Ellie – Laberinto

¿Tarde?

Si tuviera que explicar de alguna forma cómo me sentí, tendría que utilizar el símil de una siesta que se te va de las manos. Nunca me habían gustado las siestas, en parte porque mi herencia Arkkan provocaba que me sentaran mal. Pero tampoco le veía el sentido a dormir en mitad del día, salvo que estuviera enferma, cosa que nunca pasaba.

Me desperté hecha un ovillo en el suelo y me incorporé con rapidez, quitándome la gravilla de la ropa, que dicho sea de paso no eran más que unos vaqueros y una blusa de florecitas. Vi que no estaba sola, pero Owen tardó un poco más en despertar y esperé sentada en el suelo.

Pasados unos minutos que se me hicieron eternos, Owen que estaba con los ojos abiertos pero medio dormido, me sonrió al verme.- [Elle]Owen, te veo triste. ¿Qué te ha hecho Jane ya?[/Elle]- le tendí la mano para que se levantara con facilidad y así lo hizo.

– [Owen]Soy un desgraciado, Elle. Sabes que llevo tiempo detrás de Amy ¿verdad? ¿Qué digo? Es de dominio publico. El caso es que parece que por fin me ve con buenos ojos y ahora va Jane y me dice que no puedo estar con ella[/Owen].- no esperaba ese arrebato de sinceridad, pero lo agradecí.

Aunque no estaba muy concentrada en eso, observé que el laberinto cambiaba a nuestras espaldas. No cabía duda de que se trataba de algo mágico, pero no cualquier cosa. Un ente que podía teletransportar a todo el grupo (o eso creía, claro) no era para ser tomado a broma.

– [Elle]Te voy a hacer una pregunta, pero no te la tomes a mal, ¿vale?[/Elle]- le pedí y recé porque no se lo tomara a mal.- [Elle]¿Lo de Amy es de verdad?[/Elle]

– [Owen]¿Que bebo los vientos por ella? Sí. ¿Que si me muerde me muero? También[/Owen].- quiso que sonara a broma.-[Owen]Sí, Elle, es verdad. Quiero hacerla feliz. Pero claro, también quiero que Jane sea feliz.[/Owen]

– [Elle]Pero, sois conscientes de que podéis hacer…cosas…sin llegar a morderos, ¿no?[/Elle]- sonreí sin pudor. Haber crecido con una familia en la que ningún tema era tabú, consistía una liberación. Podía ver las diferencias con Jane, que cada vez que salía un tema peliagudo (sexo, armas, religión), se ponía tensa y cambiaba la conversación.- [Elle]Están las manos también[/Elle].- levanté las palmas y moví los dedos.- [Elle] Y si no os va ese rollo, por ejemplo, te recuerdo que las impresoras están para algo. Podéis haceros algo como lo de los jugadores y jugadoras de la NFL[/Elle].

– [Owen]Oye, lo de los protectores es buena idea, no se me había ocurrido. Lo otro sí, lo había pensado[/Owen].- esbozó una sonrisa socarrona y se rascó la parte trasera de la cabeza. Me fijé en que llevaba una camiseta de color rosa y ese color le favorecía.

– [Elle]Y Jane no se tiene por qué enterar si disimuláis delante de ella[/Elle].- me coloqué un dedo en la sien, sin dejar de avanzar porque el laberinto parecía dispuesto a tragarnos.- [Elle]Si hacéis eso, para cuando se dé cuenta ya seréis una pareja[/Elle].

– [Owen]¿Cuanto tiempo hace que Idris y tú estáis juntos?[/Owen]- me preguntó con admiración.

– [Elle]No estamos juntos[/Elle].- noté cómo me tensaba y me encogí de hombros para disimular.

-[Owen]Sure Jane, digo Elle[/Owen].- levantó las cejas.

– [Elle]¡Oye, que yo te he ayudado a engañar a tu hermana![/Elle]- me reí- [Elle]Ah, no te olvides de que es telépata[/Elle].

– [Owen]Solo tengo que seguir pensando en gatitos, así que sin problema[/Owen]

– [Elle]Ahora te queda hablar con Amy[/Elle].- le di una palmadita en el hombro.

– [Owen]¡Amy! ¡Aaaamyyy![/Owen]- se puso a gritar como el de ‘Un tranvía llamado deseo’ cuando llama a Stella e intentó hacer un agujero en un seto, pero el seto absorbió el fuego y lo disparó en su dirección, lanzando a Owen hacia atrás.

– [Elle]¡Owen! ¿Estás bien?[/Owen]- fui corriendo hasta él con una preocupación evidente. Pero, a pesar de que ahora tenía un agujero en la camiseta y alguna magulladura, parecía que estaba como siempre.

– [Owen]Doy gracias por tener el culo de hierro y ser ignífugo, porque estaría jodido[/Owen].- admitió poniéndose en pie, esta vez sin mi ayuda para demostrar que se encontraba bien.

– [Elle]Vas a tener que buscar a Amy a la antigua usanza[/Elle].- le animé a continuar andando.

– [Owen]Pues tendremos que aprovechar para cotillear[/Owen].- me tendió el brazo para que me agarrara a él y, sin dudarlo, lo hice.- [Owen]Y ahora, cuéntamelo TODO[/Owen].

– [Elle]¿TODO?[/Elle]- lo dije con algo de pánico en mi voz.

– [Owen]Ya sabes: y cómo es él, en qué lugar se enamoró de ti, pregúntale a qué dedica el tiempo libre[/Owen].- canturreó.

– [Elle]No te tenía por un fan de Perales[/Elle].- me reí.

– [Owen]Soy una caja de sorpresas[/Owen].- me guiñó un ojo.

– [Elle]Creía que la guay de los Williams era Jane, pero creo que me equivocaba[/Elle].- admití entre bromas.

– [Owen]¿En serio crees que soy guay?[/Owen]- los ojos le brillaron al decirlo.

– [Elle]No sé, cántame una de la Carrá y me termino de decidir[/Elle].- le pedí sin parar de reír.

– [Owen]Me lo estás poniendo difícil, pero vale. Demos gracias a mi madre por su cuestionable gusto musical[/Owen].-  carraspeó.

– [Elle]Oye, a la Carrá me la respetas o te abandono aquí[/Elle].- le amenacé.

Por toda respuesta y en el peor intento de acento italiano que había escuchado jamás, Owen se arrancó por Raffaella Carrá en mitad de aquel laberinto.- [Owen]Tengo una amiga, tengo una amiga, que marido se queda mucho en casa. El pobrecito está malito, no tiene fuerzas, por eso no trabajaaaa[/Owen]

No tuve más remedio que aplaudir. Owen era muy divertido.- [Elle]Para ser medio italiano, imitas el acento que da pena[/Elle].- sentencié y volvimos a andar.- [Elle]Creo que a Amy y a ti os irá bien. Eres…¿el aliño de su ensalada?[/Elle]

– [Owen]Es lo más bonito que me han dicho…¿nunca?[/Owen]- apoyó la cabeza en mi hombro y me volvió a tender el brazo para que camináramos.

Poco a poco, los New Moondies íbamos encontrando nuestro hueco. Poco a poco, pasito a pasito, acabaríamos siendo una familia como lo fueron los Moondies.

And if your strife strikes at your sleep
Remember spring swaps snow for leaves
You’ll be happy and wholesome again
When the city clears and sun ascends
(Winter Winds, Mumford and Sons)