NATHANIEL ROGERS
APARTAMENTO EN LA ESCUELA LEGADO – MADRUGADA
Me desperté sobresaltado. Por suerte vivía solo y mis gritos no habían despertado a nadie. Miré el reloj y vi que el sol estaría a punto de salir. Era demasiado tarde para volver a acostarme, así que me levanté e hice la cama antes de ir a prepararme el desayuno.
Hacía ya dos meses desde aquella fatídica noche en la que todo salió mejor de lo que cualquiera habría pensado. Desde entonces mi sueño no era el mismo. Mis habilidades me ponían en sincronía con las emociones de los demás y aquel rescate lleno de caos, miedo y dolor me había desestabilizado hasta el momento. Cierto era que había remitido ligeramente, pero las pesadillas seguían.
Había visto morir a todos y cada uno de ellos y había revivido cada uno de los sufrimientos reales que habían padecido. Normalmente lidiaba bien con las emociones ajenas, pero estaba demasiado vinculado a los hijos de los Moondies y también me afectaba el hecho de mentir a sus familias.
La historia oficial era que habían acudido todos al rescate de Henry, que había planeado huir de la sede de Infinity llevándose con él a Ezra y la nueva hija de Sarah y Sasha. Me había visto forzado a cumplir la promesa de no contar a ninguno de los Moondies que parte de ellos habían entrado directamente a Infinity, pero lo demás era imposible que no lo supieran por las dos personas que acababan de entrar en sus vidas y por las noticias del ‘sabotaje y robo’ en Infinity a manos de un exempleado. La foto de empresa de Henry salió en los telediarios durante un par de semanas y se había convertido en un fugitivo de la justicia. A fin de cuentas, Infinity era parte del Gobierno.
De los demás no habían hecho mención por el momento y eso no significaba nada bueno. Solo hacía pensar que estaban esperando el momento ideal para experimentar con cualquiera de nosotros. Viendo el poder que tenía su defensa privada, temía que llegase el momento.
Cuanto más pensaba en ello, más me daba cuenta de que me estaba atormentando mentir a las personas que me habían dado un hogar y un propósito, pero no sabía cómo hacerlo sin traicionar al resto. Sarah, Daniel y Sasha no volverían a coger unas vacaciones si supieran lo que había pasado, y las merecían, igual que el resto. Además, los niños estaban pasando un mal momento generalizado por lo que habían visto hacer a Omega, especialmente Xander, Owen y la propia Jane.
Así que viendo que sus familias no sabían nada de aquella noche ni de Omega, había decidido que tampoco podía volver a repetirse una locura como esa, así que empecé a vigilarles de cerca. Las cosas habían cambiado bastante desde aquél día:
- Sarah, Daniel y Sasha habían vuelto de vacaciones para encontrarse una hija más
- Edward había encontrado finalmente a su hijo, así que la maldición que había caído sobre él había desaparecido en teoría
- Elle había empezado a entrenarse con Edward como Mentor, después de que Christopher decidiera delegar en él porque aún seguía siendo el Mentor de Sarah y Sasha
- Cole había decidido no volver a Japón por el momento, por algo que Dante y él habían descubierto sobre el asesinato de su madre, un camino que me resultaba muy preocupante
- Jane por suerte no había tenido secuelas físicas del ataque pero ahora todo el mundo sabía qué era lo que le había pasado toda la vida, cuál era su poder y de lo que era capaz y nadie estaba más aterrada que ella.
- Xander había empezado a entrenarse más a menudo, ahora acompañado muchas veces por Owen. No había vuelto a hablar con Jane desde aquél día.
- Noah volvía a llevarse bien con Lexie desde que ella se sumó al rescate y había seguido saliendo con esa muchacha de Louna, Allie. Parecía feliz pero mi poder me permitía sentir que lo que había pasado le había dejado marcado y seguiría preocupado durante un tiempo.
- Kaylee había mejorado. Se había marcado el propósito de mejorar en la magia y había empezado a practicar, a veces con la ayuda de Sophie, la hija de Aphrodite que seguía instalada temporalmente durante el verano en casa de las MacLeod hasta conseguir un hueco en la residencia a principios de curso.
- Idris seguía preparando los exámenes de la academia y no le había perdido la pista porque seguía pasando gran parte de su tiempo con Elle.
- A Michael lo veía a diario porque mientras presentaba un trabajo de fin de carrera y se preparaba para sus años como interno, había ocupado el puesto de su madre en la Escuela Legado, aunque ella visitaba a menudo para comprobar que todo fuera bien. Estaba inmerso en los estudios de la ‘Biología del poder’ como él llamaba a investigar cómo funcionaban los poderes, especialmente el de Jane.
- Henry visitaba de vez en cuando la Escuela. Los Moondies, conscientes de quién era y la realidad de lo que había pasado, le habían ofrecido refugio. A veces venía con él una muchacha de la isla llamada Laura, que había empezado desde entonces a salir a veces con Jane y Elle.
- Amy seguía estando por allí a menudo, ayudando a Xander excepto cuando Owen estaba por allí. No sabía por qué le evitaba, pero parecía volver a estar algo preocupada de manera habitual, aunque por suerte ya no se aislaba.
Pero incluso a mí, cuidando de todos y sintiendo lo que sentían, se me escapaban algunas cosas. En este caso lo que se me escapó y no sabría hasta que ya fuese tarde era que Vera y Elliot habían llegado a enterarse de lo que había pasado, y ahora ella, sintiéndose desplazada, buscaría la primera oportunidad que encontrase para demostrarles que era una New Moondie más.
No me imaginaba que quedase tan poco para esa oportunidad y que durante mucho tiempo fuese a estar lejos del que siempre sería mi hogar.
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