Elle – Valantis
Tarde
Si algo había aprendido de mi familia, es que siempre hay que disfrutar de cada momento. Por eso, a mí la búsqueda esta del cerdo de marras más que un castigo me parecía un regalo. ¿Cuántas veces tendríamos la oportunidad de viajar a un conjunto de realidades que eran la versión condensada de la historia de la humanidad? Que sí, que nos podíamos morir en cualquier momento, pero a lo mejor a ti te atropella un día un coche volviendo del InfiniMarket después de haber comprado un paquete de rollos de papel higiénico. Cosas más raras se han visto, yo qué sé.
Idris y yo nos cambiamos de ropa para adentrarnos en aquel estudio televisivo que parecía sacado del imaginario colectivo. Ya sabéis: dos columnas de hormigón, un letrero enorme, naves industriales y más gente que en la cola de Endless.
Cuando salimos al exterior de la tienda, estudié nuestras pintas. Nos habíamos decantado por unos atuendos de lo más random: camiseta del estudio ‘Producciones Valantis’ y pantalones vaqueros. A Idris casi le da un síncope al descubrir que sus zapatillas no eran de marca. ¿Para cuándo una charla sobre la obsesión de mi Idris con las deportivas?
Una vez estuvimos más o menos pasables, nos unimos a la cola de visitantes más cercana que vimos, en cuanto atravesamos las columnas del estudio, las leyes de la realidad empezaron a alterarse como si de un capítulo de Wandavision se tratase.
Pareció como si, de pronto, alguien estuviese sintonizando una televisión antigua. Los colores se saturaron hasta el extremo y vi que todo estaba salpicado de tonos morados y naranja melocotón.- [b]Elliana Dianarah Montoya[/b].- dijo un tipo guapete, aunque algo aburrido, con el pelo ondulado y los ojos azules, que iba vestido como si viniera de jugar al golf.- [b]Sé que erré en mi amor por ti por culpa de mi gemelo malvado, pero nunca te dejaré ir[/b].- la tele terminó de sintonizarse y vi que estábamos en la sala de estar de una casa que parecía ser de una familia latina.
Idris me miró, con sus pintas coloridas y señaló en dirección a mi barriga, que estaba tan abultada como la de una persona embarazada de, mínimo, siete meses.- [Idris]Algo que contarme de tu pasado y tu pelo?[/Idris]- me hacía gracia verlo con una barba muy arreglada, polo rosa y tupé.
– [Elle]Creo que no[/Elle].- me acaricié la barriga.
– [Idris]La verdad es que te queda bien[/Idris]. – esbozó una sonrisa y yo le saqué la lengua.
Sin previo aviso, entraron en escena dos mujeres, que resultaron ser mi madre y mi abuela. No hacía falta ser una experta para saber que estábamos en una reinvención de Jane The Virgin.- [i]Apártate de él, hija. Es el asesino de tu padre[/i].
Dris y yo nos miramos.- [Elle]Estamos en una telenovela. A lo mejor deberíamos seguirle el rollo[/Elle].- propuse.
– [Idris]Sí, yo lo maté, porque me hiso una mala jugada el muy pendejo[/Idris].- negué con la cabeza para que dejara de intentarlo con el acento mexicano.- [Idris]Pero eso fue antes Eliana, antes del bebé que mi hermana te inseminó[/Idris].- añadió.
Como por arte de magia, la hermana de Idris entró en escena. El problema es que más que parecerse a él, se parecía a…Jane. Sí, a Jane Williams.- [Jane]Lo hice porque te amo[/Jane]
– [Elle]¿A mí?[/Elle]- parpadeé un par de veces intentando ubicarme. Esto habría sido mejor que me pasara en la época del instituto, la verdad.
– [Jane]Eres mi amor secreto desde el instituto, Eliana[/Jane].- tragué saliva y evité mirar a Idris que debía estar partiéndose de risa mientras Jane nos enseñaba una carpeta llena de garabatos en los que podía leerse Juana x Eliana.
Sin pensarlo, estiré la mano.- [Elle]Pues ven, que lo arreglo[/Elle].
Todo el mundo fingió sorpresa durante nuestro beso, que fue breve y acompañado de una música atronadora. Mi abuela incluso se mareó.- [Idris]Nuestro amor, mancillado hasta la próxima temporada[/Idris]-. anunció Idris. – [Idris]Salvo que no os importe ser tres[/Idris].- solté a Jane y la tele volvió a sintonizarse.
Los colores se volvieron más neutros, nuestras ropas cambiaron y aparecimos en una casa con una decoración mucho más discreta en un lugar que, por lluvioso, parecía Portland. Supuse, que por lo que había dicho Idris y la ubicación nos encontrábamos en ‘You, me, her’.– [Elle]No pienso participar en esta serie. Me niego[/Elle].
Idris asintió dándome la razón. A él tampoco le gustaba una serie tan rancia.- [Idris]A ver si funciona esto[/Idris].- tiró del decorado y avanzamos.
La tele se sintonizó. Esta vez mucho más rápida que la anterior. Las primeras notas de ‘Cover Girl’ de Rupaul se escucharon por unos altavoces, los focos nos cegaron y me fijé en que estábamos esperando entre bambalinas para desfilar por una pasarela.
Alguien dijo un par de chistes malos en la zona del escenario y una regidora le recordó a Idris que salía en unos minutos. Su look, del tipo de drag menos pulido y más gracioso, le quedaba bien. La temática del día era ‘Moondale Eleganza Extravaganza’ y él había elegido ir del fénix de mi tía Diana, pero desplumado y chamuscado.
– [Idris]Ah, siempre que coso la misma historia[/Idris].- se quejó al ver que una pluma le caía.
– [Elle]Al menos tú sabes coser. Yo lo he tenido que pegar todo[/Elle].- me encogí de hombros. Mi look era una reinterpretación de mi madre siendo devorada por Chernobog. En mitad de la actuación, soltaría una bomba de humo negra y la capa se caería dando paso a una especie de camisón de color blanco.
– [Idris]No serías la primera que va fabulosa, y yo siempre he sido de Bianca, espera que te ayudo[/Idris].- me colocó el tocado de cuernos y retocó el maquillaje.
– [Elle]Gracias[/Elle].- susurré y le di un beso en la mejilla ante la indiferencia del resto de compañeras.
La pasarela fue un poco incómoda y de dos rondas, lo que venía siendo habitual. Una para desfilar y otra para que pudieran valorarnos de cara al montaje del capítulo. No sé qué pasó, pero Idris y yo acabamos en el bottom. Él porque su vestido parecía un disfraz y yo porque el concepto de mi traje se había quedado en eso, un concepto.
Un poco hartos de la dinámica esta televisiva nos sentamos en la sala de descanso y estuvimos practicando el lipsync. Nos tocaba ‘Maniac’, de Michael Sembello.- [Owen]¡Que no me tiréis de la peluca![/Owen]- escuché decir a la drag Owen, ataviada con un traje de Soberana que dejaba su espléndido culo al aire, a través de los auriculares.
– [Xander]Lo hacen porque saben que son unas who[/Xander].- la defendió Xander, que era una de las favoritas del jurado. Había conseguido parecer una versión sado de Sasha, con un traje de cuero ceñido y una fusta en cada mano.
– [Owen]Yo creo que te falta llevar el culo al aire[/Owen].- comentó Owen.
La misma regidora de antes nos recordó que estábamos a punto de volver al escenario.- [Elle]Te voy a ganar[/Elle].- sonreí.
– [Idris]Ya te gustaría[/Idris].- nos colocamos cada uno en nuestra posición y la música sonó. Yo me enfoqué en hacer un homenaje a Flashdance e Idris tiró de clásicos: volteretas, abrirse de piernas, etc.
– [b]Idris, Elle…sashay away[/b].
Por desgracia, Rupaul nos echó a los dos y caímos a un foso de purpurina.- [Idris]Inesperado, y el foso también…[/Idris]
Nos pusimos en pie con dificultad.- [Elle]¿Qué es esto? He visto todas las temporadas de Rupaul y el programa no es así[/Elle].
– [Idris]Esto debe ser cosa del Cerdo[/Idris]. – me explicó. – [Idris]Igual que el linchamiento de Jane The Virgin[/Idris].
– [Elle]Miedo me da dónde vamos a terminar[/Elle].
– [Idris]Sube, que te llevo[/Idris]. – creó una escalera de hielo y trepamos por ella. La tele se sintonizó.
– [Elle]A ver si tenemos suerte[/Elle].- de pronto, nuestras ropas cambiaron. Estábamos en una discoteca en la que sonaba el remix de ‘Save your Tears’. Idris tenía ahora el pelo largo y rizado y llevaba un top de satén rojo y unos vaqueros. Su cara estaba salpicada por purpurina. No tuve que fijarme mucho en mi ropa: vestido de encaje rosa, botas Doctor Martens, pelo rubio largo con mechas también rosas y algo que picaba en mi rostro: maquillaje de purpurina.
– [Idris]Esto es una serie adolescente del 20[/Idris].- anunció dándome la mano.
– [Elle]No es solo una serie de adolescentes y es del 2019. Esto es Euphoria[/Elle].
– [Idris]A Lexie le encantaría esto[/Idris].- bailamos a cámara lenta hasta que una raya de coca apareció en la mano de Dris. Él se la limpió como pudo.
– [Elle]Podría ser peor. Podríamos estar en Élite[/Elle].
En ese preciso momento, Kaylee cayó desde la parte de arriba de la discoteca y se estrelló contra el suelo. Sí, estaba muerta.- [Idris]Eso te pasa por hablar[/Idris].
Ahora llevábamos uniforme y sonaba una sesión de Nathy Peluso. Sí, esa que dice no sé qué de Bombastic y Fantastic.- [Idris]No hace más que jugar con la historia para volverla en nuestra contra, no sé si es cerdo o periodista telebasura[/Idris].
La policía entró a investigar el asesinato y la gente no dejó de bailar y beber alrededor del cadáver de Kaylee. Era lo más bizarro que había visto en mucho tiempo.- [Elle]Puede que sean verdad las dos cosas[/Elle].
– [Idris]Pinta de cerdo seguro que tiene[/Idris].- no sé si fue lo que dijimos o que la cosa no daba para más, pero a ritmo de C. Tangana apareció el cerdo. Era un tipo con algo de sobrepeso, calvo e iba vestido como si fuera el Primer Ministro de Black Mirror. De hecho, se le daba un aire a ese hombre.
– [b]¿Qué hace una chica joven y bonita como tú con una bestia conflictiva como esta?[/b]
– [Elle]Porque en realidad, la bestia conflictiva soy yo y él el chico joven y bonito[/Elle].
– [b]¿Y qué crees que hará cuando vea tu bestia oculta?[/b]
– [Idris]Si eso tiene connotaciones, me apunto[/Idris].- se burló Dris.
– [b]Podríamos ganar una fortuna con tu poder y tu belleza[/b].- el Cerdo esbozó una sonrisa pérfida.
– [Elle]No me interesa el dinero[/Elle].
– [b]Fama, poder, conmigo lo tendrás para siempre[/b].
Suspiré. Era pesado el hombre.
– [Elle]Gracias, pero no, gracias[/Elle].
– [b]Puedo hacer que el mundo te quiera, tan fácil como que te odie[/b].
– [Elle]Me quiero mucho a mí misma[/Elle].- sonreí.- [Elle]Mi familia me ha enseñado a tener una autoestima sana[/Elle].
– [b]Tu familia… esa que se mantuvo oculta. ¿Qué opinará el mundo?[/b]- en una de las pantallas de la discoteca se podían ver noticias sobre mi familia.
– [Elle]Toda publicidad es buena. Tú deberías saberlo mejor que nadie[/Elle].- la pantalla se apagó al ver que no tenía efecto en mí.
– [b]Es mejor cuanto más corrupción saque de todos vuestros corazones podridos[/b].- nos aseguró.
– [Elle]Va a ser verdad que eres un cerdo[/Elle].- chasqueé la lengua.
– [b]Y tengo mucha mierda en la que revolcarme[/b].- a nuestro alrededor se formó una bruma y vi a un Idris mimado al que solo le importaban sus zapatillas de marca y su aspecto. Y también me vi a mí utilizando mi poder para defender a mi familia del mundo, incluso de cosas que yo misma me imaginaba.
– [b]Ni en tu parte más cerda puedes ser mala/b].- el cuerpo del Cerdo cayó y de su interior salió una mujer de menos de cuarenta años, nariz larga y pelo moreno corto, que iba con un sencillo vestido de color negro.
– [Elle]No quiero ser mala[/Elle].- sinteticé.
– [b]Querer es poder[/b]. – esbozó una sonrisa.- [b]Ahora supongo que queréis cruzar mi portal para volver a reuniros[/b]. – tras de sí se formó un portal hecho de las líneas de una televisión antigua. Todo parecía tener sentido. -[b]Solo prometedme acabar con ese bastardo y hacer muchas cerderías en la nave[/b].
– [Idris]Dalo por hecho[/Idris].- Idris me dio un codazo.
– [Elle]¿Y no nos regalas un jamoncito o algo?[/Elle]- le pregunté y nos encaminamos al portal.- [Elle]Te quedaba bien la ropa de Rue[/Elle].- comenté.
– [Idris]¿Alguna fantasía que contarme, señorita Echolls?[/Idris]
– [Elle]Muchas[/Elle].- y nos perdimos entre una vorágine de programas de televisión.
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