DOMINIC WILLIAMS | CASA DE LAS ECHOLLS
MEDIODÍA
Hacia dos semanas que habíamos perdido a otros dos miembros del grupo, Sarah sabíamos donde se encontraba, o teníamos ese presentimiento, el castillo de Z, pero era un suicidio intentar ir a por ella, sobre todo cuando fue ella la que decidió marcharse para que ninguno más de nosotros saliera herido. Pero con tal de salvarnos a los demás, ella y Daniel eran los que más heridos habían salido.
Daniel estaba siendo más difícil de localizar, no le habían visto por su antigua cabaña en el bosque, los OWLS estaban pirateando cámaras de aeropuertos por si aparecía en alguna otra parte del globo, pero la realidad es que probablemente estuviese más cerca de lo que pesabamos, encaramado en lo alto de un árbol junto al castillo de Z expectante, vigilando en silencio a Sarah.
Con ellos dos fueras me estaba encargando de las vigilancias nocturnas solo, McLeod llevaba unas semanas enfermo, no podía poner a Diana a cazar vampiros en su estado y Rebecca, bueno, digamos que me alegraba que estuviese tan liada, un poco más ahora que tenía que encargarse sola de la biblioteca en ausencia de MacLeod.
– [Rebecca]¿Te habías imaginado alguna vez siendo el más formal de algún grupo?[/Rebecca]- Me pregunto Rebecca mientras ladeaba ligeramente la cabeza. Llamamos a la puerta de casa de las Echolls en la cual en este momento solo habitaba una de ellas.
– [Dom]No. y la verdad, nunca habría imaginado que terminaría en un grupo.-[/Dom] El ver el como el grupo se iba desmembrando poco a poco me traía malos recuerdos, no me apetecía volver a estar solo, por suerte aun tenía a Rebecca, no se que sería de mi si desapareciera de mi vida.
– [Rebecca]Y con una novia que te durase más de media hora[/Rebecca].- Apunto recolocándose un gran bolso en el que llevaba el portátil y varios libros. La puerta se abrió y nos quedamos a cuadros tras ver a Daakka con un delantal, un pañuelo en la cabeza y un plumero.
– [Daakka]Dom, Rebecca. Bienvenidos. Pasad.[/Daakka] – Añadió sonriendo cortésmente ya que estaría igual de preocupado que el resto. Resultaba raro verle sonreír, si no lo conociéramos bien uno pensaría que te iba a comer de un momento a otro con esos dientes afilados.
– [Dom]Te falta estar escuchando Queen.-[/Dom] Y un mostacho, pero a los demonios no le salen vello capilar. Daakka señalo hacia arriba, más para que escucháramos a que miráramos el techo y empozo a sonar una canción que me hizo reír.
– [Daakka]’I wan to breek fre'[/Daakka] – Canturreo mientras levantaba el sofá por un lado como si fuera una almohada y barría debajo.
– [Rebecca]Creo que me precipité al elegir[/Rebecca].- Dijo mientras le sonreía a Daakka y tras este soltar el sofa ella dejo su enorme bolso encima. Por mi parte yo deje encima de la mesa una caja de pizza para Diana y sus ataques de antojo.
– [Daakka]Llegarán pronto. Chrris-topher y Diana arriba.[/Daakka] – comento mientras seguía quitándole el polvo al mueble en el que se encontraban libros y marcos de fotos, en una de ellas podía verse a todas las Echolls, no podía saber el dolor por el que estaban pasando, cuando mis padres murieron era demasiado pequeño, pero si algo le pasara a Jess, solo de pensarlo me ponía nervioso y alterado. – [Daakka]La cosa está peluda.[/Daakka] – Bromeo Daakka. Eche un vistazo al reloj y aun era medio día, aun faltaba para que la Luna alterara al bueno del bibliotecario.
– [Rebecca]¿Cómo está Christopher?[/Rebecca]- Pregunto preocupada. Otros se habrían puesto celosos, pero Rebecca conocia a MacLeod desde pequeña, era normal verla así de preocupada, era familia, nuestra familia.
– [MacLeod]Ya no tengo alucinaciones, ahora se ha vuelto real.[/MacLeod] – Respondió el propio MacLeod bajando las escaleras dedicándonos una sonrisa débil, se le notaba cansando. – [MacLeod]Bergrisar, uno de mis guardianes, me encerró en piedra y Daakka dice que eso me hizo algo que me cambiará. Pero ahora tengo problemas para controlar al peludo.[/MacLeod] Aclaro. Era curioso como a algunos de nosotros esas pruebas nos habían cambiado, literalmente, es como si hubiesen dejado salir nuestro verdadero yo, y ahora le estaba tocando a él.
– [Dom] Ya veo.-[/Dom] Añadí señalándole a los brazos, los cuales estaban bastante poblados de pelo, y una barba más amplia de lo normal.
– [Diana]¿Qué tal estáis? ¿Me habéis traído algo de comer? Porque vosotros no tenéis cara de pasar hambre, especialmente Dom[/Diana].- Pregunto Diana sonriendo mientras bajaba las escaleras con cuidado. Seguía metiendose con nuestra vida sexual cuando claramente ellos dos eran los que más le daban al tema, no era Rebecca precisamente la que estaba embarazada.
– [Dom]Hace dos semanas era el peperoni, no se de que tienes antojo ahora, pero te he traído otra pizza esta de…-[/Dom] Abrí la caja de pizza y Diana dio un par de palmadas de alegria.
– [Diana]¡Es una pizza de chocolate![/Diana]- No sabía si el chocolate seria bueno en su estado, probablemente no, en su estado la alimentación debía de ser un rollo, pero el chocolate era bueno para todo, embarazos incluidos, si, esto último me lo estoy inventando.- [Diana]Christopher, creo que tenemos que dejarlo. No es culpa tuya que te hagas viejo, estés para el arrastre y no me traigas comida. Bueno, en realidad sí[/Diana].
– [MacLeod]Si fuera ahora mismo te traería carne cruda, así que mejor espero a que esto pase.[/MacLeod] – Comento bromeando. Eso si que debía de ser malo para una embarazado. Diana le dio un pequeño bocadito a un trozo de pizza como si fuera un ratoncillo.
Alguien llamo a la puerta y vi como Rebecca terminaba de apuntar algo en un pequeño cuaderno e iba hasta ella y miraba por la mirilla. – [Rebecca]Es mi tío[/Rebecca].- Exclamo nerviosa y se giro hacia mi. Daakka por su parte había lanzado el plumero por los aires y se había lanzado tras el sofá, pero aun así se le intuí, así que se levanto con toda la dignidad que un demonio milenario puede tener y se marcho hacia la cocina. – [Rebecca]¡Dom, intenta parecer…eh…menos…tú![/Rebecca]
– [Dom]En el fondo tú tío agradece que salgas conmigo y no con un estirado ingles… [/Dom] Añadí mientras me repeinaba un poco aplastando los pelos de punta y me bajaba las mangas de la camisa. – [Dom]Señor Callanach, cuanto tiempo. Elizabeth.-[/Dom] Añadí dandole un apretón de manos al primero y dos besos a la segunda, lo que resulto extraño ya que no era el anfitrión de la casa, de echo tenía a su dueña delante.
– [Jaime]Dominic.[/Jaime] – El tío de Rebecca me escaneo prácticamente y me lanzo una mirada de sospecha. – [Jaime]¡Rebecca![/Jaime] – Sonrío el señor Callanach tras ver aparecer a su sobrina tras la puerta.
– [Rebecca]Sí, eres el sueño de todo tío que ejerce de figura paterna[/Rebecca].- Añadió Rebecca con sorna.- [Rebecca]Tío, ¿qué tal el viaje?[/Rebecca]- Pregunto ella extendiendo la mano cubierta por un guante. Cualquiera ajeno al grupo pensaría que estaba siendo demasiado estirada, nada más lejos de la reliada.
– [Jaime]Qué formal eres.[/Jaime] – El señor Callanach abrazo a su sobrina y por suerte las capas de ropa evitaron que cayera al suelo de dolor. Sabiendo lo que venía a continuación recubrí los labios de su tío con mi poder y beso a su sobrina en la frente. Rebecca se lleve la mano a la frente extrañada y tras mirar en mi dirección le guiñe un ojo, lo que hizo que una enorme sonrisa se dibujara en su precioso rostro. – [Jaime]Diana, Christopher.[/Jaime] – El Sr. Callanach le dio dos besos a la embarazada que se estaba limpiando los labios de chocolate, mientras que el segundo intentaba tapar una abundante mata de pelo mientras le daba la mano.
– [Diana]¡Mamá![/Diana]- Diana corrió para abrazar a su madre, todo lo que el embarazo le permitia correr y se abrazo con ella, o algo por el estilo ya que su barriga hizo que rodeara a su madre con los brazos con algo de dificultad.
– [Elizabeth]¿Qué tal estáis? Os he echado de menos[/Elizabeth]- Pregunto mientras terminaba de saludar a MacLeod y Rebecca mirando extrañada un salón prácticamente casi vacio de gente.
– [MacLeod]Tenemos cosas que contarte…-[/MacLeod] – Respondió el MacLeod que corto su frase llevandose una mano a la boca que comenzaba a ser más abultada.
– [Elizabeth]¿Dónde están los demás?[/Elizabeth]- Pregunto Elizabeth mientras se secaba las lagrimas de los ojos con un pañuelo y Diana hacia lo propio, en su caso también sonándose la nariz.
– [Dom]Cara esta trabajando, y creo que nosotros deberíamos ir marchando para ayudarla…-[/Dom] Respondí mirando a MacLeod que se tapaba la boca con fuerza. No me correspondía a mi decir que había sido de los demás, y mucho menos lo concerniente respecto a Sarah. Lo mejor porel momento era dejar que madre e hija disfrutaran lo que quedaba de día.
– [Rebecca]¿Os acompaño?[/Rebecca]- Pregunto Rebecca un poco perdida. MacLeod asintió a lo que había dicho antes, pero tras una especie de arrebato de dolor se apoyo en la pared para no caerse dejando ver una dentadura enorme de licántropo. Observe al señor Callanach que miraba perplejo hacia él. Bienvenido a nuestro mundo.
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