Diarios de Destino | Afueras de Moondale
MADRUGADA
El vigilante de seguridad caminaba por los pasillos de la presa siguiendo su ronda habitual. No terminaba de entender por qué tenía que hacer una vuelta completa cada hora si tenía las cámaras de seguridad y normalmente aquél era un lugar tranquilo, pero era su trabajo y lo hacía con todas las ganas que podía. Siempre pensaba que si haces algo, tienes que hacerlo con todas tus fuerzas.
Cuando giraba una esquina olió algo que le hizo ponerse alerta. Olía a humo y a ceniza…fuego. Echó a correr en la dirección de la que provenía el olor y cruzó los dedos para que no se hubiese estropeado algo de maquinaria importante, como el purificador de agua.
La presa situada cerca del lago Gealach era el principal suministro de agua de la ciudad, así que si alguno de los cachivaches importantes se estropeaba, podría haber corte de suministro.
Mientras corría miró el reloj, era de madrugada, si había algo estropeado costaría encontrar a los de mantenimiento. La gente del pueblo no iba a estar contenta. Quizá le despidiesen, pensó.
Pero cuando llegó al lugar del que procedía el olor, no vio nada, solo rastros de pequeñas volutas de color negro como la noche, cuyo aroma a ceniza inundaba sus fosas nasales. Caminó apuntándolas con la linterna y sintió un escalofrío al ver que la luz no las traspasaba. Ahí había algo raro, quizá una de esas cosas extrañas que pasaban en el pueblo.
Escuchó voces y se acercó con cautela, desenfundando su arma que aún no había utilizado nunca, salvo como adorno cuando a su novia le apetecía hacerlo con el «Detective». Se detuvo un instante, confuso. No entendía por qué estaba pensando en eso en ese momento cuando debería estar, como mínimo, nervioso.
Asomó la cabeza en la esquina y vio a un par de personas cerca de la purificadora. Uno de ellos era un tipo con aspecto de peligroso, pelo de color castaño a la altura de los hombros. A su lado había una voluptuosa mujer de melena negra como la noche. Llevaba un vestido blanco con un escote que prácticamente dejaba ver sus pechos, con una abertura en la zona de la falta que llegaba hasta casi su cadera. No había duda de que ese tipo era un acosador, seguramente un violador. Si le apresaba quizá consiguiera el suficiente renombre como para volver a intentarlo en la academia, y quizá la muchacha le recompensase con algún trabajito con esos labios.
Agitó de nuevo la cabeza, volvía a estar confuso, no entendía ese ansia que se apoderaba de él. La mujer le miró y no pudo ver más que sus labios pintados de rojo, que sus pechos agitándose cuando se colocó para mirarle. Ni siquiera se sintió en control cuando salió de su escondite y tiró el arma al suelo para empezar a quitarse la camiseta. Estaba completamente ido pero daba igual, ella se acercaba. Tenía algo afilado en la mano, quizá le gustaba el rollo duro.
Pero entonces el otro tipo se metio en medio y le golpeó con fuerza en la cara. Cayó hacia atrás y se golpeó. Todo se tiño de negro. Había perdido el conocimiento.
– [Easy]Oh, qué aburrido eres. Ya lo tenía.[/Easy] – sentenció la mujer mirando divertida a su compañero.
– [Frank]Eso dejará menos pistas. Cuando despierte nadie le creerá.[/Frank] – aseguró el joven con dureza. Su mente ocultaba algo más, sentía que no estaba bien lo que ‘Easy’ estaba a punto de hacer, pero no podía confesárselo. Era peligroso demostrar que pensabas más allá de lo que controlaba la Iniciativa. – [Frank]Incluso él pensará que eres un sueño húmedo.[/Frank] – añadió mirándola. Su mente a veces se resquebrajaba, como si tres personas luchasen por el control. En ese mismo instante una de esas personas había evitado que matase a ese hombre, otra le habría dejado y la otra la habría ayudado, para después hacerlo salvajemente con ella cerca del cuerpo. Tenía la piel de gallina.
– [Easy]No iba a matarlo todavía. Quería jugar un poco…una mujer tiene sus necesidades.[/Easy] – replicó guiñándole un ojo. ‘Frank’, si es que ese era su verdadero nombre, cosa que dudaba, se concentró, tratando de reprimir el influjo de su poder, que la instaba a tomarla allí mismo, tal como quería parte de su mente.
– [Frank]Tenemos que hacerlo rápido, antes de que despierte.[/Frank] – intervino tratando de distraerla. Si ‘Easy’ daba rienda suelta a su poder era imposible resistirse.
– [Easy]Me gusta más ir despacio…[/Easy] – replicó pasando un dedo por la pierna desnuda que se veía a través de su vestido. La cogió por la cintura y ella sonrió abiertamente, pero él hizo algo que no esperaba. Ambos se cubrieron de sombras y aparecieron en la cima de la presa, con una caída vertiginosa.
– [Frank]Si intentas usar tu poder, me largo.[/Frank] – amenazó. Ella le miró con una pizca de miedo, no le gustaban demasiado las alturas. En el fondo ‘Frank’ se compadecía de ella. Sabía que la Iniciativa había hecho algo para cambiarles, tanto de personalidad como de físico. A algunos de los Adams Zero les habían dado poderes artificialmente, no como los suyos que sentía que eran parte de él. En algunos casos esos poderes iban acompañados de efectos secundarios. El de ‘Easy’ era uno de ellos. Hacía que estuviera siempre…»dispuesta». Se preguntó como habría sido antes de todo.
– [Easy]Aburrido. Vamos.[/Easy] – concedió con aspecto de decepción. ‘Frank’ se teletransportó de nuevo al lado de la purificadora de agua.
– [Frank]No termino de entender este plan tuyo.[/Frank] – admitió el muchacho. El General les había dado libre para actuar en la ciudad y minar al grupo de la Elegida y a la gente del Director. Por cualquier método. El de ‘Easy’ no era precisamente un método tradicional.
– [Easy]Suerte que eres guapo…[/Easy] – bromeó mientras llevaba una mano sobre la corriente que pasaba por la purificadora. – [Easy]De esta presa sale el agua de toda Moondale. Si uso mi poder…[/Easy] – explicó con una sonrisa mientras sus manos inoculaban sus feromonas, virus o lo que quiera que fuese. – [Easy]Bum, todo el pueblo estará haciéndolo como conejos…incluido el grupito de la alegre Cazadora…[/Easy] – añadió con una sonrisa. ‘Frank’ sabía que para ‘Easy’ había sido todo un logro controlar a la Cazadora como lo había hecho, a dos, de hecho, y también que la había convertido en su objetivo por conseguir resistirse.
Siempre nos gusta lo que no podemos tener…tener…tener….Por su mente cruzaron flashes de recuerdos ocultos. Una noche lluviosa…una muchacha de pelo oscuro y piel pálida en un callejón…su cuerpo contra el suyo….su sangre en su boca…
Se llevó las manos a la cabeza y miró confuso a su alrededor. ‘Easy’ no se dio cuenta, seguía usando su poder con el agua. – [Easy]Después de unos días así, tendrán pocas fuerzas.[/Easy] – añadió con una sonrisa maliciosa.
Se quedaron así durante un par de horas. No describiría los gestos que hizo ‘Easy’ durante todo ese tiempo, porque tampoco sería capaz de recordarlos. Solo podía pensar en esa joven de pelo oscuro…en lo que le había hecho.
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