Moondale

TERRAMORFOSIS

Christopher MacLeod | Casa de las Echolls

MAÑANA

MACLEOD2

Abrí los ojos y sentí enseguida que me encontraba destemplado, con el cuerpo como si hubiese estado toda la noche destapado, o hiciese un frío horrible fuera, pero no tarde en darme cuenta de que hacía una mañana bastante despejada y no más fría de lo normal en esa época, especialmente si tenemos en cuenta el clima escocés con el que me había criado.

No tardé en darme cuenta que esa sensación debía venir de mi propio cuerpo, que una noche más había estado con fiebre, algo que las sábanas y el pijama húmedos evidenciaban claramente.

Habían pasado dos semanas desde que Sarah y Daniel se habían ido, y todo ese tiempo lo había pasado convaleciente, especialmente desde la semana anterior, cuando habían empezado las alucinaciones claustrofóbicas en las que quedaba encerrado en una especie de ataúd de piedra. Tenía el cuerpo adolorido, y no sabía qué era lo que me ocurría. Según el médico, un virus, sin saber claramente de qué tipo, pero me habían citado para hacerme más análisis cuando Diana les llamó y les maldijo un par de veces.

Pero pese a todo, lo que más me preocupaba no era estar enfermo en sí, si no todas las obligaciones que estaba desatendiendo, y todas las cosas de las que no me estaba ocupando. No podía dejar el peso de localizar a Daniel y a Sarah sobre los hombros de los demás, que ya tenían bastantes preocupaciones. Dom había intentado localizar a Daniel pero había borrado sus huellas y nadie sabía dónde estaba, Ed habría solucionado el problema en un instante con su poder, pero no estaba con nosotros, y no me atrevía a pedirle un conjuro de localización a Diana, que tendría que hacer ella sola al no estar Ed.

Y después estaba la propia Diana, mi pobre Diana que estaba pasando por un momento complicado sin su madre ni sus hermanas cerca, ni su mejor amigo, ni Daniel, y encima conmigo enfermo. Cada vez que la miraba y me preguntaba lo que podría estar pasándole, lo que estaría tragándose para apoyar a todos los demás y que le pasaría factura a ella, se me partía el alma. Se suponía que un embarazo tenía que estar rodeado de felicidad, pero a nosotros nos había tocado vivirlo cuando todo se iba ‘al carajo’, y me llenaba de rabia esa situación, quizá más de la habitual, pero había algo en mi interior además de la fiebre que me hacía más…salvaje, el licántropo parecía estar más activo que nunca.

En ese momento, Diana atravesó la puerta y me miró con una sonrisa dulce que hizo que volviese a sentir calor de nuevo, pero esta vez uno agradable, el de estar en casa, con alguien a quien quieres más que a nada, y que sabes que todo terminará pasando, y estarás junto a esa persona.

– [Diana]Chris, ¿cómo estás?[/Diana]- dijo sentándose a mi lado antes de ponerme una mano en la frente y poner cara de preocupación. Me horrorizaba estar siendo un motivo de preocupación, solo quería ser tan fuerte como para superar esa fiebre y estar bien, pero no lo conseguía, y sentirte esclavo dentro de tu propio cuerpo es una de las sensaciones más horribles que podrían imaginarse.

– [MacLeod]La fiebre está bajando un poco y las alucinaciones…hace rato que no tengo.[/MacLeod] – comenté intentando aligerar la realidad. Era cierto que hacía un rato que no tenía alucinaciones, pero las últimas que había tenido eran extremadamente vívidas, casi como si fueran un recuerdo, pero no podían serlo, a nadie se le olvida algo así.

– [Diana]Estás hecho un vejestorio[/Diana].- bromeó con una sonrisa antes de posar sus labios sobre los míos. Mis labios se estremecieron al contacto con los suyos, en parte por esas «mariposas» que por suerte nunca se habían ido, y en parte porque mi cuerpo estaba débil e hipersensible. Pero eso no me impidió que el aroma de Diana me rodease, pero esta vez percibí un olor nuevo y más sutil por debajo, un olor que nunca había percibido antes, frambuesas y arándanos.

Cerré los ojos un instante para disfrutar de la pimienta despejando mis sentidos, endulzada por la lavanda y ese agradable olor a hierba cubierta del rocío nocturo, y no pude evitar esbozar una sonrisa. Abrí los ojos y la miré, dios, cada día la quería más. – [MacLeod]La última semana pensé que no lo contaba, el dolor, la fiebre, las alucinaciones de estar encerrado en ese ‘capullo de piedra’.[/MacLeod] – dije llevándome una mano a la cabeza para ver si seguía con fiebre, pero nunca había sido muy bueno en ello, aunque tenía la impresión de que no. La pesadilla era cada vez peor, en la última había tratado de rasgar la piedra con mis garras, y lo había intentado hasta hacerme sangre y arrancarme un par de ellas, pero sin conseguir nada.

– [Diana]Ya me estaba haciendo ilusiones con la herencia[/Diana].- bromeó guiñándome un ojo. Tenía cara de cansada, tenía que recuperarme y ayudarla, no podía perder más tiempo, me necesitaba.

La observé durante un instante para disfrutar de algo bueno en medio de toda la oscuridad que nos rodeaba, pero un frío extraño me atenazó los pies. Bajé la mirada y vi que los tenía enterrados en una roca oscura, de un gris antinatural del que juraría que ningún mineral estaba compuesto, parecía algo de otro mundo.

Entonces empezó a extenderse y subir por mis piernas. Intenté sujetarla con mis manos, pero era imposible, avanzaba sin que pudiese tener ningún control, atrapándome.

– [Diana]¿Daakka?[/Diana] – escuché llamar a Diana, miré hacia ella y vi que se había ido corriendo hacia la puerta. Sí, Daakka podría ayudarme, su poder no podría hacer mucho con la roca pero quizá con su fuerza pudiese partirla, o retenerla lo suficiente como para salir.

La imponente figura de Daakka apareció en el marco de la puerta cuando estaba tratando de partir la piedra, que iba ya por mi cintura.  – [Daakka]¿Qué pasa a Chrris-topher.[/Daakka]. – le preguntó a Diana nada más verme. Vino hasta a mí y suspiré de alivio, pero entonces vi que me sujetaba los brazos, inmovilizándome, en lugar de detener la roca que seguía subiendo.. Le miré y entonces me di cuenta, no era Daakka, era un enano con barba gris y piel grisácea, Bergrisar, y me estaba sujetando con brazos férreos para que la roca me encerrase totalmente. Entonces sonrió y señaló la ventana, en la que una luna rojiza brillaba, llena. Empecé a sentir el dolor de la transformación inminente, mis garras liberándose, la ira…

– [Diana]No lo sé[/Diana].- escuché decir a Diana. Bergrisar la estaba engañando, haciéndose pasar por Daakka, tenía que liberarme y avisarles, pero ya no podía hablar, la roca me había cubierto la boca. – [Diana]Últimamente no sé nada[/Diana]. – le escuché decir con un enorme pesar en su voz. La miré y vi que se había sentado en la cama, con la cara entre las manos para contener las lágrimas. Entonces dejé de luchar y miré bien a Bergrisar, era Daakka, que intentaba sujetarme para que no me hiciese daño, la roca había desaparecido, solo estaba en mi cabeza.

Al ver que me detenía, Daakka se acercó a Diana. – [Daakka]Diana fuerte, como fénix. Todo volverá a ser bien.[/Daakka] – intentó animarla. Me incorporé como pude en la cama, porque todavía temblaba por el miedo, y vi como Daakka le pasaba una mano por su abultada barriga con delicadeza. No podía volver a sucumbir a algo así, tenía que recordar siempre a mis dos amores, la que ya estaba aquí y la que pronto vendría. Y ahora mismo, la que estaba aquí, me necesitaba para recordar su embarazo como algo alegre, Diana se merecía más de lo que podía darle y al menos lucharía contra lo que fuera que me estuviese pasando.

– [MacLeod]Daakka…lo siento. Volvía a estar atrapado en esa especie de capullo de roca, pero esta vez me transformaba.[/MacLeod] – expliqué mirándole con ojos agotados, incluso sin verme, no lo necesitaba. Me levanté y fui hasta Diana, me arrodille y cogí sus manos entre las mías, las besé y las posé junto a las suyas en su barriga, mientras le sonreía intentando convencerla de que todo saldría bien. Estaba preciosa incluso cuando lloraba.

– [Daakka]Como en prueba de enano gris.[/Daakka] – comentó Daakka sin extrañarse demasiado. No había tenido tiempo de hablar con nadie más respecto a las alucinaciones, porque desde que habían empezado no había podido salir de la habitación, solo Diana lo sabía, y lo de menos era con qué tenía alucinaciones, si no el hecho de tenerlas, pero parecía que no, que eso no era lo más importante. No debía ser casualidad que viese a Bergrisar en la alucinación y Daakka dijese eso.

– [Diana]¿Y qué pasa si te transformas?[/Diana]- preguntó Diana confusa, mirándonos a ambos. No me extrañaba, Daakka parecía saber algo que yo no.

– [MacLeod]No lo sé, empiezo a sentirle a él, al licántropo.[/MacLeod] – dije con sinceridad. Lo que omití es que últimamente, desde la noche en la que nos vimos las caras con los de Z, donde ya lo había sentido, el licántropo parecía estar tomando forma en mis pensamientos, como si compartiésemos una misma mente, o como si estuviese deseando tomar el control de la mía. Lo que no comprendía era cómo podía pasar justo ahora que en la prueba habíamos aprendido a convivir el uno con el otro. – [MacLeod]Daakka, ¿qué dices de la prueba de Bergrisar? No estuve encerrado en ningún capullo.[/MacLeod] – pregunté mirando a Daakka a esos ojos inocentes que parecían fuera de lugar en ese cuerpo de demonio.

– [Daakka]Tú no, él sí. Enano llamó piedra y licántropo como mariposas. Luego al ser libre, loco.[/Daakka] – trató de explicar, moviendo las manos alrededor de la cabeza para enfatizar lo de loco. – [Daakka]Daakka sujetó, Chrris-topher se controló[/Daakka]. – explicó a continuación. Eso sí podía recordarlo, lo había vivido y lo había visto en el disco, tanto yo, como Diana, pero no había tenido nada que ver con Bergrisar y el capullo. Al ver la Luna Cantarina me transformé y el licántropo empezó con su senda de destrucción hasta que Daakka me sujetó y el licántropo y yo nos «entendimos» por llamarlo de alguna forma, y volví a ser yo.

– [MacLeod]No lo recuerdo así..[/MacLeod] – medité en voz alta. – [MacLeod]Es normal que no lo recuerde si era él, pero en el disco…[/MacLeod] – comenté desviando la mirada hacia Diana, que también lo había tenido en sus manos. Si me hubiera visto encerrado en un capullo de roca como una mariposa, como decía Daakka, se habría acordado al contarle mis alucinaciones.
Diana removió un cajón de la mesita y sacó un cofre con dos discos, el suyo, rojo brillante con detalles en amarillo dorado y el mío, azul frío con detalles cobrizos. Me lo tendió y lo cogí entre las manos, estaba frío al tacto, pero también tenía un aire a casa, a hogar. En cuanto lo toqué, empecé a verlo todo de nuevo en mi mente. No tenía tiempo para pasar por todo de nuevo, así que intenté guiarlo con mi mente, nunca lo había probado, pero funcionó. Me situé cuando Bergrisar me señaló la Luna Cantarina en el cielo y empecé a sentir como me transformaba. Entonces la escena se desvaneció un instante y apareció el licántropo sembrando el caos, pero sin ningún capullo de roca, aunque ese instante en el que la escena se fundía a negro, se desvanecía, me desconcertaba. Lo había atribuído a la amnesia de la transformación, pero ahora ya no estaba seguro.
– [Diana]En el disco hay un momento en el que no se ve nada, ¿sabes el que te digo? Bromeábamos diciendo que estabas en pelotas y lo habían censurado[/Diana].- me explicó leyéndome los pensamientos, y me enorgullecí de ella, algo a lo que estaba acostumbrado.
Asentí y medité unos instantes. Según Daakka entonces cuando estaba empezando a transformarme Bergrisar me encerró en esa piedra, y allí dentro terminé de transformarme y salí aún más desbocado de lo habitual, pero, ¿por qué iba a hacerlo?
 – [MacLeod]Entonces me encerró en la piedra. ¿Por qué?[/MacLeod] – pregunté mirando a Daakka. Quizá a él sí se lo había dicho, o sabía cualquier detalle que yo no supiera y me ayudase a averiguar algo más.
– [Daakka]Para ser más, dijo. Te cambia, como Diana Nacida del Fuego. Chrris-topher Nacido de la Piedra.[/Daakka] – aseguró. Diana había tenido que sumergirse en la lava para renacer como el mítico Ave Fénix, de sus cenizas, purgada toda la adicción y corrupción de la magia en su cuerpo y aparentemente, cambiada, pero sin que ninguno supiésemos cómo. Diana bromeaba diciendo que los Grandes Poderes ya le habían hecho la cirugía estética dos veces y por el cuerpazo que tenía, cada vez para mejor. Bueno, lo del cuerpazo no podía negárselo, y tenía una cara para comérsela, como siempre. El caso es que, según lo que decía Daakka, ahora podía ser yo el que experimentase un cambio así, o ya lo había hecho, ni siquiera podría saberlo, aunque la fiebre y todo lo que me estaba pasando me hacían pensar que mi cambio era más lento, quizá por el licántropo, pero quién sabía, ya no había guardián al que preguntarle, el Axis Mundi estaría cerrado hasta dentro de cientos de años.
 – [Diana]No estoy de acuerdo con que le hagan la cirugía estética al padre de mi hija sin mi consentimiento[/Diana].- protestó ella frunciendo el ceño.
– [MacLeod]Ni siquiera lo recordaremos dentro de poco.[/MacLeod] – comenté resignado pensando en cómo más de uno había salido de allí sabiendo que le habían cambiado, pero sin saber en qué. El cambio al parecer era total, tu vieja apariencia desaparecía de todas partes, y no sabía si eso era una condena, o en parte un regalo para que no tuviésemos una adaptación muy dura. La miré con cariño y pensé en que, por mucho que cambiase, siempre sería mi Diana en el fondo, y nunca podría dejar de quererla. Así que esperaba que a ella le pasase lo mismo. Pero era extraño desprenderse de algo que te ha acompañado toda tu vida, aunque claro, ni siquiera iba a recordarlo. Era demasiado como para procesarlo recién salido de una fiebre con alucinaciones. Me llevé una mano a la cara para palpar mis rasgos, y al pasar sobre la boca noté que empezaba a hacerse más prominente, antes de empezar a lanzarme latigazos de dolor, el dolor de la transformación, me estaban saliendo los colmillos, a pleno día.
– [Diana]¡Está sufriendo![/Diana]- exclamó Diana alarmada, mirando a Daakka.
– [Daakka]En prueba tener que ser uno con lobo, entenderse. Quizá cambio hacer más…juntos.[/Daakka] – teorizó él. Le miré, tan grandote con sus ojos inocentes, tan tierno y tan letal, y dos partes de mi ser se enfrentaron a su propia dualidad. Sentí el cariño por Daakka y por intentar ayudarme, por animar a Diana cuando yo no había podido, pero también sentí ganas de enfrentarme a él, de enzarzarnos en un combate para ver quien era más fuerte, y supe que el licántropo rondaba mi cabeza como esos días anteriores, como frente a Z.
– [MacLeod]No puedo…transformarme ahora. Tu madre…Jaime.[/MacLeod] – expliqué con dificultad con los colmillos asomando por mis labios. Elizabeth y Jaime estaban a punto de volver de Escocia porque ella echaba de menos a sus hijas, como es lógico, y aún no sabía lo de Sarah y Daniel, como para encima perder el control delante de ellos. Además, no podía tolerar esa violencia rondando por mi cabeza, Daakka era un amigo, de la familia y nos estaba ayudando, y luego estaba Diana, no la iba a dejar a merced de un licántropo enfurecido.

– [Diana]¿Y tú crees que a mí me apetece que tu hija desgarre mi preciosa vagina para nacer?[/Diana]- las hormonas hicieron piña con el carácter de Diana en un argumento con tanto peso que tumbó completamente al licántropo interior. Supongo que el padre y el «marido» que se encontraban en mi interior eran mucho más fuertes que ese perro salvaje.

– [MacLeod]Buen punto.[/MacLeod] – aseguré tratando de esbozar una sonrisa con esos enormes dientes. Enterré la cabeza entre las manos y empecé a meditar, algo que nunca había sido exactamente lo mío porque tenía muchas cosa en las que pensar, pero en ese momento debía hacerlo, no había más opciones. Después de un buen rato, más de lo que pensaba, conseguí que remitiese.

– [MacLeod]Vale, así que el enano me encerró en un capullo, y ahora soy como un gusano transformándose en una mariposa peluda y con dientes afilados.[/MacLeod] – dije tratando de resumir y de paso asimilarlo. – [MacLeod]Espero seguir gustándote.[/MacLeod] – me sinceré volviendo a acercarme a ella.

– [Diana]Siempre he estado contigo por tu dinero, así que mientras sigas siendo millonario, todo irá bien[/Diana].- bromeó con una sonrisa. Era la mejor, de eso no cabía duda.

Le dediqué una sonrisa sincera, aunque estuviese preocupado en el fondo, seguían pasando muchas cosas y ahora tenía que enfrentarme a una transformación así, pudiendo perder el control en cualquier momento. Miré a Daakka para agradecerle sin palabras lo que había hecho y él asintió con la cabeza. Parecía preocupado.

Diana, que es una auténtica maestra de la empatía, se levantó y adivinando lo que le preocupaba, le paso la mano por las escamas con cuidado. El le sonrió ampliamente. – [Daakka]Descansad, yo preparé bienvenida.[/Daakka] – aseguró. Entonces salió, cerrando la puerta tras de sí y dejándome un instante para disfrutar de la embarazadísima y preciosa mujer de mi vida durante el tiempo que duró la sensación de victoria al controlar la transformación y saber qué era lo que me pasaba. Pero ese instante duró poco, no tarde en preguntarme dónde estarían Sarah y Daniel y qué les estaría pasando.

Comentarios

2 respuestas a «TERRAMORFOSIS»

  1. Avatar de Stefy

    ¡MacLeod! *___* Estoy enamorada de este hombre y hablo completamente en serio, pero quiero que tenga YA su nueva cara.

    – Nada más despertarse, al ver que está muerto de frío, sabe que algo no va bien. I mean, se ha criado en Escocia donde hace un frío del carajo, no puede estar pasándolo tan mal en Moondale, aunque estén en ?noviembre?
    – Ha pasado la noche con fiebre y lo ha empapado todo u_u ¿QUÉ TE PASA?
    – Dos semanas después de la marcha de Daniel y Sarah siguen sin saber lo que tiene. Este pobre hombre podría tener el ébola (aunque ya está un poco pasado de moda) y el médico le da una aspirina y para casa. Lo normal.
    – Siente que tienes sus obligaciones abandonadas, pero es que no está como para flores. El pobre Dom no ha tenido éxito en su búsqueda y aunque Ed podría encontrar a Daniel en un abrir y cerrar de ojos, nadie quiere pedírselo, ni tampoco quiere poner en peligro a Diana. Odio ver al grupo así 🙁
    – Diana está pasando por un momento tan especial como es el embarazo prácticamente sola y es normal que a Christopher se le parta el corazón. Encima, el licántropo está descontrolado. Quiero que se arregle todo lo antes posible y que mi MacLeod tenga la cara de Chris Pratt. Por favor.
    – Ains, qué enamorado veo a este hombre últimamente. Me encanta ese «calor» que siente al verla, pero no porque esté buena (que también), sino porque la quiere muchísimo.
    – No debería sentirse culpable, aunque Diana se preocupe, porque nadie tiene la culpa de estar enfermo, ni de sentirse prisionero en su propio cuerpo.
    – La fiebre es terrorífica (yo no suelo tenerla, pero recuerdo dos o tres veces y…uff), especialmente en su caso, que encima tiene alucinaciones.
    – Ohhhh, qué bonito <3 Cuando Diana besa a Christopher y él siente «mariposas», pero además percibe un olor nuevo, a frambuesas y arándanos. Amy <33333
    – Ay, nunca voy a dejar de querer a MacLeod, es que… *___* Cuando piensa en su olor y dice que cada día la quiere cada día más. PATATITA.
    – Pobre, a pesar de que tiene esas alucinaciones terroríficas sigue queriendo ayudar a Diana, porque sabe que está agotada.
    – Mal rollo el inicio de una nueva alucinación. Maldito enano. Alph, te voy a pegar por llevar a ese monstruo.
    – Piensa que Diana llama a Daakka para partir la roca. Jo, que se recupere ya.
    – Está convencido de que Daakka es el enano y nota la transformación inminente. Esto es un sufrimiento. CRUELDAD EXTREMA. ¿No se le puede cambiar la cara y ya?
    – Sólo se da cuenta de lo que está pasando al ver a Diana abatida. Qué horror 🙁
    – Jo, cuando habla de sus dos amores. Si alguien odia a este hombre está totalmente enfermo. Christopher MacLeod >>>>>>
    – Ay, los shippeo tanto *_* Cuando dice que está preciosa incluso cuando llora.
    – Daakka sabe que el enano cabrón le hizo algo a MacLeod. Maldita sea Alph, te voy a matar a las parientas (otra vez xDD).
    – El licántropo anda desatado últimamente. A ver si va a ser la paternidad.
    – La versión de Daakka (que podía haberlo explicado en Ratata) y la de MacLeod no concuerdan. ENANO CABRÓN.
    – Al volver a revisar el disco se encuentra con un fundido a negro que puede significar a) que están en Lost o b) que se transformó, pero a lo mejor no es ninguna de las dos.
    – Eso, enano cabrón, ¿por qué encerraste a MacLeod en piedra?
    – A MacLeod le parece bien la transformación de Diana. El tío dice que tiene cuerpazo xDD Viejo verde.
    – Es normal tener miedo al cambio, pero te digo yo que sales ganando. Chris Pratt *___*
    – Transformación en pleno día. Sufro como Diana :S
    – Uy qué mal rollo cuando quiere enfrentarse a Daakka.
    – No quiere transformarse, pero Diana tampoco quiere que su vagina se abra para dejar salir un bebé del tamaño de un melón. JAJAJAJA El padre y el marido son más fuertes que el licántropo.
    – No te preocupes, siempre nos vas a gustar *_*<3
    – Pobre Daakka, es más bueno que el pan. No le pega con ese cuerpo que tiene.
    – Jo, la sensación de victoria dura poco, pero algo es algo. Las preocupaciones no le dejan vivir.

    Menudo POSTAZO TOTALMENTE PERFECTO te has marcado. Y eso que parecía que estábamos ante un chorri-post. Pues no. Christopher MacLeod <33333

  2. Avatar de Alph Lopez
    Alph Lopez

    MacLeod, para emepezar mal rollo de titulo, ya se por donde vana ir los tiros… porque me lo dijisteis xD
    – Se despierta destemplado y eso que no hace mal día, además que esta acostumbrado al frio escoces, eso es que Diana ha tirado de la manta, se la ha llevado toda y ha dormido con el culo al aire xD
    – Tiene fiebre y el frío viene del despertar una mañana más empapado, coñas de Diana con que otra vez ha mojado las sabanas.
    – Lleva asi dos semanas, joder, eso es la edad…. o lo mismo que Sarah y Daniel le han dado un disgusto. Vasito de leche con miel que es mano de santo, te lo digo yo xD
    – Un virus, si pero cual, uno. Doctores que son peores que el Doctor xD Diana mandandolos a freir esparragos.
    – Lo que más le jode de estar enfermo es dejar desatendidas sus obligaciones, el que «todos» los demás se encarguen de buscar a Sarah y Daniel, y Rebecca como si no tuviera bastante tendrá que cuidar de la biblioteca.
    – Dom no ha podido encontrar a Daniel, ha barrido sus huellas, segun andaba las iba barriendo, chiste malo xD Ed lo hubiese encontrado rapido pero no esta alli, Ed deja de ligar con Lucy… o intentarlo, y Diana mejor que no haga hechizos sola en su estado.
    – Diana esta aguantando lo no escrito este inicio de temporada, se va practicamente todo el mundo de su lado, ni que tuviera la lepra, que esta preñada coño, y con lo mona que es Diana, todos a su vera a la de ya coñe.
    – Sonrisas de Diana que te reconfortan. <3
    – Cara de preocupación en Diana, Mac no quiere ser una carga para ella. Pero para Diana no lo es, que es su… iba a decir maridito, pero no estan casados xD Alucinaciones, con que has alucinado Mac, cientos de Dianas, yo también estaria con fiebre en esa situacion xD
    – Mac aun siente mariposas en el estomago cuando Diana le besa <3 y esos nuevos aromas que huele, Amy, más <333333
    – Mal rollo de alucinaciones, capullos de piedra. Diana bromeando con la herencia, a lo mucho te deja miles de libros, pero en el fondo sabemos que la familia MacLeod esta forrada xD
    – Mac esta temiendo una nueva alucinación, y Daakka se le aparece como el enano de las pruebas, que parece seguir puteandole con lo del lobo.
    – Mac despierta de su subsconciente, la piedra era una alucinación, tiene que ser fuerte por Diana y alegrarla. Que bonito lo de sus dos amores de su vida. PD, despues vienen otras dos xD y Que majo Daakka diciendole a Diana que ella es fuerte como el fenix.
    – Desde la prueba Mac parecia tener al lican bajo control, pero desde la noche de Z es como si compartieran mente, el lobo quiere salir y desgarrar cuellos. Daakka recuerda una parte de la prueba que Mac parece haber olvidado.
    – Mola ver que utilce el disco para buscar ese preciso momento, pero como pensaba, fundido a negro, no ahi ningun momento encerrado en piedra. Diana piensa que el momento fundido a negro es la censura, que puretas los GP censurando la desnudez, recuerdo Diana se paso el 25% de las pruebas en paños menores, y el resto empapado marcando… marcando cosas xD
    – Ya sabemos el motivo de las alucinaciones y la fiebre, Mac esta cambiando, solo que al ser lican va con efecto ralentizado, es la apariencia humana lo que esta cambiando, no el lican, tal vez por eso el lican esta asustado y quiere salir.
    A Mac se le acumula todo incluso enfermo, debe controlar la transformacion, que esperan visita, y la ira homicida que le sale vena lican para enfrentarse a Daakka y ver quien es mas fuerte.
    – Bum, al lican se le quitan las ganas de salir con el comentario de Diana, venga sal lobito, que Diana te va a arrear con la zapatilla y te vas a cagar xD
    – Aunque seas un lican seguiras teniendo dinero, Diana seguira queriendote, te sacara a pesear, hacer tus cositas, te tirara la pelota… xDDDDD
    – Momento de relax disfrutando en pareja del embarazo. <333333 Pero a Mac le empiezan a invadir de nuevo las preocupaciones preguntandose donde estan Sarah y Daniel.
    Postazo. Y me voy a la cama, buenas noches. Buenos días cuando estes leyendo esto xD

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