Bill Parker | Afueras de Merelia

MAÑANA

Aun me estaba recuperando de lo que acababa de ocurrir, nunca había sentido un dolor físico tan intenso, era como si el fuego hubiese recorrido mis venas. Observe mis brazos, las venas ya no estaban tan remarcadas pero seguían manteniendo cierto tono azulado. Palpé la cadena en mis manos, se sentía más ligera, como si todo su poder hubiese desaparecido y no fuera más que un simple arma.

A pesar de estar persiguiendo a un demonio antiguo Vincent respetaba las señales de tráfico y evitaba sobrepasar los límites de velocidad, no era plan de que tuviésemos un accidente. En el asiento del copiloto Hiroshi le indicaba por donde debía de ir gracias a esa especie de brújula en el pomo de su daga. El asiento de atrás tampoco era lo más cómodo del mundo con Fenris a un lado y Karen en medio, mi malestar empezaba a ir en dirección a la cabeza con esas curvas montañosas.

El cielo seguía nublado tras la liberación de Keli y daba la impresión de que se acercaba tormenta, lo cual resultaba francamente irónico. Vincent comenzó a frenar el coche y cuando dirigí la vista de nuevo a la carretera comprendí el porqué, Keli había aparecido por arte de magia frente a nosotros. De anda sirvió el frenazo, el coche impacto contra ella, o más bien ella nos había detenido.

– [Karen]Digo yo que ya no hace falta el portal[/Karen].- Karen se recoloco en su asiente, menos mal que llevaba el cinturón, sino habría salido disparada por el parabrisas. Habíamos salido en busca de un portal creyendo que estaría en la otra punta del mundo cuando la teníamos justo en nuestras narices.

– [Vincent]¿Estáis todos bien?[/Vincent] – No podía verlo desde detrás de él, pero por cómo se movía debía de haberse dañado en el costado.

– [Hiroshi]La hemos encontrado antes de lo que pensaba.-[/Hiroshi] Hiroshi aparto el airbag a un lado, parecía encontrarse bien, salvo por algunos rasguños en la cara por los cristales que habían saltado.
– [Bill]No, ella nos ha encontrado a nosotros.-[/Bill] La mano de Keli seguía posada en el capó del coche y podía intuirse como había hundido parte de el. El humo que salía del motor se mezclo con el azulado que desprendía ella.

– [Karen]Voto porque Bill se baje del coche y arregle los problemillas que tiene con su cadena[/Karen].- Karen me lanzo una mirada con los ojos muy abiertos como si con eso lo dijera todo seguido de unos movimientos de manos para que me bajara.

– [Fenris]Para ser una cadena-demonio-viejo está bastante bien.[/Fenris] – Comento Fenris pasándose una mano por el cuello, no sé si dolorido o intentando camuflar lo que acaba de decir.

– [Karen]Cada vez que vayas a pensar con algo que no sea el cerebro: cállate[/Karen].- Estaba claro que Fenris no había visto la forma original de Keli.

– [Keli]¡Salid![/Keli]-  Grito Keli con voz gutural. El coche comenzó a agitarse y podía notarse como el metal se hundía.

– [Vincent]¡Corred![/Vincent] – Abrimos las puertas y salimos corriendo, fue una suerte que ninguno de los cinturones fallaran o las puertas no abrieran. El coche quedo destrozado como si hubiese sido embestido por todos lados.

– [Vincent]¿Soy el único que se ha preocupado por cómo volver?.-[/Vincent] Pregunto Vincent. El coche comenzó a agitarse y salió disparado por los aires colina abajo hasta caer a un pequeño bosque a los pies de la montaña. Tal y como había quedado el coche si alguna vez lo encontraban pensarían que llevaba allí años.

– [Keli]¿Me estabais buscando?[/Keli]- Pregunto seguido de una sonrisilla, sin duda era lo que más aterraba de ella, su voz y esas llamas azul alrededor de su cuerpo, por lo demás no parecía tan amenazadora.

– [Fenris]Creo que no hay respuesta buena.[Fenris] – Fenris se incorporo y se coloco delante de Karen para protegerla.

– [Keli]Tu transformación solo puede hacerme cosquillas, lobo[/Keli].- Le recordó, aun me chocaba que fuera capaz de convertirse a voluntad.

– [Bill]Espero que la mía pueda hacer algo más.-[/Bill] Añadí colocándome junto a Fenris intentando sonar amenazante, la realidad es que podría con ambos sin problema.

– [Keli]¿Vas a intentar matarme?[/Keli]- pregunta mirándole.- [Keli]¿A mí, que soy la única que te aguanta?[/Keli]

– [Bill]Matarte no, solo evitar que cometas alguna locura.-[/Bill] Era imposible que pudiera matarla, ¿Cómo acabas con un demonio antiguo?, la única manera siempre resultaba ser aprisionarlos en algo.

– [Keli]¿Una locura como esta?[/Keli]- Una nube azul nos golpeo con fuerza haciéndonos retroceder, como si de un búmeran se tratara nos volvía a golpear por la espalda. Vincent dio un traspiés pero con rápido volvió a reincorporarse. Fenris se lanzo contra ella a toda velocidad comenzando a transformarse por el camino, se podía apreciar como la camisa que llevaba comenzaba a agujerearse por varios lados. Keli levanto un brazo y sin apenas inmutarse apreso a Fenris por el cuello, la transformación se detuvo y soltó a Fenris. La expresión de Keli había cambiado en cuanto lo soltó, era como si algo le extrañara.

– [Bill]Para ser un demonio tan poderoso tienes poca fuerza en los brazos.-[/Bill] Fui avanzando poco a poco hacia ella, como si  se tratara de un cachorro al que no quieres asustar. Keli me lanzo una mirada desafiante y escucho los crujidos de un árbol junto a la carretera. Keli lo arranco de cuajo lanzándolo contra mí, no me moví del sitio, no es que estuviera paralizado por el miedo, simplemente quería comprobar algo.

– [Bill]Y Mala puntería.-[/Bill] Añadí tras ver pasar el tronco junto a mí el cual se dirigía barranco abajo junto a mi coche.

– [Karen]¿Eso no es raro?[/Karen]- Pregunto Karen.

– [Bill]No puede hacernos daño. Ya no estás en mi cabeza pero sigues vinculada a mi.-[/Bill] Le respondí.

– [Keli]No es verdad[/Keli].- Añadió apartando la mirada de nosotros. Mentía, el mentiroso siempre mira hacia otro lado.

– [Vincent]Tenemos que evitar que llegue a Diana o a Ed para intentar liberarse de ti.[/Vincent] – No era el caso de Vincent, siempre decía la verdad y no te escondía la mirada. Era verdad lo que estaba diciendo, y sabía lo que estaba intentado hacer.

– [Keli]Llevadme con ellos[/Keli].- Añadió en tono amenazador.

– [Bill]Bueno, el caso es que has destrozado mi coche…-[/Bill] Haciéndole ver que no teníamos modo de desplazarnos, pero ya se le ocurriría algo.

– [Vincent]No os preocupéis, Diana solo le haría caso si pudiera amenazarla con nosotros.[/Vincent]- Algo que haría pero no nos preocupaba teniendo en cuenta que no podía hacernos nada, solo era cuestión de hacérselo entender a Diana.

– [Keli]Diana me hará caso. Tengo mis métodos[/Keli].- Añadió de manera misteriosa.

– [Karen]Deberíamos echar a correr antes de que nos obligue a hacer algo que no queremos[/Karen].- Dijo Karen medio chillando a lo que Vincent asintió y ambos salieron a correr carretera abajo. Un rayo freno su simulada fuga apareciendo Diana ante ellos.

– [Diana]¿PERO QUÉ COJONES?[/Diana]- Exclamo a gritos, tendríamos que disculparnos por esto, invitarla a comer o algo.

– [Keli]Hechicera, tienes que ayudarme a romper el vínculo con Bill[/Keli].- Vincent negó con la cabeza esperando que Diana le viera.

– [Diana]Te voy a ayudar a una mierda. Devuélveme al hospital, Pitufo[/Diana].- Añadió Diana encarándose, dude si era consciente de con quien estaba hablando.

– [Keli]Mataré a tus amigos[/Keli].- Keli levanto los brazos para abarcar todos los que estábamos en frente de ella.

– [Diana]¡Esos no son mis amigos![/Diana]- Nada más decir eso vocalizo un “lo siento” inaudible, nuevamente no sé si lo decía en serio o era todo actuado.

– [Vincent]¡Hazlo por dios! Y asegúrate de no vincularla más a Bill.[/Vincent] – Añadió Vincent de manera discreta, menos mal que Keli estaba centrada en Diana.

– [Diana]Mirad, yo no tengo tiempo para estas cosas que son de una serie que a mí ni me va ni me viene[/Diana].- dijo cruzándose de brazos.

– [Bill]Diana por favor, haz lo que te pide.-[/Bill] Moví los ojos en dirección de Vincent esperando que entendiera lo que le estaba diciendo.

– [Diana]Necesitaré parte de la magia del Pitufo Loco, porque no estoy en mi mejor momento[/Diana].- Refunfuño tras hacerse de rogar unos segundos.

– [Keli]Tendrás lo que quieras[/Keli].- Dijo Keli acercándose a ella.

– [Diana]¿Unas tetas más grandes?[/Diana]- Pregunto.

– [Keli]Si es tu deseo, así será[/Keli].- Añadió Keli intentado mantener la compostura. Observe como Karen balbuceaba como queriendo añadir algo, pero no dijo nada.

– [Diana]Necesito la cadena, sangre de Bill y de Keli…y polvo de zafiro o…arena azul[/Diana].- En cuestión de lo que se tarta en hacer un movimiento de manos Keli materializo el polvo azul. – [Diana]Bill, necesito que te cortes con la cadena y dejes caer la sangre sobre ella. Keli, haz lo mismo. Normalmente no le pediría esto a nadie por razones de higiene, pero…[/Diana]- Ambos cogimos un extremo de la cadena cada uno e hicimos lo que nos indico Diana mientras ella hacia un circulo con el polvo azul a nuestro alrededor. Dejamos la cadena en el suelo y un par de gotas de sangre de ambos cayeron sobre ella, roja y azul. Diana comenzó a recitar el hechizo y Keli se agito como si su cuerpo pesara más de la cuenta. A pesar de que se giro e intento salir del círculo apenas se podía mover y el polvo no la dejaba salir. La cadena bricho y Keli ahogo un grito, la onda expansiva que se produjo me saco volando del circulo junto a Diana que era la que estaba más cerca.

– [Keli]¿QUÉ HABÉIS HECHO?[/Keli]- Grito histérica. La mayor parte de su poder se encontraba atrapado en la cadena, aunque esta seguiría siendo un simple arma.

-[Bill]Bienvenida al equipo.-[/Bill] Le dije mientras me levantaba y ayuda a Diana a reincorporarse.

– [Diana]Soy la mejor[/Diana]. Añadió sonriendo – [Diana]Keli, ¿me devuelves al hospital?[/Diana]- Le pidió con timidez, a pesar de lo que acababa de ocurrir Keli obedeció, tras soltar un suspiro Diana desapareció ante mi dejando tras de si su camisón y bata.

– [Keli]No me ha pedido que la envíe vestida[/Keli].- Dijo defendiéndose.

– [Vincent]Va a haber que pedirle muy amablemente que nos lleve de vuelta al hotel[/Vincent].- Keli enarco una ceja, pero finalmente accedió, por lo que regresamos al hotel con el resto en un momento, vestidos.