Ellie Coco – Valantis (50’s)
Mañana
Estaba anocheciendo cuando atravesamos el portal, por eso supongo que no esperábamos encontrarnos con un sol cegador que nos impidió ver el coche que pasó a toda velocidad por nuestro lado. No tenía ni idea de la marca ni del modelo. Solo os podría decir que era rojo y antiguo. En mi cabeza se dibujó la imagen de Dante riéndose de mí. Ni que decir tiene que le hice una peineta.
Decidimos cruzar la calle, que bien podría haber sido cualquiera en los años 50 de Estados Unidos. Todo estaba limpio y cuidado, era casi irreal, pero había algo que me daba mala sensación. Frente a nosotros, al otro lado, había un diner. En él se agolpaba un montón de gente que parecía parte del elenco de Grease. Jane y yo nos miramos sonriendo. En el instituto, en pleno apogeo de su pelea con mi hermano, habíamos pasado mucho tiempo juntas y, como no éramos muy populares, vimos montones de series y películas. Grease tenía encanto, pese a contar una historia que, vista desde la perspectiva que te daba el feminismo, era un poco cuestionable: cambia tu personalidad y tu aspecto para encajar en la masa y que el chico que te gusta se fije en ti. Una pena que no tuviera la opción de «Elige tu propio final» y Sandy y Rizzo se morrearan en plena feria de fin de curso.
– [Jane]Idris, no te lo tomes a mal, pero no es la mejor época para ti[/Jane].- comentó Jane sacándome de mis pensamientos. Se había encasquetado una peluca de pelo rizado, unos pantalones morados tan apretados que si te fijabas mucho, podías verle hasta el carné de identidad (je), un top negro con hombros descubiertos y un pañuelo verde en el cuello. Estaba guapa (jeje).
– [Idris]Ninguna época es buena para mí, solo ligeramente menos mala.[/Idris] – confesó, pero la ausencia de gente de cualquier raza que no fuera «blanca nuclear» era motivo de preocupación. – [Idris]Por eso vengo con traje, al menos que piensen que tengo dinero.[/Idris]
No tuvimos tiempo de entrar en el diner. Un hombre muy trajeado, que aún no debía llegar a la treintena, se acercó a nosotras dejando atrás a la mujer rubia que iba con él empujando un carrito de bebé.- [b]Señoritas, ¿les está molestando este negro?[/b]- busqué a Idris con la mirada, pero parecía estar conteniéndose.
– [Elle]Se llama Idris y viene con nosotras[/Elle].- lo dije con toda la calma que pude, aunque no sé si acabé pareciendo Michael Gambon en «El Cáliz de Fuego».
– [b]Señorita, creo que no me ha entendido: este no es lugar para negros[/b].- intentaba mantener la calma. Su pelo engominado, su sonrisa perfecta y sus ojos azules se mantenían inmóviles. No parecía una persona.- [b]¿Qué pensarán los niños si ven a un negro caminando con tres jovencitas blancas?[/b]
– [Idris]Tengo mucho amor que recibir.[/Idris] – no sé por qué, pero lo vi venir. El tipo engominado le arreó un puñetazo a Idris, que por su constitución de elfo, casi no sintió.
Jane soltó un grito. Y yo noté cómo trastabillaba más que el que había recibido el golpe. Chloe, por su parte, no se inmutó.- [Elle]¿A QUÉ HA VENIDO ESO?[/Elle]- grité. Intentar hablar con ese tío era como hacerlo con una pared, pero no se me ocurría nada mejor.
La gente no nos miraba. Las agresiones debían estar a la orden del día y todo el mundo hacía la vista gorda.
– [b]Puto negro de mierda[/b].- le escupió a Idris en la cara, que se limpió con un pañuelo de tela.- [Idris]Eh tío, tampoco hacía falta que viniera con gargajo[/Idris].
Escuché al bebé llorar, pero la mujer solo siguió moviendo el carrito para que dejara de hacerlo.
En ese momento, dos agentes de policía pasaron a nuestro lado y Jane tuvo la peor idea de la historia.- [Jane]Perdone, pero están atacando a mi amigo y necesitamos ayuda[/Jane].
– [b][i]¿Está bien caballero?[/i][/b] – le preguntó uno de ellos, el que tenía el bigote lleno de migas y una barriga oronda, al agresor. El otro, que parecía un novato, se limitaba a mirar la escena con una sonrisita estúpida en los labios.
– [Jane]Oiga, que mi amigo es este de aquí[/Jane].- vi que Dris se pasaba una mano por la cara.
– [Chloe]Es que no eres muy lista[/Chloe].- farfulló Chloe con su estilismo de los años 70.
– [b]Me ha agredido delante de mi mujer y de mi hijo[/b] – se quejó el tipo.
– [Elle]Oiga, eso no es v-[/Elle].- empecé a decir, pero me cortaron.
– [b][i]Preciosa, nadie está hablando contigo[/b][/i].- explicó el agente.- [b][i]Esto es una conversación de hombres[/b][/i].
– [b]Este negro ha engañado a estas tres pobres chicas y lo más probable es que se haya aprovechado de sus encantos[/b].- el bebé seguía llorando.- [b]Linda, o callas ese niño o la hostia que te voy a dar va a llegar al barrio de al lado[/b].- la mujer, que cada vez estaba más nerviosa, le colocó el chupete y continuó moviendo el carrito.
– [b][i]Caballero, cálmese[/b][/i].- le pidió el agente.- [b][i]Cuando lleguen a casa, haga usted lo que quiera, pero estamos en un sitio público y hay que mantener la compostura[/b][/i].
– [b]Es este puto negro que viene a mi ciudad a llevarse a nuestras mujeres y a alterar a nuestros hijos[/b].- me estaba poniendo cada vez más nerviosa. No entendía este mundo y no sabía cómo nos íbamos a librar de la que se nos venía encima.
– [Idris]Eh, tranquilo, tranquilo. No pasa nada.[/Idris] – Idris levantó las manos.- [Idris]Vamos a hacer una cosa: yo me voy por ahí y si me has visto, no te acuerdas[/Idris].
– [b] [i]¡Quieto![/i] [/b] – el novato sacó el walkie mientras el otro le apuntaba con un arma . – [i]Hay un negro peligroso en el cruce con O’Hara[/i]
– [Elle]Hay que hacer algo y rápido[/Elle].- noté cómo las manos me temblaban. Me miré las palmas y vi que una luz empezaba a manar de ellas.- [Elle]No sé qué me está pasando…[/Elle]
– [Jane]Ellie, intenta estar tranquila[/Jane].- me pidió Jane. Asentí tragando saliva y controlé como pude la luz, pero no duraría mucho si seguían atacándonos.
Dris respiró un par de veces para relajarse y el arma del agente se congeló, al igual que el walkie del novato.- [Idris]¡Corred![/Idris] – anunció cuando todos se miraban sin entender nada.
Correr con estas pintas no era lo más fácil, pero Idris colocó un par de pistas de hielo y unos muros para retrasarles. Cuando por fin creíamos haberles perdido de vista, nos paramos a descansar en un callejón.
– [Chloe]¿Pero qué mierda de mundo es este?[/Chloe]- preguntó Chloe, con unos vaqueros de campana y una camisa de rayas de colores, intentando recobrar el aliento apoyada en una pared.
– [Idris]Esto es historia, ni más ni menos.[/Idris] – le explicó Dris un poco más triste que de costumbre. – [Idris]No me gusta haberle dado la razón.[/Idris]
– [Jane]El problema es que ahora nos estarán buscando[/Jane].- Jane no era muy buena tranquilizando a nadie.
– [Idris]He traído otra ropa, por si acaso.[/Idris] – Dris llevaba un maletín y dentro de él había otra ropa bastante menos elegante. La impresora era el mejor invento del mundo. – [Idris]¿No puedes acercarte al policía y hacer que no nos recuerde bien?[/Idris] – escuché decirle a Chloe a la par que nos pedía que nos diéramos la vuelta para cambiarse.
– [Chloe]¿Te crees que soy bruja?[/Chloe]- Chloe parpadeó varias veces.
– [Idris]Pero si tu padre…[/Idris] -cuando terminó de vestirse, guardó la otra ropa en el maletín.
– [Chloe]A ver si te crees que mi padre es la cuarta Embrujada, Idris[/Chloe].- puntualizó la pequeña de los Maclay.
– [Idris]Vale, perdón, asumí que eras hechicera como él.[/Idris]
– [Chloe]Pues no[/Chloe].
– [Idris]No pasa nada, iré por detrás de vosotras, que piensen que voy solo. Nadie os culpará, podéis decir que os estaba acosando.[/Idris] – explicó.
– [Elle]No voy a permitir que vayas detrás como si fueras un apestado[/Elle].- puntualicé.
– [Idris]Son los cincuenta Ellie. Segregación. No teníamos derecho ni a usar el mismo baño.[/Idris] – noté que los ojos se me llenaban de lágrimas de rabia. En aquel callejón estábamos más seguros que en la calle principal.
– [Jane]Es sensato lo que dice[/Jane].- miré a Jane sin dar crédito.
– [Elle]Eres mi mejor amiga, pero en momentos como este te…[/Elle]- me limpié una lágrima con el dorso de la mano.
– [Idris]Ey, Coq…Ellie. No pasa nada, iré cerca, no llamaré la atención. Si entráis al diner a buscar información, esperaré en el callejón.[/Idris] – me pasó una mano por el brazo.
– [Elle]Que no[/Elle].- me negué.
– [Jane]Idris es de raza negra y estamos en una época racista[/Jane].- los ojos de Jane echaban chispas.- [Jane]Es nuestra única opción si queremos salir de este sitio[/Jane].
– [Elle]¿Pero tú te estás oyendo? No podemos dejar a un amigo aquí[/Elle]- quise zarandearla para que entrara en razón.
– [Idris]Podemos decir que soy de tu servicio.[/Idris]- propuso él.- [Idris]Así nadie pondría pegas.[/Idris]
– [Jane]Anda mira, buena idea[/Jane].- concedió la mayor de los Williams, que cada día se parecía más a su madre.
Miramos a nuestro alrededor y vimos que Chloe ya estaba saliendo del callejón. Apuramos el paso para alcanzarla.
– [Elle]No me gusta que piensen que eres mi criado[/Elle].- le expliqué.
– [Idris]Cuando volvamos a la nave puedes hacer tú de esclava y se me pasa.[/Idris] – bromeó y le di una patada en el culo.
La policía no se veía por ninguna parte, pero debíamos ser rápidos, por si habían dado la alerta y estábamos en busca y captura. Por suerte, en los cincuenta había un diner en cada calle y esta no era una excepción. A través de los cristales vimos a Chloe, apoyada en la gramola mientras se bebía un batido de fresa y charlaba con un grimoso que se la comía con la mirada.
Decidimos que Jane sería la que entrase para ayudar a Chloe y yo me quedé fuera con Dris, pero decidimos volver al callejón para no levantar sospechas.- [Idris]¿Lo llevas mejor?[/Idris] – escuché que me preguntaba.
– [Elle]Me molesta que Jane se parezca tanto a su madre a veces[/Elle].- le expliqué.
– [Idris]Está buscando el bien mayor. Eso no significa que le guste esto.[/Idris] – la defendió – [Idris]Pero lo preguntaba por…el agobio que me habías dicho.[/Idris] – cambió de tema.
– [Elle]Estoy mejor[/Elle].- le sonreí y él asintió. – [Idris]No te preocupes por lo que tenía que contarte. Tómate tu tiempo y yo seguiré ahí cuando te recuperes.[/Idris]
No pude evitar mirarle y morderme el labio inferior. Seguía siendo el chico más guapo que había visto nunca.- [Elle]Oye, ya sé que…[/Elle]
– [Idris]¿Qué sabes? ¿Que eres lo blanco de mi huevo kinder? ¿El relleno de mi empanada? ¿Mi otro coquito?[/Idris] – bromeó y me reí.
– [Elle]Ya sé que estamos en los cincenta y que estaría fatal que nos besáramos porque nos estamos dando un tiempo, pero es que…[/Elle]- susurré.
– [Idris]No hay nada como una reconciliación. ¿Sabes lo que les molestaría? Fornicar como conejos en los cincuenta. Eso es algo que solo pasa una vez en la vida. [/Idris] – abrió los brazos bailando una música que solo estaba en su cabeza. Lo más probable es que fuera «Escape (The Piña Colada Song)».
– [Jane]¿VOSOTROS SOIS TONTOS O ES QUE OS CAÍSTEIS DE LA CUNA?[/Jane]- escuchamos a Jane gritarnos.
– [Idris]¿Lo dices por no esperarte?[/Idris] – ella le miró con una cara que no era muy agradable.
– [Jane]Tira para el diner que yo me quedo con este[/Jane].- me exigió frunciendo el ceño y yo le seguí el rollo para no discutir, pero ese día Jane me tenía un poco harta y todavía no había hecho más que empezar.
– [Idris]Eh, Coquito. Ya hemos quitado el botón de pausa, ¿no?[/Idris] – escuché que me decía y le guiñé un ojo, pero no tuve que llegar hasta el diner porque Chloe venía de vuelta.
– [Chloe]Estamos fucked[/Chloe].- resumió.
– [Idris]Eso ya se sabía.[/Idris]
– [Jane]¿A qué te refieres?[/Jane]- inquirió Jane, la de la santa paciencia.
– [Elle]Creo que hemos llegado antes de tiempo, porque la Daë lleva al vampiro como esclavo y aquí las mujeres pintan poco[/Elle].- sinteticé.
– [Idris]¿Y cómo avanzamos en el tiempo?[/Idris]
Chloe se quedó pensativa y su cara pareció iluminarse al poco.- [Chloe]Un tío me ha preguntado que si era de…ay, no recuerdo el nombre, pero sonaba a los 70[/Chloe].
– [Idris]Vale, ¿y cómo viajamos?[/Idris]- Dris no tuvo tiempo casi de terminar su pregunta cuando Chloe sacó una cartera del bolsillo trasero de su vaquero.
– [Jane]Vamos a acabar en la cárcel[/Jane].- Jane se llevó las manos a la cabeza.
– [Idris]Cada día que pasa me caes mejor.[/Idris] – Dris le sonrió a Chloe.-[Idris]Será mejor que lo alquiléis vosotras. [/Idris].
Una vez dicho esto, nos pusimos en camino. Idris iba detrás de mí como si fuera parte de mi servicio y Jane tomó la delantera. No tardamos mucho en dar con un sitio en el que vendían y alquilaban coches de segunda mano, que estaba ubicado en una especie de descampado.- [Jane]Buenos días, venía a alquilar un coche para mi marido[/Jane].- comenzó diciéndole mi mejor amiga a un vendedor de mediana edad y pinta de beber whisky con el desayuno.
– [b]¿Y la ha enviado a usted? ¿Es que sabe de coches?[/b].- preguntó soltando una risotada. Llevaba una camisa de cuadros manchada.
– [Jane]La verdad es que no, pero confío en que usted me guíe[/Jane].- susurró haciéndose la boba.
– [b]Dígame el nombre de su marido y le buscaré un coche de acuerdo a sus necesidades, pero el negro no puede ir en él salvo que paguen una tarifa especial[/b].- se explicó.
– [Jane]Pagaremos lo que sea necesario[/Jane].- soltó Jane entre dientes.
– [b]¿El nombre de su marido, reina?[/b]- le preguntó el tipo con poca paciencia.
– [Jane]Edward Alexander Echolls[/Jane].
Al poco rato, tuvimos el coche en nuestro poder. Era azul verdoso y…antiguo. – [Idris]Creo que os toca conducir, porque todas hemos visto ‘Green Book’.[/Idris]
Decidimos que yo me pondría al volante.- [Elle]Así que tu marido es Xander…[/Elle]- comencé a decir cuando giré la llave en el contacto.
– [Jane]El primer nombre que me ha venido a la cabeza[/Jane].- se defendió desde su asiento en el puesto de copiloto y encendió la radio para pedirme que me callara.
Empezó a sonar ‘Hound Dog’ de Elvis Presley. No todo iba a ser malo en los 50.
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