Moondale

SI LA SUERTE ME SONRÍE

XANDER ECHOLLS

MAÑANA – LA KVASIR

 

No había sido una mañana tranquila. El rumor que había escuchado Lexie había corrido como la pólvora y tras los problemas que habíamos vivido hasta ahora, con el cambio de cuerpos y el ataque de la noche anterior aún fresco en nuestras mentes, ya habían empezado a sonar más nombres para volver a la Tierra.

Estaba en uno de los estudios de la biblioteca con la puerta abierta cuando escuché un ruido. Esperaba que no fuera Dante, porque no me veía con fuerzas para validar su decisión de irse ni tampoco podía evitar comprender que él había elegido esto y no podía obligarse a estar.

Para mi sorpresa, era Jane. Nada más verla se me iluminó la cara. – [Xander]Hola[/Xander]. – la saludé, pensando en moderar mi reacción. Ya era obvio para casi todo el mundo lo que sentía y no quería asustarla. Ella me sonrió para devolverme el saludo, pero no habló, parecía pensativa. – [Xander]¿Estás bien?[/Xander] – le pregunté.

– [Jane]Sí, ¿por?[/Jane]- replicó ella. Conocía lo suficiente a casi todas las personas de aquella nave como para saber cuándo me estaban esquivando.

– [Xander]Pareces preocupada.[/Xander] – ella entró al estudio en el que guardaba todas mis anotaciones sobre la «misión» y se sentó a un lado.

– [Jane]Es que Owen se está equivocando y es como ver cómo va a descarrilar un tren a cámara lenta[/Jane]. – admitió al final. Me senté frente a ella. Jane se sentía demasiado responsable por todo el mundo y cuando se trataba de su familia, todo iba más allá. No digo que Dominic y Rebecca lo hicieran con un mal propósito, pero el caos que habían tenido sus vidas habían hecho caer todo ese peso en sus hombros.

– [Xander]Supongo pero sabes que si está equivocando, tratándose de amor lo único que puedes hacer es apoyarle, ¿verdad?[/Xander] – aunque la situación era distinta, no podía evitar pensar en apenas un par de años atrás, cuando Jane no me hablaba y lo que me decían era que me olvidara de lo que sentía.

– [Jane]Está poniendo su vida en peligro[/Jane].- se la notaba tensa, pero tras tanto tiempo separados no me atrevía a un gesto tan íntimo como masajearle los hombros.

– [Xander]Owen no es tonto, aunque la quiera evitará arriesgarse.[/Xander] – traté de aconsejarle. Con Jane no era un camino directo, mucho menos teniendo en cuenta que nuestra pelea original vino a raíz de defender a Owen.

– [Jane]No digo que mi hermano sea tonto, pero es muy impulsivo[/Jane].-  aclaró ella. Evité sonreír porque ella estaba preocupada, pero me agradó ver lo mucho que había cambiado. Aquella era la Jane que yo conocía. Estar lejos de sus padres y sus preocupaciones le venía bien.

– [Xander]A veces es mejor seguir un impulso que razonar algo durante años y no hacerlo por miedo.[/Xander] – admití. Estaba claro que hablaba de mí y no me iba a molestar en negarlo. Desde que Jane había vuelto a hablar conmigo había decidido ser sincero con mis sentimientos. – [Xander]Yo pensé hablar contigo muchas veces, pero no me atreví. Fue un error. Hay mucho tiempo que no vamos a recuperar.[/Xander] – añadí. Ese tiempo siempre me iba a pesar, pero si valía para que yo hubiese cambiado y no volviese a cometer esos errores, al menos habría servido para algo.

– [Jane]La diferencia es que tú y o no nos íbamos a morir por estar juntos[/Jane].- se echó hacia delante y, aprovechando que en los primeros asientos del estudio la mesa no estaba en medio, me puso un dedo en el pecho y luego lo llevó al suyo.

No pude evitar esbozar una sonrisa. Estaba hablando de ser sincero con mis sentimientos y me ponían esa conversación en bandeja. No quedaba más remedio. – [Xander]Bueno, pero por no estarlo quizá sí.[/Xander] – le aseguré. Siempre había tapado bastante lo que sentía por Jane, sabía que poca gente lo comprendería, en especial después de pasar tantos años separados. Nadie podría entender que sintiera por ella algo que me afectara de manera tan profunda.

– [Jane]Eso ha sido bonito[/Jane].- respondió ella con una sonrisa. Me alegré, Jane a veces era como un cervatillo, capaz de asustarse sobre todo cuando se mencionaba el amor. Ella no había tenido muy buenas experiencias sobre lo que significaba.- [Jane]Pero volviendo al tema, no me gustaría que mi hermano se muriese por una noche loca[/Jane]. – añadió. Contuve un suspiro, no me apetecía volver a hablar de Owen ahora que estábamos hablando de nosotros, pero si le preocupaba era mejor seguir con el tema que quería discutir en lugar de agobiarla.

– [Xander]Por lo que sé, Amy le ha visto mordido por ella, muriéndose por la incompatibilidad. Pero no muerto.[/Xander]  – planteé. Se trataba de mi mejor amigo y mi prima, yo también le había dado vueltas a la situación. El futuro era incierto en las visiones, sin ir más lejos nuestro futuro no se había convertido en el de Ezra. E incluso así, Amy no le había visto morir en concreto, solo el «proceso» por decirlo de alguna forma.

– [Jane]Entre estar muriéndose y estar muerto hay poca diferencia[/Jane].- replicó ella alzando una ceja.

– [Xander]Va a estar bien. Solo tiene que aguantar hasta llegar a la Tierra. Una vez allí, mi tío Toph puede ayudarle, ya tienen experiencia.[/Xander] – ellos ya habían pasado por eso, tenía que haber una forma de curarle y la encontraríamos en caso de que no pudiéramos directamente evitar que le pasara. Coloqué las manos sobre sus hombros para tratar de infundirle tranquilidad.

– [Jane]Pero Amy…[/Jane]- no terminó de decirlo y tragué saliva. Prefería no saber en concreto que iba a decir porque no quería abrir un frente entre nosotros.

– [Xander]Amy lleva todo este tiempo siendo desagradable con él aunque le guste para evitar que le pase eso, confía en ella.[/Xander] – respondí, esperando que lo entendiera. Amy se había esforzado en distanciarse emocional y físicamente de Owen, pero al final parecían atraerse como si recorrieran un sendero circular.

– [Jane]No[/Jane].- sentenció cruzándose de brazos. Que…tenaz era a veces. No podía reprochárselo, eso no era necesariamente un mal rasgo, pero en momentos como este me dejaba sin argumentos.

– [Xander]Pues confía en mí. Aunque sé que en estos años no te he dado muchos motivos.[/Xander] – me di cuenta de que aún seguía con las manos en sus hombros y me eché hacia atrás, pero al hacer ese movimiento poco calculado rocé la piel de su cuello. Al principio mi mente pensó en lo que toda la vida había pensado, la descarga, la absorción del poder, pero en ese momento toda mi mente se nubló con la sensación del calor de su cuerpo y la suavidad de si piel.

– [Jane]Preferiría que me hicieran caso[/Jane].- replicó, triste.

– [Xander]¿Estás segura de que no lo ha hecho?[/Xander] – le pregunté. Porque podíamos estar debatiendo algo que en realidad no estaba pasando.

Como si le hubiéramos invocado, Owen pasó por delante de la puerta del estudio en dirección al gimnasio. Ni siquiera nos vio, caminaba cabizbajo, pensativo.

– [Jane]Me ha hecho caso[/Jane]. – dijo Jane al cabo de unos segundos. Quizá en su caso ver lo que pensaba la gente no era una especie de maldición si no más bien una ventaja.

 – [Xander]No le des muchas vueltas. Estoy aquí para ayudaros. No tienes que hacerlo todo sola.[/Xander] – añadí. Ahora las cosas podían ser diferentes. De hecho, lo eran tanto que Jane se puso en pie y se acercó a mi para estrecharme en un abrazo. Me vi colapsado por la sensación de sentir su cuerpo contra el mío y percibir el aroma a fruta fresca en su pelo. Tragué saliva.

 

– [Jane]Gracias[/Jane].- repitió al separarse.

– [Xander]Gracias a ti por…intentarlo.[/Xander]  – confesé. Sabía que para ella todo este esfuerzo de volver a hablar conmigo no había sido fácil. – [Xander]¿Vas a quedarte?[/Xander] – le pregunté, volviendo a sentarnos. Me refería a quedarse allí, en la «misión».

Ella asintió y sentía que la tensión en mi interior se aflojaba un poco.- [Jane]No podría hacer otra cosa[/Jane]. – añadió. Mentiría si dijera que no había tenido alguna duda, pero venían del miedo a separarnos. Sabía que Jane era perfeccionista y responsable, no podía dejar algo así sin terminar.

– [Xander]Ya. Te conozco.[/Xander] – respondí. – [Xander]Me alegra saberlo.[/Xander] – añadí. No podía dejar de mirarla, estaba tan….guapa allí pese a la horrible luz de la sala.

– [Jane]¿Tú…te vas a quedar?[/Jane]- sus ojos se cruzaron con los míos, pero tardó poco en bajar la vista. No sé qué vio en lo míos, quizá demasiado

– [Xander]Sí. Es culpa mía que acabásemos aquí así que no voy a irme. Por todos vosotros y porque tenemos que ayudar a que nuestro futuro exista.[/Xander] – eran dos factores que por separado ya me habrían convencido y juntos hacían que ni me lo plantease. Tenía una responsabilidad, pero también un destino, que si no se cumplía, podría hacer que ni siquiera existiéramos.

– [Jane]No es culpa de nadie. No digas tonterías[/Jane].- dijo ella. Oír eso de sus labios me tranquilizó

– [Xander]Mía sí.[/Xander] – insistí. Yo me creí a Omega porque decía lo que quería escuchar.  Yo me cegué en castigarla cuando supe la verdad y arrastré a todos detrás. – [Xander]Y hablando de eso…cuando me poseyó el licántropo…[/Xander] – recordé. Me avergonzaba pensar que la había perseguido como un demente, aunque…bueno, en realidad había sido en su cuerpo.

– [Jane]Deja de culparte por todo[/Jane].- se sentó a mi lado y apoyó la cabeza en mi hombro. No me avergüenza decir que me habría quedado así.

– [Xander]Ya, no. Ahora quería decirte otra cosa.[/Xander] – tenía que dar el paso en algún momento, aclarar las cosas para que la relación fuera como tuviese que ser. – [Xander]Sé que lo sabes, lo que quiero decir. No necesitas telepatía para saberlo. Es obvio.[/Xander] – tuve que decirlo así, dando rodeos, para evitar sonrojarme o titubear. La quería, muchísimo, en más de un sentido. Esa era la realidad.

Jane me miró y el rubor empezó a cubrirle el rostro. Estaba claro que no sabía qué decir, pero no sabía si eso era bueno o malo.

– [Xander]Pero no insistiré, no me pondré pesado. Soy tu amigo antes de todo y no quiero arriesgarlo por nada.[/Xander] – añadí, dejando claro que estaría ahí fuera cual fuera nuestra relación.

Jane seguía sin saber qué decir. No podía imaginar qué estaba pasando por su cabeza, pero estaba casi seguro de que la relación de sus padres era uno de los factores que rondaban por ella. – [Jane]No eres pesado[/Jane]. – dijo al final. No sabía si tomármelo como positivo o negativo. Tenía pinta de lo primero, pero quedaba en el limbo, sin respuesta, como hasta el momento, pero tampoco con una negativa.

– [Xander]Después tenemos que vernos con los demás. Noah ha ido a la ciudad a confirmarlo todo y tenemos que ver quién se va a marchar.[/Xander] – comenté, cambiando de tema. – [Xander]Pero…podemos leer o ver un capítulo de algo juntos antes.[/Xander] – propuse. Pensar demasiado no iba a solucionar que Dante, Lexie o Niall se quedaran.

– [Jane]¿Por qué no vemos algo en mi habitación?[/Jane]- preguntó ella. Mi rostro debió quedarse lívido, porque mi mente estaba llena de posibles significados.

– [Xander]Eh, sí, bueno, si quieres, sí claro.[/Xander] – tragué saliva de nuevo. No estaba junto a ella en su cuarto desde que éramos preadolescentes y por aquél entonces no éramos conscientes de lo que significaba esa clase de intimidad.

– [Jane]No me refería…a nada raro. Solo…eh…[/Jane]- intentó explicar, pero acabó tapándose la cara, avergonzada.

– [Xander]Bueno ya, si tampoco…me iba a quejar.[/Xander] – admití, se me estaba soltando la lengua, asumí que me gustaba tanto y tenía tantas ganas de que lo nuestro existiera que mis filtros y mis miedos se habían desconectado temporalmente.

– [Jane]¡EH! Has dicho que éramos amigos[/Jane].- replicó ella saliendo de su escondite muerta de risa.

– [Xander]Pero…se puede subir de nivel.[/Xander] – bromeé.

– [Jane]Al final has perdido la opción de ver la serie en mi cama[/Jane].- sentenció, aunque parecía una amenaza que todavía estaba en el aire.

Aquél «rifirafe» que había aparecido entre nosotros, esa nueva posibilidad de flirtear que acababa de manifestarse, era un pequeño alivio para mí, un rayo de esperanza que iluminaba toda la oscuridad de preocupaciones y miedos que me agobiaban. Aún quedaba un rato para ir con el resto así que ya fuera viendo una película en su cuarto juntos o allí simplemente hablando, sabía que pasaríamos ese tiempo juntos. Y si la suerte me sonreía, mucho más.

Comentarios

Una respuesta a «SI LA SUERTE ME SONRÍE»

  1. Avatar de Stefy
    Stefy

    Toca comentarle a Xander, porque Dani se emociona y te saca ocho posts en un día:

    – La noticia de lo de Lexie ha corrido como la pólvora y empiezan a aparecer los grupos. Están los que se quieren ir y los que no.
    – Jane viene cabreada por el tema Owen/Amy. No estaría de más que se metiera en su vida en vez de en la del resto.
    – Xander aprovecha para llevar el tema a su terreno y venir a hablar de su libro, pero con Jane no hay manera y vuelve al bucle una y otra vez.
    – Se echa la culpa por estar allí, pero no es culpa de nadie.
    – Pues ha llegado el momento de la declaración. Jane, con esa familia, no está preparada para nada y pasa un poco de él, aunque en el fondo le ha llegado la declaración.
    – El momento de “ven a ver la serie en mi cama”. Xander calentorro.
    – Me gusta mucho el final, porque Xander es pícaro, además de bueno.

    POSTAZO. Son una otp la mar de maja ??

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