Dominic Williams | Su apartamento, barrio residencial del oeste
MAÑANA
Me levante temprano, no porque tuviese algo que hacer, simplemente porque era incapaz de conciliar el sueño. Me senté en el suelo frente al televisor y mientras iba escuchando las noticias mañaneras del día, una de ellas una explosión en una plataforma petrolífera abandonada, hacía flexiones y abdominales.
Rememore la noche anterior, como ese tal Z quería llevarse a Sarah y el grandote nos dejaba para el arrastre a Daniel y a mi sin apenas inmutarse. Eso es lo que me había quitado el sueño, el intentar llevarse a uno de los nuestros, como esa perturbada casi mata a Diana y esa derrota del cuál mi cuello aun se resentía. Desde aquella fatídica noche el grupo se había reducido drasticamente, no podíamos perder a nadie más, menos a nuestra líder, quizás lo único que nos mantenía unidos aun.
– [Rebecca]¿Cuánto llevas levantado?.-[/Rebecca] Pregunto Rebecca mientras salia del dormitorio aun un poco adormilada, con el pelo recogido en un moño y ataviada únicamente con la ropa interior y una camisa ligeramente abrochada. Me entro un calor que no supe atribuir si se trataba del verla así, los recuerdos de la noche anterior o el sobre esfuerzo que estaba realizando ejercitandome, probablemente fuera lo primero.
– [Dom]Un par de horas, no podía dormir.-[/Dom] Respondí mientras terminaba mi serie de… había perdido la cuenta, simplemente me había puesto a hacer abdominales como un loco. Probablemente luego me acercara hasta la nave, necesitaba golpearle a algo.
– [Rebecca]¿Te pasa algo?.-[/Rebecca] Volvió a preguntar mientras se acercaba hasta donde me encontraba, negué con la cabeza, me conocía mejor que yo mismo.
– [Dom] No, solo intento mantenerme en forma.-[/Dom] Me puse en pie y apague el televisor. Me pare frente a ella y me rodeo con sus brazos abrazandome. Acaricie su mejilla y le bese en la frente, aun parecía un sueño el que pudiese sentir su piel de nuevo sin recibir una descarga tremenda de dolor, eso si, si me cogía por sorpresa y me tocaba seguiría dejandome un poco frito. – [Dom]¿Como se presenta el día?[/Dom]
– [Rebecca]Tengo que subir un trabajo al Campus Virtual. Trabajo, que dicho sea de paso, no tengo hecho[/Rebecca].- Suspiro. Al final anoche entre una cosa y otra no le dio tiempo ha hacerlo.
– [Dom] Siento lo de anoche, no debería haber planificado nada sin haberte avisado, sobre todo sabiendo lo liada que estas.-[/Dom] Mientras ella llevaba mil cosas a la vez yo aun no había encontrado un trabajo, Vincent y Bill tuvieron el detalle de dejar una recomendación antes de marcharse a Louna, por si algún día necesitaban a alguien para pintar retratos robots, pero en Moondale no hay atracos, la mayoría son asesinatos, y una victima no puede dar detalles de su asesino. Solo me quedaba desear que la nave y el trabajo de investigadores fuera bien, sino me veía trabajando en una hamburguesería con sombreros de vaca y un salario mínimo.
– [Rebecca] No pasa nada, está bien tener vida social de vez en cuando.-[/Rebecca] Añadió sonriendo un poco. Nos separamos y ella se encamino hacia la cocina para prepararse algo de desayunar. Recogí el móvil de encima de la mesita y observe un amplio número de llamadas perdidas y varios mensajes, la mayoría de Diana, pero también había de MacLeod y un mensaje de Cara con una caca animada con cara triste.
– [Dom]Esto no debe ser bueno.-[/Dom] Rebecca miro su móvil el cual también estaba saturado de llamadas perdidas. Marque el número de Diana y tras un par de tonos escuche a Diana al otro lado suspirar nada más descolgar – [Dom] ¿Diana? ¿A ocurrido algo?[/Dom]
– [Diana]¿Se puede saber por qué no tenéis los móviles con sonido? ¿Es que tienes miedo de que los vecinos no os escuchen mojar?[/Diana]- Pregunto Diana. Incluso de buena mañana tenía comentarios bastante jocosos.
– [Dom]Buenos días a ti también.-[/Dom] Le respondí mientras observaba como Rebecca calentaba un par de tostadas y se servía una taza de café.
– [Diana]De buenos tienen poco[/Diana].-Se produjo un silencio incomodo de un par de segundos, no me gustaba hablar por teléfono por eso mismo, esos momentos en el que no sabes que esta ocurriendo al otro lado. – [Diana]Sarah se ha ido con Z y Daniel ha desaparecido[/Diana].
– [Dom]¿Que?.-[/Dom] Pregunte sorprendido, ahora era yo el que se había quedado sin saber que decir. Rebecca me miro extrañada mientras le daba un mordisco a su tostada. – [Dom]¿Cual es el plan?.[/Dom]
– [Diana]No hay plan[/Diana].- Admitio. Se lo notaba el pesar en las palabras y el cansancio, probablemente tampoco hubiese podido pegar ojo, nada bueno en su estado.
– [Dom]¿Quieres que busque a Daniel?[/Dom] Le pregunte, al escuchar esto Rebecca soltó su tostada y se acerco hasta donde me encontraba. No era el mejor rastreador del mundo, pero podía intentar dar con él, buscar en la cabaña del bosque en la que llevaban tiempo viviendo Nathan y Abigail, preguntarles si le habían visto, aunque lo más seguro es que hubiese ido tras Sarah.
– [Diana]Ahora mismo quiero echarme a llorar y comerme una pizza, ni siquiera sé en qué orden[/Diana].- Se quejo e hizo una pausa de nuevo.- [Diana]Será mejor que vengáis hasta aquí[/Diana].
– [Dom] De acuerdo, dame medía hora.-[/Dom] Necesitaba una ducha rápida antes de nada, desayunar podía hacerlo por el camino.
– [Diana]¿Existen los helados de pizza? ¿Puedes traerme uno? ¡Nos vemos![/Diana].- Añadió antes de colgar. Rebecca se quedo mirándome muy fijamente con el ceño fruncido y los brazos cruzados esperando que dijera algo.
– [Dom]Tengo que irme.-[/Dom] Dije mientras me encaminaba hacia el baño y me quitaba la ropa echándola en la cesta junto al resto de ropa sucia.
– [Rebecca]¿Sin decirme adónde?[/Rebecca]- Pregunto mientras me seguia quedandose parada en medio del baño.
– [Dom] A casa de Diana. Sarah se marcho anoche con ese tipo que vimos y Daniel ha desaparecido.-[/Dom] Le respondí mientras me enjabonaba con rapidez.
– [Rebecca]¿Y pensabas irte sin mí?[/Rebecca]- Volvio a preguntar regañandome cual niño pequeño, era una pregunta que no debía contestar. – [Rebecca]Daniel era mi amigo mucho antes de que nos conociéramos[/Rebecca].
– [Dom] No, yo solo… ¿No tienes un trabajo que empezar?.-[/Dom] Le recordé.
– [Rebecca]Para eso se inventaron los portátiles[/Rebecca].- Respondió mientras se quitaba la ropa y en un acto reflejo gire el grifo hacia el agua fría. Ella entro a la ducha y yo opte por salir de ella, si seguía allí dentro probablemente hubiésemos llegado más tarde de la hora que le dije a Diana.
– [Dom] No había caído en eso. Esta bien puedes venir.-[/Dom] En el fondo era un antiguo que seguía prefiriendo los ordenadores de sobremesa.
– [Rebecca]¿Puedes?[/Rebecca]- Se hecho a reír. Daba igual lo que hubiese dicho, al final hubiese venido. Ya no podía mantenerla alejada de este mundo, había entrado de lleno en el, y eso era lo que más miedo me daba.
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