres pedestales, en los cuales, en cada uno había un objeto.
– [b][i][color=#585F7D] Ya bueno, en el fondo no soy tan frío como aparento. ¿Y estos objetos?.-[/color][/i][/b] Añadí observándolos, un arma, un anillo y una lamina de piedra.
– [b][i][color=#0f1b2d]Un pequeño obsequio y dos incógnitas[/color][/i][/b].- Respondió señalandolos.
– [b][i][color=#585F7D] No son objetos corrientes ¿Verdad? ¿Que hace cada uno?.-[/color][/i][/b] Le Pregunte, probablemente cada uno tuviese una finalidad para vencer al Doctor y a los demás también les estuviese tocando elegir algún objeto.
El guardián se coloco en el otro extremo de los pilares y su rostro comenzo a cambiar dando paso a un joven de melena larga de color azul, probablemente fuese teñida, pero sus vestimentas me decían que en la época de la que parecía proceder no había tintes precisamente.
– [b][i][color=#0f1b2d]Los objetos corrientes son para la gente corriente[/color][/i][/b].- Dijo sonriendo mientras señalaba el anillo.- [b][i][color=#0f1b2d]El Anillo de Eligor desatará tu fuerza demoníaca…como nunca antes la hubieras imaginado[/color][/i][/b].
– [b][i][color=#585F7D] ¿Y el sello y la…. ehm… cadenas?.-[/color][/i][/b] Pregunte mientras asimilaba el poder del anillo. Había aceptado mi parte de demonio, pero no quería poder, demasiado poder podría llegar a descontrolarme, por el momento, el anillo quedaba descartado.
[b][i][color=#0f1b2d]La cadena…no creo que le gustase que la llamases así.[/color][/i][/b] – Añadió crípticamente. – [b][i][color=#0f1b2d]Su nombre es ‘Onoskelis’ y contiene una antigua fuerza que…bueno, ya lo descubrirías.[/color][/i][/b] – Me aseguro, como si él hubiese sido conocedor de esa fuerza. – [b][i][color=#0f1b2d]Si es tu elección, se unirá a ti de por vida, como hizo conmigo. Te volverá más…azul. Por eso me llamaban Alastair el Azul.[/color][/i][/b] – Parecía el titulo de un caballero, y mirándolo detenidamente daba la sensación de parecerse a Daniel, Dominic y ese otro chico que no quiso presentarse, probablemente fuera un Aesir.
– [b]¡Elígeme a mí, soy divertida, simpática y…te haré guapo![/b]- Escuche una voz aguda femenina que no sabía de donde procedía, mire al guardián para comprobar que no estaba loco, comprobando que estaba mirando de reojo el arma.- [b]Créeme, lo necesitas[/b].
– [b][i][color=#585F7D] ¿Que hace el sello?.-[/color][/i][/b] Le pregunte mientras también miraba de reojo el arma.
– [b]¿Me estás ignorando?[/b]- Protesto la voz aguda y el Guardián le hizo un gesto de silencio.
– [b][i][color=#0f1b2d]El Sello de Salomón traerá de vuelta a un viejo enemigo, tu padre[/color][/i][/b].- Un poco decepcionante este último. No quería reabrir viejas heridas trayéndole de vuelta a mi vida, aunque solo fuera por un instante para acabar con él. Era más feliz sin ser consciente de su paradero. Así que tenía frente a mi un poderoso anillo, una tabla de piedra que invocaría a la última persona con la que quería volver a encontrarme y una cadena parlanchina.
– [b][i][color=#585F7D] Puede que acaba arrepintiéndome de esto pero elijo… ¿Como has dicho que se llamaba, Ono…que?.-[/color][/i][/b] Le pregunte señalando al arma. Probablemente me traería más de un quebradero de cabeza, pero prefería eso a un poder desconocido y a mi padre.
– [b]¿He ganado? ¡Bieeeen![/b]- Añadió la voz emocionada.- [b]Mi nombre es Onoskelis, pero puedes llamarme Keli[/b].- Dijo mientras empezaba a tararear una canción de victoria, y si hubiese tenido manos o pudiese moverse libremente seguro que les habría hecho un corte de manga a los otros objetos.
– [b][i][color=#0f1b2d]Sabrás que esta elección…tiene un precio[/color][/i][/b].- Añadió el guardián con seriedad, a lo que empecé a temerme lo peor.
– [b][i][color=#585F7D] Lo suponía. ¿De que se trata?.-[/color][/i][/b] Le pregunte ligeramente nervioso, si se trataba de morir probablemente me lo replanteara, de hecho creo que no elegiría ninguno.
– [b][i][color=#0f1b2d]Tu apariencia…puede verse afectada[/color][/i][/b].- Hizo una pausa y observo la cadena.- [b][i][color=#0f1b2d]Puede que tu pelo cambie de color o…puede que altere algo más de tu físico, no puedo saberlo a ciencia cierta[/color][/i][/b]
– [b][i][color=#585F7D] Bueno, recientemente he descubierto que el azul me sienta bien.-[/color][/i][/b] Suspire aliviado de que se tratara únicamente de eso, lo mismo me convertía en un adulto modernete de mechas azules.
– [b][i][color=#0f1b2d]Adelante, entonces[/color][/i][/b].- El guardián dio un paso atrás y me indico que cogiera el objeto que había elegido.
– [b]Ten cuidado que eso es…mi trasero[/b].- Añadió la voz femenina riéndose cuando pose una mano en ella. Al entrar en contacto con ella la mano me comenzó a temblar y brillar de un intenso color dorado hasta envolverme por completo. Tras esto intente echarme un vistazo por los canales del agua, parecía igual, pero cuando me fije en mis brazos observe como se habían remarcado algunas venas en azul.
– [b][i][color=#585F7D] Creo que en el fondo te estoy haciendo un favor. Nos vemos… o tal vez no.-[/color][/i][/b] Añadí despidiéndome del guardián mientras a mi espalda una de las fuentes de agua desaparecía y daba lugar a una puerta.
– [b][i][color=#0f1b2d]Suerte, Sembrador de Promesas[/color][/i][/b].- Añadió él. Mientras los pilares de cadenas comenzaban a separarse y desaparecían en el suelo junto a los objetos que portaban.
– [b]…Por las noches te contaré historias para que puedas conciliar mejor el sueño[/b].- Prestando atención pude escuchar como seguía hablando, de hecho había estado hablando todo este rato.
– [b][i][color=#585F7D] Nadie te ha dicho nunca que hablas demasiado.-[/color][/i][/b] Le dije a la cadena mientras me dirigía a la salida. Había olvidado preguntarle al guardián si los demás podían escucharlo o solo sería cosa mía, si esto último era el caso, debía tener de cuidado o me confundirían con un loco.
– [b]¿Nunca te han dicho que eres muy serio?[/b]- Me pregunto ella poniendo voz grave de hombre. A pesar de que esa constante voz puede acabar siendo una molestia era un pequeño precio a pagar en vista de las otras dos opciones.
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