Moondale

EN LAS PATAS DE OTRO

Mara | Apartamento de Vincent

MEDIODÍA

marabyn

En el apartamento de Vincent no cabía un alfiler. Por suerte, ya no escuchaba los corazones de los demás ni sentía la necesidad de desgarrar sus preciadas gargantas, pero aún así, prefería la soledad y el silencio.

Era el cuarto día en el que Lucy permanecía en una especie de sueño del que no podía despertar y habíamos tenido que utilizar los contactos de Bill y Vincent para conseguir una vía con la que administrarle suero para que no se deshidratara y una sonda que eliminase los desechos. No era la opción ideal, pero era lo único que podíamos hacer por ella, a pesar de que sugerí llevarla al hospital ante la negativa de todos. El volver a ser humana me hacía más consciente de la fragilidad de la vida y por eso, me preocupaba más, por eso y porque no quería comérmelos.

La habitación de Vincent, que durante un breve lapso de tiempo había sido la mía, se había convertido en el hospital de campaña, cuya cama ocupaba una Lucy que parecía dormir apaciblemente y por las noches, Ed era su compañero que dormía sobre las mantas y separado a una distancia prudencial, así que Vincent y yo dormíamos en el salón, uno en el sofá y el otro, en el sillón. No era el colmo de la comodidad, pero tampoco es que nuestro repertorio de opciones fuera enorme.

Aquella mañana cuando abrí los ojos, Vincent ya no dormitaba en el sillón, sino que estaba despierto y el ruido me indicaba que trasteando en la cocina. La puerta de la habitación de Lucy continuaba cerrada, por lo que doblé la manta pulcramente y la coloqué al lado de la almohada para ir a la cocina a ayuda a Vince. Me fijé en que llevaba el pijama y, como no había entrado en la habitación, no llevaba sujetador, lo que me hizo sentirme bastante incómoda. Me apoyé en el marco de la cocina y crucé los brazos para que se notara lo menos posible.- [Mara]¿Y…esto?[/Mara]- pregunté sin poder disimular una pequeña sonrisa. Él estaba calentando la leche, haciendo café y la mesa estaba llena de todo tipo de bollería, frutas, cereales e, incluso, tostadas. Se me hacía la boca agua.

– [Vincent]No sabía lo que os gustaba, así que he traído un poco de todo.[/Vincent] – sacó una botella de zumo natural de una de las bolsas marrones.
– [Mara]Gracias…[/Mara]- esbocé una pequeña sonrisa.- [Mara]No hacía falta…que te molestases[/Mara].- me encogí de hombros y, al ver que mis manos se habían separado de mis pechos, volví a cubrirlos.
– [Vincent]¿Molestia? Estoy encantado. Ojalá no tuvieras que irte.[/Vincent] – admitió con una sinceridad abrumadora. El sol entraba por los enormes ventanales y juraría que podía oler el mar. Adoraba Louna.
– [Mara]Puedo…venir a visitarte algún día[/Mara].- me senté en el taburete más cercano a la puerta y cogí una sudadera de Vincent que había colgada del pomo.- [Mara]¿Te…molesta? Es que…tengo frío[/Mara].- mentí antes de ponérmela para cubrir mis vergüenzas.
Él negó con la cabeza.- [Vincent]Cuando quieras, la cama es toda tuya, y el apartamento también.[/Vincent] – me aseguró invitándome a coger algo de lo que había en la mesa. Una parte de mí se sintió mal por no esperar a Ed, pero me rugían las tripas.
– [Mara]La primera parte…ha sonado mal[/Mara].- me reí por lo bajo mientras pelaba unas cuantas frutas rojas para echarlas en el bol con los cereales.
– [Vincent]Sí, ya lo creo que sí.[/Vincent] – comentó sin dejar de mirarme con su sudadera puesta y bajé la vista un poco azorada.
Vincent me tendió la leche caliente para que la echara en el bol y asentí agradecida. Disimuladamente, empujé el taburete que había a mi lado para indicarle que…había un sitio libre. Él sonrió ampliamente y se sirvió un vaso de zumo de naranja. – [Vincent]Nunca lo había probado pero esto está bueno.[/Vincent] – sonrió y le devolví la sonrisa, pero eso había sido esta mañana.

Ahora, la bruma había salido disparada en dirección a nuestras vías respiratorias hacía unos minutos y cada vez me encontraba peor, además del hecho de que aquella demonio no parecía muy amistosa. Al principio, lo había achacado a un poco de ansiedad, porque a nadie le gustaba notar cómo algo extraño se abría paso por sus fosas nasales, pero era algo más, porque tras racionalizarlo e intentar calmarme, seguía sintiéndome cada vez más debilitada, con la vista cansada y la sensación de que tenía la cabeza embotada. Eché otro vistazo al móvil para ver cómo estaba Ed, porque aunque ya no quería aprovecharme de él en más de un sentido, seguía teniéndole aprecio, a pesar de que cada vez teníamos menos tiempo para cuidar de nuestra amistad.

Fui hasta Lucy para comprobar sus constantes una vez más y me dispuse a hacerme un café para ver si me despejaba, pero cada vez me costaba más caminar. Me fijé en que Vincent me miraba preocupado, pero no tuve tiempo de decirle nada, porque me dejé arrastrar por la bruma que me nublaba la vista y el cerebro. Sólo esperaba que el golpe que me daría fuera poca cosa.

***

Cuando recuperé el control de mi cuerpo, me fijé en que todo estaba en su sitio y no me había caído, pero estaba…en un bosque en plena noche. Me acerqué a sendero para alejarme del hielo que cubría la vegetación y observé. Nada de eso me resultaba familiar y no tenía frío. No entendía nada, salvo que fuera el recuerdo de otra persona, tal como Keli había avisado. Esperé pacientemente sintiéndome una inculta al observar tanto árbol cuyo nombre no sabía identificar, hasta que vi a un chico y a una chica correr entre risas para darse el lote entre los árboles. Me pasé la mano por la cara, incómoda y avancé hasta ellos, porque deduje que tenía que ver lo que fuera que iban a hacer (aunque me lo imaginaba).

– [Siobhan]¡Shh![/Siobhan]- le chistó la chica, que tenía la cara redonda, unos ojos oscuros muy expresivos y el pelo de un color anaranjado que le caía sobre los hombros en unas ondas muy bonitas. Llevaba un vestido largo de esos ¿hippies? y unas botas altas.- [Siobhan]Si no dejas de jadear como si fueras un perro, nos van a pillar[/Siobhan].- dijo tapándose la boca para que no se le oyera reírse.

– [MacLeod]Ésa es la idea.[/MacLeod] – le respondió una versión muy joven de Christopher, que llevaba unos vaqueros y una camiseta de color verde oscuro. Puso una mano sobre la pierna de la chica (¿Siobhan?) y empezó a levantarle el vestido. Estaba a punto de apartar la vista, cuando escuché unos disparos de una escopeta.

– [b]¡La próxima vez vais a entrar a meteros mano a la huerta de vuestra puñetera madre![/b]- gritó una voz con un acento escocés muy marcado.

– [MacLeod]¡Mi madre no tiene, pero gracias por la idea, señor![/MacLeod]- le respondió Christopher haciéndose el gallito y tiró de Siobhan con la que siguió corriendo hasta que no se escucharon más disparos.- [MacLeod]¿Por dónde íbamos?[/MacLeod]- le preguntó a la chica que todavía estaba sudorosa. Llevó sus manos hasta la cara de ella y sus labios se juntaron.

Ese recuerdo empezó a desvanecerse justo antes de que empezase a sentirme violenta.

***

Seguía siendo de noche y a mi alrededor había otro bosque, aunque juraría que no era el mismo que el anterior, pero como no era una experta en botánica, no podía asegurarlo. A lo lejos se veía un pueblo pequeño con casas de piedra cuyos tejados estaban cubiertos de nieve. Empecé a caminar en círculos, nerviosa, porque sabía que en algún momento me tocaría ver más del pasado de Christopher y eso, me hacía sentir como si estuviese entrometiéndome en sus asuntos.

– [MacLeod]Siob…Siob…[/MacLeod]- escuché como un eco lejano y eché a correr en dirección a esa voz, que provenía de la espesura. Aparté los matorrales y pude ver a Christopher arrodillado sobre el cuerpo sin vida de Siobhan, que por la posición de su cuello, había muerto desnucada. Parecía confuso y asustado, el bravucón había desaparecido.

Di un paso y me puse a su altura.- [Mara]Sólo…es un recuerdo, Christopher. No…es real[/Mara].- le expliqué, pero él seguía en shock. Intenté ponerle la mano en el hombro, pero no pude tocarle. Era una mera espectadora.

Un gruñido sacó a MacLeod  del trance en el que estaba sumido: un enorme Lupus de pelaje pardo que caminaba sobre las dos patas (la botánica y los licántropos no son lo mío) enseñaba los dientes en señal de que todavía tenía ganas de marcha. El licántropo no le dio tiempo a reaccionar, le propinó un manotazo que le hizo caer de costado, pero él volvió a levantarse y el Lupus se abalanzó sobre él, que sacó un cuchillo e intentó clavárselo.

No pude ver el final del recuerdo, pero lo conocía y eso hizo que se me pusieran los pelos de punta.

***
 Volví a ser consciente cuando noté la hierba entre mis patas y olisqueé el rocío nocturno. Me estiré siguiendo mis instintos y dejé que la lengua saliera de mis fauces en un bostezo perezoso. Vaya, lo último que había comido todavía estaba rondando mi estómago, pero tenía hambre, siempre tenía hambre.
Levanté el hocico intentando captar a una presa despistada y aullé llamando a mi manada. 
Pero no había nadie. Estaba solo y la culpa la tenía el carcelero. 
***
El último recuerdo me había despistado de tal forma, que cuando estuve en una habitación que me sonaba, me miré las manos un par de veces para asegurarme de que en su lugar no había patas. Una cosa era caminar en los zapatos de otro y otra, muy distinta, en las patas.
La habitación que me sonaba era la de Christopher, pero no era esa especie de santuario en el que la había convertido Delly en su ausencia, sino la suya de verdad: con una cama de matrimonio, estanterías repletas de libros, un escritorio y un ordenador. Había bastantes objetos que debía haberle traído Zack de las expediciones, figuras de dragones, un par de fotos de la infancia y una con los amigos del pueblo colocadas en un corcho junto a un mapa de La Comarca. Sentado en la silla que había en el escritorio estaba Christopher, con unos pantalones de chándal de color gris y una enorme venda que le cubría el pecho desde el hombro derecho hasta la cintura, por lo que no llevaba camiseta. Tenía mala cara y, a juzgar por los montones de botes de analgésicos que poblaban el escritorio, el ataque había sido hace poco. Miraba el ordenador de sobremesa como si fuera un poseso, intentando encontrar más información que en la de los libros abiertos que estaban esparcidos por toda la habitación, como si tuviera un Síndrome de Diógenes bastante avanzado.
Apagó el ordenador de mala manera y se pasó las manos por la cara en un gesto de desesperación evidente. En esas estaba cuando alguien tocó a la puerta de su dormitorio, a lo que respondió con una especie de gruñido.- [Delia]Hijo, acaba de llegar un paquete[/Delia].- le dijo su madre abriendo la puerta.
– [MacLeod]Gracias, déjalo ahí[/MacLeod].- respondió de forma escueta llevándose una mano al costado, que debía dolerle. Delly quiso decirle algo, pero prefirió dejar el pequeño paquete sobre la cama y marcharse.
El recuerdo avanzó a más velocidad, pero pude saber que era un ejemplar de un libro bastante raro que estaba en un idioma que, si no poseías omnilingüismo, difícilmente podías entender. Se notaba que había estado en una librería en la que nadie le había hecho caso durante décadas, porque daba pena, pero tras días de estudio, Christopher dio con lo que parecía la solución a todos sus problemas o eso indicaba su cara.
Me aproximé para ver de qué se trataba, aunque algo en mi interior me decía que era evidente y confirmé que había encontrado el brebaje que detenía sus trasformaciones y, eventualmente, estaría a punto de costarle la vida.
***
El recuerdo me arrastró hasta una cabaña en el bosque que le pondría los pelos de punta a la persona más valiente. Estaba anocheciendo y Christopher entró en ella, cerrando por dentro con una llave que no quise saber de dónde la había sacado. Dejó caer el petate al suelo y sacó un termo con algo que bebió de un trago. Después, saco unas cadenas y las sujetó a un gancho que había en aquella cabaña de mala muerte, que estaba sucia, descuidada y parecía a punto de caerse a pedazos.
Llevaba una ropa vieja que me imaginé que no le importaría que se rompiera, así que se encadenó y esperó toda la noche gritando de dolor, pero no pasó nada. Había logrado su objetivo.
***
Los siguientes recuerdos pasaron a toda velocidad: le vi conociendo a Diana, enfermándose poco a poco por culpa del brebaje aquel, hasta que Diana le pidió que dejara de hacerlo, pero si algo se grabó dentro de mí a fuego fue la sensación de libertad del lobo cuando por fin volvió a ser libre.
Me desperté poco a poco, al principio totalmente desorientada y, encima, estaba sobre Vincent. No sabía cómo había llegado hasta la cama, ni por qué estábamos en esa posición.- [Mara]¿Cuánto tiempo…llevamos así?[/Mara]- le pregunté al vernos sobre la cama al lado de Lucy, ante la mirada de Karen. Bill, al parecer, se había marchado.
– [Vincent]Un ratillo.[/Vincent] – en su boca se dibujó una sonrisa sincera. En él, todo era sinero. – [Vincent]Buenos días.[/Vincent] – me saludó.
– [Mara]Buenos días[/Mara].- una sonrisa bobalicona apareció en  mi cara y negué con la cabeza.- [Mara]Lo siento…[/Mara]- me disculpé notando cómo el rubor subía a mis mejillas.- [Mara]Voy…a incorporarme[/Mara].- anuncié moviéndome, pero…noté algo entre nosotros. Vincent «se alegraba de verme» y quería que la tierra me tragase.
– [Vincent]Ante la imposiblidad de mentir…mejor me callo.[/Vincent]- explicó con brevedad.
– [Karen]¿Os dejo solos?[/Karen]- nos preguntó Karen guiñándonos un ojo.
– [Mara]Eh…voy…[/Mara]- señalé en la dirección contraria, me levanté con toda la dignidad que pude y fui a revisar las constantes vitales de Lucy, que permanecía estable.
Todavía estaba colorada y avergonzada, especialmente porque el único momento de intimidad que había tenido con alguien desde hacía meses, había sido durante mi inconsciencia y presenciado por una demonio.
Por suerte, estaba acostumbrada a que mi vida fuera así…de especial.

Comentarios

4 respuestas a «EN LAS PATAS DE OTRO»

  1. Avatar de dracon
    dracon

    Oh Mara <3<3<3

    – Mara es una persona solitaria, pese a que ya no siente los corazones de los demás y le da la sed y las ganas de ver su sangre correr, prefiere estar sola que con tanto ajetreo.

    – Cuidando todos los detalles como siempre, ahora tenemos a Mara más médico que nunca, aprovechando los contactos de los de Blue le consigue una vía y una sonda ya que no quieren llevarla al hospital. Mara ahora se preocupa más, por lo frágil que es la vida y porque ahora ya como no quiere comérselos xD

    – Vincent, tenías que haber cogido un apartamento más grande por si los desmayos xDD Lucy duerme en la cama, Ed la vela encima de las mantas sin aprovecharse y ellos dos angelicos míos duermen en el sofá y el sillón. Desde luego a Vincent las visitas le dejan la espalda hecha mierda xDDD

    – Mara se despierta y Vincent ya no está en el sillón, es madrugador, así que dobla la manta y se da cuenta de que al no haber podido entrar a cambiarse va en pijama y sin sujetador….eh…sí, Ed, me dice Vincent que te quedes todo el tiempo necesario…..¡no te vayas! xDDDDD

    – Cruza los brazos para disimular, qué realismo xD. Se le hace la boca agua con todo lo que ha traído Vincent, pero es que el anfitrión no sabía lo que les gustaba xD. Claro, le gusta tanto lo que tiene delante que se le van los brazos y tiene que volver a taparse.

    – Muajajaja, en realidad Vincent ve el futuro y cogió ese apartamento para que Mara no quisiera irse y tal… xD no, en realidad no, pero ha tenido suerte xD. Vincent siempre con su sinceridad abrumadora y Mara tan cauta.

    – Sí sí sí, ve a visitarle jejejejeje, soy un shipper del Mara/Vincent. Le coge la sudadera para taparse y poder mover los brazos *_* Vincent tiene que recogerse la mandíbula.

    – No pude parar de leer, Mara primero sintiéndose mal por no esperar a Ed y luego preparándose el desayuno con hambre. Qué mona cuando le dice a Vincent que ha sonado mal, él le responde sin quitarle la mirada y se azora <3<3<3 y luego le dice que hay un sitio libre con un simple gesto <3 SHIPPEO

    – Y volvemos al momento actual, Mara preocupada por el estado de Lucy, por cómo se encontrará Ed pese a que el interés ya no es romántico si no amistoso y los pobres no tienen mucho tiempo después de lo que pasó. Esa demonio no le da buena espina y se encuentra mal después de la bruma, es una mujer estudiada en medicina, se le nota muchísimo, eso de ir pensando primero que es ansiedad y luego que algo más y entonces yendo a hacerse un café siente que se va y espera que el golpe no sea mucho, tranquila que va Vince al rescate.

    – Mara se encuentra en un lugar extraño, un bosque por la noche con la helada nocturna y un montón de árboles que no sabe reconocer, nada en la zona de hecho, y entonces ve a un par de jovenzuelos corriendo y les sigue sin más remedio xDDD

    – Esa chica, menuda descripción, tanto física como de vestimenta de la primera novia de MacLeod, Siobhan, magistral descripción, era una Diana la jodía, MacLeod tiene un perfil.

    – Dios, qué bueno, el MacLeod jovenzuelo y rebelde metiéndole mano a Siobhan. Mara quiere apartar la vista, no me extraña, pero entonces alguien con acentazo escocés sale con la escopeta, los jodíos se metieron donde no debían y ni se arrepiente XDDD, echa a correr y cuando paran la besa, Diana te mata MacLeod, Mara no escribas esto o no dejes que caiga en las manos de Diana xDDD, menos mal que el recuerdo se desvanece porque la pobre xD.

    – Otro lugar, otro bosque de noche, pero no es el mismo, aunque no se experta en botánica sabe que es otro lugar. Se ve un pueblo con casas de piedra nevado y Mara está incómoda, no quiere entrometerse, qué buena muchacha es <3

    – Esas palabras de MacLeod, Mara va a ver un punto de inflexión de su vida. Se acerca y le ve frente al cuerpo sin vida de Siobhan, la licántropa la mató de un golpe, desnucada, y el Christopher rebelde se ha ido, ya no es más que un recuerdo.

    – La pobre intenta decirle que no es real pero es ella la espectadora, no puede tocarle. Mi pobre Mara qué buena es.

    – Ése momento, un gruñido le saca de su lamento por Siobhan, es la muchacha licántropa que buscaban, la que mató a Siobhan y la que le convirtió. La botánica y los licántropos no son lo suyo dice xDDD muy bueno, llama Lupus al Crinos.

    – Se abalanza sobre él y le tira al suelo, sin piedad vuelve a lanzar y ahí llega, el destello del cuchillo de plata que le salva la vida a él a costa de estar maldito por la marca de sus garras que le recorrerá entero, en cuerpo y alma. Se le ponen los pelos de punta, angelico mio.

    – Chapeau, obra de arte debería considerarse al recuerdo del licántropo. No sé por dónde empezar a alabarlo, si desde el hecho de que este recuerdo lo perciba de forma diferente, casi en primera persona, porque los recuerdos del lobo son más caóticos, siguiendo por lo del carcelero, el lican sintiéndose solo…todo. BRAVO

    – El recuerdo del lican la descoloca y se mira las manos a ver si vuelve a ser ella, en las patas de otro, genial xD.

    – Maravillosa esa descripción de la habitación que no hace más que definir y añadir trasfondo a MacLeod como si de una extensión de su personalidad se tratase. No es la misma habitación que conoce, esta está más desordenada, Delly ahora la tiene como santuario xD.

    – Esa foto de los amigos del pueblo, figurillas y cosas que le trajo Zack, un mapa de La Comarca, genial xDD.

    – Ese chándal gris de andar por casa y esa venda que cubre todo su pecho tapando una cicatriz que hace tiempo que no vemos pero que está ahí, como un recordatorio de que debe meditar las cosas. Los botes de analgésico, genial llevado, el dolor, la enfermedad…fue terrible y así lo has mostrado.

    – Lo has retratado genial buscando desesperadamente una respuesta al mal que le aflige, en el ordenador, en los libros…

    – Desesperado apaga el ordenador, y recibe con un gruñido a Delly, claramente MacLeod no está en su mejor época y me encanta que lo hayas llevado así de bien.

    – La pobre mujer no le dice nada cuando le ve con el dolor. El paquete es un libro antiguo en un idioma que no muchos comprenden, pero MacLeod tiene sus ventajas, él si lo entiende y encuentra la respuesta que busca, el matalobos.

    – Mara se lo imagina y se acerca para confirmarlo, lo que casi estuvo a punto de acabar con su vida si hubiera sido por él.

    – Saltamos de nuevo en el tiempo, una cabaña que pone los pelos de punta (no me extraña Mara xD). MacLeod lleva un petate con cosas y saca su conocida infusión para envenenarse un poco que es lo que a él le gustaba. Entonces se encadena y espera, con una ropa ajada, es su primera noche con el matalobos seguro. Esos gritos de dolor toda la noche, pero sin llegar a transformarse…dios….muy bueno…lo que pasó MacLeod…..

    – Y entonces continúan sucediéndose los recuerdos, conocer a Diana, seguir débil por el matalobos…pero a Mara se le graba uno de ellos, la sensación de libertad del licántropo. Yo soy un fan de los teriántropos porque los veo muy vinculados a la tierra, a la naturaleza, y me encanta.

    – XDDDD Mara se despierta totalmente desorientada, normal, pero su cara debe ser un poema cuando ve que está sobre Vincent, en la cama, y no tiene ni idea de como xDDD

    – Karen debe estar pasándoselo bomba con la situación, Mara la pobre pregunta que cuanto llevan así xD. Ay Lucy, si tu supieras xD. Y Bill se ha ido, a recoger a Ed claro.

    – Ese «en él era todo sincero» ha sonado a que Vincent tiene posibilidades *___*

    – God, cuando los dos se dicen buenos días y a Mara se le dibuja una sonrisa <3<3<3 OTP Y luego se sonroja xD

    – XDDDDDD qué bueno eso de que se alegraba de verlo xDDDDDDDDDDD Vincent no sabe que decir porque no puede mentir y claro….es evidente lo que pasa. Karen partiéndose el culo y Mara levantándose para disimular toda roja. La pobre la única intimidad que ha tenido en meses ha sido inconsciente y presenciada por una demonio y Karen, al lado de una chica semicomatosa porque está reviviendo sus recuerdos. Pero su vida es así xDDD, y oye, eso no es malo.

    Resumiendo POSTAZO maravilloso y genial de la maravillosa y genial Mara en el que has llevado todo de una forma increíble, desde las ambientaciones y descripciones que te vas a encargar tú de ellas en el libro xD, pasando por esas escenas tan perfectas, toda la historia de MacLeod es de órdago como la has llevado, y los encuentros con Vincent….qué puedo decir, me parecen toda una OTP y no puedo dejar de sorprenderme porque encajen de esa forma, que tengan esa química. Así que me quito mil sombreros

    1. Avatar de Stefy

      Muchísimas gracias por el comentario <333

      Vince y Mara me sorprenden, porque nunca me había planteado que ella pudiera llegar a tener química real con nadie (mira Frank, Ed, Logan y Zack cómo han acabado), pero ahí están. No sé cómo evolucionará la cosa, pero de momento, son monísimos.

  2. Avatar de Alph Lopez
    Alph Lopez

    Vamos con Mara, la niña de mis ojos, otra de ellas, todas lo son… tengo mil ojos xD
    – Estan concurridos en la casa de Vincent, esto seria un Gran Hermano interesante xD Ya no siente la necesidad de desgarrar cuellos, hombre, si lo necesitase… Mara seria una Psico xD Pero aun asi sigue prefiriendo la soledad y el silencio, Mara es de las que se pone nerviosa con mucha gente.
    – Vincent y Bill tienen contactos en el hospital, mira seria un buen nuevo personaje xD Ahora que es humana se preocupa más de de la vida, la cual es muy fragil, de un momento a otro puf.
    – Vincent es buen anfitrion y duerme en el sillón…. tampoco es plan de poner a Lucy en estado comatoso en el sofa xD Mara podria haber dormido en la cama, Vincent y Ed no lo hubiese visto mal xD Karen y Bill se van a sus respectivas casas.
    – Mara se presenta en la cocina en pijama y se cruza de brazos pra enseñar lo menos posible xD Mara una temporada con Vincent ganaba un par de kilitos. Se lo curra el tio, menuda mesa de desayuno xD
    – Vincent y su sinceridad, quiere que se quede un poco más, y Mara le dice que ya vendrá de visita. Louna le ha cautivado, ese olor a mar, y Vincent en el fondo también.
    – Lo de Vincent diciendole que la cama es toda suya, eso es toda una declaración de intenciones xD Que sana es Mara que se desayuna un tazon de cereales con fruta.
    – Me ha gustado ver lo de la bruma desde el punto de vista de Mara, se siente debilitada, la vista nublada y con la cabeza embotada. Oh, lo que dice de Ed. Vale, tenemos que evitar que esa amistad se agriete xD
    – Mara a aprendido de Mac y va a hacerse un cafe para despejarse, esto es muy curioso teniendo en cuenta que ve recuerdos de él xD Mara se siente cada vez más cansada, ese momento final en el que sabe que se va a pegar un talegazo bueno contra el suelo porque le falla todo. Menos mal que Vincent no le quitaba ojo.
    – Aparece en un bosque, llega rapido a la conclusion de que es un recuerdo al no sentir frio y por lo que dijo Keli. Me hace gracia lo de que no tenga ni idea de donde esta por los árboles, nadie tiene idea de eso xD pero es algo que la hace muy humana, no son perfectos que lo saben todo de todo. Ese incomodo momento en el que ves a una parejita entre los árboles que se va a dar el lote y tienes que ir a ver porque es lo que toca, y oh sorpresa…. xD
    – Muy grande la descripcion de Siobhan, es la Diana 1.0, Mac y su fijacion por las pelirrojas. Me hace gracia que le diga que deje de gemir como un perro, cuando Mac dentro de poco en ese momento se convertida en lican, detalles, detalles xD
    – Mac llevandose a los ligues a la huerta literalmente xDDDD
    – Aparece en otro bosque que no sabe si es el mismo, oh Mara <3 Le sienta mal ver el pasada de Mac, a todos les incomodara ver algo de cada uno sin el consentimiento de ellos, pero es algo que le acercara mas.
    – A Mac se le ha muerto la parienta, menos mal que el gran amor de su vida llegaria después y lo de Shioban es un mal recuerdo, aun asi le afecto bastante la perdida de ella, porque lo considera su culpa.
    – Ooooohhhhh, también ha visto recuerdos del lican, como mola.
    – Maravillosa la descripción del cuarto de Mac, esta cargadita de detalles, los regalos del hermano y ese tablon de corcho con fotos y el mapa.
    – Analgesicos, Mara detective sabe que aun se encuentra en una etapa cercana a la del zarpazo. Mac buscando algo como un poseso entre libros y el ordenador. El matalobos, ¿a que si? xD
    – Mac respondiendo a la puerta con gruñidos, ah, es ta juventud, un poco de educación por los mayores. También es esa parte lican que le acaba de salir xD
    – Basicamente es un libro que no entendera nadie a no ser que seas Mac xD A Mara le da la curiosidad de que es lo que ha encontrado, aunque en el fondo sabe de lo que se trata.
    – La cabaña del bosque… xD Mac se encierra alli, se toma su brebaje y se encadena a la pared. Menos mal que estaba en medio del bosque, quien escuchara esos gritos aterradores salia por puerta fijo acojonado.
    – Oh, el recuerdo de cuando conoce a Diana, y el de cuando ella le pide que deje el matalobos. OTP <3 Mara ha experimentado en sus carnes la sensación de libertad del lican cuando dejo de tomar el matalobos. Es un simil muy parecido con ella, ahora es libre, no tiene que controlar mas su sed de sangre porque ya no la tiene.
    – Mara despertando encima de Vincent, como se aprovecha el tio, que se desmaya y se la coloca encima. xDDDD Fuera coña, menuda momentazo.
    – Eh, Vincent se alegra de ver a Mara xDDDDDDDDDD
    – Si Karen se marcha no quiero imaginar que puede pasar en esa cama con ellos en un lado y una Lucy comatosa en el otro xDDDD
    – Mara ruborizada, meses a dos velas y de pronto te encuentras encima de un tío, con Karen y una demonio por espectadores xDDDD
    Postazo. Maravillosamente narrado todo, aunque he echado en falta algun comentario a Zack, otro de sus novios xD pero esa ausencia solo hace crecer la de Vincent.

    1. Avatar de Stefy

      Muchas gracias por el comentario <3

      – ¿Tú cuántos ojos tienes? Por curiosidad científica, vamos.
      – Ya te lo comenté por Gmail, pero bueno, lo de Zack y Mara fue un rollo pasajero, porque nunca nos habíamos planteado que pudiese tener una pareja de verdad. Por eso habla poco de él, aunque creo que en un post decía algo así como «una relación que se había llevado el tiempo».

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