Moondale

TERROR

Daniel Arkkan | Cirth

MEDIODÍA

DANIELARKKAN4

Se suele decir que no conoces el verdadero miedo hasta que tienes algo que perder, y había estado de acuerdo con esa afirmación desde el mismo momento en el que me di cuenta de lo que sentía por Sarah. Pero existía un miedo más profundo, un terror que podía recorrer todo tu cuerpo y dejarte incapaz de hacer nada, como un pequeño niño asustado ante la oscuridad. Ese terror no se conoce hasta que no has estado a punto de perder algo que amabas, o incluso llegando perderlo, y vuelves a amar.

Había tenido miedo por mis padres la noche en la que murieron, porque eran el único mundo que había para mí entonces salvo unas pocas excepciones, y continué teniendo miedo casi toda mi vida. El miedo se convirtió en un compañero, en un oscuro consejero que dirigía mis acciones como si fuese poco más que una simple marioneta, un esclavo.

Y ahora, tenía terror porque había vuelto a amar, había vuelto a tener una familia, y si no la había perdido ya, podría estar a punto de hacerlo, de una forma o de otra. El terror es algo difícil de explicar, porque puede acompañarte durante días, semanas o incluso meses. Por aquél entonces, mientras conducía el Ford Mustang del ’67 por la carretera comarcal que llevaba a la linde del bosque que rodeaba el Palacio Kvinneby, el terror llevaba conmigo semanas, calándome mucho más hondo de lo que el mismo frío me había calado esa mañana.

El terror se abría paso poco a poco, acechante, en las sombras. Había empezado a acecharme la misma noche en la que Kaylee murió y se había ido acrecentando poco a poco a medida que veía a Sarah hundida en su sufrimiento. El miedo podía llegar a controlarte, pero el terror lo hacía, porque deseabas hacer cualquier cosa para evitar sentirte así, y a veces eso era lo peor que podías hacer.

No podía hacer más que sentirme culpable por no haber sido la persona que Sarah necesitaba a su lado cuando perdió a Kaylee, y mucho menos no haberla apoyado la noche en la que tomó una decisión apoyada en parte por el enemigo invisible que era el terror, tratando de salvarnos a todos.

La soledad no hacía más que acrecentar ese terror, porque es entonces cuando te enfrentas a tu verdadero enemigo, que no es otro que tú mismo. Pero incluso viviendo aterrorizado, con miedo persistente a que la distancia física que notas día a día sea un vacío insondable que nunca volverá a saltarse, puedes sentir esa oscura sensación con más fuerza.

Así la sentí cuando escuché las palabras del ‘Bibliotecario‘ convirtiendo en una posibilidad mi peor pesadilla, ya no solo no estar junto a ella, sino perderla para siempre. Entonces empecé a despertar de mi letargo, la sensación de que hacía lo correcto intentando protegerla de ese lugar me reconfortó, me indicó que iba en el camino correcto y que debía apremiarme.

Pero incluso con un objetivo, por noble que sea, las dudas no dejan de asaltar la mente en ningún momento. El ser humano, y aesir también claro, tiende a ser egoísta, y el amor no es un sentimiento que pueda apagarse, no puedes decidir dejar de sentirte así. Y amor era lo que seguía sintiendo por Sarah, pese a ser consciente de que no la merecía, pese a ser consciente de que no era bueno para ella, incluso así, la quería a mi lado, pero no estaba seguro de que eso fuese a ser posible.

El terror había vuelto esa mañana al ver el recuerdo de Sarah en ese lugar, sola aunque estuviese acompañada, sufriendo de la forma en la que solo se sufría cuando ese dolor lleva anclado a tu pecho durante mucho tiempo.

Para mí, amar solo tenía y sigue teniendo un significado, preocuparte de una persona mucho más de lo que te preocupas por ti mismo, que si esa persona sufre, sentirás ese sufrimiento en tus propias carnes, y que si es feliz, serás la persona más feliz de la Tierra. Ver a Sarah así me destrozaba, pero a la vez, la emoción de volver a verla, de volver a encontrarme con ella aunque fuese durante un segundo, de saber que estaba a salvo, me apremiaba, me daba fuerzas y me hacía seguir adelante con una promesa, la de mantenerla a salvo, incluso aunque no lo necesitase. Porque no era algo que hubiese elegido, era parte de lo que era, igual que ser aesir, y estar maldito, decían.

Dejé el coche en la zona de siempre, lo bastante alejado y rodeado de matorrales como para que nadie husmease. Cogí las cosas de la parte de atrás, que consistían en ‘Sendero Oscuro’ y una bandolera de cuero donde tenía agua bendita y algunas otras cosas que podía necesitar, entre ellas, mi almuerzo.

Puse una mano sobre el metal oscuro del coche, sintiendo el calor de esa extraña mañana soleada. El coche y mis cosas estarían seguras, incluso de los vampiros. Mi mano pasó por el surco de las runas grabadas hacía mucho tiempo, casi parecería que por un hombre diferente, aunque ya no podía estar seguro.

Dejé el coche atrás y me interné en la arboleda. Lo pájaros cantaban, ajenos al mundo que podía desmoronarse a su alrededor, pero menos ajenos que algunas personas que vivían sus vidas pensando que lo peor que podría pasarles era que les despidieran o que cancelasen su concurso favorito en televisión.

A mitad de camino trepé a uno de los árboles y continué mi camino avanzando de copa en copa hasta llegar a mi posición habitual, desde la que se avistaba todo el terreno del Palacio Kvinneby. La ventana de Sarah estaba abierta y las cortinas también, estaba despierta.

Me acomodé entre las ramas y comí  un almuerzo que parecía servir solo al propósito de alimentarme. Durante los años en los que estuve solo, había cazado y me había alimentado muchas veces solamente de esa misma caza, asada al fuego. Pero después, con Sarah, había aprendido a apreciar toda clase de comidas que en algunos casos no habría probado por mí mismo, y las echaba de menos.

Casi una hora después, empecé a escuchar unos pasos atravesando el camino. Me camuflé mejor entre las hojas y escuché atentamente. Quien fuera, partía las ramas con sus pisadas, y desplazaba las hojas secas delatando su posición.

Llevé una mano a la empuñadura de la espada, para estar preparado, pero la mano se quedó ahí, porque la persona que entró en mi rango de visión no era ningún enemigo, pero sí una gran sorpresa. Era ni más ni menos que Dominic Williams.

Me quedé observándole, con una mezcla de emociones entre la alegría de poder volver a un amigo, el miedo por su reacción y la sorpresa por encontrarle ahí.

Dom siguió caminando, pero su paso parecía más errático, había algo en su forma de caminar que no iba bien, hasta que se detuvo, completamente. Esperé unos segundos, observando y luchando conmigo mismo sobre si sería una trampa, si sabría que estaba allí escondido y quería que bajase para convencerme de volver. Al ver que seguía inmóvil, en la misma posición, bajé.

No se movió tampoco al escuchar ruido a su espalda, así que empecé a preocuparme, sí le había ocurrido algo, no podría evitar culparme, por el hecho de haberme ido. Me acerqué con cautela, queriendo creer que todo eso seguía siendo una treta para descubrirme, pero Dom no se movía. Aceleré el paso y me situé a su lado, tenía la mirada fija en el frente pero había algo extraño en sus ojos, no eran del color que deberían ser.

Me coloqué delante de él para verlos mejor y vi que sus ojos no tenían iris visible, estaban cubiertos de algo que parecía la bruma que casi me había ahogado esa mañana. Eso confirmaba mis sospechas, no era el único afectado, así que Dominic debía estar viendo un recuerdo.

Un escalofrío me recorrió la espalda. Al principio pensé que era por ver a mi amigo así, y por pensar que todos los demás podrían estar igual, pero después la sensación fue a más, las piernas me pesaban y me sentía arrastrado fuera de mi cuerpo, otra vez.

Una tenue sonrisa cruzó mi rostro pensando que volvería a ver a Sarah de nuevo, pero esta vez estaba en otro lugar. Era la sala de estar de una casa cuya distribución me resultaba conocida. Eché un vistazo a mi alrededor y lo confirmé, recordaba ese lugar, pero diferente, ahora estaba vivo, tenía un propósito, La última vez que la había visto era un eco de otra vida.

Me moví un poco por el lugar y vi a un niño y una niña sentados en una alfombra de la sala de estar. El niño tenía el pelo corto, castaño claro y era algo mayor que la niña de pelo largo y rubio. Estaban los dos apoyados en unos cojines, contra el sofá, y tapados por una manta y el niño le leía a su hermana.

Debía hacer frío, porque tenían encendida la chimenea, pero yo no sentía nada, era un recuerdo y nada podía hacer, pero una sensación de agobio creció en mí por la impresión de que lo que estaba a punto de ver era una noche que había marcado la vida de ese niño de pelo castaño, Dominic.

Un hombre bajo las escaleras y se acercó a los niños, acariciándoles la cabeza, sonriendo. Debía ser el padre de Dominic. Después de estar con sus hijos, pasó por donde yo me encontraba, y me aparté para dejarle pasar, aunque mi experiencia con las sábanas del recuerdo de Sarah me hacía creer que habría pasado de todas formas.

Vi que se dirigía a la cocina, donde una mujer de pelo rubio y largo, muy parecida a Jessica, Renee. Sonrió al ver acercarse al padre de Dominic, que le dio un beso y tomó su lugar preparando la cena para que ella fuese con los niños.

La observé mientras se acercaba hacia ellos, el parecido con Jessica era indiscutible, evidente, pero había algo en su forma de sonreír que me recordaba a Dominic, eso, y sus ojos. Pasó a mi lado y se sentó junto a ellos, sonriente.

Pasaron los minutos y el padre de Dominic dijo que la cena estaba lista, así que Renee les mandó a lavarse las manos y se dirigió a la cocina. En ese momento, alguien llamó a la puerta.

Ese momento era crucial, si esa puerta no se hubiera abierto, la vida de Dom será totalmente distinta, nunca habrían perdido a sus padres. Como alguien que ha pasado por algo similar, yo mismo había vuelto mentalmente a mi momento crucial y pensado cómo habría cambiado mi vida, pero cuando empecé a salir con Sarah ya no pensaba de la misma forma.

Pero aunque no queramos cambiar el final de nuestra historia, nunca podemos dejar de anhelar tenerlo todo, que las cosas hubieran sido de otra forma, que Sarah hubiese conocido a mis padres, que Rebecca hubiese conocido a los de Dom.

Sabía que no podía hacer nada por cambiar ese momento, porque no era más que un recuerdo, porque ni siquiera debía haber hecho nada si hubiese podido. No era mi pasado, no era mi decisión. Era un mero espectador aterrorizado por ver a alguien pasar por algo como lo que yo mismo había pasado.

El padre de Dominic se dirigió hacia la puerta y miró con cautela por la mirilla. La madre de Dominic le preguntó pero él no respondía, como si estuviera en una especie de trance, y su mano fue hacia la manilla y abrió la puerta. Al otro lado un hombre pálido, con aspecto de psicópata, esperaba sonriente. Sus ojos centelleaban de una forma antinatural incluso para un vampiro, estaba controlando al padre de Dominic.

Reneé debió reconocerle, o simplemente alertarse del peligro, porque corrió hacia sus hijos, ocultos de la visión del vampiro, y les envió a esconderse. Jessica fue primero, pero Dom dudó, hasta que su madre le dijo que cuidase a su hermana y le entregó su colgante.

Después todo avanzó rápidamente, el vampiro usó su control mental y entró. El padre de Dominic cayó primero, Reneé luchó, pero era un vampiro demasiado fuerte, y su poder le hacía más fuerte todavía.

No podía soportar esa visión, así que subí las escaleras hacia la buhardilla y vi a los pequeños escondidos en una zona oculta. Dom abrazaba a su hermana mientras en el piso de abajo su vida se derrumbaba. Estuvieron allí, encerrados, hasta que el vigilante Arthur Smith apareció y se lo encontró todo.

Sentí que me temblaban las piernas, en parte porque lo que acababa de presenciar traía recuerdos de mi propio pasado, pero lo que de verdad pesaba era ver a un amigo pasar por algo así. Dom era de hecho, más que un amigo, era familia, la vida nos había hecho serlo, y ver ese horror hacía que la oscuridad creciese en mi interior, un oscuridad que volcaba contra la misma oscuridad.

***

El temblor se acentuó, y todo a mi alrededor empezó a cambiar. La oscura buhardilla dio paso a un exterior iluminado, una mañana de verano a juzgar por el color del cielo y el tono del verde los prados. No era un exterior cualquiera, tras de mí, se podía ver perfectamente la casa de los MacLeod, de mi familia adoptiva, a juzgar por las obras, todavía estaban reparándola después de haberla comprado, debía ser poco tiempo después de que me acogiesen.

Mis cálculos no fallaron, porque distinguí a un grupo de personas que caminaba por allí. Los dos adultos eran los dos Arthur, los dos vigilantes. Uno de los niños era yo, y el otro lo acababa de ver hacía muy poco, aunque más pequeño, era Dominic. Éste era el momento en el que nos conocíamos, en el que nuestros caminos se cruzaban por primera vez.

Desde el momento en el que Dom me mostró la foto, en Escocia, no dejaba de preguntarme cómo podría haber olvidado ese instante, pero la respuesta era muy sencilla. No sabía lo importante que terminaría siendo ese muchacho que también era aesir como yo, y en aquél entonces, tenía demasiado reciente la muerte de mis padres y el odio a mí mismo como para recordarlo.

Me acerqué para escuchar la conversación, pero en ese momento los adultos nos les dijeron algo y ellos se fueron caminando. Les seguí todo el camino hasta que se detuvieron cerca de un árbol alto, bajo el cuál una pequeña Rebecca leía un libro. Bueno, en realidad, hacía como que leía porque no dejaba de mirarles por encima del libro.

El pelirrojo de melenilla rizada y regordete – aunque de aquella ya había empezado a adelgazar algo -, en otras palabras, yo, miraba fijamente a la muchacha.

Traté de recordar aquellos meses después de llegar, no conocía a Rebecca desde hacía mucho. Delly me la había presentado confiando en que nos hiciéramos amigos, ya que no había muchos más niños por allí y los dos teníamos historias un poco trágicas. Rebecca había perdido a sus padres en un accidente, y los míos…a la gente se le decía que en un incendio. Pero las llamas solo se llevaron los cuerpos asesinados por ese engendro.

Quizá se debía a la sensación de culpa, pero enseguida me llevé bien con Rebecca, ella y Christopher se convirtieron en mis únicos amigos, porque Zack era mayor y Arthur y Delly…bueno, en aquél entonces no me atrevía a llamarlos así pero era mi padres.

– [Daniel]¿Quieres venir? Vamos a dar una vuelta.[/Daniel] – le pregunté. Intentar cuidar de Rebecca, ser amable con ella y ayudarla, fueron algunas de las cosas que me ayudaron a seguir adelante y defenderme de la culpa que yo mismo me infligía.

Rebecca se quedó callada, no sabía qué decir.

– [Dom]Hola, soy Dominic.[/Dom]  – la saludó el pequeño Dom, que no le había quitado ojo desde entonces.

– [Rebecca]Hola[/Rebecca].- respondió ella agachando la cabeza. Entonces se puso de pie para ir con nosotros, no sin antes sacudirse el pantalón y coger el libro  que había estado leyendo.

– [Daniel]Dominic es inglés y un a…amigo.[/Daniel] – explicó mi yo más joven, a punto de tener que darle muchas explicaciones sobre qué era un aesir. La verdad es que lo mío no eran las presentaciones, y seguían sin serlo. Empezaron a caminar y los seguí.

– [Rebecca]Mi mamá siempre decía que los ingleses tenían un palo en el…[/Rebecca]- empezó a decir, pero no fue capaz de terminar la frase porque su cara se encendió como una bombilla. Me vi sonreír, pero sabía que mi sonrisa era tenue, débil, nada comparada con la forma en la que sonreía a Sarah sin poder evitarlo.

– [Dom]No es verdad.[/Dom] – replicó Dominic. Pasaron cerca de un árbol y Dom lo trepó para demostrarle que no tenía razón. Lástima no tener una cámara, pero guardaría esos instantes en mi cabeza, era una buena anécdota, tan pequeños y ya tan Dom y Rebecca.

– [Rebecca]Eso también lo hace Christopher[/Rebecca].- respondió ella poniendo los ojos en blanco. Era verdad que cuando llegué, Rebecca hablaba con Christopher todo lo posible, pero nunca me había parado a pensar que podía gustarle, cosas de críos.

– [Dom]Pero seguro que no puede hacer esto.[/Dom] – se jactó acomodándose en las ramas. Vi como movía una mano y el pelo de Rebecca se echaba hacia atrás.

Al principio me quedé asombrado, abriendo mucho los ojos, él también tenía una habilidad extraña, era telekinético. Entonces le hice un gesto para que disimulase e intenté enmendarlo como pude. – [Daniel]Hace…mucho viento.[/Daniel] – comenté.

– [Rebecca]Sí puede, porque es muy inteligente[/Rebecca].- replicó ella sacándole la lengua a Dominic. Debía haber pensado que lo que Dom decía que Christopher no podía hacer era…mover la mano.

– [Daniel]Si vamos por ahí está el lago. Dicen que hay un demonio en el fondo.[/Daniel] – les indiqué mientras Dominic bajaba. Solía ir al lago a menudo cuando era pequeño, me gustaba estar lejos de todo, observando la cristalina superficie del agua. En cuanto al demonio, bueno, me gustaban las leyendas e imaginarme a mí mismo como un caballero cazador de demonios, o al menos hasta que mis padres  murieron, después solo quedaba el ansia de venganza.

– [Rebecca]¿En serio?[/Rebecca]- preguntó Rebecca con los ojos muy abiertos mientras caminábamos hacia el lago.

– [Dom]Seguro que come niñas.[/Dom] – intervino Dominic con una sonrisa pícara, y echó a correr cuesta abajo hacia el agua.

– [Rebecca]Pues cuidado, porque te va a comer[/Rebecca].- le gritó. Se cruzó de brazos y le dio una patada al suelo con un enfado visible. Eran el vivo reflejo de los niños que se gustan y él la incordia.

– [Daniel]No te enfades, vamos a divertirnos.[/Daniel] – le aseguré para animarla. – [Daniel]Y si hay demonio, Dom y yo lo mataremos.[/Daniel] – añadí henchido de falsa seguridad. Curiosas esas palabras, y que al final Dominic y yo matásemos demonios juntos.

– [Rebecca]Las chicas también matan demonios[/Rebecca].- puntualizó antes de seguirme. Los recuerdos empezaron a brotar en mi mente a partir del de Dominic, fue una tarde divertida aquella, Dom volvió alguna vez, hasta que dejó de hacerlo, nuestras vidas a veces nos separan, pero si está destinado, nos vuelven a unir.

El lago empezó a desvanecerse y en su lugar volví al bosque, frente a un Dom todavía inerte. Miré sus ojos y vi como la bruma empezaba a despejarse, estaba despertando. Me habría dado tiempo a subir al árbol de nuevo, pero después de lo que había visto, le debía unas cuantas explicaciones. Era mi amigo, desde hacía más tiempo del que creía. Ya me había separado una vez de la gente que me importaba, quizá esta vez debía aprender de aquella.

Y sí, Rebecca tenía razón, las chicas también matan demonios, y ese pequeño niño pelirrojo iba a enamorarse algún día de una preciosa chica que mataba demonios como nadie. Y también cocinaba como nadie.

Comentarios

3 respuestas a «TERROR»

  1. Avatar de Stefy

    ¡DANIEEEL! *___*

    – Lo buenísimo que están Sam Heughan. Por favor. Esa cara, Sweet Baby Cheesus.
    – Hasta que no sabes lo que tienes, no puedes tener miedo a perderlo. El problema, es que solemos darnos cuenta tarde.
    – No es la primera vez que Daniel se siente preso del miedo, porque el pobre es gafe y no le pasan nada más que desgracias. Es un Ed de la vida.
    – Aún así, piensa que ahora está mucho más aterrorizado de lo que ha estado nunca y es posible, porque para una vez que era feliz…telita u_u
    – Empezó el día que muró Kaylee (QUE FUE UNA GRAN DECISIÓN) y ha seguido ahí. Nuestros pobres Moondies se han ganado un spin-off de socialización/porno, pero ellos solos, yo me niego xD
    – La verdad es que podía haber sido un poco más comprensivo con Sarah cuando lo Z, pero te lo vamos a perdonar, porque ahora estás arrepentido.
    – Parece que el encuentro con el Bibliotecario (¡NO SE MERECE ESE APODO!) le ha hecho abrir los ojos, porque tanta soledad iba a acabar con él.
    – Daniel pensando en que quizás no sea bueno para Sarah. DRAMA QUEEN, que eres un drama queen.
    – Ains mi niño que está enamoradito perdido <3 Me lo comía. Oye, oye, si la maldición es tener una novia como Kristen Bell, a mí que me pongan cuarto y mitad.
    – Aparca el coche y pasa las manos por las runas del coche, que ya parecen de otra vida. Nuestros Moondies han crecido tantísimo :’) De aquí a nada son unos yayos como nosotros.
    – Daniel sube a la rama a stalkear a Sarah y se come su almuerzo pensando en cuando no era Katniss y podía comer comida normal xD
    – Alguien camina por el bosque como Pedro por su casa y claro, Daniel Katniss se alerta, pero su corazón palpita como una patata frita cuando ve que es su otra OTP, Dom <3
    – Dom se ha quedado paralizado y Daniel baja a ver qué le pasa, pero sus ojos están en otro lugar (como son OTP, lo sabe xD) y empiezan a sentir que tiran de él. Qué genial es eso de que piense que va a ver a Sarah y sonría de forma bobalicona, pero no, vas a ver a tu novio.
    – Ohhh vamos al pasado en que Mini Dom le lee cuentos a su hermana <3333
    – Daniel se da cuenta de que, si está viendo eso, es porque no va a ser una noche feliz T___T
    – El padre de Dom va a la cocina a ayudar (BIEN) y Daniel se fija en el parecido de Jess (DOM, LLAMA A TU HERMANA) con su madre, que era jovencísima por aquel entonces.
    – Suena el timbre y el padre va a abrir, mientras Renée había mandado a sus hijos/as a lavarse las manos para cenar, pero a ese hombre le pasa algo porque abre la puerta como un robot TT__TT
    – El padre cae el primero y la madre envía a Dom arriba con el colgante. No quiero ver más, que se cómo acaba T___T
    – Jooo Renée también muere y los pobres Dom y Jess se quedan escondidos hasta que aparece Arthur Smith. Jo 🙁 Me siento como Daniel ahora mismo.
    – Daniel siente cómo la oscuridad crece en su interior al ver sufrir a su novio: LO ENTIENDO.
    – Espero que el siguiente recuerdo sea más agradable. Menos mal que empieza ya en casa de los MacLeod y en plena época de obras, así que Daniel acaba de llegar.
    – Los dos Arthur están de charla junto a dos niños, que deben ser Dom y Daniel <3333 Ains mis amores.
    – El pobre Daniel ni se acordaba de aquello. La memoria es traicionera.
    – Ay, ya sé qué recuerdo es <3 Éste sí es feliz. Rebecca hace como que lee un libro, porque no les quita ojo.
    – JAJAJA la aclaración de future Daniel diciendo que ya había empezado a adelgazar el niño gordito xDDD
    – Anda que vaya tres. Mis pobres huérfanos.
    – A Daniel le cayó bien Becca desde el principio <3
    – Qué majete es mini Daniel. Rebecca no sabe qué decir, pero ahí va Dom con el carisma a +100.
    – Cuando le habla Dom ya sí se pone en pie xDD
    – JAJAJA Qué tierno Daniel que casi dice que es un aesir :’)
    – Rebecca siendo suave desde siempre xD
    – Dom trepando el árbol para lucirse. God, estos niños/as ya eran OTP desde pequeños.
    – Becca y su crush con MacLeod. Me avergüenzo hasta yo.
    – Dom vuelve a intentarlo con la telekinesis, Daniel quiere arreglarlo y Rebecca le dice que Christopher también puede mover la mano. EPIC
    – Daniel quería ser un héroe desde pequeño <3
    – Dom volviendo a hacerse el gallito delante de Rebecca. Ay <3
    – Becca enfadada. «Los que se pelean, se desean».
    – «Dom y yo lo mataremos». ¿POR QUÉ SOIS TAN OTP, DANIEL Y DOM?
    – Rebecca le recuerda que las chicas también matan demonios y los recuerdos de aquella tarde siguen apareciendo. A ver si Dom tenía un trauma con Becca y por eso se las buscaba a todas parecidas.
    – Dom se está despertando. Verás el momento en el que se encuentren.
    – Oh, me encanta el último párrafo. Me parece muy apropiado para el Día de la Mujer, que fue ayer <3333 PRECIOSO, me he emocionado y todo.

    QUÉ PRECIOSIDAD DE POSTAZO, de veradd, BRAVO. ¿No tenéis los feelings Domecca a tope, igual que los de la BROTP? <333

    1. Avatar de dracon
      dracon

      Muchísimas gracias <3

  2. Avatar de Alph Lopez
    Alph Lopez

    Vamos con Daniel.
    – Muy grande el inicio con toda la reflexión de los miedos. El de perder a un ser querido, el del niño asustado de la oscuridad, la perdida de la familia, todo lo ha experimentado Daniel.
    – Tiene miedo de volver a perder a su familia. Vuelve Daniel, entre todos conseguireis una manera de alejar a Sarah de alli, y a Rebecca xD
    – Daniel se siente culpable, piensa que podía haber hecho más por Sarah tras la muerte de Sarah, y que podría haberla apoyado la noche que decidio marcharse con Z, sabiendo que en el fondo lo hacia por ellos, y él.
    – La charla con el bibliotecario narizón ha hecho que se confirmen sus peores temores, y que esta en el camino correcto. Vale, lo estas, pero no te pongas en plan kamikaze y pide ayuda a los demás.
    – Daniel piensa que no se merece a Sarah y que no es bueno para ella. Hola, te pasas la mitad del día velando por ella, la quieres y te quiere xD
    – Daniel ha visto a Sarah mal en su recuerdo, pero ahora esta Rebecca para hacer la reclusión en el palacio de Z más llevadera. Los aesirs se tiene que poner al día.
    – El mundo preocupado porque le despidan o cancelen su concurso favorito, no, top model noooo xD Cuando la realidad oculta cosas muchos peores, como una secta… dos, de sobrenaturales, y una guerra en las calles se avecina.
    – Daniel parece un pervertido espiando alli con la comida y todo xD Se ha pasado gran parte de su vida comiendo lo que cazaba, y ahora echa de menos los potajes de Sarah <3 xD
    – Dom no es muy sigiloso que digamos, o lo mismo hace ruido para que Daniel le escuche. Daniel tiene varias emociones al verle, esto no suena mal ¿verdad? xDDD
    – Daniel pensando en que le esta tendiendo una trampa para que baje cuando se queda quieto, él tío es tenaz y no se quiere dejar atrapar xD
    – Bueno, la llegada de Dom le ha confirmado algo que aun estaba en duda para él al no tener contacto con nadie, todos estan experimentando lo mismo.
    – Daniel soriendo cuando nota que va a salir de su cuerpo otra vez, piensa que va a ver a Sarah, pobrecillo xD Muy bueno el detalle de la casa, Daniel ya estuvo alli con los demás mientras Dom buscaba algo.
    – Dom leyendole a la hermana, tapaditos bajo una manta, la chimenea encendida, y el padre acariciandole la cabeza a ambos. Da cosita verlos a todos tan feliz y saber como va a terminar todo.
    – Dom ha sacado la sonrisa de la madre y sus ojos.
    – Es muy cierto lo que dice Daniel, no se puede anelar tener todo, no solo que por ejemplo las chicas hubiesen conocido a sus padres, sino que si las cosas no hubiese ocurrido como ocurrieron por ejemplo no se habrian conocido.
    – Ni la entereza de Daniel puede soportar lo que ocurre y se va con los pequeños que estan escondidos. Es muy bonito, es como si a pesar de no poder intervenir velara por ellos y los acompañara hasta que llegara la ayuda.
    – La oscuridad de Daniel ha crecido al presenciar ese recuerdo. Cachis, lo perdemos chicos, lo perdemos. xD
    – Cambiamos de recuerdo, uno que reconoce, vuelve a estar en Escocia, y ante una casa en reformas que fue su hogar.
    – El primer encuentro entre los mini aesirs, siempre me ha gustado la idea de que se conocieran desde hace tiempo aunque lo olvidaran. Daniel estaba pasando una mala epoca por aquel momento, acababa de perder a sus padres. Aun asi tras eso no es que se volvieran a ver lo más seguro, pero mola la idea, es como cosa del… «destino». xD
    – Ese momento en el que los dos se van solos, son cortadillos y no hay mucha conversación, y llegan hasta una pequeña Rebecca.
    – Delly presentandole a Rebecca para que tenga una amiguita, y quien sabe, lo mismo surge algo… xD Se han juntado 3 buenos, los 3 huerfanos, madre mia que cabrones somos xDDD
    – Daniel sientiendo un instinto protector desde pequeños, el cuidar de ella le hace seguir adelante y apaciguar la culpa que siente por la muerte de sus padres.
    – Dom no le quita ojo a Rebecca, que te fo**** Cecil, estos se conocieron hace mucho, nunca tuviste ninguna oportunidad. El libro lo más seguro es Jane Austin, y será la tercera vez que se lo relee xDDDDD
    – Dom y Rebecca siendo Dom y Rebecca desde tiempos inmemoriables XD La mención de Mac es muy bueno para sacar el crush de Rebecca por él. Luego Daniel perdio peso y se puso mazas pelirrojo y fue el siguiente xD
    – Dom no tiene reparos en ir enseñando su poder, y Daniel con la boca abierta al ver a alguien más con otra habilidad rara. La cotestacion de Rebecca, que se piensa que es mover la mano xDDDD
    – Madre mia, como se chinchan xDDDD Daniel diciendo que ellos se encargara si salen demonios y años después hacen eso juntos, ah, la vida xD
    – Gran respuesta de Rebecca. Las chicas también cazan demonios.
    – Daniel esta a punto de volver a marcharse al ver que Dom se esta despertando, pero al ver lo que ha visto sabe que les una profunda amistadad y le debe unas cuantas explicaciones.
    – Oh la frase final. Las chicas son guerreras. Y ves, Daniel echa de menos la comida de Sarah xDDD
    Postazo. Me ha gustado mucho, has llevado fenomenal el pasado de Dom para lo poco que te di.

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