Moondale

UNA ESPECIE DE TREGUA

Jane – Selas

Noche

Me limpié las lágrimas como pude y eché a andar en dirección al pico. Dejé atrás a la bruja y a Alexander, cuya luz parecía un poco más tenue según me iba alejando.

Estaba tan enfadada que no pensaba ni en lo que estaba haciendo. La rabia guiaba mis pasos y no era la primera vez. Mi carácter de mierda asomaba su fea cara cada vez que algo me disgustaba y eso pasaba más a menudo cuando estaba procesando mal alguna cosa.

Por eso, cuando Caitriona desveló el pastel, me fui. Avancé sin saber adónde. Iba casi a tientas, porque se había hecho de noche. Si mi único poder consistía en dejar seco a quien se me acercara: ¿Qué pretendía conseguir con esta pantomima, matarme?

En eso iba pensando cuando me tropecé contra una rama y caí de bruces. Por suerte, la caída la amortigüé con las manos, que empezaron a escocerme y noté un dolor punzante en ambas muñecas. Me senté en el suelo y me eché a llorar. Lloré por haberme muerto y por estar viva. Porque echaba de menos a mis hermanos y, un poco, a mis padres. Porque estábamos todavía más perdidos que en la Nave. Las lágrimas caían y caían. Alexander había hecho un pacto para salvarme. Su amor me abrumaba. Era más de lo que merecía.

– [Caitriona]Has caminado menos de lo que esperaba[/Caitriona].- siseó Caitriona provocando que yo soltara un exabrupto.

– [Jane]¿A qué has venido?[/Jane]- pregunté sin ponerme en pie ni mirarla. El suelo estaba un poco húmedo, pero qué más daba, si total ya estábamos en la mierda.

– [Caitriona]A buscarte[/Caitriona].

– [Jane]Pues ya me has encontrado[/Jane].- me limpié las lágrimas con el dorso de la mano e intenté contener el moqueo de la nariz.

– [Caitriona]Deduzco que no te caigo muy bien[/Caitriona].- se sentó a mi lado sin pedir permiso y me percaté de que olía a una hierba aromática, pero a saber cuál.- [Caitriona]Esto está húmedo[/Caitriona].

– [Jane]No sé qué te ha llevado a pensar eso. Si eres encantadora…[/Jane]- musité con toda la mala baba que tenía dentro.

– [Caitriona]Guárdate los sarcasmos para alguien a quien de verdad le afecten[/Caitriona].- estaba muy oscuro y casi no se veía, pero murmuró unas palabras y, alimentada por mi sufrimiento, consiguió que ardieran unos palos que había frente a nosotras. Era una hoguera y su calor reconfortaba.- [Caitriona]Eres una fuente inagotable de poder[/Caitriona].- sus ojos oscuros se cruzaron los míos.

– [Jane]Guárdate las pullas para alguien a quien de verdad le afecten[/Jane].- se la devolví en tono monocorde, intentando parecer una autómata carente de emociones.

Ella esbozó una media sonrisa y miró mis manos.- [Caitriona]Llevo un ungüento en el morral que puede ayudarte con esas heridas[/Caitriona].

– [Jane]¿Ahora eres la Señora Sprout?[/Jane]- la miré ceñuda.

– [Caitriona]¿Quién?[/Caitriona]

– [Jane]Nadie[/Jane].- suspiré y, al ver que parecía confusa, continué a ver si se aclaraba.- [Jane]Harry Potter, ya sabes: «El niño que vivió», Hogwarts, la profe de Herbología…[/Jane]

– [Caitriona]Hablas en un idioma que desconozco[/Caitriona].- abrió el petate y sacó un botecito con una especie de crema. Cuando quitó la tapa, arrugué la nariz.

– [Jane]Apesta[/Jane].

– [Caitriona]Pero cumple su función[/Caitriona].- se encogió de hombros y me lo tendió.- [Caitriona]Cuando te lo apliques, lo entenderás[/Caitriona].

– [Jane]Eres lista. No quieres quedarte frita[/Jane].- susurré una especie de «gracias» y me lo eché. Escocía como el demonio.- [Jane]¿DE QUÉ ESTÁ HECHO ESTO: DE AMONIACO, DE PIS DE BRUJA O DE LÁGRIMAS DE BEBÉS ENFERMOS?[/Jane]- recité de carrerilla.

– [Caitriona]Celidonia. Entre otras cosas[/Caitriona].- parecía divertirse y el fuego crepitaba con fuerza.- [Caitriona]Acerca las manos y te ayudo a soplar. Pasará en breve[/Caitriona].

– [Jane]No, gracias. Ya lo hago yo[/Jane].

Al cabo de unos minutos que se me hicieron eternos, noté alivio.- [Jane]¿Por qué parece povidona yodada?[/Jane]- comenté viendo el leve color rojizo que quedaba alrededor de los raspones.

– [Caitriona]De nuevo, hablas en un idioma que no sé cuál es[/Caitriona].- esta vez, me pareció ver un brillo divertido en sus ojos.

– [Jane]¿Por qué nos has seguido?[/Jane]- aprovechando que parecía estar con la guardia baja, me tiré de cabeza a la piscina.

– [Caitriona]Me aburría[/Caitriona].

– [Jane]Mientes de pena[/Jane].

– [Caitriona]Y tú te habrías muerto de una infección o de hambre si no llego a aparecer[/Caitriona].- hizo una pausa.- [Caitriona]Por segunda vez[/Caitriona].

Solté una carcajada que nos pilló a las dos desprevenidas.- [Jane]Demasiado pronto para hacer chistes sobre mi muerte. Aún estoy enfadada[/Jane].

– [Caitriona]No deberías. Por lo menos, estás viva[/Caitriona].- tomó aire.- [Caitriona]Enfadarse es un privilegio que solo tienen los vivos[/Caitriona].

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, porque tenía razón.- [Jane]¿Eres amiga o enemiga?[/Jane]

– [Caitriona]Ni lo uno ni lo otro[/Caitriona].- admitió.- [Caitriona]Solo soy la bruja de los cuentos[/Caitriona].

– [Jane]¿De todos?[/Jane]- susurré.

– [Caitriona]Eso parece[/Caitriona].

– [Jane]¿Y cómo sé que puedo fiarme de ti?[/Jane]

– [Caitriona]Lo divertido de esta situación es, que en realidad, no puedes[/Caitriona].- se puso en pie y tendió su mano. Era un gesto simbólico más que realista, porque no podía tocarla.- [Caitriona]Pero me necesitáis y a mí me gusta que me necesiten[/Caitriona].

– [Jane]Entonces, no vamos a ser amigas[/Jane].- dije poniéndome a su lado y vi cómo las llamas se extinguían.

Los ojos de Caitriona centellearon.- [Caitriona]No, pero podemos ser…socias[/Caitriona].

– [Jane]Me parece un buen plan[/Jane].- asentí.- [Jane]¿Y ahora, qué hacemos?[/Jane]

Por toda respuesta, escuché unos pasos acercándose y era Alexander. Mi corazón dio un brinco.- [Xander]He venido por si…bueno, por si necesitáis algo[/Xander].

– [Jane]Mi SOCIA y yo vamos a ver si salimos de aquí[/Jane].- respondí sin mirarle directamente.- [Jane]¿Vienes o te quedas?[/Jane]

Nadie dijo nada y echamos a andar. Esta vez y sin que sirviera de precedente, la bruja del cuento y los dos chicos perdidos habían firmado una especie de tregua.

And time is not on our side
But I’ll pretend that it’s alright
She says the Lord has a plan
But admits it’s pretty hard to understand

(Beloved, Mumford & Sons)

Comentarios

Deja una respuesta