Daakka | Exterior de la Sede de los O.W.L.S, Cirth
MEDIODIA
Abrí y cerré los puños e hinqué una rodilla en el suelo para colocar mis manos sobre la tierra, dejando que los retazos de electricidad que recorrían mi cuerpo se disipasen en ella. Mi poder ya había cumplido su función inhabilitando al androide, Lincoln, al que en ese momento se llevaba un demonio orco cargado a la espalda, y manteniendo ocupado a Echo, el que manipulaba el sonido, y Zero, la que manipulaba el hielo.
El combate había terminado, al menos en lo que a la Iniciativa se refería, pero no había tiempo para celebrar la supervivencia, ahora teníamos otro enemigo frente a nosotros, la gente de Z que nos había ayudado momentos atrás.
Sin abandonar mi apariencia de demonio, me coloqué en el hueco que había entre Dom y Vincent. El último estaba cubierto de magulladuras, pero era su dolor espiritual el que más se dejaba notar en su aspecto. Le coloqué una mano en el hombro y esbocé una sonrisa cuando me miró.
El grupo de Z no tardó en colocarse frente a nosotros. Dos filas de seres con el poder de diezmar ciudades u obrar milagros, que pronto se enfrentarían en una batalla de tres bandos con fines muy diferenciados.
Repasé sus miembros, algo que no había tenido tiempo a hacer en pleno combate porque estaba demasiado ocupado intentando contrarrestar el sonido y el hielo con la electricidad. El primero en caminar hacia nosotros era Aaron, el Rey Blanco. A su lado estaba Amaya, la Reina Blanca, la que había desatado la tormenta. Petra, la Torre Blanca nos observaba, ella era la que había creado el terremoto y la grieta que les habían hecho ver que estaban superados, iba acompañada de Carter, Bagheera. A lo lejos, Russell reagrupaba a sus clones de nuevo dentro de sí mismo, antes de acercarte. Mis ojos se cruzaron con los de Meilien, que también nos observaba. En la misma fila también se colocaron ‘Wall’ y ‘Mental’. Tras ellos, cubriendo la retaguardia, estaban ‘Briar’, ‘Marrow’, ‘Steel’ y ‘Tide’.
Ellos también nos observaban, juzgando nuestro grupo. A la izquierda de Vincent estaba Bill, ya en su forma humana pero con Onoskelis anudada entorno al brazo. Al lado de este estaban Oliver y los O.W.L.S. A la derecha de Dom estaban Hiroshi, Nicholas y Magnolia. Por último, Logan caminaba alrededor, con la espada desenfundada en la mano, exhalando el nocivo humo de su cigarrillo, como si no hubiese sido suficiente para él asimilar la energía radiactiva de aquél miembro de Adams Zero.
– [Aaron]No creo que vuelvan por aquí hoy.[/Aaron] – aseguró Aaron, el Rey Blanco, ataviado con una especie de traje de combate de color claro. Siempre transmitía calma, pero convenía recordar que tras él estaban las intenciones de Z, que no había hecho por el momento nada sin tener un interés en ello.
– [Dom]Eso espero. Gracias por la ayuda.[/Dom] – respondió rápidamente Dominic con una mirada que denotaba sospecha. Estaba claro que aunque nos pareciéramos a muchos de ellos, no estábamos destinados a llevarnos bien, al menos mientras Z estuviera a cargo y existiese el bando negro.
– [Aaron]No tienes que darlas.[/Aaron] – replicó el, sereno bajo la luz del sol, con el porte de un faraón.
– [Vincent]¿Qué hacéis aquí?[/Vincent] – preguntó Vincent a continuación. Tenía el rostro crispado y una vena se marcaba en su sien. No era difícil entenderle, con Mara en peligro lo que menos apetecía es que apareciese alguien para molestar más.
– [Aaron]Después de enterarnos del ataque, decidimos ayudar.[/Aaron] – aseguró el Rey Blanco. Medía con cuidado sus palabras, como si solo dijese aquello de lo que estaba totalmente seguro. Incluso él debía tener recelos de como ocurrían algunas cosas en el Palacio. – [Aaron]Sentimos lo de vuestra amiga.[/Aaron] – añadió sin apartar la mirada de Vincent, una mirada de compasión y ánimo en lugar de una de enfrentamiento. Resultaba extraño ver ese honor en alguien a quien tendríamos que llamar enemigo. Desde luego nunca lo veríamos en la Iniciativa.
– [Dom]No es culpa de ellos, al menos no esto.[/Dom] – añadió Dominic girándose hacia Vincent, que asintió. – [Dom]Quizás deberiamos entrar dentro. Nicholas.[/Dom] – le indicó al chico, que se acercó al muro que él mismo había levantado para procurar un agujero por el que pasar. Aún era pronto para derribarlo y pensar que estábamos a salvo. No me pasó desapercibido que Dom se refería solo a nosotros.
– [Vincent]Tienes razón.[/Vincent] – admitió mirando a Dominic con gesto de disculpa. – [Vincent]Gracias por la ayuda.[/Vincent] – añadió mirando a Aaron. Siegfried sabía elegir bien sus equipos para las misiones, si quería hacer algo sucio, iban más negros, si quería intentar ganar apoyos, el bando blanco.
– [Aaron]De nuevo, no tenéis que darla.[/Aaron] – añadió él con sinceridad. – [Aaron]Quizá los nuestros puedan ayudar a esa chica.[/Aaron] – se ofreció. Sentí un murmullo en mi cabeza y miré fijamente a Mental, que sonrió al saber que lo había percibido.
– [Mental]No te preocupes Aaron, están ocupados metiéndose en su cabeza para ver en qué quiere convertirse.[/Mental] – comentó él. Contuve un impulso cuando percibí la estática arremolinarse entorno a mí. La principal dificultad de ser una persona serena y calmada es aguantar el tipo cuando se tienes impresentables delante.
– [Dom]Como te acaba de decir aquí el violador de mentes.[/Dom] – le explicó Dominic, señalando a Mental con un movimiento de la mano que si hubiera querido, le habría lanzado varios metros hacia atrás con su poder. – [Dom]Todo está controlado.[/Dom] – afirmó con más seguridad de la que muchos tenían en su momento. Los demás conseguirían hablar con Mara, lo tenía claro, ninguno de ellos cedería hasta conseguir una respuesta.
Mental sonreía abiertamente pero no respondió, estaba demasiado concentrado obteniendo información valiosa para Z. – [Aaron]Disculpad la intromisión.[/Aaron] – aclaró Aaron, fulminando a Mental con la mirada. – [Aaron]Quizá no os sirva de mucha ayuda, pero una abominación tiene muy bajas probabilidades de reproducirse. La naturaleza los rechaza.[/Aaron] – explicó tratando de prestar su apoyo. Solo confirmó lo que los OWLS ya habían dicho, si no elegían que fuera vampiresa o licántropa, probablemente moriría.
– [Dom]Y por eso ahora mismo Sarah y los demás estan luchando en su subsconciente para que eso no ocurra. [/Dom] – aclaró Dominic, sin necesidad de mantener en secreto algo que Mental ya sabía. – [Dom]Somos conscientes de que Mara no volvera como una simple humana, pero sea lo que sea que elija la aceptaremos igual.[/Dom] – aseguró. Me quedé pensando en que, si todos los seres confiaran los unos en los otros como los Moondies confiábamos entre nosotros, la mayor parte de los problemas del mundo estarían solucionados. Pero para eso hacía falta un enlace especial, algo que no se conseguía todos los días.
Aaron asintió y guardó silencio durante unos instantes. Algunos de los nuestros empezaron a entrar al hotel por el hueco que Nicholas había abierto. – [Aaron]Ya les habéis visto, aún tenemos tiempo de unir fuerzas.[/Aaron]- ofreció. Sí, les habíamos visto, habían huído al vernos a todos juntos, y el contingente de Z ni siquiera estaba completo, lo que significaba que la Iniciativa intentaría hacer más como ellos. La batalla entre esos dos titanes podría ser devastadora. Di gracias a que el hotel de los OWLS estuviese en mitad de la nada de Andem, así nadie había salido herido y nadie se había extrañado de la aparición instantánea de un muro.
– [Dom]No somos grandes fans de ese cabrón de Preston, pero tampoco nos va el rollo de las sectas disfuncionales regidas por un líder que amenaza a embarazadas o intenta poseer novias ajenas.[/Dom] – le espetó Dominic. El ataque a Diana era imperdonable, y solo de pensar que Z intentaba traer de vuelta a su antiguo amor dentro del cuerpo de Sarah, hacía que saltasen chispas a mi alrededor.
– [Amaya]Entiendo que ha habido un mal acercamiento.[/Amaya] – habló por primera vez la Reina Blanca, con un intento de disimular su acento español. Colocó la mano sobre el brazo de Aaron para indicarle que ella tomaba el control ahora. – [Amaya]Pero todo irá a mejor cuando termine esta…guerra.[/Amaya] – añadió, conciliadora.
– [Dom]Procurad que esa «guerra», no sea en las calles de mi ciudad.[/Dom]- les avisó Dominic, recordándome a ese héroe que tanto le gustaba, Batman. Yo era más del Detective Marciano.
– [Aaron]Por desgracia no todo depende de nosotros.[/Aaron] – Aaron asintió a modo de despedida y el grupo al completo se dio la vuelta, de camino seguramente a alguien que les llevase de vuelta al Palacio.
Cada vez tenía más claro que el destino de esa lucha ya estaba escrito, no dejaba de recordar ese enfrentamiento en las calles de Moondale, la confusión, la histeria y las muertes que me había mostrado Avalerion. Seguía su consejo tomando mi papel del soporte moral y teníamos con nosotros tanto a Sarah como a la otra Cazadora que había visto en la visión, Sasha. A diferencia de en esa visión, todos estábamos juntos y unidos éramos capaces de cualquier cosa, incluso abrir un agujero en el espacio-tiempo que se tragase a un ser que controlaba toda la magia.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.