Dominic Williams |Sede de los O.W.L.S.
MADRUGADA
Nos encontrábamos en lo que era el Hall del supuesto hotel, incluso tenían un recepcionista en la entrada para simplemente decir que estaban completos y no podían aceptar más huéspedes de turistas despistados. Antes de marcharse al país de los sueños Sarah nos había avisado de que Preston había mandando a sus Adams Zero, no podía esperar menos de mi suegro, incluso decirlo mentalmente me produce un terrible malestar en el cuerpo.
Los que habían ido para despertar a Mara se encontraban en una de las habitaciones de arriba, Olivia y la Dra. Saunders se encargaban de monitorizar todo, aunque poco podrían hacer si algo comenzaba a ir mal, todo lo que podían hacer era mantenerlos lo más cómodos posible, cosa que yo no estaba consiguiendo. Cada vez me hundía más y más en el sillón, si Rebecca hubiese estado allí ya me habría llamado la atención para que me sentara en condiciones.
Eche un vistazo a mi alrededor delante de mí estaban Bill y Karen sentados en un sofá, parecían un matrimonio esperando en la consulta de un consejero matrimonial. Él con las mangas remangadas dejando ver unas remarcadas venas azules miraba hacia el infinito, ella ojeaba una revista del corazón que posiblemente tuviese 5 años de antigüedad.
Detrás de ellos Daakka se encontraba echado contra la pared con los brazos cruzados y los ojos cerrados, cualquiera diría que estaba durmiendo, con todo lo que es capaz de abarcar sus sueños no deben ser más que recuerdos vividos. En otro de los sofás Oliver, Magnolia y Nicholas charlaban entre ellos no muy conscientes de lo que se nos venía encima, o tal vez hablaban entre ellos para apaciguar los nervios.
Aunque el más nervioso era claramente Vincent, no paraba quieto moviéndose de un lado a otro, se frotaba las manos constantemente y las gotas de sudor en su frente parecían pequeñas perlas.
– [Dom]Todo saldrá bien. Sarah y los demás lo conseguirán.-[/Dom] Añadí intentado calmarlo, quizás tenía demasiada fe en los demás, pero después de todo lo que habíamos pasado, todo lo que habíamos logrado, resultaba difícil no tenerla.
– [Vincent]Lo sé. Pero Diana tenía razón supongo, culparse.[/Vincent] – Dijo con pensar intentando contener los nervios. Vincent había perdido a su mujer en la tierra de la que venía. Sería una putada por parte del Destino arrebatarle de nuevo el amor ahora que lo ha encontrado de nuevo.
– [Dom]Te entiendo.-[/Dom] No pude evitar rememorar cuando La Iniciativa se llevo a Rebecca, no deje de culparme por ello, ha día de hoy sigo sintiéndolo así.
– [Daakka]Mujeres más fuertes. Dan vida. Resisten más. Solo tenemos que resistir para dar tiempo.[/Daakka] – Expuso Daakka abriendo los ojos mientras perfilaba una sonrisa dejando ver unas dientes afilados.
– [Dom]Espero que seamos suficientes para dar guerra.-[/Dom] Mas de la mitad de los moondies se encontraba durmiendo un par de pisos más arriba, era consciente de que alguno de los que me acompañaban eran capaz de defenderse ellos solos, pero tendría que vigilar a otros, y no me estaba refiriendo solo a los Satellites precisamente .
– [Daakka]Son muchos. Pena que otros no hayan podido venir.[/Daakka] – Dijo Daakka intentando excusar a los que no habían podido venir, la verdad es que no quise avisarlos a todos, aun estaban muy verdes.
– [Dom]No todos saben pelear, aun.-[/Dom] Me levante dirigiéndome hacia los tres que habían venido, seguía sin gustarme el exponer a Nicholas después de haber visto lo que podría ocurrirle en el futuro, pero sus habilidades nos iban a venir muy bien en esta situación para evitar que los Adams Zero entraran dentro del recinto, al igual que Magnolia. Oliver se encargaría bien de repartir algún que otro leñazo a alguien.
– [Oliver]Con esos pequeños aquí, aprenderemos.[/Oliver] – Comento Oliver señalando hacia Walter que pasaba por allí con los pequeños Henry e Idris en brazos hacia algún lugar más seguro. Si todo esto se iba al tras te ellos dos serian parte de las cabezas visibles de la resistencia.
– [Dom]No soy muy dado a discursos motivacionales, lo mío es más partir caras. Pero confió en que lo daréis todo.-[/Dom] Solté plantándome delante de ellos, le di un golpecito en el brazo a Oliver que francamente, quedo ridículo.
– [Daakka]Partir caras es motivación.[/Daakka] – Añadió Daakka sonriendo dejando ver sus dientes de nuevo, cualquier mal pensado diría que estaba amenazando con comérselos. – [Daakka]Y defender familia.[/Daakka]
– [Lincoln]Chicos, tenemos movimiento en el perímetro.-[/Lincoln] La voz de Lincoln salió por los altavoces seguido de un ligero zumbido cuando cerró la comunicación.
– [Vincent]Ha llegado la hora.[/Vincent] – Vincent saco los dos katar que llevaba en la parte baja de la espalda y se encamino hacia la salida, el resto le seguimos, excepto Karen, la cual se quedaría en la retaguardia con Lincoln y Sam esperando que algunos de sus fantasmas le proporcionara información del enemigo.
Según salíamos el recepcionista nos dedico una sonrisa, tal vez estaba demasiado metido en el papel o a lo mejor no era consciente de lo que se nos venía encima. Alcance a Vincent y pose una mano en su hombro para que se frenara un poco. Eche un vistazo y pude comprobar que no venían todos, de hecho venían desperdigados, sin ninguna clase de formación ni nada. El más adelantado era un tipo de pelo cobrizo, tras él venían un asiático demasiado arreglado como para combatir y un demonio bajito que parecía una seta, aunque este último no era tan feo si lo comparamos con el orco que se acercaba por la derecha, literalmente lo de orco.
Por nuestra izquierda se acercaba una joven con la piel demasiado naranja, tal vez se había pasado con el bronceado, de las puntas de su pelo salían pequeñas chispas de fuego, junto a ella un demonio con aspecto de serpiente que parecía venir con un par de copas de más con tanto movimiento. Un poco apartados del resto, como si con ellos no fuera la cosa permanecían expectantes dos personas, un hombre y una mujer. El hombre tenía un gesto afable y las manos cruzadas delante de él. La mujer de piel oscura llevaba el pelo tapado y sus pendientes deslumbraban a pesar de la oscuridad del amanecer.
– [Dom]Lo siento pero no nos quedan habitaciones libres.-[/Dom] Dije mientras echaba un vistazo hacia atrás. Ocultos a ambos lados de la puerta Lincoln y Sam permanecían atentos. Era seguro que una bala no sería un problema para la mayoría de ellos, pero si alguno conseguía cruzar nuestras defensas ambos pondrían a dormir al que fuera con dardos tranquilizantes.
– [William]Tomaremos las que queden.[/William] – Añadió el del pelo cobrizo con una sonrisa pérfida. No entendía de que se estaba riendo cuando había hecho caso omiso de mi broma. Algunos villanos simplemente no tienen sentido del humor.
– [Dom]William ¿cierto?. He oído hablar de ti-.[/Dom] Me encamine hacia él con seguridad. Todos los Adams Zero eran peligrosos, pero este era una de esos que podría acabar con nosotros en cuestión de segundos, no podía dejar de pensar en lo que dijo Bagheera.
– [William]Me precede la fama.[/William] – Admitió entrecerrando los ojos aceptando el cumplido, no hay nada como adular a un demente. Levanto una mano listo para hacer de las suyas.
– [Dom]Apuesto a que hay algo que no puedes hacer cambiar de sitio.-[/Dom] Mis palabras parecieron tener cierta reacción en él, ya que se detuvo y me miro con incredulidad. Cuando llegue a su altura le propine una patada en sus partes lo que vino acompañado de un agudo gemido. William se encorvó y lo empuje para que terminara de caer al suelo. Vi miradas de sorpresa por parte de ambos bandos. – [Dom]¿Quien es el siguiente?.-[/Dom] Pregunte con seguridad intentando intimidar al resto. Y así fue como se desencadeno la guerra, con una patada en los huevos.
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