Julia – Esfera Gwiddon
Noche
Era de noche y hacía frío. La luna estaba llena. Me dolía la pierna.
No tenía pensado escribir un diario de estos, pero al final, he tenido que hacerlo porque tenía mucho que contar. Todo empezó mucho antes de lo que estáis imaginando, pero lo relevante es que acabé encerrada con un macizo al que le sacaba unos ocho años y vinieron a rescatarnos dos de sus amigos. Hasta ahí, todo bastante normal, salvo porque nos perseguía un ejército de zombis y yo me iba a quedar coja con toda seguridad.
Como os podréis imaginar, no va a ser un diario al uso, porque la mitad de mi historia es confidencial por cuestiones espacio-temporales.
En fin, vamos al lío:
Geraldine había encerrado a Amy y a Leo en una esfera gigantesca de la que no podían salir hasta que fueran amigos de nuevo. Di por hecho que no lo superarían jamás y los zombis nos comerían a mí y al buenorro, porque la bruja tenía pinta de sobrevivir a todo.
[Ezra]No te preocupes de los muertos, ya me encargo yo de ellos.[/Ezra]- le escuché decir a Ezra. Era un héroe de acción, un soldado entrenado para el mata-mata, que no tenía tiempo para nada más. Vamos, que era guapo, pero también aburrido. A veces, debajo de los envoltorios más bonitos se esconde la gente más sosa. Bueno, tampoco pasaba nada. Para el sexo no era necesario que supiera todos los chistes más famosos de la galaxia.
– [Julia]¿De todos?[/Julia]- le miré y me aguanté una carcajada. Los zombis venían con su cojera habitual a llevarme y lo entendía, porque parecía una de ellos.
– [Geraldine]Me gustaría verte intentarlo, chiquillo[/Geraldine].- la bruja, con sus ropas del universo de Tolkien, miró a Ezra con pena.
– [Ezra]Bueno, no solo del todo[/Ezra].- el chico se cortó en la mano con algo afilado que llevaba y cayó sobre un tótem. No pude verlo bien por la oscuridad, pero ese tótem me sonaba de algo.
– [Geraldine]¿MAGIA DE SANGRE?[/Geraldine]- la bruja alzó con telekinesis mágica a Ezra y el tótem cayó al suelo, pero ya estaba tomando la forma de un gigante de piedra.- [Geraldine]¿Qué eres, monstruo?[/Geraldine] – conjuró una llama de fuego y la colocó cerca de la cara de él. Temí por su belleza, si soy sincera.
Ezra no se movió. A lo mejor estaba pensando o acojonado. A saber qué pasaba por esa preciosa cabezaz.
Los zombis se acercaban de manera alarmante y Leo y Amy no salían de su burbuja (¿la chica estaba cantando?), pero el gigante empezó a aplastarlos como si fueran topos y él estuviera jugando al »Guacamole».- [Geraldine]Quítale la vida a ese engendro, chiquillo[/Geraldine].- la llama se acercó un poco más a Ezra. Él no se revolvió. A lo mejor le daba igual morir calcinado, pero yo le tenía cariño, así que cogí una piedra y le di en la nuca a Geraldin, que cayó inconsciente.
– [Julia]No quería que te quemara esa cara tan guapa[/Julia].- le guiñé un ojo y el chico me miró como si no me viera. Cualquiera pensaría que mis tetas nunca pasarían desapercibidas. Puede que fuera gay o asexual. O a lo mejor, no le gustaba y ya está. Nah, seguro que era gay.
Ezra cogió a Geraldine en brazos y la esfera en la que estaban Leo y Amy les dejó salir.- [Leo]Correeeeeeeed[/Leo].- soltó el recién liberado.
– [Amy]Ezra, controla a tu novia que casi mata a la Daë[/Amy].- escuché decir a su compañera de calamidades. Le iba a replicar que a mí no me tenía que controlar nadie y menos un crío, pero un zombi me agarró del hombro y Amy se interpuso en forma lupina para que no me comiera.
– [Julia]Gracias, Rufo[/Julia].- bromeé y Amy tiró de mí para que me subiera sobre su lomo.- [Julia]Suéltame, bicho[/Julia].
Empezamos a correr, mientras dejábamos que el gigante de Ezra siguiera aplastando cabezas, pero cada vez venían más. De pronto, estábamos rodeados sin saber cómo. Nos iban a comer seguro.
Un zombi se acercó a Amy, que imponía en forma lupina, pero menos que el muerto. No sé cómo, Leo se puso delante y le mordió a él.- [Amy]¡¡LEO!![/Amy]- gritó la chica ahora en forma humana (por suerte, a nadie le importó que estuviera desnuda).
– [Amy]Ya no te puedo morder otra vez…[/Amy]- se acercó. Ezra, por su parte, tras dejar a Geraldine en el suelo, intentaba ayudar al Tótem a mantener a raya a los zombis, pero eran demasiados.
Amy giró a Leo y el chico brilló. BRILLÓ.- [Amy]Puto Leo que parece una pulsera Pandora[/Amy].- el cuerpo del aludido estaba cubierto de plata.- [Amy]Manada, en formación. Es hora de enseñar los dientes[/Amy].- los tres lobos se transformaron y flipé.
– [Ezra]Por fin…[/Ezra]- mi amor esbozó una media sonrisa y empezaron a arranar cabezas de zombis a dentelladas.
Estaba tan emocionada viéndolo todo (y acojonada) que no podía moverme. Vi que Geraldine abría un ojo y sonreía.
De pronto, un fogonazo: ni zombis, ni bosque, ni nada. Esperaba que Ugg estuviera en forma de bolsillo y no a escala real.
Nos encontrábamos sentados en el salón de una cabaña de la época. Con muebles escasos, pero suficientes para una señora que vive sola y hace magia. – [Geraldine]Ahora sois un grupo de verdad[/Geraldine].- Geraldine llegó con una bandeja de té.
– [Amy]¿Esto no se suponía que iba al revés?[/Amy]- Amy parecía confusa.- [Amy]Nosotros te reclutamos a ti…[/Amy]- se removió en la silla.
Geraldine se encogió de hombros.- [Leo]¿Nos has oído hablar de los dae?[/Leo]- Leo parecía contrariado.
– [Geraldine]No es que seáis unos maestros de la discreción[/Geraldine].- nos dio una taza de té a cada uno. Eché de menos tener una petaca para poder tomarlo con alegría, pero me lo bebí igualmente.
– [Leo]Van a venir otros. Te necesitarán[/Leo].
– [Geraldine]Tengo poder e inteligencia de sobra para liderar a cuantos me necesiten[/Geraldine].- la modestia de la bruja no era su fuerte. Vi que Amy tiraba el té sin disimulo en una planta.
– [Leo]No me suena que fueras la…[/Leo]- Leo no terminó la frase.
– [Geraldine]Suero de la verdad[/Geraldine].- nos miró. Ya no sabía cuántas veces nos la había jugado la buena mujer.- [Geraldine]Nunca te bebas el té de una bruja[/Geraldine].
– [Julia]El mundo se va a tomar por culo y nosotros vamos en una nave de mierda acompañados por otras dos naves de mierda[/Julia].- la lengua se me estaba soltando.
-[Ezra]¿Eres consciente de que vas a morir?.[/Ezra]- al escuchar a Ezra, Geraldine se encogió de hombros.
– [Julia]¿Y SABES QUÉ ES LO PUTO PEOR? QUE SI ME FOLLO A ALGUNO DE ESTOS PUEDE QUE ME ESTÉ FOLLANDO A MI NIETO[/Julia]- no podía dejar de hablar. Puñetero suero de la verdad.
– [Geraldine]No tenía pensado quedarme aquí eternamente[/Geraldine].- Geraldine me miró de lado intentando ignorarme. Buena suerte con eso.
– [Julia]PORQUE SOY EL PUTO FRY DE FUTURAMA. A LO MEJOR SOY MI ABUELO[/Julia].- grité fuera de mí.
Ya os dije que este no era un diario al uso. Conseguimos a la Daë o mejor dicho, ella nos consiguió a nosotros y pudimos irnos a la nave con el resto. Cuando llegué, pensé que me iba a marear.
– [Julia]He vuelto…[/Julia]- murmuré al verla.
– [Ezra]¿Qué?[/Ezra]- me preguntó el tío bueno de Ezra.
– [Julia]Que conozco esta Nave[/Julia].- le expliqué.
– [Ezra]¿Y eso?[/Ezra]
– [Julia]Yo seré tripulante de ella dentro de unos siglos[/Julia].
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