Mia – La Nave
Mañana
Se supone que no está bien escuchar conversaciones ajenas, así que ahora mismo os imagino diciéndome: «Mia, no se está bien escuchar conversaciones ajenas». «Mii, ni istí biin iscichir cinvirsiciinis ijinis». Tampoco está bien hacer burla, pero es mi diario.
A lo que iba, que ese día había quedado con Sarah para hacernos la manicura en un centro de estética que habían abierto hacía poco, pero llegué un poco antes y fui hasta la biblioteca de La Nave ver si encontraba algún libro de esos parecidos a «Cincuenta sombras de Grey» que tanto me gustaban, aunque no estaba segura de que MacLeod fuese amante de ese género.
La cuestión es que la puerta estaba un poco abierta y pude escuchar con claridad la conversación que estaban teniendo Christopher y Sarah. Al principio, había pensado no escuchar, pero me pareció tan interesante que no lo pude evitar.
***
Sarah – La Nave
Para que fuera lo más fiel posible a la historia, le pedí a Sarah que me prestase estas hojas de su diario.
– [MacLeod]¿Crees que te sentirás cómoda haciéndolo?[/MacLeod]- preguntó Christopher mirándome detrás de los cristales de sus gafas. Estaba sentado encima de su escritorio, con una pierna apoyada en el suelo.
– [Sarah]No lo sé[/Sarah].— admití con pesar pasándome una mano por la frente. Yo estaba sentada en su silla y me sentía bastante pequeña con esa posición. Pese a la confianza, este tema nos tenía más distanciados de lo habitual.
– [MacLeod]Lo siento, Sarah. Siempre repito la misma historia.[/MacLeod] – se quitó las gafas y se pasó una mano por la cara. MacLeod siempre había tenido ojeras, pero últimamente parecía agotado. La paternidad (y la maternidad) no tenía pinta de ser eso que te vendían en las películas.
– [Sarah]No sé si voy a ser capaz de hablar delante de un montón de personas[/Sarah].— una bola de ansiedad se instaló en mi pecho, como si el peso de toda mi vida quisiera aplastarme. Me miré los vaqueros desgastados, la blusa de florecitas, mis deportivas blancas. Repasé la habitación entera conteniendo las lágrimas. No quería decepcionar a Christopher, pero tampoco quería hacer algo que iba contra mis principios. — [Sarah]Yo quería ser bruja, ¿sabes? A Diana se le habría dado mucho mejor todo esto[/Sarah].- la excusa de siempre. La había dicho tantas veces que salió sola.
– [MacLeod]No creo que nadie pudiese aguantar esto como tú.[/MacLeod] – se echó hacia delante para decirlo. – [MacLeod]Diana o yo mismo podríamos hablar delante de toda esa gente, pero hay un motivo por el que no lo hacemos.[/MacLeod].- enarqué una ceja.- [MacLeod]La que merece el reconocimiento eres tú.[/MacLeod] – me aseguró. Quise replicarle y decirle que puede que lo mereciera, pero que no lo quería. – [MacLeod]Ya sé que no salvamos el mundo para que nos lo agradezca nadie, pero si tenemos que descubrirnos, el mérito no puede ser nuestro.[/MacLeod]- a veces, dudaba que su poder no implicase leer mentes también.
— [Sarah]Prefiero no tener que hacerlo yo. No quiero que sepan quién soy ni qué hago[/Sarah].— llevaba El Legado con toda la dignidad posible, pero eso no significaba que quisiera que todo el mundo lo supiera. Yo no era Buffy Summers.
– [MacLeod]Lo entiendo. Y lo respeto.[/MacLeod] – concedió finalmente. Nuestra relación se basaba en el respeto mutuo y en que jamás me había presionado para hacer nada. Quizás por eso era el único Vigilante en el que había confiado y confiaría.
***
Mia – La Nave
Cuando MacLeod y Sarah se quedaron callados, decidí entrar.- [Mia]Me parece fatal que pases de mí[/Mia].— le dije a Sarah muy ofendida y ellos no me respondieron, simplemente se dedicaron una mirada cómplice.— [Mia]¿Quién se ha muerto?[/Mia]- pregunté un poco inquieta mientras me cruzaba de brazos.
– [MacLeod]Es culpa mía. Estaba hablando con Sarah del discurso frente a todo Moondale.[/MacLeod]- admitió Christopher un poco derrotado. El pobre tenía peor cara que los animalitos que están expuestos en la carnicería. Muertitos, ya sabéis.
— [Mia]¿Un discurso?[/Mia]— supongo que me brillaron los ojos, porque lo dije totalmente emocionada. Me imaginé a Sarah encima del escenario dando un discurso inspirador a lo Oprah y os juro que quise llorar de pura alegría.
— [Sarah]Hay que decirle a toda la ciudad que soy La Elegida y, que como no se escondan, pueden morir[/Sarah].— lo dijo con voz monótona y hombre, escuchando lo que decía, de discurso inspirador había poco.
– [MacLeod]Bueno la idea es que sepan que existen los sobrenaturales para que estén preparados. Porque si no, pueden acabar muertos en el fuego cruzado.[/MacLeod] – puntualizó y volví a venirme arriba.
— [Mia]A mí me parece guay[/Mia].— solté despreocupadamente mientras me hacía un selfie con los libros de fondo y lo subía a Instagram. «Buscando un libro para perderme» #books #lovebooks #inspiring.
— [Sarah]Pues hazlo tú[/Sarah].— soltó una carcajada y casi se me cae el móvil.
— [Mia]¿¿En serio??[/Mia]— creo que lo dije chillando.
— [Sarah]En serio, ¿qué?[/Sarah]— me miró de arriba a abajo y supuse que estaba evaluando mi outfit, así que di una vueltecita para que observara la camisa azul que me había hecho Lucy y los vaqueros con rotos tan cucos que me había puesto.
— [Mia]¿Voy a ser yo La Elegida?[/Mia]— empecé a dar saltitos imaginándome dando un discurso maravilloso con un vestidazo aún más marvilloso.
— [Sarah]Es peligroso[/Sarah].- me advirtió y Christopher le dio la razón.
— [Mia]Me están buscando desde hace tiempo y si digo que soy tú, no podrán hacerme nada[/Mia].— sonreí ampliamente. Era el plan perfecto: el ángel de Moondale y su salvadora.
— [Sarah]Todos los que me quieren matar a mí, te querrán matar a ti. No sé si podría vivir con eso[/Sarah].— se puso de pie y noté cómo el peso de todas sus preocupaciones parecía a punto de aplastarla.
– [MacLeod]No sé si los vampiros se lo creerán, sentirán la diferencia. Igual que algunos demonios.[/MacLeod] – arguyó Christopher (¿VEIS? SÉ PALABRAS CULTAS ❤❤❤).
— [Mia]¿Ves? ¿Quién iba a querer matarme? Soy «El Ángel de Moondale»[/Mia].— busqué rápidamente «Lo hacemos y ya vemos» de la banda sonora de «La Llamada» y empecé a bailotear.
Christopher negó con la cabeza mientras sonreía. – [MacLeod]Estamos nosotros para protegerla. Y nada querría acercarse a Logan.[/MacLeod]
Sarah me quitó el móvil y paró la música.— [Sarah]Mia[/Sarah].— me miró a los ojos.— [Sarah]¿De verdad quieres hacerlo?[/Sarah]
— [Mia]¿Que si quiero vestirme de superheroína y dar un discurso para que todos los que siempre me han dicho que no era lo bastante buena, ni lo bastante lista, ni lo bastante delgada se callen la boca? Sí, quiero. Y además, ayudo a la única persona que ha querido lo suficiente como para sacarme del pozo de relaciones abusivas en el que estaba[/Mia].— Sarah quiso decirme algo, pero la estreché entre mis brazos. Jo, la quería muchísimo.
— [Mia]Vamos a hacernos un selfie, que han puesto un filtro de perrito super mono[/Mia].— saqué el móvil y obligué a Sarah a ponerse guapa para la foto. La subí rápidamente #bestfriends #besties #laquieroamorir #miniñaguapa.
– [Sarah]Gracias [/Sarah].— Sarah parecía a punto de llorar.
– [Mia]No llores, tía que me da el jari[/Mia].- moví las manos intentando secar las lágrimas que estaban deseando salir.
– [MacLeod]No estarás sola. Tenemos que preguntar quién quiere acompañarte[/MacLeod].- fruncí el ceño al escuchar eso.
— [Mia]Ni hablar. Es mi minuto de fama y voy a estar sola[/Mia].- lo dije muy seria.— [Mia]Es mi condición. Esa y un pinganillo para que Sarah me chive las respuestas si me atasco.[/Mia]- ellos se miraron y al final, dijeron que sí.
***
Mia – Construcciones Fenris
Tarde
Una semana después…
Si hubiese fumado, le habría quitado el paquete a Logan y habría intentado calmar los nervios así, pero mi hermano nunca me había dejado hacerlo y la verdad, es que eso era de lo poco que agradecía de que fuera un controlador asqueroso.
Me paseé por aquella sala diminuta del edificio de Construcciones Fenris, anexa al lugar en el que unos minutos después tendría que salir.-[Logan]¿Vas a enseñarlas delante de todo el pueblo?[/Logan] – me preguntó Logan frunciendo el ceño. Ese día se había puesto una camisa de leñador porno y unos vaqueros ajustados. En Logan todo era porno, al menos para mí, menos cuando se ponía en modo «machirulo» y tenía que pararle los pies.
— [Mia]Son mías y hago lo que me da la gana con ellas[/Mia].- puntualicé observándome cómo rebuscaba en sus vaqueros para sacar el manoseado paquete de tabaco.- [Mia]No pienso dejar que me llenes de humo, Logan Villiers[/Mia].- él farfulló una palabrota y yo me volví a mirar al espejo en mi improvisado camerino. Lucy había hecho un trabajo espectacular con el ajustadísimo vestido negro de escote amplio (¿se fijaría alguien en las alas?) y Sarah me había ayudado con el maquillaje y el peinado (Dios bendiga Youtube).
– [Logan]Solo digo que podía hacerlo Sarah.[/Logan] – se quejó por enésima vez.
Tomé aire mientras me repasaba los labios.- [Mia]Sarah no quiere y yo sí[/Mia].- le guiñé un ojo a mi propia imagen. ¿Alguna vez me había sentido tan cómoda en mi propia piel como ese día?
Logan apretó los puños con rabia. Logan y su nulo control de sus propias emociones.- [Mia]Si no te gusta, te aguantas[/Mia].- sentencié.
En ese momento, entró Lucy en el camerino.- [Lucy]Cielo, tienes que ir saliendo. Está todo listo[/Lucy].- anunció con una carpeta y un pinganillo que la hacían parecer una Weeding Planner de esas de los realities.
– [Logan]Si vas a hacerlo, déjame subir contigo.[/Logan] – me pidió mi chico cuando vio que entraban un par de chicos que me sonaban de algo a colocarme el micro (no me manosearon) y un auricular en la oreja.
— [Mia]No[/Mia].- le dije con seriedad.
– [Logan]Haz lo que quieras, pero si pasa algo, ya pueden esconderse.[/Logan] – gesticuló exageradamente. Definitivamente, era mala idea que hubiera venido aquí.
— [Mia]Puedes preocuparte, pero no así[/Mia].- le expliqué.
– [Lucy]Me dice Sarah que tienes que salir ya, porque la gente se está impacientando[/Lucy].- parecía aún más nerviosa que yo.
– [Logan]Mañana tendré que encargarme de todo lo que suponga una amenaza.[/Logan] – se refería a la batalla que tendría lugar al día siguiente.
Le besé en los labios con rapidez y Lucy me ayudó a corregir el labial. -[Mia]No mueras[/Mia].
– [Logan]Eso díselo a los demás.[/Logan] – afirmó con bravuconería.
— [Mia]Tenemos que tener hijos con alas[/Mia].— le recordé.— [Mia]Eres mi príncipe guerrero y yo la reina de las hadas[/Mia].- me alisé el vestido y dejé a Logan a mi espalda, esperándome en mi camerino de estrella de Hollywood (gracias, Fenris).
La gente empezó a aplaudirme y me quise hacer pequeña. No me merecía todos aquellos flashes, aquellos aplausos. El enorme salón estaba lleno y yo solo era la gorda de la hermana de Seraph.- [Sarah]Estoy aquí, Mia. Siempre voy a estar contigo[/Sarah].
Hit me like a ray of sun
Burning through my darkest night
You’re the only one that I want
Think I’m addicted to your light
I swore I’d never fall again
But this don’t even feel like falling
Gravity can’t begin
To pull me back to the ground again
Subí al escenario seguida de Lucy que se quedó atrás y esperé a que la ovación. Temblaba como una hoja.- [Sarah]Vuela, Mia[/Sarah].- extendí las alas y la gente se quedó callada, conteniendo el aliento.- [Sarah]Pero no de verdad[/Sarah].- noté cómo me ponía roja y la gente carraspeaba.- [Sarah]Te quiero muchísimo. Gracias por hacer esto por mí[/Sarah].
Había llegado el momento de volar. Tomé aire, cogí las riendas de mi vida y….lo que vino después, fue mejor que cualquiera de mis sueños.
Everywhere I’m looking now
I’m surrounded by your embrace
Baby I can see your halo
You know you’re my saving grace
You’re everything I need and more
It’s written all over your face
Baby I can feel your halo
Pray it won’t fade away
I can feel your halo -halo- halo
I can fee your halo -halo- halo
I can feel your halo -halo- halo
I can fee your halo -halo- halo
Beyoncé – Halo.
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