Sophie – Kvasir

Mañana

Era por la mañana tempranito cuando me encontré con Mike en la cocina. Yo estaba apoyada en la isla de la cocina desayunando unas tostadas con crema de cacahuete, fresas, plátanos y arándanos, además de un zumo de naranja. Aún no me había arreglado y llevaba un pijama de pantalón corto y camiseta de tirantes con flores.- [Sophie]Mike, mi niño, me gusta cómo llevas el pelo.[/Sophie]- dije a modo de saludo y pedí permiso para tocarle el cabello. Me gustaban sus rizos y la forma en que se lo peinaba. Aquel día, además, estaba especialmente guapo con un sencillo pantalón de deporte en color claro y una camiseta de un tono similar.

– [Mike]Un cambio de aires, más natural.[/Mike] – comentó de pasada cuando quité las manos. – [Mike]A ti te sienta muy bien el rosa, pero ¿cómo lo has conseguido?[/Mike]

– [Sophie]Es parte de mi trato con Caitriona, aunque aún no sé muy bien qué ha cambiado[/Sophie].- di el último bocado a la tostada y, acto seguido, apuré el zumo.

Durante esos segundos, él parecía sumido en sus pensamientos. – [Mike]¿Has notado algo diferente?[/Mike]

– [Sophie]La verdad es que no[/Sophie].- admití.  Si algo había heredado de mi mamá, era el no darle demasiadas vueltas a las cosas. – [Sophie]Pero no he pensado mucho en ello[/Sophie].

Vi que sus ojos se posaban en mi hombro derecho que estaba solo cubierto por el fino tirante. – [Mike]¿Has visto esto?[/Mike] – se refería a una descamación que llevaba unos días conmigo. No era dolorosa, pero tampoco bonita.

– [Sophie]¿Eso? Llevo unos días con ello y he pensado que podía ser como lo de Kay[/Sophie].

– [Mike]A simple vista no parece lo mismo. Tiene aspecto de piel deshidratada.[/Mike] – con cuidado, colocó sus dedos sobre la piel irritada y disfruté de su tacto más de lo que dejé ver . – [Mike]¿Has podido echar alguna crema?[/Mike]

Al escucharle, me reí.- [Sophie]Tengo todas las cremas de la galaxia. Literalmente[/Sophie].

– [Mike]¿Y no te ha funcionado ninguna?[/Mike] – cuando negué con la cabeza a su cuestión, se quedó de nuevo perdido en su cabeza. Podría observarle pensar toda la vida.- [Mike]Detrás de la colina hay una pequeña cala, había pensado ir porque echo de menos el mar de Louna. Quizá el agua salada te ayude.[/Mike]

– [Sophie]Eso suena muy bien[/Sophie].- en mi cara se dibujó una sonrisa gigantesca y coloqué los platos en el lavavajillas a la velocidad del rayo.

– [Mike]Pues te espero fuera en…¿media hora?[/Mike] –  asentí y fui a vestirme. Al cabo de unos cuarenta minutos nos encontramos en la puerta de la nave y tras eso, caminamos unos minutos hasta una pequeña cala vacía de arena fina y aguas cristalinas.

– [Sophie]Cómo he echado de menos esta sensación[/Sophie].- comenté mirando al mar y dejando caer mi bolsa con la toalla y el resto de parafernalia necesaria para un rato de playa.

– [Mike]No hay muchas horas de sol aquí así que hay que aprovecharlas.[/Mike] – me fijé en sus ojos, que eran de un color marrón increíble y con la luz natural se apreciaban mejor. – [Mike]¿Vienes a ver cómo está el agua?[/Mike]

Mi respuesta fue quitarme el vestido y las sandalias antes de echar a correr como una loca. El agua estaba fresquita, pero eso no impidió que me adentrase con rapidez. De pronto, todo mi ser fue consciente de cada una de las partículas de las que estaba formado aquel mar. Metí la cabeza bajo el agua y buceé durante un largo rato hasta que salí.- [Mike]S-sophie espera, se te ha caído…esto.[/Mike] – vi que agitaba la parte de abajo de mi bikini, que parecía roto.

Por un momento, me puse nerviosa, pero la desnudez no era algo de lo que avergonzarse y si se había roto, ya me preocuparía cuando saliese del agua.

Fue en ese instante cuando me percaté de que algo pasaba con mis piernas.- [Sophie]Mike, ven…[/Sophie]- hice una pausa y tragué saliva.- [Sophie]Creo…creo que ya sé lo que me pasa[/Sophie].

Mike, que hasta ese momento no se había atrevido a adentrarse más allá de la orilla, empezó a dar brazadas hasta que estuvo a mi altura sin dejar de dar pie.- [Mike]¿Te encuentras bien?[/Mike]

Mi respuesta fue mostrarle la preciosa cola de sirena en todos rosáceos que en ese momento sustituía a mis pies humanos.- [Mike]¿Eres una sirena?[/Mike]

– [Sophie]¡Soy una sirena![/Sophie]- agité la cola.

– [Mike]¿Es la primera vez que te pasa?[/Mike]- asentí y le señalé en dirección a mi hombro derecho.- [Sophie]Sí y mira[/Sophie].

– [Mike]Es solo una teoría pero imagino que tu cuerpo necesita contacto frecuente con agua salada.[/Mike] – teorizó. – [Mike]¿En la piscina o las bañeras de la nave no te pasa?[/Mike]

– [Sophie]¿Estás insinuando que no me ducho a diario?[/Sophie]- le salpiqué con la cola.

– [Mike]No, no, para nada.[/Mike] – él se rió y se apartó el agua de la cara. – [Mike]Se nota enseguida que hueles muy bien.[/Mike]

– [Sophie]Así me gusta[/Sophie].- le guiñé un ojo.

– [Mike]Si necesitas ayuda para conocer tus nuevas necesidades, adaptarte…lo que sea, estoy acostumbrado a estos cambios después del mío.[/Mike]

– [Sophie]¿Me enseñarías al gatito?[/Sophie]- hice un ronroneo de lo más lamentable.

– [Mike]No sé, ya sabes que a los felinos les atrae bastante el pescado.[/Mike] – ¿estaba ligando conmigo? Yo diría que sí.

– [Sophie]Me imagino que la cola desaparecerá si vuelvo a la orilla[/Sophie].- comenté.

– [Mike]Será mejor que salga antes y te prepare una toalla.[/Mike] – Mike avanzó con rapidez.

– [Sophie]Qué bueno eres[/Sophie].- me reí.

– [Mike]También puedes ir tú delante, no me quejaría.[/Mike]- y se quedó parado, por lo que yo fui hasta la orilla y al tocar tierra la cola desapareció entre un montón de bolitas de magia de color rosa. Así pues, me quedé desnuda de cintura para abajo en la arena. Lo más rápido que pude, me tapé la vulva, pero estaba segura de que se me había visto TODO y el culo no podía tapármelo, porque mi mano no era tan grande.- [Mike]¿Me das mi vestido, por favor?[/Mike]- le rogué poniendo morritos.

Mike salió del agua y os juro que me entraron sudores por todo el cuerpo. ¿Me explicas semejante bombón? Una pensaría que un médico no podía estar bueno, pero sí que lo estaba. Tenía todo en su sitio y muy bien puesto con aquel bañador verde menta con flamencos rosas.- [Mike]Ahora mismo.[/Mike] – fue hasta mi bolso y al lado estaba el vestido largo con una abertura a la altura de la barriga que me iba a venir muy mal. – [Mike]¿Y esto te lo ha dado Caitriona?[/Mike]

– [Sophie]Se supone que estaba dentro de mí[/Sophie].- me tendió el vestido.- [Sophie]Gracias, pero me lo vas a tener que poner tú, porque no puedo quitar la mano[/Sophie].

Él se rió y pensé que de perdidos al río y que lo mejor que hacía era tirarme en la arena para echar el polvazo que ese señor tenía, pero me contuve (¡¡¡¡MUCHO!!!!). – [Mike]Esto parece el inicio de…La Sirenita X.[/Mike] – se acercó por la parte delantera y no era muy práctico, porque me lo iba a ver todo, pero a estas alturas me daba igual todo lo que no fuera una sección de sexo playero.

– [Sophie]Cierra los ojos mientras quito la mano de ahí, por favor[/Sophie].- mi boca solo decía estupideces y me reía como estuviera puesta de alguna sustancia ilegal.

Él hizo como que dejaba un ojo abierto y al poco, cerró los dos. No podía asegurar que no me estuviese viendo, aunque en realidad me daba igual.- [Sophie]Qué fresquito[/Sophie].- bromeé cuando me quité la mano y me puse el vestido, que tendría que sujetar hasta que llevara bragas.- [Sophie]Abre los ojos[/Sophie].

Los abrió y me miró sin dejar de sonreír. – [Mike]Voy a enseñarte al «gatito» por el que preguntabas. No he dejado que lo vea mucha gente.[/Mike] – se apartó y se desnudó antes de colocar la ropa sobre mi bolso. En este punto tendría que decir que cerré los ojos. Ojalá fuera verdad. Los dejé abiertos como platos (COMO PLATOS) y madre mía, qué…bien todo.

Vi que se ponía a cuatro patas y me aparté el pelo para dejar de pensar en lo que estaba pensando. Cuando lo oí retorcerse de dolor estuve a nada de arrepentirme.- [Sophie]No sé cómo puedes controlarlo[/Sophie].- susurré y al cabo de unos minutos eternos tuve frente a mí a un leopardo de las nieves bellísimo y letal.

Deshizo la transformación y, con una mano puesta en sus partes más íntimas, me señaló su ropa en un gesto claro para que se la diera. – [Mike]Es algo que he heredado de mi madre.[/Mike]

– [Sophie]No pienso devolverte el bañador[/Sophie].- negué con la cabeza.

– [Mike]Pues no sé qué voy a hacer sin él.[/Mike] – abrí la boca para decirle lo que se me ocurría.

– [Idris]Pero hombre, que la playa nudista es la de al lado. Y avisa cuando vayas que estoy esperando a convencer a Coquito para ir.[/Idris] – Idris nos interrumpió.

– [Sophie]Me estaba enseñando al gatito[/Sophie].- quise sonar menos fastidiada de lo que estaba.

– [Idris]Ya, y al resto de la playa.[/Idris] – se rió. Idris iba vestido con un bañador de palmeras y una camiseta verde lima.

– [Mike]Estaba ayudando a Sophie con su cambio. No te rías.[/Mike]- se excusó. Me dolió que no le dijera que estábamos a tres segundos de montárnoslo en la arena. Al menos, en mi cabeza era así.

– [Idris]¿Cambio?[/Idris] – su hermano le lanzó el bañador y ni parpadeé mientras se lo ponía.

– [Sophie]Ya verás. Daos la vuelta[/Sophie].- lo hicieron, me quité la ropa y fui otra vez al agua.- [Sophie]Mirad ahora[/Sophie].- esta vez noté la magia de las sirenas como un canto que me envolvía y me llevaba de vuelta a casa.

– [Idris]¡OH DIOS MÍO! ¿ERES UNA CACHORRO SIRENA?[/Idris] – Idris estaba chillando.

– [Sophie]Creo que sirena normal, pero sí[/Sophie].

– [Idris]Qué envidia. Avisa si descubres que puedes convertirme en una.[/Idris] – lo decía en serio – [Idris]Voy a decirle a Coquito que estáis intimando y así nos vamos a la calita nudista.[/Idris]- vi que Elle, que parecía mucho más triste de lo habitual nos saludaba a lo lejos y él se fue con ella.

Al ver que volvíamos a estar solos, me quité el sujetador, como acostumbraba a hacer en casa y lo tiré a la orilla.- [Sophie]Las sirenas no llevan bikini. Solo conchas[/Sophie].

– [Mike]Que sepas que no te voy a dar ninguna de las dos cosas.[/Mike] – las colocó lo más lejos posible.

– [Sophie]Por fin estás pillando lo que llevo un rato diciéndote, Doctor Amor[/Sophie].- me reí y volví a nadar.

And there’s a dazzling haze, a mysterious way about you dear

Have I known you 20 seconds or 20 years?

(Lover, Taylor Swift)

                                   

El vestido de Sophie es este.