Hiroshi Sato | Barrow (Alaska)
NOCHE
El ascensor termino de subir y de el bajaron cuatro vampiros que se encaminaron hacia la dirección donde había estado hasta hace un momento el camión, así que debía actuar rápido. Me gire hacia mi acompañante, la cual me lanzo una mirada como si me hubiese leído el pensamiento. Iba a decirle que espera aquí, pero quizás era mejor que viniese conmigo, estaba tiritando de frío y podía congelarse esperando.
– [Hiro] Mantente cerca de mí.-[/Hiro] Ella asintió y avanzamos hasta el ascensor agachados defendiendonos de una fuerte ventisca que nos venía de cara.
Tras llegar al ascensor y pulsar el botón de descender empuñe la daga preparandome para lo que podía encontrar allí abajo, ya que el descenso del ascensor los abría alertado. Intente echar cuantas de cuantos podrían ser, que solo cuatro hubiesen salido a por los humanos del camión era una pista de que no podían tratarse de muchos.
Las puertas se abrieron y no espere encontrarme lo que encontré, un corredor vacío. Salimos del ascensor y a ambos lados unas barandillas de metal nos protegían de caer por un profundo agujero que probablemente conectara con el infierno, solo esperaba no encontrar ningún Turok-han, vampiros más primitivos y fuertes que los engendrados.
Avanzamos despacio, el corredor era estrecho y las barandillas no parecían muy firmes. Observaba a mi alrededor para evitar sorpresas de algún vampiro. Entramos en la sala frente a nosotros donde dimos con un par de cuerpos colgados cuales trozos de carne.
– [b]¡Papá! ¡Mamá!.-[/b] Ambos reaccionaron ante el grito de su hija la cual se acerco corriendo hasta ellos intentando aflojar las cuerdas.
Mientras ella soltaba a sus padres me acerque hasta el resto y fui cortando las cuerdas que los retenían, probablemente todos viniesen del mismo grupo, que los hubiesen divididos en dos grupos no hacia más que confirmar que no podían ser muchos, no podía estar más equivocado.
La alarma que en el pasado seguramente funcionaba para emergencias comenzó a sonar, seguía de numerosos gritos guturales. Me asome por la enorme cristalera y frente a nosotros a unos cuantos metros se acercaban varios vampiros, debían de dar todo la vuelta para llegar hasta nosotros, pero en poco segundos estarían allí.
– [Hiro]Tenemos que salir de aquí ya. ¡Corred!.-[/Hiro] Todos se pusieron pie y corrieron en dirección al ascensor el cual acababa de bajar con los 4 vampiros que habían salido con anterioridad a por los del camión, seguramente eran los que habían dado la alarma. Aparte a los que iban más adelantando y me a balance contra ellos haciéndoles cortes y ocasionando que cayeran a los pocos segundos al suelo inmóviles. – [Hiro] Salid de aquí, vamos.[/Hiro]
– [B]Espera, ¿Que vas a hacer?.-[/B] Pregunto Dorothy mientras todos los demás terminaban de subir al ascensor.
– [Hiro]Dije que iba a terminar con esto y voy a hacerlo.-[/Hiro] No podía marcharme sin más, dejarlos con vida, en un tiempo volverían a montar todo esto de nuevo. – [Hiro]Los retendré aquí abajo mientras huis. Marchaos, vamos.[/Hiro]
– [B]Yo… gracias.-[/B] Ella subió al ascensor y las puertas del ascensor se cerraron, mientras ascendían hacia su salvación yo me quedaba atrapado en un infierno del que no sabía si conseguiría salir con vida.
Por la puerta de la sala comenzaron a salir varios vampiros con parsimonia, no tenía lugar al que huir, así que parecían estar tomándose su tiempo. A mis pies los otros cuatro vampiros se encontraban ya completamente inmóviles, no podían morir, bueno, teóricamente ya estaban muertos, pero permanecerían en ese estado de inanición consumiéndose poco a poco.
Me seque el sudor de la cara a causa del sobre esfuerzo, o quizás eran los nervios, necesitaba verlos con claridad si quería alguna posibilidad de salir de allí. Cuando se encontraban los suficientemente cerca prácticamente todos se lanzaron contra mi, intentaba herir a uno y seguir con el siguiente, pero eran demasiados, en cuestión de segundos me redujeron, me agarraron por los brazos e inclinaron hasta caer de rodillas.
– [b]¿De donde has sacado este cuchillo?.-[/b] Pregunto uno de los vampiros, probablemente el cabecilla mientras me lo quitaba de las manos.
– [Hiro]Fue un regalo.-[/Hiro] Añadí mientras forcejeaba intentando librarme de los que me sujetaban.
– [b]No es un cuchillo corriente ¿verdad?.-[/b] Pregunto observando varios de los cuerpos de sus compañeros que se encontraban inmóviles. Se acerco hasta mi y poso la hoja en mi cuello, hizo un ligero corte e hizo un gesto a los que me sujetaban para que me soltaran y me deje caer al suelo inmóvil, mientras Escuchaba como el ascensor descendía de nuevo.
– [b]Parece que no vamos a tener que ir tras ellos después de todo.-[/b] Añadió uno de ellos haciendo que el resto riera. Cuando el ascensor termino de llegar las puertas se abrieron y el interior estaba vacío.
– [b]Tus amigos te han abandonado.-[/b] añadió el cabecilla mientras me levantaba del suelo zarandeandome cual muñeco de trapo.
– [Hiro]En realidad yo les abandone a ellos.-[/Hiro] Aunque no sabía si eramos exactamente amigos ya que apenas había entablado relación con ellos, solo era el primo de, pero me gustaba pensar que si. El vampiro se sorprendió de mi recién recuperada energía momento que aproveche para recuperar mi daga y posarla en su cuello mientras le usaba de escudo, sus lacayos se quedaron inmóviles sin saber muy bien que hacer. – [Hiro] Esta daga no fue el único regalo que me dejo su antiguo propietario. Antes de ganarla pelee contra él y me enveneno varias veces, por lo que ha estas alturas soy prácticamente inmune a el.[/Hiro]
Avance con cuidado hasta el ascensor, lo habían mandado de nuevo hacia abajo para darme una ventana por la que escapar. Tras entrar en el encendí una cerilla y la deje caer en la mochila. – [Hiro] Creo que ya no voy a necesitarla mas.-[/Hiro] Dije mientras se la daba al vampiro y lo empujaba contra el resto.
Pulse el botón de ascender y tras unos segundos se escucho una ligera explosión a consecuencia de la pequeña bombona de gas del hornillo. En cuanto el ascensor llego arriba me aleje con rapidez de la plataforma la cual comenzó a arder en llamas. Mire a mi alrededor sin ser capaz de ver nada más allá de mi nariz por culpa de la ventisca. No debían de estar muy lejos, aun podía dar con ellos.
– [Hiro]Dorothy…-[/Hiro] Susurre, a lo que la gema del pomo de la daga reacciono brillando con fuerza formando una linea hacia la izquierda. Tras andar unos cuantos metros di de frente con un camión.
– [b]¿Necesitas que te lleven a algún sitio?.-[/b] Escuche como una puerta se cerraba y tras un par de pisadas me encontré frente con frente con el hombre mayor de amplia barba.
El hombre abrió la puerta trasera del camión y vi a Dororthy y a los demás que estaban en la plataforma junto al resto. Ella se acerco hasta a mí para abrazarme y note como el frío desapareció. Había llegado al final de este viaje, ahora podía emprender uno nuevo, o volver a casa.
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