Moondale

LA AMISTAD QUE PERDIMOS

Amy – Kvasir

Noche

Ellie organizó una cena de despedida para nuestra abuela. Y, aunque me parecía un gesto bonito, no dejaba de ser eso: un gesto. La muerta no se iba a enterar y para la mayoría de la gente de la nave no era más que el nombre de alguien al que no habían conocido. Antes de que empezáramos a comer, cuando estábamos sentados en la larga mesa, Elle dio un discurso a modo de recuerdo. Era bonito y emotivo, pero yo me sentía como si tuviera la cabeza metida dentro de una pecera y todo me llegara distorsionado.

Aplaudí por inercia y tragué el sándwich club (opción vegana) con patatas al horno que habían preparado con más desgana de la que me habría gustado mostrar. Me había acostumbrado a esa vida en la que no sentía nada y en la que la apatía era tal que a veces solo me apetecía tumbarme en la cama para que el día pasara lo más rápido posible. Era consciente de que eso debía a la depresión, pero la licantropía me hacía inmune a la mayor parte de enfermedades y también a sus posibles tratamientos, así que la química quedaba descartada en mi caso.

Antes de que empezara el visionado de ‘Grease’ y una vez que los platos estaban ya en el lavavajillas, me fijé en que Leo permanecía un poco apartado y decidí acercarme a él. Quizás la idea de ver una película rodeado de tantas personas le incomodaba tanto como a mí y eso parecía un buen inicio para una conversación.— [Amy]Leo, ¿puedes venir un momento?[/Amy]- le pregunté con dificultad. Seguía siendo uno de los chicos más guapos que había visto en mi vida y aquella noche, con unos pantalones negros y una camisa denim, parecía recién salido de un catálogo de moda, pero por suerte para mí, ya no sentía nada por él.

Me miró unos segundos y al final, aceptó con una escueta frase.—[Leo]Sí[/Leo].

– [Amy]Sé que esto es muy incómodo para ti también[/Amy].- le aclaré cuando nos alejamos del bullicio. Henry había encontrado la forma de proyectar la película en una pantalla grande y ya estaban con los créditos iniciales.

— [Leo]Entiendo que no puedas perdonar lo que pasó, pero aunque lo intente, hay cosas que tenemos en común y harán que tengas que verme[/Leo].- sonó más seco de lo que esperaba, aunque era justo.

— [Amy]De eso quería hablar[/Amy].- carraspeé apoyada contra la pared y me sentí ridícula con aquella falda larga y aquel jersey enorme.

Durante la parte más vergonzosa de nuestra amistad, siempre me había sentido pequeña a su lado, como si necesitara su atención de manera constante. Por eso, aquella noche me estaba costando tanto mantenerme entera.— [Amy]Quiero… quiero que podamos estar en la misma habitación sin sentirnos incómodos[/Amy].

— [Leo]Estaría bien, sí[/Leo].- reconocí ese gesto y asentí agradecida. Reconocería cualquiera de sus gestos en todas las situaciones posibles. Quererle había sido fácil. Por suerte, ya no lo hacía.

— [Amy]Me gustaría pedirte disculpas por todo en general[/Amy].- suspiré. Notaba en mi garganta una bola del tamaño de Canadá que no sabía de dónde había salido.—[Amy]Sé que no soy una persona fácil, pero estoy intentando mejorar[/Amy].

— [Leo]No hace falta que te disculpes. Yo lo hice mal primero y tenías derecho[/Leo].- la apatía habitual dio paso a unas ganas de llorar tremendas que reprimí. Ya lloraría cuando no hubiera tanta gente delante.

— [Amy]Sí, no lo hiciste muy bien, pero yo actuaba como si fueras de mi propiedad o me debieras la vida…o yo qué sé qué mierda pasaba por mi cabeza[/Amy].- solté una carcajada triste. Lo único que había heredado de mi madre era mi capacidad para ocultar lo que sentía.

Él, al verme así, añadió.— [Leo]Creo que es mejor que hagamos un pacto para no disculparnos más[/Leo].- y luego, me tendió la mano.

Yo me lo pensé un poco, pero finalmente la estreché.— [Amy]Quiero que mi hermana sea feliz[/Amy].

— [Leo]Ya tenemos una cosa en común en nuestro nuevo comienzo[/Leo]. — retiró la mano y sonrió. — [Leo]También soy licántropo y me apasiona la música[/Leo].

— [Amy]Licántropo para tu desgracia[/Amy].- pasarían los años y me seguiría doliendo como el primer día.— [Amy]Me costó asumirlo[/Amy].

— [Leo]Está bien, porque me lo diste como un regalo[/Leo]. — me aclaró. — [Leo]Supongo que hemos llegado a un punto intermedio con eso[/Leo].

— [Amy]Eso me quita un peso de encima[/Amy].- me coloqué un mechón de pelo detrás de la oreja.— [Amy]Aunque la próxima vez que tenga que morder a alguien me aseguraré de que sea un regalo de verdad[/Amy].

— [Leo]¿Planeas extender la manada?[/Leo]- bromeó mientras de fondo, Danny y Sandy se reencontraban en el Instituto Rydell para desgracia de Danny.

— [Amy]A lo mejor me hago un harén[/Amy].- se me ocurría uno que seguro que estaba encantado, pero lo omití.

Aún así, el se rio.— [Leo]No te va a faltar gente en esta nave[/Leo].

Le guiñé un ojo para seguir con la broma.— [Amy]Ahora sí que me voy a dar una vuelta, porque esto se está poniendo raro[/Amy].

— [Leo]Ya me entiendes[/Leo]. — se puso tenso. — [Leo]Te..[/Leo].— tosió y enarqué una ceja. — [Leo]Te quiero pero de forma diferente a tu hermana. Fuiste mi mejor amiga mucho tiempo y me gustaría recuperarlo, con el tiempo[/Leo].

— [Amy]Qué rarito has sido siempre, Leocadio[/Amy].- negué con la cabeza entre risas.

— [Leo]Estoy intentando expresar las cosas de una forma más clara que en las canciones[/Leo]. — parecía que se iba a poner colorado de un momento a otro. — [Leo]Es cosa de tu hermana[/Leo].

La mención a mi hermana me ablandó y le di un abrazo. A lo lejos, vi a la susodicha levantar los pulgares en nuestra dirección. La muy cabrita llevaba todo el rato poniendo la antena. — [Amy]Esto me ha costado más que si te hubiera tenido que dar a mi primogénito, que lo sepas[/Amy].

Lo dije sin pensar y, cuando volvimos a nuestras posiciones, Leo me recordó algo que había olvidado. — [Leo]Demasiado pronto para esa broma creo[/Leo].

De pronto, recordé lo que había dado Cole y me tapé la cara con la manga del jersey.— [Amy]Me siento fatal ahora mismo[/Amy].

— [Leo]Bueno, no te ha escuchado[/Leo]. — Leo le restó importancia y miré en dirección a Cole. Fingía ver la película mejor de lo que yo lo habría hecho en mi vida y estaba guapo, muy guapo. — [Leo]Si no te importa, te acompaño a caminar un rato. De todas formas, ya nos hemos perdido el principio de la película.[/Leo]

— [Amy]Te iba a proponer un paseo en forma lupina, pero vamos a tomarnos las cosas con calma[/Amy].- me reí y salimos en dirección a la noche para poder seguir recuperando la amistad que perdimos.

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