Dominic Williams | La Nave, Moondale
MAÑANA
Desde que apenas conseguía dormir por las noches había comenzado a leer algunos libros, nada de cosas románticas que abundaban en las estanterías, más bien novelas de detectives, tomando notas para el futuro. También había visto alguna que otra película que debería de volver a ver con Rebecca y sorprenderme como si nunca la hubiese visto. Una cosa estaba clara, por mucho que te entretuvieras por las noches las horas pasaban demasiado despacio.
Aquella noche en especial no conseguí pegar ojo, demasiadas cosas rondaban por mi cabeza, la incursión de Daniel en el palacio de Z. No voy a mentir, temía por la vida de Daniel, por muy fuerte que fuese había gente igual o superior en fuerza allí dentro. Por otro lado deseaba que triunfara en su misión, eso significaría el regreso de Rebecca, me había pasado la noche como un niño enamoradizo de quince años pensando en ella.
Aquella mañana seria entretenida y prometía sacarme de mis preocupaciones por un par de horas. Las visiones que habíamos tenido todos los campeones habían conseguido que MacLeod diera con un par de estudiantes potenciales que podrían ayudarnos con la guerra que se avecinaba. Así que de buena mañana, en la que en el cielo aun no se vislumbraban rayos de sol, marche hacia la nave, prepare el gimnasio e intente pensar que podía enseñarles a los nuevos reclutas. Probablemente algo de cuerpo a cuerpo, ya que dudaba que los sujetos de Preston o los de Z usen espadas, por mucho que se llamen caballeros.
Cara entro al gimnasio seguida por los estudiantes de la Universidad de los que me había hablado MacLeod, por los detalles que me había dado conseguí saber quién era quien. El primero era alto y robusto, en apariencia parecía el más fuerte de todos, llevaba una camiseta de cuadros típica de leñadores y unos vaqueros, se trataba de Oliver. El otro que resaltaba por altura, ya que era casi igual de alto que el anterior, llevaba gafas, un chaleco rojo y una corbata de colores, Nicholas. No daba la sensación de que pudiese hacer gran cosa pero MacLeod dijo que tenía cierta habilidades que podrían resultar útiles. El tercer chico, drásticamente más bajo que los otros dos llevaba una camiseta negra de mangas cortas que dejaban ver unos brazos repletos de tatuajes que le daban cierto aire de tipo duro, Joey. Y por último teníamos a la única chica del grupo, de una estatura similar al anterior de piel oscura y pelo muy corto, Magnolia.
– [Dom]Gracias Cara.-[/Dom] Ella se giro hacia mi y entrecerró los ojos, a saber lo que se le había pasado por la cabeza.
– [Cara]Paga a Cara Elle por sus servicios[/Cara].- Añadió levantando una mano frotando un par de dedos.
– [Dom]Cuando dejes de sisarle dinero a los obreros te pagare.-[/Dom] No era ningún secreto que Cara a la minima oportunidad que tenía les bajaba el sueldo a los obreros, y estando las cosas como estaban para encontrar trabajo los pobres tenían que apechugar y aguantarse.
Ella se sujeto la barriga y comenzó a reír con fuerza, seguramente ese gesto lo había aprendido de algún sitio. – [Cara]Dom es más gracioso ahora que no tiene ñiqui-ñiqui[/Cara].
– [Dom]Demasiada información para nuestros invitados.-[/Dom] Los cuales miraban distraídamente a su alrededor como si no prestaran atención a la conversación. – [Dom]Creo que MacLeod ya os ha explicado porque estáis aquí, pero si tenéis alguna pregunta…[/Dom]
– [Oliver]¿Seguro que es aquí?[/Oliver] – Pregunto Oliver extrañado. Mac daba cierta impresión de seriedad pero al vernos a Cara y a mi seguramente se han replanteado muchas cosas.
Cara fingió un bostezo de aburrimiento y se apoyo contra la pared con aire despreocupado. Sin venir a cuento y al estar en contacto con la pared su piel se recubrió de hormigón, dandole a entender a nuestros incitados que estaban en el lugar correcto.
– [Cara]Cara Elle mola[/Cara].- Cara les guiño un ojo para que se relajaran. La verdad es que Cara poseía una habilidad impresionante y que bien podía servirle de camuflaje en situaciones limite.
– [Nicholas]Asombroso.-[/Nicholas] Añadió Nicholas con una sonrisa en la cara, parecía el menos impresionado de los cuatro.
– [Dom]No os habéis confundido de sitio. Mac me ha pedido que evalúe vuestras habilidades. ¿Alguno quiere ser el primero?.-[/Dom] Les pregunte mientras los cuatro se echaban un vistazo entre ellos y se encogían de hombros, finalmente fue Nicholas el que dio un paso al frente.
Se remango las mangas de la camisa, de uno de los bolsillos de su pantalón saco una tiza y se arrodillo en el suelo, dibujo un círculo de un metro de diámetro más o menos, con diferentes símbolos a o largo de todo el círculo. Todos miraban expectantes, y Cara miraba muy fijamente los símbolos por si reconocía alguno. Una vez termino todo se guardo la tiza de nuevo en el bolsillo, dio una palmada y poso sus manos en los bordes del circulo. El suelo comenzó a temblar y de la zona del circulo salio una barrera de cemente de poco más de metro y medio.
– [Dom]¿Cómo has hecho eso?.-[/Dom] Pregunte intrigado, MacLeod tenía razón, el chico tenía una habilidad que podríamos emplear bien.
– [Nicholas]Alquimia.-[/Nicholas] Respondió con una sonrisa de cansancio en su rostro y al ver nuestras caras de circunstancia continuo – [Nicholas]¿Cómo explicarlo?. Puedo cambiar una cosa por otra, en este caso parte del suelo por un muro. Intercambio equivalente.-[/Nicholas] Cara le miraba con cierta incertidumbre, estaba claro que le molestaba que se hubiese cargado el suelo, pero seguramente estaba viendo lo de dinero que se podía ahorraría con él poniendo vigas o levantando paredes.
– [Dom]¿El circulo?¿Es necesario?.-[/Dom] Le pregunte intentando saber más de esa alquimia.
– [Nicholas]Si…-[/Nicholas] Respondió. Era una buena habilidad, pero en el campo de batalla no había tiempo para dibujar círculos en el suelo.
– [Dom]Esta bien. Como protección de último recurso no esta mal.-[/Dom] No intente darle más vueltas, por lo que acaba de ver y lo que me dijo MacLeod el chico podía cambiar materiales por otros que nos podrían ser de gran ayuda. –[Dom]¿Siguiente?.[/Dom]
Parecían algo más relajados, pero aun así se miraban dubitativos, probablemente nunca hubiesen mostrado sus habilidades a nadie y ahora debían hacerlo ante completos desconocidos. Oliver observo a los demás y dio un par de pasos hacia el frente dirigiéndose al muro de cemento levantado cortesía de Nicholas. Según se acercaba su cuerpo se fue recubriendo de una fina capa de metal, daba la sensación de estar líquido, como si fuera titanio. Oliver lanzo un puñetazo al muro dejando un agujero central limpio, tras esto volvió a su estado normal.
– [Dom]No esta mal. ¿Cuanto puedes estar en ese estado?.-[/Dom] El que hubiese vuelto a su estado normal tan rapido me daba cierta idea de cuanto podía durar.
– [Oliver]Unos minutos creo, nunca he intentado aguantar mucho.[/Oliver] – Respondió con sinceridad. Uno de los familiares de Oliver también poseía una habilidad parecida a la suya y pertenecía al bando de Z. A pesar de la limitación de su poder podía entender porque Z había intentado llevárselo con ellos también, puliéndolo un poco podría llegar a ser más fuerte que el que tenía en sus filas.
– [Dom]Trabajaremos en ello. ¿Quien va ahora?-[/Dom]
Joey se acerco también hasta el muro de cemento y lo golpeo en una esquina haciendo saltar varios trozos de cemento. Me fije en sus nudillos, algo colorados por el golpe, y como el tatuaje de su muñeca, un dragón que le recorría por todo el brazo, desaparecía, dejando la mitad del dragón. – [Dom]¿Qué ocurre cuando te quedas sin tatuajes?.[/Dom]
– [Joey]Nunca me quedare sin tatuajes.-[/Joey] Respondió con seguridad volviendo con los demás.
– [Dom]¿Cómo estas tan seguro?.-[/Dom] Su poder venía de la tinta de sus tatuajes, en el algún momento de la batalla podría quedarse sin tinta y seria un blanco fácil.
– [Joey]Hay un tatuaje que nunca haré desaparecer.-[/Joey] Obtuve por respuesta. Bueno, mientras controlara la tinta que usaba para aumentar su fuerza todo estaría bien.
– [Dom]Y por último, pero no menos importante.- [/Dom] Dirigí la vista a Magnolia que miraba un poco a todos y a todo en general, se le notaba algo abrumada, demasiado que asimilar de golpe tras todo lo que acababa de ver, solo esperaba que no se replanteara el prestarnos su ayuda, MacLeod ya me comento que no todos los que había visto habían dicho que si.
– [Magnolia]Mi don no es tan especial[/Magnolia].- Añadió agachando la cabeza y centrando su miraba en el suelo.
– [Dom]Todo don es especial. Muéstrame que puedes hacer.-[/Dom] Le dije con serenidad intentando que no se alterara. Fuese lo que fuese capaz de hacer seguro que nos era de ayuda.
– [Magnolia]¿Me acompañas?[/Magnolia]- Pregunto levantando la vista del suelo, asentí y levante un brazo para que se fuera adelantando.
– [Dom]Esperad aquí.-[/Dom] Le dije a los chicos mientras alcanzaba a Magnolia, tal vez era algo tímida para mostrar su poder en publico. Llegamos a la entrada de la nave y Magnolia echo un vistazo a su alrededor, pensaba que era para asegurarse de que no le veía nadie, pero se acerco hasta un lateral donde había varias jardineras decorativas. Ella sonrió y puede ver como la arena de las jardineras comenzaban a levitar por los aires y ha remolinarse alrededor de ella trazando círculos. Me recordó a esa película de Disney que vi con Rebecca en la que casi me quedo dormido de no se por el muñeco de nieve.
– [Dom]Ya veo. ¿Solo puedes controlar la arena?.-[/Dom] Le pregunte a lo que se encogió de hombros. Aunque solo fuera esto era algo que podía ayudar mucho, todos tenían algo de poder defensivo y ataque, pero el de ella me resultaba el que mejor compenetraba estas dos cosas. Podía atacar con ella y formar escudos.
– [Magnolia]Ya te he dicho que no tenía nada especial[/Magnolia].- La arena descendió volviendo a las jardineras.
– [Dom]Te equivocas, tienes mucho potencial.-[/Dom] Añadí girándome para volver a dentro – [Dom]Volvamos con los demás. Y trae algo de arena contigo. La necesitaras para la siguiente lección.[/Dom]
Regresamos al gimnasio y me encontré a Cara delante de los chicos moviéndose de un lado a otro como si de una sargento se tratara.
– [Cara]Aquí no hay novias, así que os besáis entre vosotros[/Cara].- Dijo señalándoles a los 3 con el dedo.
– [Dom]Cara, deja de intentar que los tíos se besen ante ti.-[/Dom] Ella me respondió sacándome la lengua y marchándose para seguir con sus cuentas. Me había extrañado que no les dijera que ahora ellos 3 eran sus novios, quizás las cosas con Daakka iban mejor que nunca.
– [Dom]Esta bien. Vuestra primera tarea es muy sencilla. Debías hacer que me mueva de este sitio.-[/Dom] Me plante delante de ellos y me cruce de brazos. Ellos se lanzaros miradas de incredulidad entre ellos, pensarían que no sería muy difícil hacer moverse a alguien. Joey se puso en posición, lo que me recordó a mis tiempos en los Moondale Dragons, y se lanzo contra mi. Joey choco contra algo invisible y cayó al suelo a un par de pies de mi.
– [Joey]¿Qué demonios…?.-[/Joey] Los demás se acercaron un poco más y Oliver ayudo a Joey a levantarse.
Los cuatro me miraron extrañados y comenzaron a palpar el aire hasta dar una barrera invisible. Oliver volvió a recubrir su cuerpo de metal y se dispuso a atacar. – [Dom]De poco te va a servir eso, pero aquí esta tu primera lección. Si no puedes aguantar mucho convertido recubre solo tus brazos, no voy a atacarte, vosotros debéis atacarme a mi.[/Dom]
Oliver hizo desaparecer parte del metal en su cuerpo, salvo en sus brazos, intento golpearme pero no puedo darme por la barrera. Aun así sus brazos seguían recubiertos de metal y no parecía tan fatigado como antes.
Visto el primer intento fallido, Joey se limito a observar, para no perder tinta innecesariamente, sabía cuando debía contenerse. Nicholas observo todo a mi alrededor y por encima de mi mostrando una ligera sonrisa. Se acerco hasta Magnolia, la cual tenía concentrada toda su arena en una enorme bola que parecía una piedra y le susurro algo al oído. Ella le hizo caso y lanzo toda su arena concentrada por encima de mí, a lo que no tuve más remedio que apartarme. No podía cerrar todo a mi alrededor, ya que me quedaría sin aire y Nicholas había descubierto eso, todo don tiene sus limitaciones.
– [Dom]¿Sigues pensando que tu don no es especial?.-[/Dom] Le pregunte a lo que no pudo evitar sonreír. – [Dom]Vamos a tomarnos un descanso. Según salid del gimnasio, al fondo de pasillo a mano izquierda tenemos un comedor, podéis tomaros algo si queréis, estáis en vuestra casa.-[/Dom] Esperaba que Cara no se enterara, como los viera en la cocina les cobraría lo consumido. Escuche ruidos en la planta baja, posiblemente se tratara de MacLeod y los demás así que me acerque para comprobarlo. En efecto se trataba de MacLeod, y con el venía Mara, a la que le di una especie de abrazo raro de lado, con palmadita incluida en la espalda, y una joven alta de pelo rubio – [Dom]¿Nueva recluta?.[/Dom]
– [MacLeod]No exactamente. Tenemos mucho de lo que hablar.- [/MacLeod] Esas palabras en MacLeod empezaban a alterarme considerablemente.
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