Moondale

EL PRECIO DEL SABER

MIKE SOLO-NOVAK

BOSQUE DEL CREPÚSCULO

– [Mike]No pretendo ofender Caitriona, pero entenderás que me preocupa más la situación de mis amigos que un trato con aspecto … turbio. [/Mike]- por lo general la gente tomaba mi forma de hablar en temas serios como que estaba enfadado o molesto, pero no era el caso. Sencillamente la situación no era informal y agradable, un trato con una emisaria de lo que podía ser el mismo diablo distaba bastante de una copa con unos amigos. No obstante, esperé que ella no lo entendiese así, no la conocía lo suficiente como para hacer un juicio de valor solo con lo que me había contado en los escasos minutos desde que había cruzado la puerta.

– [Caitriona]Todo depende del cristal con el que quieras mirarlo.[/Caitriona] – respondió ella. Los debates filosóficos no solían ser mi fuerte porque mi opinión solía ser poco variable, no obtenía mucho de lo que se suponía que debía dar debatir.

– [Mike]Soy un hombre de creencias firmes. [/Mike]- repliqué, llevando la mano por instinto a la cruz de platino que llevaba colgada al cuello, en una cadena fina, poco ornamentada, al igual que el símbolo de mi fe, de formas lisas y simples.

– [Caitriona]Podría decirte unas cuantas cosas sobre eso.[/Caitriona]- comentó mirándola. Pese al aire celta que la rodeaba, parecía saber mucho de diferentes culturas. Viendo lo que sabía de mí y seguramente del resto, podía imaginar que su magia le permitía ver lo que deseara.- [Caitriona]No obstante, he venido a ofrecerte algo, pero si no te interesa, me puedo ir ya.[/Caitriona] – respondió. Según sus palabras una vez escuchásemos sus tratos nos dejaría ir. Omití responderle entonces que eso no era legal ni ético, porque no parecía que fuera a importarle ni a cambiar su opinión.

– [Mike]Te escucharé, pero no confíes en que salga como esperas. [/Mike]- el frío platino contra las yemas de mis dedos me reconfortó.

– [Caitriona]No soy un vampiro, Mike.[/Caitriona] – respondió ella observando el gesto.

– [Mike]No tengo nada en contra de los vampiros Caitriona, pero el felino que hay en mi está alerta de la oscuridad que te acompaña.[/Mike] – lo notaba rondando en mi interior, trazando círculos, atento, a la espera de abalanzarse sobre ese ser si aparecía ante nosotros.

Caitriona sonrió.- [Caitriona]Lo que te ofrezco es conocimiento ilimitado a cambio de la vida de lo que quieras conocer.[/Caitriona] – agradecí que su precio acompañara a su oferta, pero eso no impidió que me recorriese un escalofrío ante la severidad de su trato.

– [Mike]¿Te refieres a matar a una criatura para saberlo todo de ella?[/Mike] – pregunté, para asegurarme. Ella asintió. – [Mike]No creo en el mal menor, Caitriona, ni soy un doctor Mengele.[/Mike] – mi vocación era la medicina, pero curaba personas, y mi moral era firme de nuevo respecto a eso, no sacrificaría ninguna vida, ni por salvar a varios. No se trataba de un dilema filosófico en el que tienes que decidir con cifras en frío, en el mundo real eso solo es un atajo, información y conocimientos rápidos, pero hay otras vías.

– [Caitriona]¿Eso es un «no»?[/Caitriona] – preguntó ella para asegurarse, aunque conocía la respuesta, no lo dudé.

– [Mike]Definitivo.[/Mike]

– [Caitriona]Volveremos a vernos.[/Caitriona]- respondió levantándose y haciendo desaparecer la silla.

– [Mike]Rezaré por ti hasta entonces. [/Mike]- dije con sinceridad. Igual que habría buscado una solución para salvar su cuerpo de una enfermedad, recurriría a la fe para sanar su alma de la oscuridad de ese ser que la acechaba.

– [Caitriona]No tengo alma, Mike.[/Caitriona]- dijo ella esbozando una sonrisa.- [Caitriona]La vendí hace mucho para no dejar nunca de ser guapa.[/Caitriona]  – puede que fuese verdad, o solo un mito asociado habitualmente a las brujas.

– [Mike]El alma no es algo que puedas entregar tan fácilmente, aún puedes luchar.[/Mike] – los pactos con el diablo solo son tales si los consentimos, el alma no puede darse a algo tan perverso, depende de nosotros y de nuestro libre albedrío la salud de nuestro espíritu.

La puerta se cerró, pero algo en mí supo que me había escuchado.

Comentarios

Una respuesta a «EL PRECIO DEL SABER»

  1. Avatar de Stefy

    – A mí Mike es un tío que me cae súper bien, porque es una mezcla muy poco común entre un tío de ciencia y un hombre de fe. No siempre tiene que ser incompatible.
    – Le falta gritarle “vade retro” y ponerle la cruz en la frente. Ella la exagerada.
    – El trato es un horror. No me extraña que diga que no. Por Dios, vaya cosa más chunga xddd

    POSTAZO. Mike está muy infravalorado, pero mola un montón.

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