Ellie – Bosque del Crepúsculo
¿Tarde?
Lo último que recordaba antes de quedarme inconsciente es que Owen y yo estábamos bromeando. Después, todo se volvió negro y en una suerte de Katniss en Sinsajo, aparecí en un sitio diferente: una habitación mugrienta y de mobiliario escaso (una cama, una palangana y una puerta). Por no tener, no tenía ni las ventanas ni los grilletes de marras a los que el resto del grupo haría referencia en charlas posteriores.
No tuve tiempo de agobiarme, ni tan siquiera de procesar dónde estaba, porque una mujer de unos treinta y pocos años, guapa y ataviada con ropa de una época que tal vez fuera la romana o quizás la griega, entró en el habitáculo.- [Caitriona]Hola, Elle. Mi nombre es Caitriona y he venido a hacer un trato[/Caitriona].- dicho esto, cerró tras de sí y materializó una silla. Más tarde descubriría que el proceso se repetía ad infinitum con las demás personas que integrábamos les New Moondies y que no era necesario contar esto, pero bueno, ya que estamos lo hago.
– [Elle]Hola, Caitriona[/Elle].- me puse en pie.- [Elle]Yo también quiero una silla, si puede ser[/Elle].- le pedí con la mejor de mis sonrisas. Observé sus ojos levemente rasgados y cómo la toga se pegaba a su cuerpo dejándome adivinar sus formas. Sí, era guapa, pero también parecía peligrosa.
– [Caitriona]Por supuesto[/Caitriona].- la tierra se abrió y escupió una silla sobre la que me senté, con mis vaqueros desgastados, mis deportivas blancas y mi camiseta del mismo color y en la que podía leerse: ‘Trans rights are human rights’.
– [Elle]¿En qué consiste ese trato?[/Elle]- me pasé las manos por los pantalones intentando disimular el nerviosismo. Los tratos en la ficción nunca venía con nada bueno.
– [Caitriona]Por un módico precio, casi ínfimo, puedo traer de vuelta a Calliope[/Caitriona].- tragué saliva al escucharla y noté cómo mi corazón bombeaba en mis oídos. Pum.Pum.Pum.
– [Elle]Calliope[/Elle].- dije su nombre con dificultad y me vinieron a la mente las imágenes de su muerte. Las lágrimas corrieron por mi rostro sin que quisiera ni pudiera hacer nada para frenarlas.
– [Caitriona]¿Estás bien?[/Caitriona]- me preguntó y negué con la cabeza.
– [Elle]¿Quién te manda hacer esos tratos? Son crueles[/Elle].- admití limpiándome las lágrimas con el dorso de la mano.- [Elle]Calliope murió y no pude hacer nada por salvar su vida, pero es que ahora mismo tampoco podría hacerlo, porque seguro que me pides a mis madres y a mi padre, o mi amor por Idris o quizás, la relación que tengo con mi hermano[/Elle].
Caitriona pareció contrariada.- [Caitriona]Lo siento. Yo solo hago lo que tengo que hacer.[/Caitriona]
– [Elle]No digas que lo sientes si no es verdad[/Elle].- la detuve.- [Elle]¿Estás ofreciéndole estos tratos al resto? ¿Qué le has pedido a Idris? ¿Y a mi hermano? ¿Qué le has pedido a Jane?[/Elle]- me puse en pie.- [Elle]¿Por qué nos encierras en contra de nuestra voluntad para ofrecernos tratos tan horribles? Si alguien quiere algo: te encontrará.[/Elle]
Caitriona se mantuvo en silencio, dejándome hablar.- [Elle]Quiero que nos dejes salir de aquí[/Elle].- le pedí, voviéndome a sentar.
– [Caitriona]Cuando todo el grupo me haya escuchado: la puerta se abrirá[/Caitriona].- sentenció.
– [Elle]El secuestro es un delito[/Elle].
– [Caitriona]Las normas de tu mundo no rigen a todos los demás[/Caitriona].- Caitriona hizo que la silla desapareciera y, si no hubiera sido por los reflejos de Vanir, me habría caído al suelo, pero conseguí apoyarme con las manos.
– [Elle]Pues deberían[/Elle].- me crucé de brazos, ya en pie.
– [Caitriona]Por lo que sé, tu mundo ha estado al borde de la extinción tantas veces que he perdido la cuenta[/Caitriona].- convino.- [Caitriona]A lo mejor deberías informarte antes de hablar[/Caitriona].
– [Elle]Al menos, la mayoría diferenciamos el bien del mal[/Elle].
– [Caitriona]El bien y el mal son conceptos inventados para mantener a los seres a raya[/Caitriona].
– [Elle]Cuando estés sola en este sitio, recuerda por qué lo estás[/Elle].- me volví a la cama y me senté en ella.- [Elle]Ahora vete, por favor: no quiero escuchar tus pactos, ni tu moralidad gris oscura casi negra[/Elle].
La mujer desmaterializó la silla y me miró.- [Caitriona]Tienes agallas, Elle Skye Echolls[/Caitriona].- comentó.- [Caitriona]No tienes mi simpatía, pero sí mi respeto[/Caitriona].
– [Elle]No necesito tu respeto, porque ya tengo el mío[/Elle].- farfullé.- [Elle]Aún así, piensa en lo que te he dicho: no tienes por qué servir a ese ser[/Elle].
– [Caitriona]No tengo por qué, pero es lo que me gusta hacer[/Caitriona].- se dirigió en dirección a la puerta.- [Caitriona]Volveremos a vernos[/Caitriona].
– [Elle]Deja a mis New Moondies en paz, Caitriona[/Elle].- le recordé.- [Elle]Somos las buenas de esta historia y las buenas siempre ganan[/Elle].
Por toda respuesta, Caitriona soltó una carcajada y yo reprimí las ganas de golpear el colchón, porque la violencia solo genera más violencia.
I walk a mile in your shoes, and now I’m a mile away
And I’ve got your shoes
(Comeback Story, Kings of Leon)
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