Kaylee – Nave
Noche
Me lo estaba pasando muy bien. No recordaba la última noche así. Quizás es que no había otra. Desventajas de ser una imbécil durante mi adolescencia.
Aunque todo el mundo sabía que era yo la que controlaba la botella, tampoco era plan de ser injusta, así que dejé que se posara en Sophie. De un tiempo a esta parte, nuestra amistad había crecido. Al principio, solo era la hija simpática de una amiga de mi madre, pero con su infinita paciencia me ayudó a superar mis miedos con la magia, aunque no fue un camino de rosas ni algo rápido. No me malinterpretéis, cuando digo magia, hablo de la de verdad, de conjuros, pociones y hechizos. Entre nosotras no había nada sexual. Sophie era muy guapa y yo tampoco soy un orco de las mazmorras, pero no todo el mundo sueña con enrollarse con su mejor amiga. No todas somos Elle y Jane.
– [Sophie]Verdad[/Sophie].- Sophie no se lo pensó mucho.
– [Lexie]¿Qué hacéis en realidad cuando decís que estáis «con la magia»?[/Lexie]- se escuchó alguna risita y yo enarqué una ceja. Mi amiga, que era muy de tocar las narices, cambió de opinión.- [Sophie]Uy, eso es muy íntimo. Mejor reto[/Sophie].
– [Lexie]Pues cómele la boca a Kay[/Kaylee].- iba a quejarme, pero bueno, solo era un beso y no estábamos en el siglo XIX. Sophie, que estaba sentada a mi lado, se giró y me besó. Fue agradable, porque un beso siempre lo es, pero tampoco nada memorable. Me sentí como si estuviera besando a Vera.
– [Idris]Eso no da para fic.[/Idris] – Idris se quejó hablando en nombre del resto y la botella volvió a girar. Dejé que apuntara en mi dirección y en la de Sophie otra vez.- [Kaylee]Pues…reto[/Kaylee].
[Sophie]Te toca besar a la persona que más te guste de este círculo[/Sophie].- mi amiga me guiñó un ojo.
– [Kaylee]¿Todos los retos son de besar?[/Kaylee]- me quejé y miré a Leo.- [Kaylee]Es que…[/Kaylee]- él evitó devolverme la mirada, así que me puse en pie y fui hasta Dante, que silbó sin disimular una sonrisa.- [Kaylee]No te emociones[/Kaylee].- le advertí entre risas.
Él se incorporó, con ese aire de arrogancia Villiers que le caracterizaba y escuché un golpe. Leo se había ido de la sala de mala manera. Suspiré, nerviosa y Dante se acercó a mi oreja.- [Dante]Los dos sabemos que este beso no cuaja, así que venga, vete detrás de él.[/Dante]- asentí y escuché los abucheos de Idris y Lexie.
Abandoné el círculo sin decir nada más.- [Dante]Oye Chloe, ¿por qué no me ayudas a terminar el beso?[/Dante] – la chica dio un salto y enredó sus piernas en la cintura de él. Lo demás, fueron vítores y un «Dante, que te vas a ahogar».
Eché a correr hasta el almacén, que estaba lleno de trastos que aún no habíamos sabido dónde colocar. No estaba segura de que Leo se encontrase allí, pero era lo único que se me ocurría. Abrí la puerta y allí estaba. Daba vueltas en círculos como un animal enjaulado.- [Kaylee]Leo…[/Kaylee]- susurré y se giró. Estaba muy enfadado. Sus ojos eran como un volcán a punto de entrar en erupción.
This world can hurt you
It cuts you deep and leaves a scar
Things fall apart, but nothing breaks like a heart
And nothing breaks like a heart
– [Leo]¿No deberías estar besando a Dante?[/Leo] – me preguntó de malas formas.
– [Kaylee]No voy a responder a esa mierda pasivo- agresiva[/Kaylee].- me alisé la parte inferior de la blusa, porque la mala leche iba a hacer que entrar en combustión espontánea de un momento a otro.
– [Leo]Como quieras…[/Leo]- bufó.
– [Kaylee]Has montado dos pollos por un juego[/Kaylee].- le recordé.
– [Leo]No es el momento para que nadie me dé lecciones.[/Leo] – me aguantó la mirada. Me estaba retando.
– [Kaylee]No sé qué te pasa[/Kaylee].- con Leo parecía que nunca me enteraba del todo de lo que estaba pasando por su cabeza.
– [Leo]Déjalo Kaylee. Vuelve con Dante, seguro que lo está deseando.[/Leo] – había tanta amargura en sus palabras que podía saborearla.
– [Kaylee]¿Quieres dejarlo en paz?[/Kaylee]- le pedí con menos paciencia de la que habría querido.
– [Leo]No te preocupes, os dejaré en paz a todos.[/Leo] – Leo parecía estar a punto de romperse, pero no sabía hasta qué punto.
Se llevó una mano al pecho y cayó de rodillas.- [Kaylee]¡Leo![/Kaylee]- chillé y fui a su lado.- [Kaylee]Mírame. No me digas que te está dando un infarto[/Kaylee].
Sus ojos se habían tornado de un tono ambarino y de sus manos salían unas garras que poco tenían que ver con sus manos siempre rematadas por unas pulcras uñas. Tenía manos de pianista y ahora, de monstruo. – [Leo]Corre, vete. Llama a…Amy.[/Leo] – su voz sonó más gutural que de costumbre y sus colmillos se agrandaron ante mis ojos.
– [Kaylee]Mírame, ¿por qué te pasa esto? ¿A qué viene?[/Kaylee]- intenté dialogar con él en vano. Me sentía como La Viuda Negra intentando controlar a Hulk.
– [Leo]Corre, ya.[/Leo] – me levanté en modo automático y eché a correr cerrando la puerta tras de mí. Estaba tan nerviosa que mi cuerpo reaccionaba solo.
Llegué donde estaban los demás respirando con dificultad. No sabía si por la carrera o la ansiedad.- [Kaylee]Amy, Leo te necesita[/Kaylee].- tomaba el aire a bocanadas, como si no hubiera suficiente en el mundo.
Dejaron de jugar y mi hermana mayor me miró.- [Amy]¿Qué le pasa ahora al dramas?[/Amy]
– [Kaylee]Se está transformando[/Kaylee].- me temblaban las manos.
– [Amy]Joder[/Amy].- saltó como un resorte. Vi que nadie más hacía ademán de levantarse. Era un asunto de lobos.
La seguí sin saber muy bien quién me había dado vela en este entierro.- [Amy]Leo, ¿qué estás haciendo? ¿Quién te crees que eres, La Bestia?[/Amy]- Amy me miró para asegurarse de que no entraba y cerró la puerta.
Utilicé un hechizo simple de amplificación del sonido. Ellos no lo notarían y yo podría escucharlo todo. Cuando empecé a elaborarlo, me temblaron las piernas. Me estaba pasando.
– [Leo]No lo controlo…[/Leo] – escuché cómo se le partía algún hueso.
– [Amy]No lo has controlado en tu vida, pero esto es diferente[/Amy].- le riñó mi hermana.
– [Leo]Es la primera vez que me pasa desde…desde el grupo. Me pusieron algo en una bebida y me transformé, casi los mato a todos.[/Leo]
– [Amy]Aquí nadie te ha drogado. Es otra cosa[/Amy].- Amy intentaba mostrar paciencia, pero no era la mejor en eso.
– [Leo]Vete Amy. No tenía que haberte metido en esto.[/Leo] – le pidió con una voz que no era suya.
– [Amy]No[/Amy].
– [Leo]No tengo derecho a pedirte nada.[/Leo] – un quejido lastimero y otro hueso. Crack. La vista se me nubló.
Me apoyé contra la pared y seguí escuchando.- [Amy]Déjate de rollos y dime qué es lo que te pasa[/Amy].
– [Leo]Tenías razón. Lo mejor que puedo hacer por las MacLeod es irme lejos.[/Leo] – sentenció. Crack. Crack. ¿Cuántos huesos había en un cuerpo?
– [Amy]No saques una cosa que dije para hacerte daño en un momento así[/Amy].- le pidió.
– [Leo]Pero tenías razón.[/Leo] – hablaba entre quejidos de dolor- [Leo]Me hiciste un regalo y para mí es una maldición. Te dejé tirada. Kaylee y yo estuvimos a punto de…pero se lo ha pensado mejor y la entiendo.[/Leo]
– [Amy]El regalo era para mí, no para ti[/Amy].- convino mi hermana.- [Amy]Yo te marqué porque te quería[/Amy].
Más gritos de Leo. Más huesos rotos. Me dejé caer hasta el suelo. El golpe desde allí sería menor si no aguantaba más.- [Leo]Y mira como te lo devolví. Es mejor que Kaylee siga sin hablarme.[/Leo]
– [Amy]Leo, fui una egoísta y el karma me ha castigado con que me guste un tío al que mato si se me ocurre morderle[/Amy].- Amy estaba siendo sincera con los motivos de lo que le había hecho a Leo- [Amy]Tienes que dejar de tenerle miedo al lican. Es parte de ti aunque no te guste. Deja que la transformación fluya y podrás revertirla[/Amy]
– [Leo]No. Yo no soy eso.[/Leo] – su voz sonó más humana, como si intentara recuperar el control, pero de nuevo, otro grito.
– [Amy]¿Entonces qué eres?[/Amy] – bramó ella.
– [Leo]Una decepción.[/Leo]
– [Amy]Solo eres una decepción para ti mismo porque te empeñas en serlo[/Amy].- le aclaró.- [Amy]Tu familia te adora, eres un músico talentoso, la mitad de la Nave te follaría hasta perder el conocimiento…[/Amy]
Escuché una risa.- [Leo]Y he perdido a mi mejor amiga. Y no soy capaz de hablar con tu hermana…[/Leo]
– [Amy]Pues para haberme perdido me tienes bien cerca[/Amy].- sentenció.- [Amy]Y mi hermana está ahí a punto de desmayarse porque cree que te va a pasar algo[/Amy].
– [Leo]Ojalá fuera cierto.[/Leo] – suspiró.- [Leo]No queda más remedio que hacerte caso.[/Leo]
Hubo un momento de calma extraña y la transformación siguió avanzando. Leo no tenía fuerzas para luchar contra ella.
Me puse en pie con dificultad y me asomé. Vi a Amy abrazarle para que no tuviera miedo de dejar al lican salir y sentí envidia de esa conexión.- [Amy]Valora esto porque no va a volver a pasar[/Amy].
Leo se desnudó antes de que el lobo rompiera la ropa y se la tendió a mi hermana.- [Amy]Buena Vista Home Entertainment presenta…[/Amy]- él no pudo responder y dio paso al licántropo, que empezó a arañar el suelo como el animal enjaulado que era.
– [Amy]Relájate, beta[/Amy].- bramó mi hermana y el lican vino hasta el cristal que nos separaba y me miró fijamente. Sus pupilas ambarinas, que tanto distaban de los ojos de Leo, se clavaron en mi alma.
– [Amy]¿También le gusta al lobo?[/Amy]- Amy enarcó una ceja.
El imponente lupus exterus negro intentó, en vano, olfaltearme. Puse entonces la mano en el cristal y él se pegó un poco más.- [Kaylee]Sé que estás ahí[/Kaylee].- susurré.
Que nunca hemos sido dos ya que contando el miedo éramos tres
Porque somos tan iguales que si tú te vas yo me voy también
El fallo es tener un problema y nunca aprender
Si vas a quedarte que sea conmigo
Si vas a correr que sea por el filo
Sé que el futuro no estaba delante
Ahora sí me doy cuenta que está contigo
El exterus se alejó del cristal, se hizo un ovillo y cayó al suelo inconsciente, pero ya no estaba el animal, sino Leo.
Amy abrió la puerta.- [Amy]Tráeme una manta y dile a Elle que venga a llevárselo a la cama[/Amy]- me pidió.
Iba a hacer un chiste, pero al ver a Leo tirado en el suelo, fui hasta Elle y la traje sin casi poder decir una palabra.
Ella se lo llevó hasta su habitación envuelto en una manta y, cuando lo vi sobre la cama, decidí pasar la noche allí por si necesitaba algo.
No habían pasado ni cinco minutos, cuando lo vi removerse, como si estuviera en una pesadilla.- [Kaylee]No estás solo[/Kaylee].- y le di la mano.
Por toda respuesta, un ronquido. ¿Qué? Nadie es perfecto, ni siquiera Leo.
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