Vera – Esfera Kouras
Mañana
Hacía un calor infernal y más con mi ropa de exploradora de la jungla (pantalones con bolsillos, camiseta y chubasquero). Estábamos en un desierto rocoso de escasa vegetación y agua inexistente. Era, de todas las opciones, la peor para perderse. No había dónde resguardarse, ni qué comer y las opciones de sobrevivir más días de los que teníamos cubiertos con las provisiones eran irrisorias.
Elliot y Jane se fueron en dirección al pueblo. No me parecía la posibilidad más inteligente, pero era la que ellos habían elegido. En el pueblo había mucha gente y en el Oeste la gente no se caracterizaba por su amabilidad. Era una época nauseabunda que el cine se había empeñado en mitificar como si tuviera algo de bonito robar, pelearse y beber hasta la inconsciencia.
Noté una molestia en el vientre y eché cuentas: me iba a venir la regla. Yo, que siempre había sido muy previsora, había echado mi copa menstrual en la mochila de útiles, pero aquí no había agua más que la que traía para beber y no iba a utilizar el cazo de cocinar para estos menesteres, así que estaba igual de fastidiada que si no hubiera traído nada. Tendría que improvisar unas compresas con alguna camiseta a la que hubiera dejado de tenerle cariño. Menudo asco de viaje me esperaba.
Caminé siguiendo a Owen con desgana: odiaba el calor, el sol, los insectos y los sitios de vegetación escasa. A mí dame Escocia con sus prados verdes y su lluvia incesante, un buen libro y una taza de té calentito. – [Vera] ¿Pueblo o poblado? [/Vera]- le pregunté a Owen, que iba por el sendero opuesto al de Jane y Elliot como si supiera lo que estaba haciendo, pero no fingía tan bien como se creía.
– [Owen]Poblado[/Owen].- meditó y le seguí. El camino no podía ser más irregular.- [Owen]¿Hablas navajo o lo que sea que hablen aquí?[/Owen]- parpadeé. ¿Era la mejor amiga de su hermano y no sabía que tenía la misma habilidad que mi padre?
– [Vera]Soy hija de Christopher Macleod[/Vera].- en realidad, eso era como no decirle nada, porque ni Amy ni Kaylee poseían esa destreza, pero me apetecía poner la puntilla.
– [Owen]¿Eso es un sí o un no?[/Owen]- me miró, le miré. Estuvimos un rato mirándonos, porque tenía ganas de zarandearle a ver si sonaba a hueco en su cerebro.
– [Vera]¿Jane te tiró de la cuna cuando erais pequeños?[/Vera]- era un chico simpático, pero me costaba saber si se hacía el tonto o…bueno, lo era.
– [Owen]Posiblemente[/Owen].- se encogió de hombros.- [Owen]Entonces sí hablas navajo…[/Owen]- suspiré al oírle.
– [Vera]No[/Vera].- espeté muy seria.
– [Owen]Bueno. Nos comunicaremos con señas[/Owen].- me eché las manos a la cabeza, pero acabé riéndome.- [Vera]Eres de lo que no hay[/Vera].- y le expliqué.- [Vera]Hablo todos los idiomas[/Vera].
– [Owen]Vaya. Entonces de traductora te forrarás[/Owen].- se quedó pensativo. A lo mejor se imaginaba que en la era de ‘Infinity’, en la que existían unos auriculares que te traducían al instante, iban a esperar que una chica les fuera diciendo lo que su interlocutor quería expresar.
– [Vera]Sería una buena idea, sí[/Vera].- me ahorré el comentario.- [Vera]Y a ti…¿qué se te da bien?[/Vera]
– [Owen]Quemar cosas[/Owen].- bromeó.- [Owen]Soy buen atleta, supongo.[/Owen]- me limité a observarle. Owen era el típico cachas de instituto que parecía sacado de cualquier película del año 2000, pero detrás de todas aquellas capas de seguridad, bromas e intentos fallidos de ligoteo, parecía esconderse alguien que no se valoraba mucho.
– [Vera]Intenta no quemar a los de tribu[/Vera].- le pedí.
– [Owen]Siempre y cuando no nos queman ellos[/Owen].- tenía parte de razón, así que caminamos en silencio un poco más.[Owen]Oye, ¿tu hermana esta saliendo con alguien?[/Owen]- me había parado a beber un poco de agua de mi cantimplora cuando escuché eso. Estaba acostumbrada a que la gente pasara de mí, porque no era tan inteligente como Kaylee ni tenía el aura de estrella torturada de Amy, pero que en mitad de una expedición para intentar salvar nuestra vida me sacasen la vida privada de mis hermanas, ya era demasiado.
– [Vera]Creo que tiene un rollo con un tío de Endless, pero también con Leo[/Vera].- guardé la cantimplora tras ofrecerle a Owen.- [Vera]Me agota pensarlo[/Vera].
– [Owen]¿Con Leo? Creía que no podían ni verse[/Owen].- de pronto, parecía más nervioso. Seguía siendo el mismo tío que había ido a una misión de los Daesdi con una camiseta negra ceñida y unos vaqueros que él creía que le hacían un buen trasero (spoiler: no), pero su seguridad iba menguando a pasos agigantados.
– [Vera]Ya, bueno, es el más guapo[/Vera].- me encogí de hombros.- [Vera]No te ofendas[/Vera].- lo que hacía más atractivo a Leo era que transmitía mucha seguridad en sí mismo.
– [Owen]No, tienes razón. Maldita barba perfectamente recortada y cuerpo de no he ido al gimnasio en mi vida y aún así estoy mazas[/Owen].- daba la sensación de que quería algo con él y no me extrañaba en absoluto.
– [Vera]De todas formas, pensé que Kaylee y tú ya no teníais nada en común[/Vera].- comenté sin poder salir de mi asombro.
– [Owen]¿Kaylee? Espera… ¿Kaylee y Leo?[/Owen]- parecía extrañado.- [Owen] No, yo estaba hablando de tu otra hermana. De Amy[/Owen].
– [Vera]¿A ti y a Leo qué os pasa con las Macleod?[/Vera]- me crucé de brazos un poco incómoda. Me parecía maravilloso que Owen estuviera enamorado de Amy, de Kaylee o de las dos, pero yo no tenía por qué aguantar la charla sobre su vida amorosa. No había venido a esto. Estaba cansada de vivir a la sombra de mis hermanas.
– [Owen]Chica, no lo sé. El caso es que tu hermana apenas me dirige la palabra. Y…el caso es que creía que habíamos conectado, ¿sabes?[/Owen]- tomé aire y puse los ojos en blanco sin que me viera.
– [Vera]¿Has intentado hacer algo inapropiado?[Vera]- lo dije con seriedad.
– [Owen]¿Qué? No. ¿Por quién me tomas?. Solíamos quedar, charlar. Y puf, de un día para otro se fue con tu primo Xander a Merelia[/Owen].- me explicó. Parecía preocupdo.
– [Vera]La mandaron mis padres porque tenían miedo de que se suicidara[/Vera].- admití. No era algo agradable, pero merecía saberlo, aunque no de mi boca.
– [Owen]¿Amy intentó..? No… no lo sabía[/Owen].- parecía triste y no hacía falta ser muy observadora para darse cuenta de que le gustaba de verdad.
– [Vera]No lo intentó[/Vera].- puntualicé.- [Vera]Creo[/Vera].
– [Owen]Bueno, me has dado mucho en lo que pensar[/Owen].- me lo tomé como una señal para dejar el tema.
– [Vera]Eh, no te agobies[/Vera] – le animé.-[Vera]Amy es muy peculiar[/Vera].
– [Owen]Lo sé, por eso me gusta[/Owen].- la sinceridad de Owen me desbordaba un poco. Elliot era mucho más complicado, en cambio, su hermano era muy cercano. A veces, demasiado.- [Owen]Quiero decir, me parece interesante[/Owen].- carraspeó.
– [Vera]Ya lo has dicho[/Vera].- sonreí.
– [Owen]¿Y a ti qué, no te gusta nadie? No me digas que también te gusta Leo[/Owen].- me picó.
– [Vera]Leo le gusta a todo el mundo[/Vera].- eso no era mentira.
– [Owen]También es verdad[/Owen].- le pareció lógico.
– [Vera]Hace tiempo me gustaba tu hermano, pero él iba detrás de Tina y se me pasó[/Vera].- Mentí de forma descarada. En realidad, nunca me había gustado nadie .- [Vera]Tampoco era nada muy intenso[/Vera].
– [Owen]Como tú has dicho: ¿Qué tienen los Williams?[/Owen]- movió las cejas.
– [Vera]No he dicho que me gustes tú, cabeza de antorcha[/Vera].- le aclaré
– [Owen]Pero sí Elliot[/Owen].- podía haberle dicho cualquier otro nombre, pero no se me ocurrió nada mejor.
– [Vera]Fue durante unos tres segundos[/Vera].- me pasé una mano por el cuello.- [Vera]No sé para qué te he contado nada[/Vera].
Habíamos estado tan ensimismados en la conversación, que no habíamos visto el poblado indio que estaba a poco más de cien metros, pero lo peor no era eso, sino que unos indígenas nos habían seguido durante todo el camino y ahora mismo nos apuntaban con sus flechas.
– [Vera]La próxima vez deja la charla amorosa para cuando estemos a salvo[/Vera].- me quejé levantando las manos y esperé a que hicieran ellos el primer movimiento, porque eran al menos diez y estaban armados hasta los dientes.
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