Ellie – Casa de Lucy y Ed
Mañana
Ed y Lucy, es decir, el tío Ed y la tía Lucy eran las personas más felices de la Tierra. Con diferencia, además. Habían logrado llevar la vida que querían y se encontraban en el punto culmen de su existencia. O al menos, esa era la sensación que me daban a mí. Quizás por eso me gustaba pasar tiempo con ellos. Vivían en una casa enorme a las afueras, porque a la tía Lucy le había ido muy bien en su marca de moda local y el tío Ed, bueno, el tío Ed se dedicaba a la vida contemplativa y a formarse como Vigilante.
Ese tarde de lluvia estábamos en el sótano que habían reformado para ayudarme a entrenar y así saber qué era capaz de hacer una Vanir. Había sido una sugerencia del tío Christopher, pero sospechaba que era cosa de Lucy que había espoleado a MacLeod para que Ed levantase el culo del sofá. Vale, esta teoría es demasiado buena como para ser mía. El mérito es de mi tía Diana.
La estancia, con suelo de parqué y todos los aparatos de tortura posibles, era cálida y agradable, además de tener un hilo musical que nos venía de perlas para escuchar la banda sonora de las películas de tipos duros de los 90.- [Ed]¿Te encuentras bien? Pareces distraída[/Ed].- estaba a mi lado mientras yo golpeaba el saco. Derecha, izquierda, derecha, derecha, izquierda, izquierda…
– [Elle]Claro[/Elle].- esbocé mi mejor sonrisa de psicópata.- [Elle]Estoy esperando a que la tía Lucy me traiga uno de sus muffins caseros de receta súper secreta, pero no he oído al dron de Infinizon tocar al timbre[/Elle].- mentí. En realidad, estaba pensando en si me daría otro estallido de poder y acabaría matando a todos los presentes.
– [Ed]Eres hija de tus madres y…padre. Sé cuándo algo no va bien[/Ed].- hizo una seña para que me sentara en uno de los bancos del fondo y me ofreció agua.-[Ed]Ya sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea… bueno, menos de chicos.[/Ed]- unas arrugas se formaron alrededor de sus ojos. El tío Ed nunca había sido un hombre demasiado atractivo, pero era una persona tan buena que era imposible que no se hiciera querer.
– [Elle]¿De chicas podemos hablar?[/Elle]- bromeé mirando la punta de mis deportivas fucsia.
– [Ed]Dejémoslo en que temas de amor mejor acudir a otra persona[/Ed].- lo decía en serio, por más que intentase disimularlo.
– [Elle]Una pena[/Elle].- me encogí de hombros – [Elle]¿Qué tal con Ezra? Tiene que molar que te den al niño ya criado[/Elle].- Ed, con su camisa azul y sus vaqueros, no vestía con la ropa que diseñaba Lucy, porque era demasiado moderna para él.
– [Ed]No te creas, lamento haberme perdido su infancia. Pero no intentes cambiarme de tema, porque algo te preocupa y no es bueno que te lo guardes. Eso solo te afectará más[/Ed].- me invitó a hablar.
– [Elle]¿Yo? Soy la chica sin preocupaciones[/Elle].- parpadeé de forma exagerada y me tiré de las mallas negras.
– [Ed]Me recuerdas a tu madre cuando entrenaba con Christopher[/Ed].- negó con la cabeza.- [Ed]¿Es eso? ¿No ser como tu madre?[/Ed]
– [Elle]Sé que no soy como mi madre[/Elle].- cogí la botella de agua y di un trago.- [Elle]Si lo fuera, tendría un novio y una novia. Mierda, debería ser como mi madre[/Elle].- me fijé en Ed, que me miraba como si se viera superado por la situación y dejé de hacer el gilipollas.- [Elle]Me preocupa mi poder y también me preocupa que no me interesa nada liderar[/Elle].- fue como si lo vomitara. No había sido capaz de hablar, ni siquiera con Idris.- [Elle]Es como si algo dentro de mí estuviera roto[/Elle].- di otro trago de agua.- [Elle]La hija de Sarah Echolls no es capaz de liderar a los New Moondies[/Elle].- recité como si fuera un titular.
– [Ed]Así que es eso[/Ed].- suspiró.- [Ed]Escúchame: no hay nada roto dentro de ti. La historia ha cambiado. Antiguamente una Kvasir lideraba, porque estaba sola protegiendo al mundo. Ahora no están solas y tú eres una Vanir.[/Elle].- me recordó.- [Elle]Mientras tengas ayuda, no tendrás que tomar decisiones sola[/Elle].
– [Elle]Es que no me veo organizando nada, ¿sabes?[/Elle]- entrenar me gustaba porque siempre había sido buena en el deporte.- [Elle]Pero esto…estudiar…demonios, formarme, liderar…no es lo mío[/Elle].- me pasé una mano por el pelo. – [Elle]¿Sabes a quién le pegaría mandar? A Jane, porque le daría con una vara a todo el que no le hiciera caso[/Elle].
– [Ed]Eso suena más a tirana que a líder[/Ed]..- me recordó.
– [Elle]Y estudiar es para Kaylee, que toda la vida ha sido la Kayleepedia[/Elle].- le expliqué. Si estaba estudiando Magisterio era porque me consideraba demasiado inútil como para cualquier otra cosa. Es triste decirlo, pero es lo que hay.
– [Ed]No tienes que preocuparte por los planes. Puedes contar con el resto para esas cosas. Puedes contar conmigo.[/Ed]- me puso una mano en el hombro.
– [Elle]Gracias[/Elle].- le di un abrazo y entonces, entró Lucy y fue como si la cara de Ed se iluminase como una bombilla. Ella llevaba un delantal que se había debido manchar a propósito y una bandeja con muffins que acababan de llegar, casi con toda seguridad, en el dron de Infinizon.
– [Lucy]Mis muffins caseros acaban de salir del horno[/Lucy].- sonreía con orgullo.
– [Ed]Nada de dulces en el entrenamiento[/Ed].- intentó parecer serio, pero le duró tres segundos.- [Ed]Es broma, come todas las que quieras.[/Ed]
Me levanté y cogí dos: uno de chocolate y otro de arándanos.-[Elle]No sé cómo lo haces, pero son idénticos a las de esa pastelería…[/Elle]- comenté tras tragar.
– [Lucy]Una, que tiene talento[/Lucy].- soltó con desparpajo y se escucharon unos pasos detrás. Ezra, acompañado de Sky, hicieron acto de presencia para reclamar su muffin, porque total, Sky era inmortal.
– [Ezra]Aquí tienes la vuelta de…[/Ezra]- se guardó las monedas en el bolsillo.-[Ezra] ¿el pienso?[/Ezra]- lo de mentir se le daba tan mal como a su padre.
Estuve un rato más con ellos y después, volví a casa. Tenía que armarme de valor y explicar que no quería liderar.
La heroína de esta historia no era yo.
Soy todo lo que prometí
No llegar a convertirme
Tú eres lo que nunca dijiste ser
(Guerra y Paz, Zahara)
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