Moondale

ARENA Y SAL

Daakka | Playa Bitterwater, Merelia

MADRUGADA

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Finalmente, la celebración de la boda llegó a su fin después de que los invitados se fuesen retirando como un goteo a sus habitaciones. Los novios, los MacLeod y los Moondies fuimos los últimos en marcharnos, a fin de cuentas, estábamos acostumbrados a dormir poco cuando el deber lo requería, y era mucho menos cansado bailar y reír que matar vampiros.

En lugar de irse a sus habitaciones, Sarah, Daniel, Elizabeth y Jaime decidieron marcharse al hospital a esperar que el bebé de Diana viniese al mundo. La primera de la nueva generación Moondie. Dominic se ofreció a llevarles, pero todo el mundo estuvo de acuerdo en que, aunque su constitución sobrenatural hubiese soportado tantos «cócteles», lo más seguro era que un alcoholímetro explotase en cuanto pusiera sus labios en él.

Así que finalmente Dom y Rebecca se fueron también a sus habitaciones. Lucy y Ed se marcharon también. Él parecía estar deseando ir al hospital, pero poco podía hacer allí y a fin de cuentas, si quisiera, podría ver cómo estaba Diana en cualquier momento.

Vincent y Mara se habían marchado un poco antes, para acostar a Idris, cada vez parecían más sus padres, tanto que me pregunté si no estarían pensando darle un hogar. Karen y Alexander Fenris se habían desvanecido en algún punto de la noche. Sasha se fue a su habitación acompañada por el camino de Amber, la amiga de infancia de las Echolls, que era bien recibida, pero con su presencia había hecho difíciles las conversaciones, teniendo que evitar los temas sobrenaturales.

Cuando todos se fueron, solo quedábamos Selardi y yo, con pocas ganas de dormir. El nacimiento del bebé de Diana nos afectaba a todos los que nos preocupábamos por ella. Era el momento decisivo en el que la elección de Diana en las Pruebas las salvaría a ambas. Todos confiábamos en que estarían bien, pero a veces, incluso aunque sepas algo con certeza, el miedo a que ocurra algo es demasiado grande. También estaba el hecho de que la luna llena no estaba muy lejana y la situación podía volverse un poco «peluda».

No puedo hablar por Cara Elle, pero por mi cabeza también rondaba ese futuro en el que teníamos dos hijos, uno de ellos muerto por culpa de la Iniciativa. A veces era mejor que el futuro siguiese siendo incierto, porque cuando crees conocerlo, al menos en parte, la presión es mayor de lo que pueda parecer.

Mientras esperábamos noticias, Selardi y yo caminamos en dirección a la playa. El mar siempre me provocaba una sensación de paz y esa madrugada, caminando por la arena descalzos cogidos de la mano por la playa vacía y el único sonido de las olas rompiendo contra la orilla, la paz era absoluta.

Selardi se giró para mirarme mientras me arrastraba, adentrándonos más en la arena pese a mi miedo a estropear el único traje que tenía. Ver su sonrisa, enmarcada por ese precioso pelo rosado, hizo que mis miedos se desvanecieran.

Apenas había tenido tiempo a preocuparme por perder de vista su precioso pelo cobrizo, porque de pronto había aparecido una mañana con el pelo más corto y su nuevo color. Tenía que admitir que le quedaba de maravilla, la hacía parecer más Selardi que nunca.

De alguna manera, estos últimos meses, pese a haber estado muy ajetreados, nos habían permitido también centrarnos en nosotros mismos y en el futuro que sabíamos que tendríamos. Cara Elle no solo se había cambiado el pelo de una forma acorde a su personalidad. También se había tatuado una libélula en la parte interna de la muñeca izquierda, un recuerdo de su familia, como el broche de plata que había pertenecido a su madre, a la que nunca había conocido. Y también se había puesto un par de piercings en una zona bastante agradable que probablemente solo fuese a ver yo, salvo que empezase a hacer topless.

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Pero no había sido ella sola la que había afianzado su personalidad en cambios externos. Motivado por ella, había tatuado mi antebrazo izquierdo en forma humana. El tatuaje era un brazalete de escamas que cubría todo el antebrazo, siendo un recuerdo permanente de mi forma demoníaca, incluso cuando estuviera en forma humana. Para no olvidar nunca quién era.

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A mitad de camino hacia la orilla, Cara se detuvo en una caseta vacía que debía haber sido un bar de playa hasta hacía poco y empezó a quitarse el vestido, dejándolo doblado sobre la barra. Me sonrió sacando la lengua con picardía y le devolví la sonrisa, extrañándome un poco cuando siguió quitándose la ropa interior.

Miré a mi alrededor a ver si veía a alguien acercarse, pero estábamos solos. Todavía era abril por mucho calor que hiciese, y la gente a esas horas estaba durmiendo. Selardi colocó los brazos en jarras y de pronto vi que su cuerpo empezaba a cambiar. La textura de la arena parecía parpadear sobre su piel, hasta que vi que empezaba a adquirirla para cubrir sus partes íntimas como si fuera un bikini.

– [Duke]Cara, ¿qué haces?[/Duke] – pregunté sonriendo. Selardi era muy hábil cuando le interesaba algo, pero no podías buscarla para lo que no le gustase.

– [Cara]Un un tapatetas y tapaconejo de arena. Cara Elle sabe. Leonard Foster le enseña[/Cara].- replicó con una sonrisa orgullosa. Leonard había estado ayudando a casi todos los Moondies a utilizar mejor sus poderes aprovechando el propio poder que él mismo tenía, haciéndole el maestro perfecto. Yo había ido normalmente para acompañar a Cara y observar con una sonrisa sus progresos, pero nunca me había puesto a entrenar con él. Usar mi poder era una de las cosas que primero había aprendido, justo antes de aprender a controlarlo y limitarlo. Mi poder podía ser letal si quería, pero no iba a tomar ninguna vida si podía evitarlo.

Cuando volví a mirar a Cara Elle estaba cambiando la forma de su bikini de arena, dejando al descubierto sus pechos por un instante cuando vio que la miraba. Solté una risotada grave. – [Duke]Nunca dejarás de sorprender.[/Duke] – dije acercándome a ella y depositando los zapatos y los calcetines en la barra. De cerca podían apreciarse perfectamente las formas de Selardi bajo la textura de arena, y los piercing no podía cubrirlos porque no eran parte de su cuerpo. Pero de lejos parecía perfectamente un bikini.

– [Cara]Sorprender a Daakka es fácil. Daakka solo tiene un año[/Cara].- respondió ella encogiéndose de hombros. Mi mirada se desvió a sus piercing, que parecían pedirme que los mirase. Alguien podía pensar que el hecho de no poder cubrirlos con su poder era una desventaja, pero Selardi era muy inteligente. Los piercing siempre estarían en contacto con su cuerpo, por lo que podía adquirir su textura en cualquier momento. Así, uno de los piercing era de titanio con unas incrustaciones de piedras preciosas que rozaban también su piel, mientras que el otro era de madera oscura. Podía pensar que era por mi corta edad, pero mi mente tenía muchos más años, tanto los míos como los de mis antepasados y aun así, ella me sorprendía con su ingenio.

– [Duke]Técnicamente es verdad, pero crecimos juntos.[/Duke] – respondí dejando también la chaqueta, el chaleco y la camisa sobre la barra. Era agradable sentir la brisa fresca sobre mi piel. Había empezado a aprender a vestirme un poco mejor, a base de pasar por varios resfriados al no estar acostumbrado a la constitución humana, que hacía difícil ir en chanclas en invierno.

– [Cara]O Duke se quita esa cara fea o Cara Elle enfada[/Cara].- me amenazó. Solté un resoplido, pero terminé asintiendo con la cabeza. Me resultaba muy difícil negarle algo a Selardi, a fin de cuentas la quería desde que éramos «pequeños».

– [Duke]Espero que algún día te acostumbres, también soy yo.[/Duke] – comenté mirando a mi alrededor una vez más antes de cambiar de forma. Lo cierto era que tenía muchas ganas de volver a estar un rato con el aspecto con el que había nacido, pero en la boda habría sido imposible, demasiadas personas que no sabían los secretos ocultos en este mundo. Me quité el resto de ropa, doblándola pulcramente sobre la barra, y cambié de forma.

– [Daakka]Aunque más cómodo así.[/Daakka] – sonreí sintiendo la arena sobre mi piel escamosa. Inspiré profundamente y la fresca brisa marina penetró en mis pulmones, mientras mis dos corazones bombeaban el oxígeno al resto de mi cuerpo. Estiré las manos, mucho más fuertes que las humanas.

– [Cara]Jejeje se te ve el pito[/Cara].- rió Selardi sin apartar la mirada de mis otros atributos en forma de demonio. Volví a ponerme los boxer de tela que llevaba como humano y que me había quitado por si en la transformación los reventaba. Me quedaban un poco apretados pero servían.

– [Daakka]Selardi está acostumbrada a verlo.[/Daakka] – aseguré con una mueca al notarme más apretado.

– [Cara]Pero da risa[/Cara].- replicó ella sin dejar de reír.Tanto a ella como a mí nos gustaba estar «libres» siempre que podíamos. Por desgracia casi todo el tiempo había que cumplir con las normas sociales, aunque ninguno de los dos fuésemos grandes seguidores de las mismas, pero sí de no estar metidos en la cárcel. De hecho, Selardi parecía una ‘suicide girl‘, que era la denominación para las chicas que se enfrentan a los convencionalismos y cometen un «suicidio social«, usando piercings, tatuajes o llevando el pelo de diferentes colores.

En eso me llamaba la atención haber encontrado tan buen hogar con los Moondies. Los valores de aceptación y crecimiento que los Rakkthathor habían tenido alguna vez e intentaba que volviesen al mundo, estaban presentes en ellos. No dejaba de impresionarme que mi nueva familia tuviese esa moral que yo intentaba hacer pervivir. Éramos diferentes, pero todos aceptábamos y aplaudíamos las diferencias de los demás. No sé cómo llegar a explicar con detalle esa sensación, supongo que cada persona en su interior puede imaginarse lo agradable que resultaría tener una familia con la que puedes ser tu mismo, sin que nada más importe, ni de donde vengas,  ni tus gustos, ni tu aspecto.

Miré a Selardi con un brillo en los ojos, lo sé porque ella me lo dijo. Caminé junto a ella y la abracé mientras mirábamos hacia el mar. Cuando nos separamos, me llevó de la mano hasta la orilla. Nos echamos en la arena, juntos, observando la inmensidad del mar.

Pasamos un buen rato en silencio, simplemente así, unidos. – [Cara]Mola[/Cara].- admitió Cara Elle sonriendo. La miré, tendida de espaldas pero elevada sobre sus codos. Así quería que fuese mi vida, momentos como ese, acabando con la violencia y el miedo. Pero para eso teníamos que pasar por una guerra inminente. Unos lucharían por el dominio humano mientras que los otros, por el sobrenatural. Lo que no debía olvidársenos era por qué luchábamos nosotros, por defender momentos como ese.

– [Daakka]Estos meses han sido los mayores para mí.[/Daakka] – respondí. Las cacerías eran algo constante, pero ahora, con dos Cazadoras, el trabajo diario parecía más fácil. Habíamos pasado unos meses en el ojo de la tormenta, cerrando nuestros asuntos personales, preparándonos para defender lo que más queríamos. La tormenta ya no tardaría en estallar. Selardi me dedicó una sonrisa de blancos dientes.

Llevé mi mano sobre la suya, acariciando su suave piel. Al contacto con la mía, ella se dejó llevar y su piel adquirió la textura de la mía. Nos quedamos unos instantes mirándonos fijamente a los ojos, en silencio, hasta que una ráfaga de viento arrastró una melodía.

[Daakka]Háblame,
no quiero quedarme dormido.
Los sueños están bien,
pero es mejor estar contigo.[/Daakka]

Me sentía extraño, de pronto, las cosas que sabía como Daakka y las que sabía como Duke estaban unidas. Cantaba con las palabras adecuadas, como si me llevase una especie de magia. La magia de la música.

No, no quería quedarme dormido, quería seguir así durante toda la eternidad. Por suerte ese recuerdo perviviría siempre en mi memoria y podría rescatarlo y revivirlo cuando quisiera. Era la ventaja y el peligro de esa capacidad de mi raza. Muchos se habían perdido en los recuerdos de tiempos mejores y habían muerto sin atender sus cuerpos reales.

Cara Elle abrió un poco más los ojos, mirándome, saliendo del cansancio que ya empezaba a embriagarnos. Ella tampoco quería dormirse, solo queríamos saber buenas noticias de una nueva Moondie.

[Daakka]Mirar al mar,
Tomar el sol,
Arena y sal,
Ginebra y ron.[/Daakka]

El sol empezaba a salir, calentando mis escamas con un calor reconfortante. Sentía la arena bajo mi cuerpo y la sal en la brisa del mar.

[Daakka]Túmbate, que si los dos estamos tendidos
Sé que así ya no te vas
Me quedo mucho más tranquilo.[/Daakka]

Dije girándome para quedar de costado al lado de Selardi, acariciando uno de sus brazos sin dejar de mirarla.

[Daakka]Y al respirar
la brisa y tú
me dais la paz
y el cielo azul, parece estar un poco más limpio.[/Daakka]

No necesitaba preguntarme si el mundo sería igual de brillante sin Selardi, sabía que la respuesta era un no, porque lo había temido demasiadas veces. Durante un tiempo temí estar solo para siempre, por suerte por aquél entonces era demasiado «joven» como para vivir esa sensación con intensidad. Cada vez que volvía a ella, me aterraba.

[Daakka]Ríos que van a parar siempre al mar no volverán.
Somos igual, por favor, no me sueltes jamás.
No me quiero volver a perder.
Sólo quiero estar donde tú estés.[/Daakka]

Habíamos luchado muchas veces contra fuerzas muy superiores a nosotros, como el Soberano. Una guerra era algo diferente, en una guerra hay demasiado caos, es muy difícil mantener a todos a salvo. A Selardi no podía perderla, no podía permitir un futuro como el que habíamos visto.

[Daakka]Grítame, que no te oigo con tanto ruido.
Necesito verte más,
dame la mano que yo te sigo.[/Daakka]

Demasiado peso en mi cabeza, muchos ecos advirtiéndome del peligro de una guerra, mientras que otros hacían crepitar mi sangre, sedientos de la gloria del combate que había poseído a mi pueblo llevándolo a su declive. Pero un susurro de Selardi se alzaba sobre ellas. Era mi ancla.

[Daakka]Quiero correr
cerca de ti.
Si no está bien
podemos ir a conocer algún otro sitio.[/Daakka]

Toda persona que se enfrenta a un gran miedo siempre tiene ante sí una opción muy tentadora, la de mirar para otro lado y echar a correr. Por desgracia los problemas nos persiguen. La única opción de dejarlos atrás es atravesarlos.

[Daakka]Ríos que van a parar siempre al mar no volverán.
Somos igual, por favor, no me sueltes jamás.
No me quiero volver a perder.
Sólo quiero estar donde tú estés.[/Daakka]

Continué cantando, lo que sea que me estuviese influenciando me hacía decir todo lo que sentía, todo lo que pensaba. Teníamos que enfrentarnos juntos a lo que nos esperaba, no había ninguna otra opción, eso lo sabíamos desde hacía mucho. Y si teníamos que hacerlo, iba a asegurarme de no perder a ningún ser querido, de que Selardi estuviese a salvo.

[Daakka]Ríos que van a parar siempre al mar no volverán.
Somos igual, por favor, no me sueltes jamás.
No me quiero volver a perder.
Sólo quiero estar donde tú estés.
Donde tú estés…[/Daakka]

Mis manos buscaron la arena, tomándola entre ellas mientras éstas se envolvían en electricidad dando una nueva chispa de vida a ese elemento, transformando la arena en un cristal con forma de libélula. Se lo tendí a Selardi, esa libélula era la promesa de que la vida seguiría después de la guerra.

– [Cara]Cara Elle y Daakka pueden grabar un disco[/Cara].- meditó. Me pregunté cuando y qué habría cantado. Seguramente me lo contase y conociéndola, tenía claro que me sorprendería.

– [Daakka]Selardi, nunca he dicho pero…[/Daakka] – empecé a decir. Había ciertas cosas que no era necesario decir y otras que no saldrían de tu cabeza a menos que las plasmaras en palabras. – [Daakka]Me gustaría tener hijos con Cara, como vimos. Y vivir siempre junto a Selardi.[/Daakka] – me sinceré, con todo lo que permitía mi vocabulario en forma de demonio. No tenía miedo a decir a Selardi lo que sentía, ya no. Nos habíamos conocido mucho más desde que habíamos desvelado nuestros secretos.

– [Cara]¿Niños verdes o niños como Duke?[/Cara]- preguntó ella. Me quedé pensativo durante unos instantes, ni yo mismo sabía lo que quería. En el futuro, Noah era medio Rakkthathor y podía cambiar de forma. De Leo no habían dicho lo suficiente como para saberlo. Quería que fuesen ellos mismos y por eso a veces pensaba que sería más fácil si no tuviesen que ocultar una piel verde y escamosa. Pero tampoco quería ser el último Rakkthathor.

– [Daakka]Niños como Selardi.[/Daakka] – respondí finalmente. Mi único deseo en el fondo de mis corazones era que fuesen sanos o sanas y si se parecían a ella, mejor. – [Daakka]Niños maravillosos. Como Noah, como Leo.[/Daakka] – comenté, no sin carencia de pena por no haber podido ver a Leo. Pensar en uno de mis hijos con Selardi, aunque fuese en una realidad alternativa, muerto, me entristecía demasiado.

– [Cara]Vale, pero Cara Elle cuenta los billetes y los guarda[/Cara].- aclaró. Solté una risotada. Viendo cómo gestionaba las finanzas de la futura Escuela Legado, no tenía duda en que prefería que ella llevase las cuentas.

La afirmación de Selardi me quedó clara cuando se giró para colocarse sobre mí y aprovechamos la soledad de la playa para «llamar a la puerta de Leo«. Casi nos quedamos dormidos en la arena, algo que iba a pedir demasiadas explicaciones para quien nos encontrase, a un demonio y a una chica desnuda cuyas partes parecían hechas de arena. Pero una llamada de teléfono nos despertó, era Daniel.


Esa misma noche, en el Palacio Kvinneby

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El Director iba ataviado con una fina camisa de color azul claro y unos pantalones de traje, esperando tras su escritorio a que llegasen las dos personas que había mandado llamar.
No tardaron en escucharse los sonidos de una mano golpeando la puerta. El Director se giró y ‘Butterfly‘ cruzó el arco que separaba una habitación contigua y se dirigió rápidamente a abrir la puerta, por la que entraron ‘Faust‘ y ‘Leprechaun‘.
Mientras ‘Butterfly‘ se retiraba a preparar un café, los otros dos se acercaron al escritorio. ‘Faust‘ saludó, pero la ‘Reina Negra‘ hizo gala de su carácter.
Cuando el sonido de los tacones de Butterfly dejó de escucharse y su ajustado y escueto vestido azul oscuro desapareció de la vista, el Director comenzó a hablar. – [Z]Necesito que lo que hemos hablado sea posible ya. [/Z] – dijo en un tono de mando.
Desde que ‘Mental‘ le había llevado las noticias de que Beatrix estaba consciente en la parte más profunda de la mente de Sarah, habiendo sido incapaz de tomar el control de ésta, Z había redoblado los esfuerzos para traerla de vuelta, dedicando no solo a ‘Faust‘, sino también a la ‘Reina Negra‘ y su magia de sangre. Cualquier cosa para conseguir sacar su espíritu a la superficie.
– [Faust]Todavía hay algunas cosas que me gustaría poder perfeccionar.[/Faust] – explicó con cautela. El Director era consciente de que no trabajaban bien juntos, porque nadie trabajaba bien con Aislinn, pero necesitaba que consiguiesen esos avances. Y rápido.
Butterfly‘ volvió a aparecer en escena con una bandeja de café. Se lo sirvió al Director con una exagerada inclinación, dejando aún menos a la imaginación de lo que ya dejaba su amplio escote. La Reina Negra sonrió.
– [Aislinn]Nuestras…habilidades son incompatibles[/Aislinn].- sentenció ella finalmente. Siegfried frunció el ceño, no tenía tiempo para esa clase de tonterías.
– [Z]Tenéis 24 horas para que lo sean.[/Z] – aclaró, tajante. Estaba siendo generoso. – [Z]Uno de los precog ha visto que van a sacar a Beatrix de Sarah.[/Z] – explicó. Siempre le gustaba dejar claras sus verdaderas motivaciones. No confiaba en personas que le siguiesen por miedo en lugar de por cumplir su sueño. Solo había una cosa por la que arriesgaba esa utopía y sus propios valores morales, Beatrix. – [Z]Eso será entre mañana y pasado.[/Z] – continuó explicando. La ciencia de la precognición le aburría. Las visiones nunca eran claras y concisas y podían alterarse por cualquier otro rumbo que tomases. Por eso casi nunca tomaba sus decisiones en base a ellas. Excepto con esto. Como con todo lo demás, Beatrix era la única excepción, sin reglas, sin importar los medios.
– [Aislinn]Quizás deberíamos dejar que saliera de la Cazadora y…acabar con ella[/Aislinn].- sugirió Aislinn con calma, sin que ni siquiera su pelo rojo como la sangre se moviese de sitio. El Director la miró fijamente, consciente de que tenía ante sí a una persona que podría matar a todo un pueblo sin que eso la sacase de la indiferencia.
– [Z]No pienso dejar el destino de Beatrix en su mano.[/Z] – negó. El espíritu de Beatrix, por el ritual con el que se había recuperado, solo podía tomar control del cuerpo de una Cazadora. No pensaba arriesgar a Sarah. Bastante duro había resultado intentar acostumbrarse a su rostro, que sería el que Beatrix tendría para siempre si conseguía que todo saliese bien. – [Z]Sarah está fuera de límites por el momento.[/Z] – la avisó, con una mirada que dejaba claro que no había lugar a errores. Si Sarah moría, no sería la única. – [Z]He avisado a un equipo para que os acompañe y la recuperéis.[/Z] – contió explicando. Había seleccionado a las personas que menos reparos tendrían para esa labor. No quería entrar en un debate con el Rey y la Reina blancos.
– [Faust]Teóricamente, podemos inten…hacerlo.[/Faust] – aseguró Engel Krueger, al que la muerte y los espíritus no le hacían temblar, pero las palabras del Director sí. – [Faust]Pero seguimos teniendo el problema del recipiente. El ritual no permite que tome otro cuerpo que no sea el de una Cazadora.[/Faust] – explicó de nuevo. Z era plenamente consciente, pero eso sería un problema que tendrían que resolver más tarde.

– [Z]Por eso estamos en Ripper, donde tenemos dos Cazadoras.[/Z] – aclaró. Si no era posible conseguir que Beatrix «domase» el espíritu de Sarah, siempre estaba la alternativa de Sasha. – [Z]Pero primero, recuperad a Sarah.[/Z] – cortó, haciendo patente que la misión principal era traerla de vuelta.

Cerca del ventanal, tras el Director, Butterfly «parpadeó» cambiando de forma para adoptar la de la Reina Negra. La verdadera sonrió con malicia y complicidad. Después, la cambiaformas volvió a tomar su aspecto habitual.

– [Z]Eso es todo.[/Z] – les despidió el Director. – [Z]Mañana llamaré a todos los miembros del equipo para dar los detalles.[/Z] – avisó. ‘Faust‘ asintió y salió rápidamente de la sala. La Reina Negra tardó un poco más. Cuando se acercaba a la puerta, las palabras del Director la retuvieron. – [Z]Aislinn espera.[/Z] – llamó él. Ella se giró y le miró.
– [Z]Si las cosas se tuercen, el hechicero es prescindible. Sin él no habrá extracción.[/Z] – dijo marcando cada palabra como quien pronuncia una sentencia de muerte. Los precog, en su poca precisión, habían visto que sería ese hechicero amigo de Sarah, Ed, quien efectuaría el ritual para extraer a Beatrix. Con su hermana en el hospital, era el único que podía hacerlo.
Aislinn esbozó una sonrisa. Le gustaba más acabar con una vida si no estaba permitido, pero no iba a dejar pasar la oportunidad. – [Aislinn]El Rey Negro estará encantado de oír eso[/Aislinn].- comentó sin dejar de sonreír. Z recordó las máscaras putrefactas en aquél apartamento oscuro y apestoso.
– [Z]No quiero carnicerías. Tenlo en cuenta.[/Z] – dijo simplemente. La Reina Negra asintió y abandonó la sala.
La sala quedó en silencio, roto por el sonido de los tacones de Butterfly, que se colocó frente a él, tomando la apariencia de Sarah Echolls. El Director la observó una vez más, incapaz de diferenciarla, excepto porque la original no habría llevado ese vestido tan sugerente.
– [Z]Ya te lo he dicho, no podemos estar seguros de que tu poder funcione.[/Z] – le explicó de nuevo. Desde que había subido puestos en su círculo de confianza, Butterfly había insistido en que podía ser ella quien sustituyese a Sarah como receptáculo de Beatrix. Pero Faust no estaba seguro de que fuese a funcionar, sus genes tenían que imitar perfectamente los de una Cazadora.
– [Sarah]Cada día que pasa tengo más control sobre mi poder[/Sarah].- replicó ella con la voz de Sarah. Era cierto, el Director lo había notado. Aguantaba tiempos indefinidos con el aspecto que quisiera. Su voz era indistinguible de la de Sarah y su cuerpo, al menos por lo que él sabía, también.
– [Z]Aun así, el ritual podría no tener efecto contigo. Prefiero agotar antes mis otras dos opciones.[/Z] – respondió tajante, mirando esos ojos aguamarina.
– [Sarah]Pero yo soy la única que podría ser quien tú quisieras. No tendrías que conformarte[/Sarah].- argumentó ella. Sí, si todo funcionase, Beatrix tendría su poder y podría volver a tomar su verdadero aspecto. Pero eso era teoría, también podría no funcionar y perdería a Beatrix para siempre.
– [Z]En la vida hay que acostumbrarse a los cambios.[/Z] – replicó repasándola con la mirada. Z pasó meses sin poder mirar a Sarah a la cara, hasta que se hizo a la idea de que sería esa cara la que tendría que besar. Butterfly se alejó en dirección a la puerta, molesta.
– [Z]No, quédate.[/Z] – le pidió el Director cogiéndola por la muñeca para acercarla a él. Ella no se resistió y chocó contra él, empezando a «parpadear» para cambiar de forma sin separar su cuerpo del de Z.
– [Z]No, no cambies.[/Z] – le pidió el Director. Ella frunció el ceño, pero cedió, manteniendo la apariencia de Sarah.
– [Sarah]¿Qué quieres que haga?[/Sarah]- preguntó complaciente, con una sonrisa maliciosa dibujada en sus labios.
– [Z]Solo…quédate por aquí. Quiero verte[/Z].- se separó de ella y fue a servirse un whisky sin hielo. Mientras lo tomaba, se sentó a observar cómo caminaba por allí una Butterfly que no abandonó la apariencia de Sarah.
La vida requería sacrificios.

FIN DE CAPÍTULO

Comentarios

2 respuestas a «ARENA Y SAL»

  1. Avatar de Stefy

    Vamos con Daakka <3333

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    – Los Moondies son unos cierra bares y parecen nosotros en la boda de mi tío y Dana xD
    – Los recién casados, así como Sarah y Daniel se van al hospital. Menos mal que no dejaron a Dom conducir, porque seguro que se habría cargado algún alcoholímetro.
    – Ed no va al hospital, pero tiene conexión directa con cualquiera y puede ver el parto si le apetece (cosa que dudo xD).
    – La primera de los New Moondies *___*
    – Vincent y Mara ejerciendo de padres, mientras que Sasha ha ligado con Amber, que no es que caiga mal, pero a nadie le importa. Se me olvidaba comentar que Fenris y Karen han ido a bow chika wow wow xD
    – El problema de Diana y Mac no es el parto, sino que en unos días viene la luna llena xD
    – A Daakka y a Daniel les presionan esos hijos/as que no han nacido y que han visto. ‘No agobiarse’.
    – El mar siempre transmite paz <3
    – Daakka cargándose su único traje, pero si Cara se lo dice…<3 Oh, es más Selardi que nunca con su pelo de color rosa.
    – Cara se ha tatuado la libélula, se ha teñido el pelo y se ha puesto piercings en los pezones. ES UNA CHUNGA.
    – Viva Jason Momoa y su tatuaje de las escamas que vale para todo xDD Genial la relación que has dado con su forma demoníaca.
    – Cara se nos despelota. Dioni, tápate los ojos.
    – No tarda mucho en hacerse un biquini de arena como la jefa que es xD
    – Leonard ha enseñado a Cara a hacerse biquinis XDDD Viejo verde…
    – Biquinis que dejan ver los piercing xD
    – Daakka solo tiene un año, pero su memoria genética hace que tenga más y aún así, Cara le sorprende <3
    – Pobre, no puede llevar chanclas en invierno porque se resfría.
    – Cara sigue sin soportar la «cara fea» de Daakka.
    – Daakka poniéndose los calzoncillos XDDD
    – Este demonio es tan cultureta que ya sabe que Cara es una ‘suicide girl’.
    – La familia es ese grupo de gente que te acepta como eres.
    – Qué monos los dos tumbados en la arena <333 Ojalá siempre fueran así de felices, pero todavía tienen la «guerra» en mente.
    – Cara con la piel de Cara *___*
    – Daakka empieza a cantar como si sus pensamientos como Duke también estuvieran unidos.
    – Daakka habla de sus miedos, especialmente el de perder a su Selardi y al enfrentamiento que cada vez está más cerca. Genial la canción <3
    – La libélula hecha de arena *-*
    – Daakka quiere ser padre. Por Dios, si solo tiene un año xD
    – Ohhh, qué bonito ese «niños como Selardi».
    – Menos mal que Daniel acaba llamando y no pillan a Daakka y a Cara en pelotas en la playa intentando llamar a la puerta de Leo. MENOS MAL.

    POSTACÉRRIMO. Qué lindos son Daakka y Cara <3333

    Cambiamos de tercio y vamos con Z.

    – Z está esperando a Faust y a la Reina Negra en compañía de Butterfly, que da casi tanta grima como él.
    – La Reina Negra ni saluda. Qué maja.
    – Mental podía callarse, por Dios. Ahora Z está loco perdido intentando sacar a Bea.
    – Faust y la Reina Negra no trabajan bien juntos. Los malos nunca hacen equipo.
    – Butterfly enseñando sus encantos de forma exagerada.
    – Con Beatrix no hay reglas .-.
    – Aislinn mataría a cualquiera sin despeinarse, pero Z quiere guardarse la cara de Sarah por si le hiciera falta. Asquete.
    – Si Sarah no funciona, tienen a Sasha ._.
    – Butterfly cambiando de aspecto para dar grimilla.
    – ¿CÓMO QUE ED ES PRESCINDIBLE? DEJAD A MI NIÑO EN PAZ.
    – El Rey Negro sueña con la máscara de la cara de Ed xD
    – Cuando todos se van, Butterfly toma la apariencia de Sarah.
    – El muy guarro le ha visto el cuerpo. Ughhhh
    – Butterfly quiere irse y luego, volver a su forma, pero él quiere ver a Sarah por allí.

    POSTAZO nº 2. Ha quedado genial, la verdad. Viva la T3 de Moondale.

  2. Avatar de Alph Lopez
    Alph Lopez

    Vamos con el post de Duke
    -Los Moondies son unos cierra bares y son los últimos en marcharse. La realidad es que apenas descansan por las noches, ya que se dedican a cazar vampiros, estan acostumbrados a trasnochar.
    – Los recién casados junto con Sarah y Daniel marchan al hospital para esperar que nazca Amy. Joe, si Dom se ha bebido medio bar, que se ha bebido Logan, los dos cantando el We are the Champions. xD
    – Vincent y Mara se van pronto, que tiene un niño y no es plan que se tiren de farra toda la noche. Karen y Fenris desaparición en algún punto de la noche a darle al tema. Y Sasha se marcho con Amber. Ven Amber, te gustan las chicas, pues después de esta noche seguro que si xD
    – El momento decisivo de ver si todo sale bien o los campeones han tangado a Diana y Mac y lo que les dieron no vale para nada xD
    – Daakka no quiere pensar en el futuro, mejor mantenerlo alejado.
    – Daakka tiene miedo de joder el traje con la arena, que es el único. Pero luego bien que lo romperá, además, se la pela estropearlo cuando ve a Cara xD
    – Cara ha madurado, se ha teñido el pelo, se ha hecho un tatuaje, lo mismo tiene otro de un búho por ahí, y se ha perforado los pezones, es una rebelde xD
    – Daakka también se ha tatuado en su forma humana, solo le falta el cuerpo entero para que Cara consiga tragarlo del todo xDDD
    – Cara despelotándose y confeccionándose un bikini de arena, que no se metan en el agua que sino se le cae xD
    – Leonard Foster es nuestro Mutenroshi particular, viejo salido xD
    – Cara va a coger frio, que va con los pezoncillos al aire xD
    – No si Cara lo tiene todo pensando, que los piercing van a juego con su poder y uno es de titanio y el otro de madera. Pero aparte tenía algo más también de otro material ¿no? Luego también está el trozo que le sobro a Daniel de sus armas.
    – Daakka se ha resfriado en su forma humana, normal, a quien se le ocurre ir en chanclas en invierno. Cara sigue sin tragar la apariencia de Duke xD
    – Espera, espera. Daakka ha ido todo este tiempo con el pito al aire y hemos hecho como si nada o llevaba calzoncillos… xDDDDDDDD
    – La disfuncional familia Moondie, da igual como seas, se te acepta.
    – Se han echado en la arena, estos se van a poner a retozar en la arena. Leo tiene que estar al caer, que es el siguiente xD
    – Daakka es que tienen un bozarron para cantar y mantiene despierta a Cara. Oye, pues Daakka confeccionando figuritas tiene para subsistir xD
    – Cara quiere grabar un disco con Daakka. Y Daakka quiere darle al fornicio y tener descendencia xD
    – Buena respuesta Daakka, mejor que se parezcan a Cara xD
    – Estos jóvenes, no tienen pudor, dándole al tema en mitad de la playa. Con Cara la declaración de la renta sale siempre a devolver xD

    Y ahora Z

    -Z se pone ropa de color cuando se quiere poner serio.
    – Z poniendo a todo el escuadrón negro a trabajar en traer de vuelta a Beatrix, aquí se ven los verdaderos colores de Z xD
    – Butterfly enseñando carne.
    – Todos han visto que van a sacar a Beatrix de Sarah y quieren tomar medidas. Pero que pasa si ahora Ed dice de no sacarla, tregua o que? xD
    – Cazadora de repuesto y todo, maldito Z.
    – Llegado el momento Ed es prescindible, es el único que puede sacar a Beatrix aparte de Diana, pero Z no quiere enfadar más a Sarah. No me mola que El rey negro se ponga contento con lo de Ed.
    – Butterfly de Sarah da grimica, pero más que nada por el salido de Z. Encima esta esta mal de la cabeza y esta dispuesta a ser el recipiente de Beatrix. Niña, que entonces la diñas.
    – Mira, y porque no le borras la memoria a Butterfly, que adopte la apariencia de Beatrix y ya tienes tu marioneta.
    – Solo quedate por aquí dando vueltas. GRIMAAAAA

    Postazo.

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